24/1/12

Alegría



Había una vez un niño que era muy feliz, aunque no tenía muchos juguetes ni dinero. Él decía que lo que le hacía feliz era hacer cosas por los demás, y que eso le daba una sensación genial en su interior. Pero realmente nadie le creía, y pensaban que no andaba muy bien de la cabeza. Dedicaba todo el día a ayudar a los demás, a dar limosna y ayuda a los más pobres, a cuidar de los animales, y raras veces hacía nada para sí mismo.
Un día conoció a un famoso médico al que extrañó tanto su caso, que decidió investigarlo, y con un complejo sistema de cámaras y tubos, pudo grabar lo que ocurría en su interior. Lo que descubrieron fue sorprendente: cada vez que hacía algo bueno, un millar de angelitos diminutos aparecían para hacerle cosquillas justo en el corazón.
Aquello explicó la felicidad del niño, pero el médico siguió estudiando hasta descubrir que todos tenemos ese millar de angelitos en nuestro interior. La pena es que como hacemos tan pocas cosas buenas, andan todos aburridos haciendo el vago.Y así se descubrió en qué consiste la felicidad, y gracias a ese niño todos sabemos qué hay que hacer para llegar a sentir cosquillitas en el corazón.
Pedro Pablo Sacristán 
¿Has experimentado alguna vez la alegría? Curiosamente la alegría, como en el cuento surge de una manera natural cada vez que alegramos a otras personas. Tal vez sea un sentimiento de autosatisfacción o de autorealización. Experimentamos que nuestra vida es útil a otras personas y con ello damos sentido a la nuestra. ¿Qué es la alegría?

  • Es un estado interior fresco y luminoso y que nos hace sentir plenamente libres y realizados. Y si es luminoso lo es porque en la alegría se nos dispara la creatividad de una manera bastante intensa. Las mejores ideas surgen desde nuestro interior.
  • Generamos bienestar general. Las personas que nos rodean gozan de una mayor estabilidad, seguridad y confianza en nosotros y en ellas mismas. Con la alegría minimizamos los problemas y las situaciones de crisis dándole a la vida un aspecto mucho más positivo y confortable.
  • Altos niveles de energía y una poderosa disposición a la acción constructiva. Es parte de esa vitalidad y energía que llevamos dentro. Es como si fuéramos constructores de un mundo nuevo y como si de nosotros dependieran muchas cosas. Las cargas, incluso, nos parecen más liviana y llevaderas.
  • Puede ser percibida en toda persona. Es algo que no puedes fingir. Las palabras y el cuerpos caminan en consonancia y hacen, sin querer ser protagonistas, que los demás se fijen en uno.
Es cuestión, simplemente, de volver a nuestros grandes momentos de alegría.
  • ¿Cuáles han sido?
  • ¿Cómo los hemos vivido?
  • ¿Qué han revelado de nosotros mismos?
  • ¿Qué han potenciado en nosotros?