Me llama la atención todo el movimiento que se ha generado en los últimos meses en los países como Tunez y Egipto y que ahora parece que se van trasladado a otros como Marruecos, Siria, Libia, Yemen, etc. Movimientos que han nacido en las mentes y en las conciencias de unos pocos y que han alcanzado el éxito a través de "la red" con aplicaciones tales como el Facebook, Twitter y otros. A groso modo podríamos decir que el éxito conlleva elementos muy concretos tales como: Un sueño, una motivación, unas ganas de conseguirlo, unas estrategias y un gran poder de comunicación. Y lo que parecía imposible por estar bien cimentado acaba cayendo ante la evidencia y el clamor popular.
Las cosas pasan y ¿nos preguntamos realmente lo que podemos aprender de ellas? ¿Somos conscientes de la fuerza que hay dentro de nuestros sueños y de nuestras motivaciones? ¿He pensado en mis propios sueños e ilusiones, que tal vez sean menos ambiciosas que los cambios políticos vistos estos meses atrás, y en los recursos que tengo al alcance de mi mano?
Hace unos días recibía un correo electrónico en el que se invitaba a bajar la palanca de la luz durante cinco minutos a una hora determinada en señal de protesta por la carestía de la electricidad. Cinco minutos en millones de ciudadanos supondrían millones de pérdidas para las compañías eléctricas. Una manera de protestar que si tuviera la constancia de los que se han pasado horas y horas o días y días en la Plaza de la Libertad de El Cairo podría ver unos resultados tan inesperados como inesperada fue la caída de alguien que llevaba 30 años en el poder, y una caída que se produjo en cierta manera de forma pacífica y sin gran violencia, aunque siempre se puede contar alguna víctima.
¿Qué pasaría si a alguien se le ocurriera boicotear a los bancos que en medio de la crisis han generado millones y millones de ganancias a costa del embargo de inmuebles de personas que han perdido sus trabajos y su capacidad de pago? ¿Qué pasaría si no dejáramos el dinero en el banco y si debajo de una piedra?
Una cosa es cierta, el éxito es posible, y la realidad así lo demuestra. Hoy tenemos a nuestro alcance capacidad de recursos a bajo coste para alcanzar el conocimiento, para compartir estrategias, para probar nuevos caminos, para iniciar nuevos intentos. Fe, Esperanza, Motivación, Ganas, Ilusión, Confianza en uno mismo, Confianza en los demás, son los valores, juntos con otros que tu quieras añadir, para iniciar la travesía hacia tus sueños. ¿Te animas? Sigue tu sueño, tu utopía y conviértela en realidad, tal vez encuentres todo nuestro apoyo.