Atraer es decidir lo que uno quiere.
¿Has visto ya la dirección en la que va el tren? ¿Has conseguido que cambie de dirección cuando tu se lo pides? Es curioso lo que podemos construir con las imágenes y lo que podemos llegar a pensar con lo que decidimos pensar. Ya lo decía Henry Ford: "Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes, estás en lo cierto". ¿Crees tu lo mismo? Yo creo que sí, que lo que decidimos creer y pensar es lo que determina nuestros actos y, por consiguiente, nuestras actitudes en la vida. Es ahí lo que determina el resultado que consiguen unos y otros, tan dispares en la vida. ¿Llegamos a preguntarnos por qué?
Decidir lo que uno quiere.
Tenemos cantidad de hábitos que realizamos cada día. Nos esmeramos en tener cuidado con el aseo personal, con que la ropa esté bien limpia, con qué nuestra imagen se vea bien hacia el exterior, etc. Si tuviéramos que decir el número de minutos que le dedicamos a ello obtendríamos resultados interesantes pero, ¿cuánto tiempo dedicamos a lo que va a determinar nuestra actitud ante el día que afrontamos o la vida que elegimos vivir. Tal vez el número de minutos desciende de una forma realmente alarmante. Si consideramos que nuestros estados de ánimo hoy en día son preocupantes, más preocupante es dejar en manos de pastillas el resultado de los mismos. Nuestra vida depende de nuestras ideas tal y como indica Gandhi: La vida que vivimos no es consecuencia de lo que otros hacen o nos hacen, sino que es consecuencia de lo que nosotros decidimos pensar y creer de nosotros mismos. Es por ello que deberían educarnos a que cada día podamos elegir los pensamientos que nos ayudar a ser personas y a vivir de forma digna plena.
Querer es poder.
Si yo no hago deporte para cuidar mi salud es responsabilidad mía, única y exclusivamente mía, al igual que si yo no hago una dieta saludable o no guardo un equilibrio emocional, así como si no concilio trabajo y familia o no construyo unas relaciones sociales mucho más profundas. Todo depende de uno mismo. Hoy sabemos, y más que nunca, que todo lo que existe ha empezado en la cabeza de alguien que lo ha pensado. Todo lo que deseamos, queremos y necesitamos puede o debe de estar en nuestra cabeza. Y es nuestra cabeza la que nos dice de darle un tiempo, un lugar y un espacio en nuestra vida. Si se lo damos es porque es importante, si no es porque no lo es. Llegará un momento en que tal vez se convierta en urgente, pero como el ejemplo de la gota que colma el vaso de agua, el problema no es el de la gota sino el de haber dejado que gota a gota fuera colmando la taza. Querer es poder, y sí se puede se debe buscar la manera de meterlo en la mente así como en el espacio físico o del calendario de nuestra vida como algo que queremos y que es importante para nosotros.
Decisión propia.
Somos nosotros los que decidimos. En nuestra mente está el creer o no, en elegir y en desechar lo que no nos sirve. Te dejo con ésta otra foto de abajo y piensa: ¿Qué tendrá esta gente en la mente para atraer lo que quieren en su vida? Querer, creérselo y ponerse manos a la obra.