29/8/14

Cortejando a la Buena Suerte


Nos desesperamos cuando las cosas no llegan, cuando no salen bien, cuando vienen de diferente forma. Hay momentos en los que arrojamos la toalla justo cuando estábamos a punto de conseguirlo. El azar, la Buena Suerte, no existe en sí, si no son por las circunstancias que vamos creando y por el trabajo y las actitudes que vamos desarrollando por nosotros mismos. La Suerte no viene por si sola sino que es el resultado de todo un proceso.

Saber estar en el momento adecuado, en el lugar adecuado y con las personas adecuadas, así como hacer los movimientos adecuados es todo un arte que por una parte constan de intuición y otra de la capacidad de saber intuir lo que se va a dar.

Saber intuir conlleva algo tan simple como conocer, estudiar, tener en cuenta todo lo que se ha dado y todo lo que se puede dar. La intuición no es mero instinto, es el instinto más el conocimiento que tenemos de las cosas y de como éstas suelen desarrollarse.

La intuición es dejar que nuestra mente, junto con nuestro corazón, decidan en base a lo que "queremos" y a lo que "sabemos" que puede llegar a darse.

Pero lo que es esencial que entre intuición y decisión tiene que darse lo más importante, saber construir lo necesario, las circunstancias para que se pueda dar aquello que queremos que se de en nuestra vida.



28/8/14

Ser independientes.


Sufrimos muchas veces y la mayor parte de ellas es por la dependencia que tenemos de las cosas o de las personas. Buscamos y exigimos libertad o libertades, pero la mayor libertad es la independencia que podemos tener de las personas, de las cosas y de las circunstancias.

La independencia y la libertad, sea personal, política o social, tienen un precio. El precio podemos verlo hacia atrás, hacia lo que perdemos. O podemos verlo hacia adelante, hacia lo que deseamos. Desprendernos y perder duelo. Ganar satisface.

Un embarazo conlleva una serie de problemas, de riesgos, de incomodidades, de dolores, de incertidumbres, pero conlleva una ilusión que solapa todos esos sentimientos y problemas. Un proceso que cuando llega a su culmen no se acuerda de todo el proceso que se ha pasado pues lo conseguido da sentido a todo lo vivido.

¿Donde radica la clave? Al igual que deseamos al niño que va a nacer, también deseamos el proyecto que deseamos. Soñarlo, vivirlo, gestarlo, desarrollarlo solo tiene sentido si lo hacemos desde el deseo, desde el amor, desde la pasión. Y cuando existen estos ingredientes de ser nosotros mismos, de aceptarnos, de ser independientes y libres, el proceso se hace mucho más fácil y llevadero.


27/8/14

Avanzar o Renunciar



Siempre hay situaciones que no vienen como nosotros queremos. ¿Qué hacemos? Protestar, quejarnos, criticar y un largo etcétera de cosas que lo único que hacen es "mantenernos en la situación que no queremos". Una actitud un tanto negativa y que posiblemente no ayuda. ¿Qué podemos hacer? Moer ficha y buscar alternativas.

Tener una actitud positiva nos ayuda a buscar alternativas, a buscar soluciones y a obtener resultados diferentes.

Mientras la negatividad nos frena, el ser positivo abre puertas, un amplio horizonte frente a nosotros. ¿Qué dicen nuestras respuestas y sentimientos de nosotros mismos en vez de las de las situaciones que vivimos?

En la vida tenemos dos opciones: avanzar o quedarse en el camino. Avanzar es lo natural, pues desde que nacemos, crecemos.

¿Cómo hacer de cada obstáculo algo positivo? En la mente está la respuesta de cada uno.



26/8/14

Podemos más de lo que creemos.


Son muchas las veces en las que nos decimos que no podemos.

Muchas las ocasiones en que no creemos en nosotros mismos.

Hay cantidad de ocasiones en que nosotros somos y nos ponemos nuestros propios limites.

Hasta que alguien nos anima a creer en nuestras posibilidades.

Y nos ayuda a creer que podemos lograrlo.

Todo es cuestión de creérnoslo nosotros mismos.

Darnos un margen de confianza.

Ir más allá de lo que nosotros creemos que podemos alcanzar.

Pensamiento positivo y compromiso con nosotros mismos.


22/8/14

Éxito Vs Miedo.



Tal vez cada un de nosotros es el mayor enemigo que tenemos a la hora de alcanzar nuestras metas, objetivos, deseos y sueños. El MIEDO es nuestro gran enemigo. Lo peor de todo que la mayor parte de los miedos que tenemos nunca acaban de suceder.

Si somos sinceros con nosotros mismos:
  • Si no tuviera miedo, ¿qué cosa haría en estos momentos?
  • ¿Qué miedos me han impedido llevar a cabo ciertas cosas?
  • ¿Qué miedos de todos los que he tenido en la vida se han llegado a realizar de verdad?
  • ¿Qué hay detrás de cada uno de los miedos?
  • ¿Cómo vencer los miedos?
Son preguntas que tenemos que pararnos a pensar, reflexionar y aprender a través de ellas sobre nuestros miedos y sobre nosotros mismos, ya que irremediablemente nuestros miedos hablan más de nosotros mismos que de otras cosas.

Nuestras vidas tienen tres momentos importantes: Los que ya han pasado y que nos condicionan para bien o para mal. Los que tienen que venir y que a veces nos llenan de ansiedad. Los presentes que son los que realmente tenemos que vivir.

De los momentos pasados nada podemos hacer por ellos, sino aprender. Del futuro poco podemos hacer sino adelantarlo o prevenirlo. Pre-ocuparnos por lo que puede venir nos lleva a no ocuparnos por lo que ya ha llegado. Y lo que ya ha llegado, la vida real y presente, es de lo que tenemos que ocuparnos, pues es lo que nos hace felices o no, lo que nos permite vivir la vida o alienarnos de ella.

Richard Carlson propone tener en cuenta las siguientes actitudes:
  • No sufrir por pequeñeces. 
  • Tomar conciencia de nuestros pensamientos  y de como influyen positiva o negativamente en nosotros.
  • Repetirnos una y otra vez: “La vida no es una emergencia, sabiendo relativizar todo un poco”. 
  • Aprender a vivir con la incertidumbre del mañana y aprender a manejarnos en ella.
Yo añadiría desprendernos de cantidad de apegos que son una pesada lacra en nuestra vida y que ocupan en nuestros sentimientos, mentes o espacios físicos un lugar demasiado importante. En una palabra, ser más libres.

Hace pocos días me comentaba una persona que cuando cambiamos de casa nos damos cuenta de la cantidad de cosas que acumulamos y que ni tan siquiera utilizamos ni a diario, ni en semanas, ni en meses. Y no digamos a nivel mental.

¿Cuál es el mejor antídoto? 
  • La información sobre aquello que tenemos miedo. A mayor información, más controlamos lo que tememos y menos miedo.
  • Mayor conocimiento sobre nosotros mismos, que a la larga es a quien más tememos.
  • Aceptarnos por lo que somos y no por lo que tenemos o podemos conseguir.

20/8/14

¿Vuelva usted mañana?



Entre las grandes actitudes que nos alejan de nuestras metas y objetivos está la "Procrastinación". El arte de dejar todo para más tarde, para mañana, para un mejor momento.

Puede ocurrir en una ocasión, pero cuando las ocasiones se convierten en actitudes son éstas las que trazan la linea de nuestra vida y lo que en ella vamos a conseguir. Y así vemos dejando la dieta, el buen estilo de vida, la vida más ordenada que deseamos tener, los negocios o trabajos que nos gustaría inciar.

Unas veces dependemos de las emociones: "no me siento con fuerzas en este momento", "no creo que yo pueda conseguirlo", "no valgo para ello", y un largo etcétera de sentimientos que nos asaltan y nos ponen constantemente contra las cuerdas.

Otras veces depende de la desidia: La motivación no es clara. La pereza y el confort personal pueden más que nuestros sueños e intereses.

Quizás se la lucha entre la seguridad y la inseguridad que se da dentro de uno mismo. Salir de la zona de confort o salir al mundo incomodo que nos obliga a arriesgar, a trabajar, a hacer cosas de una forma constante y comprometida.

¿Cuál es el remedio?
  • Sentido de responsabilidad. Lo hacemos porque lo hemos elegido, porque lo queremos y porque mi madurez me lleva a comprometerme con ello, haga frío o calor, llueva o nieve. Nuestro éxito personal va mucho más allá de nuestras emociones. Tiene que ver mucho más con el compromiso, la responsabilidad y el sentirse sujeto y dueño de uno mismo.
  • Poner fechas a corto, medio y largo plazo. Fechas que nos obligarán a ponernos en camino ya. La velocidad puede ser o no importante. De ella depende el tiempo que tardemos en llegar a nuestro objetivo.
  • Tener siempre el foco en lo que queremos, en lo que hemos elegido y en lo que deseamos. Elegir más que renunciar. Tener la visión en la meta y en los objetivos, junto con sus beneficios, acrecentará nuestra motivación.




19/8/14

Cuando te digan: "Tu no puedes".



Un bonito video en el que la confianza en uno mismo y en lo que uno cree son fundamentales en la vida y en el éxito que uno persigue en su propia vida personal, social o laborar.

No importan las miradas de rechazo, mientras tu creas.

No importa que pisoteen tus sueños, mientras tu sigas creyendo.

No importa lo que otros hagan, si tu estás convencido de lo que quieres hacer en la vida.


18/8/14

Actitudes para el éxito: Prioridades


Dice el dicho que "Quien mucho abarca, poco aprieta". O como leemos en la foto del proverbiio zen que "El cazador que acecha dos conejos no atrapa ninguno". Esteve Covey diría: "Lo primero es lo primero".

La dispersión es algo que nos aleja de nuestros objetivos. Cada vez que tenemos que retomar el objetivo que tenemos empleamos más esfuerzo y más tiempo del que normalmente necesitamos. Muchas son las opiniones al respecto de que gran parte del trabajo que tenemos que realizar cada día lo podemos desarrollar en mucho menos tiempo del que utilizamos. Hasta en cuestión de relaciones humanas se dice que es más importante la calidad de la relación que el tiempo que puedes dedicarle a ella.

Imagínate por un momento:
  • Estas leyendo un libro. De repente te interrumpen: una llamada telefónica, te levantas a picar algo a la cocina, piensas en otra cosas... Vuelves al libro. ¿Empiezas con el mismo ritmo que llevabas? ¿Te cuesta empezar y habituarte nuevamente a la lectura?
  • Estás estudiando y de repente te vienen a la mente imágenes del día con tus amigos o amigas. Simplemente te distraes con una canción que estás escuchando mientras estudias. ¿Qué pasa? Volver a empezar, a coger el ritmo de lo que estabas haciendo y a unir todos los puntos que te hacen coger el hilo y el sentido de lo que estás aprendiendo.



La solución es muy simple: Atención Plena. Una mente capaz de centrarse en lo que está haciendo en cada momento y, sobre todo, disfrutar de lo que se está haciendo ya que como decía el proverbio zen si estamos haciendo una cosa o dos al mismo tiempo, o pensando en otra mientras hacemos una resulta que posiblemente hagamos a media una y mal otra, pero lo que sí es seguro es que no disfrutemos de lo que estamos haciendo.

Es curioso que, por ejemplo en las personas que aman y esperan al mismo tiempo algo a cambio, acaben no disfrutando de lo que el amor es y quejándose de la no correspondencia. 

Y así es la vida, el trabajo, las relaciones: vivir el presente y prestar atención plena a lo que se hace. Entonces sí, las cosas se harán con intensidad, se gozarán de ellas, tal vez se acaben mucho antes y mejor hechas y sentiremos el éxito en nuestra vida puesto que vivimos plenamente cada una de las cosas que estamos haciendo.

15/8/14

¿Modificar o eliminar hábitos?



Siempre ha sido un dilema hacia donde mirar, porque la mirada, el pensamiento que tenemos influye poderosamente en lo que hacemos. ¿Elegimos o renunciamos? ¿Queremos esto o no queremos aquello? El poder del enfoque, y en especial el enfoque lingüístico con el que nos dirigimos hacia nosotros mismos es muchas veces determinante.
  • ¿El no por delante? Expresiones como quiero dejar de fumar, no quiero estar gordo, no deseo este tipo de vida hacen que nuestra mente esté enfocada en lo que no queremos en vez de enfocarnos en lo que sí deseamos. Elegir un lenguaje mucho más positivo nos hace visualiza lo que sí queremos y deseamos. Permite que nos motivemos mucho más. Quiero sentirme ágil, tener una mayor calidad de vida, descansar más a menudo, vivir con más tranquilidad nos enfocan a lo que queremos y deseamos. Nos permite visualizarlo y al visualizarlo nos permite desearlo con más intensidad. Con ello vendrá una mayor motivación.
  • Si renunciamos al tabaco, a las comidas copiosas o que nos afectan a la salud, a dejar la comodidad nuestra vida y nuestras decisiones cargarán con un sobrepeso, el de aquello que dejamos. Es muy difícil caminar por la vida con sobrepeso. Lo que dejamos atrás lo dejamos por la simple y sencilla razón de que hemos elegido. Y si hemos elegido nuestra vida tiene que valorar lo que elegimos y fijarse constantemente en ello. Nos permitirá caminar con más tranquilidad e ilusión.
  • No eliminamos hábitos o costumbres. Elegimos otras cosas, otros estilos de vida, nuevos hábitos. En la medida en que damos lugar a lo nuevo, lo viejo o perjudicial irá desapareciendo sin que tengamos que luchar contra ello. No eliminamos, transformamos y elegimos lo que nos conviene.

14/8/14

Planificando



Planificar es importante, ¿por qué?

Entre otras cosas porque en medio de las decisiones que tomamos a diario, o incluso en las que son importantes, las emociones juegan un papel muy importante, y tan importante que a veces perdemos la capacidad de reflexiona, de pensar y de darnos cuenta de los pequeños detalles que se nos pueden interponer en el camino. Las emociones son buenas, pero tienen su parte detractora que puede hacernos jugar una mala pasada.

Es por ello que saber lo que vamos hacer cuando vamos a iniciar nuestro proyecto, y también tener de antemano los imprevistos que nos puedan surgir en el camino con sus posibles soluciones o alternativas nos dará una mayor posibilidad de éxito. Dicen que quienes escriben sus metas tienen una porcentaje mucho más alto de probabilidades de conseguirlas.

Tener una "lista" de alternativas a todo aquello que pueda suceder nos hará arrancar con un índice mayor de seguridad y de confianza en nosotros mismos pues arrancamos sabiendo el camino que vamos a transitar, las posibles dificultades que vamos a encontrar y las posibles alternativas que podemos escoger. No arrancamos totalmente desprotegidos, sino con la cabeza lo mejor amueblada posible.

¿Y si la voluntad me falla? ¿Y si caigo en el desánimo? Hay momentos en los que de seguro aparecerán. Pues tener una buena "lista" de motivos, de frases que nos levanten el ánimo y de autosugerencias será esencial. Es por eso que en nuestro equipaje no podemos dejar de lado la "auto motivación". Habrá momentos en los que otros nos motiven, pero en los momentos más cruciales estaremos "solos y con nosotros mismos". Por eso "mis propias alternativas" mentales y motivacionales tendrán que estar al alcance de la mano.


13/8/14

¿Impulsos o reflexión?



Otro de los obstáculos que nos encontramos a la hora de conseguir nuestros objetivos en la vida es la del eterno dilema que hay entre los impulsos y la reflexión, entre las emociones y las razones, ente los sentimientos y la lógica. Somos una especie que se diferencia del resto por su carácter racional, pero curiosamente nos movemos más por lo emocional que por las ideas en las que creemos y que por los valores que nos rigen en la vida.

¿Recuerdas las veces en las que te has dejado llevar por las emociones? ¿Fueron buenos los resultados? ¿Te has arrepentido alguna vez por haberte dejado llevar por tus impulsos?

Las razones, la lógica y nuestras creencias cuando obedecen a un planteamiento serio de la vida nos sirven como guía hacia lo que queremos y buscamos. Los impulsos, que unas veces pueden ser buenos y otras veces malos, nos tienen a merced de lo que sucede y de como nos sentimos en el momento. La razón nos mantiene en el sendero, con el objetivo firme y concreto a pesar de que las emociones nos puedan tambalear.

La falta de voluntad, de constancia, de persistencia, de perseverancia obedecen más a nuestro estado emocional que a las razones que podamos tener en la vida. Las emociones hacen que nos refugiemos en lo que no queremos y abandonemos nuestros sueños. ¿Por qué? Las emociones pueden más que las razones, que los motivos. 

El deseo de algo, el querer satisfacerlo de forma inmediata, el obtener esa recompensa ya, hace que los objetivos a medio y largo plazo queden relegados a un segundo o tercer plano de tal manera que acabemos aparcándolos de por vida. Es la lucha entre lo inmediato y lo que tenemos que trabajar, entre lo fácil y lo que nos cuesta.

Saber frenar, retrasar, esperar son virtudes que nos ayudarán a conseguir lo que queremos e incluso a valorarlo de una forma más profunda ya que siempre valoramos más lo que nos ha costado conseguir que aquello que ha sido fácil obtener.

No es cuestión de renunciar, sino de saber aceptar los plazos que todo tiene en la vida. Hace unos días leía la frase que que una mujer hace a su hijo en nueve meses, y no por ello nueve mujeres hacen a un hijo en una semana. La mariposa es un buen ejemplo de lo que son los procesos de cambio y como es necesario el esfuerzo y la constancia para poder romper el capullo y salir a volar.

Somos seres humanos. Tenemos sentimientos, pero somos algo mucho más grande que ellos.


12/8/14

La fuerza de la motivación.



Conseguir objetivos, y sobre todo objetivos en los que hemos fallado varias veces tiene un ingrediente básico para no arrojar la toalla: La Motivación. Y ésta tiene un ingrediente esencial, "el motivo por el que yo lo quiero hacer".

Por desgracia muchas veces los motivos que tenemos no son nuestros, son de otros. ¿Lo hacemos por sentirnos aceptados? ¿Lo buscamos por querer agradar? ¿Tal vez porque nos sentimos obligados?

El motivo, para que funcione, tiene que ser personal e intransferible. Nadie va a realizar algo por nosotros. Tal vez nos ayuden una, dos o tres veces. Poco después nos daremos cuenta de que "o lo hacemos por nosotros o estaremos más solos que la una".

El motivo tiene que ser importante para uno mismo:
  • Tiene que tener una repercusión personal a nivel personal que me haga sentir bien conmigo mismo. Si hago algo que no me satisface a mi mismo acabaré dependiendo de otras personas, y a la larga me acabaré cansando de algo que para mi no tiene sentido.
  • Ha de tener un valor añadido al ser capaz de mejorar el entorno interpersonal y social. No en el sentido de que me acepten o de que me busquen, sino en el sentido de que soy capaz de aportar desde mi mismo, desde lo que soy y desde lo que llevo dentro.
  • La motivación va ligada con lo que es natural en mí como persona. Es por ello que aunque haya momentos en los que puede ser duro el dar pasos por la vida, al ser capaz de integrarlo dentro lo que soy, busco y deseo desde dentro, se me hace mucho más feliz el hacerlo.
  • Lo que si creo que es esencial es que cuando hay motivación el foco está en el objetivo y no en las renuncias que se hacen, está en lo que se persigue y no en las dificultades, aún a pesar de que es costoso el encontráserlas.

11/8/14

Etiquetarse: ¿El primer obstáculo hacia el éxito?


Ante el éxito tenemos que afrontar obstáculos. Unos son obstáculos que nos ponemos a nosotros mismos y otros son los obstáculos que nos ponen los demás. Entre ellos estan las etiquetas con las que generalizamos experiencias tenidas en la vida. ¿Quién no ha intentado dejar de fumar, de comer de forma poco saludable o de hacer ejercicio? ¿Quién no ha querido obtener mejores empleos, rendimientos o resultados? Muchos de nosotros lo hemos experimentado. ¿Qué ha sucedido entonces? Que las imágenes de los intentos fallidos vienen a nuestra mente y tienen más fuerza que lo que queremos conseguir.

"Nos etiquetamos". Es la realidad. El "no puedo", "es inútil", "no lo conseguiré", "ya lo he intentado varias veces sin conseguirlo", etc. hace que claudiquemos y arrojemos la toalla una y otra vez aparcando nuestros sueños a un lado.

Puede ocurrir que las etiquetas nos las pongan otros, incluso gente que nos quiere y que no ven claro lo que queremos alcanzar. Nos tachan de idealistas, de no tener cualidades o actitudes para poder conseguirlo.

¿Cuál es el antídoto para intentar conseguirlo una y otra vez más?
  • Armarse de ilusión. Es el primer paso. Sin ilusión no vamos a ninguna parte. La ilusióm, al igual que la fe mueve montañas.
  • Enamorarse de lo que queremos conseguir. Pero la ilusión es cuando te enamoras de algo, lo imaginas, lo visualizas en tu vida y ves todo lo que puede aportar en tu vida. De la misma manera que nos enamoramos de nuestras parejas también lo hacemos de nuestras metas. No me enamoro de lo que no quiero, sino de lo que sí quiero.
  • Ser positivo y optimista ante lo que quiero. Es tener en mente que el objetivo sí lo podemos alcanzar, que está al alcance de nuestras manos siempre y cuando pongamos de nuestra parte. Ser positivo es tomarse las dificultades como retos. Somos más accesibles ante los retos que ante las dificultades.
  • Aceptar que los errores son parte del camino. Los errores son parte del camino. No son un obstáculo, son un punto de aprendizaje y de saber como no hacer las cosas para intentar saber como sí hacerlas y que funciones. Reto y aprendizaje van de la mano.
  • Dejar de justificarse y dar pasos. Tal vez el reconocimiento de uno mismo, de la actitud que se tiene y no buscar disculpas es lo importante. Quien quiere conseguir algo busca soluciones, quien no busca disculpas. Soluciones es tener en mente pasos que se pueden dar, poco a poco, pero que se pueden y tienen que dar.
Es por ello que la mejor etiqueta que nos podemos poner en la mente es la de que sí podemos lograr aquello que realmente deseamos, siempre y cuando nos enamoremos de ello, creamos en ello y queramos ir aprendiendo a mejorar las respuestas en cada momento del camino.






8/8/14

Expresar los sentimientos



Los sentimientos son parte importante de nuestras vidas al punto de condicionarlas para bien o para mal. De nuestros sentimientos dependen en gran medida nuestra manera de estar presente en la vida, en nuestro trabajo, en nuestras relaciones. De nuestros sentimientos dependen que nos sintamos bien o mal y de que hagamos sentir bien o mal a otros.

El dilema siempre está en si los expresamos o no, o bien en la forma de expresarlo.

¿Los expresamos? ¿Por qué no? Son nuestros sentimientos y es la forma que tenemos de ver la vida y las relaciones de los demás. 

Expresarlos nos dará, muy posiblemente, la posibilidad de recibir la reacción de los demás. Unas veces nos harán ver que nuestros sentimientos son normales y otras que nuestros sentimientos son meramente fruto de nuestra manera de pensar y de ver la vida, que muchas veces no concuerda con la realidad. Son impresiones muy subjetivas que tenemos, pero que nos condicionan a nivel interno y externo.

Interno porque nos hacen sentirnos como personas bien o mal con nosotros mismos. Externamente porque condiciona nuestra relación con los demás.

Pero el verdadero caballo de batalla es "la forma" en cómo expresamos nuestros sentimientos. Muchas veces los expresamos bien, como algo que sucede en nosotros evitando inmiscuir o culpabilizar a otros en la culpa de los sentimientos que tenemos.

Pero cabe la posibilidad de dejar ver a los demás nuestros sentimientos centrándonos en nosotros mismos. Somos nosotros los que los tenemos y no otras personas los que los han generado en nosotros. Es aquí donde abrimos la puerta a mostrarlos sin enjuiciar a nadie y de contrastar lo que pensamos con lo que realmente nos ha sucedido.

No expresar los sentimientos conlleva un desgaste total de nuestra vida. Sería como permitir que crecieran dentro de nosotros como si de una olla exprés se tratara. Hay que sacarlos afuera, de lo contrario estallaríamos como la olla que no tiene su válvula de salida.

Pero la salida tiene que ser como la de la olla a presión, tiene que tener una válvula que no haga daño a nadie, que respete los sentimientos de los demás.

El aprendizaje pasa por conectar más con el corazón para guardar un equilibrio entre lo que se piensa y lo que se siente.


7/8/14

Amar para conocernos



Dicen, y creo a pies puntillas en ello, de que el amor es algo que cuanto más das multiplica, es decir, más tienes. ¿Por qué?
  • El amor es una experiencia basada, por una parte, en dar y regalar aquello que tenemos sin esperar nada a cambio. La verdad es que cuanto más lo hacemos es porque sentimos que ayudamos a otras personas a sentirse bien y a satisfacer toda una serie de situaciones personas, sociales o económica.
  • El amor hace que se dispare la creatividad, el ingenio. Cuando estamos en una situación de tener que ayudar y las ganas de hacerlo son grandes, buscamos salidas y no nos frenamos ante las dificultades. Ello hace que la creatividad acreciente nuestras herramientas personales y haga que se perfeccionen otras que ya tenemos y que sí estábamos utilizando.
  • El amor no sabe de miedos. Es una fuerza mucho más grande. Y cuando el miedo no existe se abren muchas puertas a lo nuevo y lo desconocido. En estos campos el aprendizaje y el desarrollo es mucho mayor. ¿Por qué? Porque tenemos que actuar en situaciones desconocidas para nosotros y tenemos que desarrollar nuevos patrones de conducta.
  • El amor nos lleva a intentar siempre dar lo mejor. Ello nos lleva a pulir, mejorar, incrementar aquello que ya tenemos. Una especie de perfeccionismo sano que lo hacemos, no tanto por nosotros, sino por ayudar y la mejor retribución es aprender y crecer como personas.
El amor nos ayuda a conocer las necesidades del otro, a resolverlas, pero desarrollando nuestra personalidad mucho más.

El amor hace crecer a todo el mundo.

6/8/14

¿Quién soy?


Vivimos en una inmensa lucha entre el ser y el aparentar, entre lo que somos y lo que nos gustaría llegar a ser, entre nuestra propia identidad y lo que conseguimos obtener en la vida. Luchamos entre el Ser y el Tener, entre el Ser y nuestros Logros.

¿Somos lo que conseguimos? ¿Lo que logramos?
¿Somos lo que la gente aprecia en nosotros?
¿Somos, tal vez, lo que desprecia de nosotros?
¿Somos lo que hacemos?
¿Somos lo que decimos?
¿Somos lo que aparentamos?

En realidad somos, y quizá no todas las veces, lo que nos mostramos a nosotros mismos cuando no hay nadie a nuestro alrededor.

Somos lo que brota desde nosotros de forma libre y espontánea.

Somos aquello que nos hace disfrutar cuando nadie nos ve.

Somos aquello en lo que nos sentimos bien con nosotros mismos, sin que nuestra imagen, nuestras expectativas y nuestros logos nos condicionen en absoluto.

La realidad es que deseamos llegar a casa muchas veces para quitarnos ropas, caretas, apariencias y sentirnos libres con nosotros mismos.

No somos aquello que se espera de nosotros, ni incluso lo que yo espero de mi mismo, sino lo que realmente soy.



5/8/14

Amarse a si mismo.



Hay quien ama esperando algo a cambio, o quien hace cosas esperando recompensa de los demás. Y en el proceso estamos más atentos a lo que esperamos que a lo que estamos haciendo.

Hay quien, y son muchos en estas circunstancias, no saborea lo que hace, pues su vista no está en el presente sino en lo que espera de los demás. Una veces aparece, otras no. Mientras tanto nos perdemos la esencia de todo aquello que hacemos.

Cuando la recompensa exterior no llega llegamos incluso a renegar del amor entregado o del trabajo realizado, cuando aquello que haces por amor o aquello en lo que trabajas son independientes a la respuesta de la gente.

No creemos en al amor o en el trabajo gratuito, en el amor o el trabajo que nos hace sentir que somos nosotros mismos independientemente de que se nos acepte o no. El refrán de que "ándese caliente, ríase la gente", solo lo llegan a comprender los que encuentran sentido en aquello que hacen independientemente de si se sienten correspondidos o no.

Lo más curioso de todo es que el que dar, porque tiene sentido dar, da de lo que es y de lo que tiene. Mientras que el que espera algo a cambio da, no porque quiere dar, sino porque quiere recibir. Al final la pobreza señala más al que da porque ni tiene que al que da porque su naturaleza es darse a si mismo.

Y lo esencial, lo que más llena, es el sentirse bien con uno mismo. Y no lo consigo cuando se me reconozca, quiera o ame, sino cuando me reconozco, quiero y amo con lo que soy y lo que doy. La sonrisa y satisfacción del que da es mucho más grande cuando da que cuando recibe.


4/8/14

Perfeccionismo.


El que quiere ser perfecto. 
Su trauma es que se siente imperfecto. 
Para compensar esta sensación de insuficiencia, 
crea inconscientemente un ideal de cómo debería ser. 
En el proceso se vuelve muy autoexigente y crítico consigo mismo. 
Y dado que nunca alcanza la perfección deseada, 
tiende a enfadarse y frustrarse con facilidad. 
Entre otros defectos, 
suele estar convencido 
de que su forma de ver las cosas 
es la única verdadera. 
Debido a su prepotencia y rigidez, 
cree que siempre tiene la razón 
y trata de imponer su punto de vista 
sobre quienes piensan o actúan de forma diferente. 
Su aprendizaje pasa 
por transformar la ira en serenidad, 
aceptándose tal como es.

Borja Villaseca.

¿Es malo ser perfeccionista? No lo creo, si uno es consciente de los pros y de los contras que ello lleva; de los sentimientos que produce dentro de si mismo y hacia los demás.

Ser perfeccionista puede ayudar a mejorar los talentos y fortalezas que tiene uno, así como vivir esclavo de lo que uno no es y quiere llegar a ser, no aceptándose a si mismo como tal.

Si el perfeccionismo que me lleva a infravalorar a otros, dejo la senda del perfeccionismo, olvidándome de que en unos u otros aspectos soy semejante al resto de los humanos.

Aceptarme a mi mismo como soy me ayuda a ser libre; sí, libre conmigo mismo. Y cuando soy libre lo soy para crecer y mejorar lo que hay en mí, pero no como rechazo de lo que soy, sino como aceptación propia y libertad para poder desarrollarme como tal.

El perfeccionismo siempre es bueno en la medida en que me permite respetarme a mi mismo como persona, y a los demás como ellos son. Así como me permite vivir tranquilamente lo que soy y lo que me gustaría intentar llegar a alcanzar como persona.

El perfeccionismo es una aceptación de lo que soy y puedo llegar a ser y no lo que puedo llegar a ser porque no me acepto como soy. 


1/8/14

Vivir el momento.


"No por mucho madrugar, amanece más temprano". A veces pretendemos apresurar los tiempos de la vida, y todo tiene su lugar y su momento:

Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa 
bajo el sol:

un tiempo para nacer y un tiempo para morir, 
un tiempo para plantar y un tiempo para arrancarlo plantado; 
un tiempo para matar y un tiempo para curar, 
un tiempo para demoler y un tiempo para edificar; 
un tiempo para llorar y un tiempo para reír, 
un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar; 
un tiempo para arrojar piedras 
y un tiempo para recogerlas, 
un tiempo para abrazarse
y un tiempo para separarse; 
un tiempo para buscar
y un tiempo para perder, 
un tiempo para guardar y un tiempo para tirar; 
un tiempo para rasgar y un tiempo para coser, 
un tiempo para callar y un tiempo para hablar; 
un tiempo para amar y un tiempo para odiar, 
un tiempo de guerra
y un tiempo de paz. 


(Eclesiatés 3)

Lo más difícil que tenemos en la vida es saber vivir los tiempos.

Los tiempos malos se hacen eternos, los buenos parecen pasar con más rapidez.

Esta foto lo explica desde el punto de vista de las enfermedades psíquicas:


Vivir cada momento nos ayuda a saborearlo y a disfrutarlo. Vivir anclado en el pasado o preocupados por el futuro nos mata de los nervios y también las ilusiones.

Vivir el momento presente, aún cuando no lo entendamos, agudiza no solo la mente que lo quiere entender, sino también la mente que lo quiere transformar.

Vivir el instante nos abre a la nuevo y a la creatividad. Nos abre a experimentar lo que tal vez en la vida jamas hubiéramos probado ni posiblemente nos hubiera hecho crecer.

Nueve mamás no hace un bebé en un mes, así como preocuparse no cambia las circunstancias que vivimos, hemos vivido o podemos llegar a vivir. Ocuparse, en cambio, sí tiene una fuerza transformadora y enriquecedora.

¿Qué aprendemos del momento? ¿Qué nos dice de nuevo lo inesperado? ¿Qué dice de cada uno la situación que nos somos capaces de vivir y de afrontar?

El momento habla de la vida en sí. La vida en sí habla de cada uno de nosotros. Y nosotros somos los que podemos hacer que la vida hable de otra manera.