Aparentemente era un viaje más. Tranquilo y en su asiento del tren ser vió sorprendido por el revisor: “Buenos dias padre, ¿su billete por favor”. Y como era su costumbre el buen sacerdote introdujo su mano en el bolsillo para ofrecerle el billete al revisor.
Una primera muestra de sorpresa hizo que introdujera su mano en el otro bolsillo para ver si lo había dejado colocado en el bolsillo inusual. Pero tampoco estaba allí. Con cara de preocupación se dirigió hacia su portafolio por si lo hubiera dejado allí, cosa que nunca hacía, pero tampoco allí se encontraba. El revisior comprendiendo al buen padre le dijo: “No se preocupe Padre, me fio de usted”, a lo que el Padre le respondió: “No se preoupe, en seguida lo encuentro.” “No, no, padre, me fio de uested, pero de todas formas cuando venga de vuelta, si lo desea, se lo cojo.”
El revisor prosguió su tarea, y una media hora más tarde en su regreso encontró al Padre en plena tarea de búsqueda del billete. “Ya le dije, Padre, que me fio de usted. No se preocupe.” Pero el Padre, con un rostro de cierta ansiedad le respondió: “No es por usted, buen hombre, es por mí. Necesito el billete para saber a donde voy.”
En la primera estación que pudo, el Padre se bajó, llamó por teléfono a la casa donde vivía y preguntó a donde iba. Unas paradas más tarde llegó a su destino.
Curiosamente puede ser perdida, robo, despiste o cualquier otra circunstancia. Pero paradojicamente no deja de ser realidad que cuando no sabemos a donde vamos, no sabemos donde apearnos, o no identificamos el camino por el cual transitamos o lo que esperar del proceso. Posiblemente el sentimiento que nos inhunde en ese momento es el de sentirnos perdidos, confusos o de que estamos dando palos al aire.
Tener claro un objetivo, una meta es imprescindible. Si no lo tenemos nuestra vida y cada una de las cosas que hagamos no tendrán un sentido, una proyección, una continuidad y tampoco formarán parte de un conjunto de notas que hagan de nuestra vida una auténtica melodía. ¿Te imaginas una orquesta tocando sin ton ni son? Metas y objetivos forman parte importante e impresindible del trayecto que tenemos que recorrer en la vida.
¿Y cuál e la meta, el objetivo que quiero alcanzar? ¿Cómo identificarlo? El primer paso que tendríamos que cubrir, si no lo tenemos claro, es el ser consciente de las necesidades que tenemos. Las necesidades pueden ser de índole económico, peronsal, social, familiar, cultural, lúdico, físico o de cualquier tipo que lo requiera nuestra vida. Identificar las necesidades y las emociones que las acompañan son un primer paso a cumplimentar. Y lo que si tiene que ser más claro todavía es que tiene que ser un objetivo que uno mismo quiere ponerse. No debe ser un objetivo que lo demás esperen de ti. Los objetivos reales son aquellos que naces desde nuestra propia naturaleza, son los que satisfacen nuestras propias necesidades, son los que intentan satisfacer esos deseos innatos que llevamos dentro y que todavía están adormecido y nos hacen sentirnos irrezlizados.
Es por ello que llegados a éste punto sería importante el pensar a donde nos gustaría llegar y que metas nos gustaría alcanzar. Y no sólo pensarlas, sino verlas, oirlas y sentirlas dentro de ti mismo.
* ¿Qué deseos tengo?
* ¿Qué espero cambiar ahora?
* ¿Qué deseo hacer de manera diferente?
* ¿Cómo me imaginas dentro de diez o quince años?
* ¿Qué sueños me gustaría alcanzar?
* ¿Cómo me veo alcanzandolos?
* ¿Qué representará en mi vida el haberlos alcanzado?
* ¿A dónde me llevará éste cambio?
* ¿Qué consecuencias tendrá para mi vida?
Lo más importante de todo es tienes que ser consciente de algo sumamente importante. Los sueños van acompañados ineludiblemente de una creencia, de un sentimiento y de un pleno convencimiento: “SI PUEDO”. Y va acomnpañado de este SI PUEDO por una simple razón: “CREO EN MI”. En lo que han hecho muchas personas.
Te invito a visitar éstas páginas y luego a pensar en esos sueños que quieres alcanzar. Más adelante iremos viendo los pasos a dar ya que todo sueño necesita de un proceso y una preparación.
Una bella canción "Tu puedes": http://www.youtube.com/watch?v=SV_4OHlApqkUna primera muestra de sorpresa hizo que introdujera su mano en el otro bolsillo para ver si lo había dejado colocado en el bolsillo inusual. Pero tampoco estaba allí. Con cara de preocupación se dirigió hacia su portafolio por si lo hubiera dejado allí, cosa que nunca hacía, pero tampoco allí se encontraba. El revisior comprendiendo al buen padre le dijo: “No se preocupe Padre, me fio de usted”, a lo que el Padre le respondió: “No se preoupe, en seguida lo encuentro.” “No, no, padre, me fio de uested, pero de todas formas cuando venga de vuelta, si lo desea, se lo cojo.”
El revisor prosguió su tarea, y una media hora más tarde en su regreso encontró al Padre en plena tarea de búsqueda del billete. “Ya le dije, Padre, que me fio de usted. No se preocupe.” Pero el Padre, con un rostro de cierta ansiedad le respondió: “No es por usted, buen hombre, es por mí. Necesito el billete para saber a donde voy.”
En la primera estación que pudo, el Padre se bajó, llamó por teléfono a la casa donde vivía y preguntó a donde iba. Unas paradas más tarde llegó a su destino.
Curiosamente puede ser perdida, robo, despiste o cualquier otra circunstancia. Pero paradojicamente no deja de ser realidad que cuando no sabemos a donde vamos, no sabemos donde apearnos, o no identificamos el camino por el cual transitamos o lo que esperar del proceso. Posiblemente el sentimiento que nos inhunde en ese momento es el de sentirnos perdidos, confusos o de que estamos dando palos al aire.
Tener claro un objetivo, una meta es imprescindible. Si no lo tenemos nuestra vida y cada una de las cosas que hagamos no tendrán un sentido, una proyección, una continuidad y tampoco formarán parte de un conjunto de notas que hagan de nuestra vida una auténtica melodía. ¿Te imaginas una orquesta tocando sin ton ni son? Metas y objetivos forman parte importante e impresindible del trayecto que tenemos que recorrer en la vida.
¿Y cuál e la meta, el objetivo que quiero alcanzar? ¿Cómo identificarlo? El primer paso que tendríamos que cubrir, si no lo tenemos claro, es el ser consciente de las necesidades que tenemos. Las necesidades pueden ser de índole económico, peronsal, social, familiar, cultural, lúdico, físico o de cualquier tipo que lo requiera nuestra vida. Identificar las necesidades y las emociones que las acompañan son un primer paso a cumplimentar. Y lo que si tiene que ser más claro todavía es que tiene que ser un objetivo que uno mismo quiere ponerse. No debe ser un objetivo que lo demás esperen de ti. Los objetivos reales son aquellos que naces desde nuestra propia naturaleza, son los que satisfacen nuestras propias necesidades, son los que intentan satisfacer esos deseos innatos que llevamos dentro y que todavía están adormecido y nos hacen sentirnos irrezlizados.
Es por ello que llegados a éste punto sería importante el pensar a donde nos gustaría llegar y que metas nos gustaría alcanzar. Y no sólo pensarlas, sino verlas, oirlas y sentirlas dentro de ti mismo.
* ¿Qué deseos tengo?
* ¿Qué espero cambiar ahora?
* ¿Qué deseo hacer de manera diferente?
* ¿Cómo me imaginas dentro de diez o quince años?
* ¿Qué sueños me gustaría alcanzar?
* ¿Cómo me veo alcanzandolos?
* ¿Qué representará en mi vida el haberlos alcanzado?
* ¿A dónde me llevará éste cambio?
* ¿Qué consecuencias tendrá para mi vida?
Lo más importante de todo es tienes que ser consciente de algo sumamente importante. Los sueños van acompañados ineludiblemente de una creencia, de un sentimiento y de un pleno convencimiento: “SI PUEDO”. Y va acomnpañado de este SI PUEDO por una simple razón: “CREO EN MI”. En lo que han hecho muchas personas.
Te invito a visitar éstas páginas y luego a pensar en esos sueños que quieres alcanzar. Más adelante iremos viendo los pasos a dar ya que todo sueño necesita de un proceso y una preparación.
No hay motivo para no soñar: http://www.youtube.com/watch?v=WoIfYZoFrYs
Y desde cualquier situación como Nick: http://www.youtube.com/watch?v=VM8V8GKK9OI
