30/5/11

Plantar cara a la frustración



Estos días en España, y hace meses en Túnez, Siria, Libia y otros países, inconformistas con lo que está sucediendo en España y en los países antes mencionados han plantado cara a la insatisfacción que viven y se plantan para proponer un nuevo modelo de vida política que pueda resolver la frustración y la situación crítica de mucha gente.

No se lo que hay ni quien está detrás de estos movimientos, pero lo que si está claro es que "hacen algo diferente, llamativo, original y seductor", pues acaparan las miradas no sólo de los medios de comunicación, que viven de cualquier tipo de noticia, sino de multitud de personas que adoptan una acampada incomoda y de multitud de personas que cooperan con comida, dinero, utensilios e incluso cediendo sus viviendas para que algunos puedan ducharse o asearse.

Hay algo claro en todo esto: quedarse con los brazos cruzados, llorar y lamentarse no resuelven nuestras situaciones. Provocar nuevas situaciones, nuevas respuestas y nueva capacidad crítica te llega a algo diferente: a pensar. 

El pensamiento, recordemos, ha sido una arma a la que mucha gente no ha tenido acceso en la antigüedad y a ala que a otros muchos le han cerrado el paso. La capacidad de pensar, muchas veces mutilada por los diferentes sistemas que nos rodean tales como publicidad, deportes, televisión, ocio, dinero y otras, nos dejan en situaciones en la que el llanto y la queja es la única solución.

Hoy, ya sabemos que hay otros medios: Plantar cara a los problemas, no resignarse, buscar soluciones, asociarse a los demás y compartir dudas, proyectos e inquietudes. Es el valor de la intercomunicación.