Estoy seguro de que todos he vivido en algún momento de nuestra vida situaciones en las que todo parecía que venía en contra. ¿Cómo hemos reaccionado ante estas situaciones?
- Sentimiento de víctima. Es fácil caer en esta situación. Con solo mirar lo que nos pasa lo más fácil y usual es decirnos a nosotros mismos que tenemos mala suerte, que no nos quieren, que la vida es injusta con nosotros o que quieren pisotearnos para prevalecer los demás. Ante esta actitud, ¿qué hacemos? Una actitud de queja continua que intenta expresar lo que llevamos dentro y justificar así nuestro sentimiento.
- Sentimiento de fracaso. También puede ser el sentimiento que se asoma a nuestra mente para hacernos ver lo difícil que es afrontar las situaciones que se nos vienen encima de forma constante. Ante estos sentimientos es muy fácil que la autoestima se nos venga abajo y que tengamos la constante intención de arrojar la toalla. Será una constante lucha con nosotros mismos que acabará por vencernos.
- El gran desafío. Un gran sentimiento que nos permite pensar como salir adelante y que herramientas utilizar o adquirir para poder despegar y salir de esas situaciones de forma victoriosa. Al igual que hacen los aviones, que despegan con el viento en contra, hay situaciones que si se toman como reto pueden ayudarnos a conquistar algo muy positivo de la vida.
DESPEGANDO CON EL VIENTO EN CONTRA.
Tal vez esa la mejor actitud, despegar en medio de las situaciones difíciles. Las otras nos sumergen en un mundo depresivo, quejica, inútil y sin resultados que nos satisfagan. Pero, ¿cómo despegar?
Dicen que los japoneses son expertos en copiar y mejorar. ¿Por qué no utilizar esta técnica? Hay cantidad de gente que lo ha sabido hacer, tal vez en peores circunstancias que las nuestras, y lo han conseguido. Recordemos los grandes fracasos de muchas personas que después han conseguido y cosechado grandes éxitos:
- ¿Qué ha hecho posible que cada uno de ellos haya sido capaz de restablecer el vuelo después de haber bebido de la copa del fracaso? Tal vez sea uno de los primeros puntos a tener en cuenta: "La motivación". Es la que mueve cada paso de nuestra vida. Si no hay motivos ho habrá ganas para emprender el vuelo y desafiar el viento en contra. Pero conocer e informarse de cómo lo han hecho otros también lo es. Son recursos externos de nuestra vida de gran valor. A pesar de que somos una especie racional también nos sabemos mover con el copiar de los demás, un ejemplo de ellos es la moda. Fijarse, observar y analizar como lo hacen otros también nos ayuda a nosotros mismos.
- Pero también tenemos otra referencia importante, la nuestra, la propia referencia interna que tenemos. Desde pequeños hemos atravesado por situaciones turbulentas con los compañeros de clase, amigos, estudios, trabajos, padres, hermanos, etc. Nadie nos ha dicho como teníamos que actuar y lo conseguimos. ¿Cómo lo hicimos? ¿Qué nos ha movido a hacerlo? ¿Qué recursos propios hemos utilizado? Si la referencia externa anterior tiene su peso en oro, ésta lo tiene mucho más puesto que es natural, innata y propia nuestra, no tenemos que adquirirla puesto que ya la hemos utilizado y nos ha servido.
El viento en contra puede ser molesto, pero tal vez una herramienta útil que nos ayuda a conocernos a nosotros mismos mejor y a conocer también a los demás, a los demás que han sabido caminar o navegar en medio de la turbulencia.
¿Qué nos queda? "Atraer" a nuestra vida los elementos positivos que permitan acercarnos a lo que queremos. Y esos elementos estan dentro y fuera de nosotros. Tan solo tenemos que reconocerlos, adoptarlos y hacerlos nuestros. Entonces levantaremos vuelos con la ayuda del viento en contra.