No cabe duda de que uno de los mayores creativos y perseguidores de sueños en la historia de la humanidad ha sido Walt Disney. Para él sólo uno mismo puede marcarse los límites a la creatividad y a la consecución de los sueños. Hoy la factoría de sueños y de fantasías están por cualquier rincón del mundo. ¿Cómo lo ha conseguido? Cuatro son los puntos claves para él:
- Curiosidad. Un valor o una cualidad que a mucha gente puede llegarle a molestar pues da la impresión de que en ocasiones entran en la intimidad de las personas. Pero la curiosidad es el afán de querer conocer más allá de lo que uno sabe. Curiosidad además de conocer lo establecido es experimentar con lo que podría ser y que de momento no es. "No hagas esto, no hagas lo otro", le decimos muchas veces a los niños. Sin querer estamos muchas veces cortando la iniciativa, la creatividad y la imaginación. Tenemos que despertar este sentido tan potente dentro de nosotros mismos. Aprenderemos más de lo que creemos. ¿Has sido curioso alguna vez? ¿Has aprendido algo?
- Confianza. Otro valor importante e imprescindible. La confianza nos inunda de seguridad, y ésta nos lleva a iniciar el camino y a no desanimarnos en ningún momento. Quien tiene confianza y seguridad avanza con paso firme aún cuando no vea los resultados en un primer momento. Creer te da fortaleza y persistencia en lo que quieres conseguir.
- Coraje.El valor para iniciar un camino, para dar el primer paso, para ser alguien diferente al que pueden tachar de loco, de irrealista o de cualquier otra cosa que no sea bien visto por la sociedad requiere precisamente eso, el coraje de afrontar el camino para conseguir lo que para otros es una mera ilusión o lo que podría ser el quebrantamiento de una forma de vivir o de comportarse ante la vida.
- Constancia. Dar un primer paso es importante, pero el segundo, el tercero y todos los que vienen después mucho más. Son muchos los que caen a las primeras de cambio, los que se ahogan ante las dificultades o faltas de apoyo, los que se desaniman ante la falta de resultados. La creencia y la confianza en lo que se quiere es lo que alimenta la constancia. Sin ella no llegamos a la meta.