10/3/11

Decisión y dialogo



Decidir y dialogar sabiendo ponerse en los zapatos del otro, midiendo el alcance y las repercusiones de aquello en lo que vamos a dar un paso. Dialogar y aprender de los demás sabiendo que nuestro punto de vista no es único. Los demás pueden mostrarnos la otra parte de la verdad, otros aspectos de la realidad.

Decidir en el dialogo es no ofuscarnos en un punto de vista que muchas veces puede ser caprichoso y pernicioso y que atiende más a nuestras expectativas que a nuestras necesidades reales. El dialogo nos aporta libertad y con ella la capacidad de abrirnos a otras realidades que pueden ser tan o más importantes que la nuestra y que pueden llegar a enriquecer nuestro tipo de elecciones. En el dialogo constructivo podemos partir del éxito y de la experiencia de los demás iluminando las oscuridades que pueden darse en nosotros mismos.

¿Alguna vez te has parado a pensar en las veces que has dialogado y lo que el dialogo ha aportado a tu vida? ¿Has llegado a ponerte en la situación de los demás? ¿Te ha enriquecido el ponerte en esa situación? Existe una terapia que consiste en las dos sillas en la que alguien dialoga supuestamente con otra persona. Se sienta enfrente de una silla vacía en la que supuestamente está su interlocutor y habla con él. Cuando tiene que responder se sienta en la silla de enfrente y habla como hablaría el que está sentado en la silla. La experiencia dice que la mente se ensancha, se amplía y comienza a ver y sentir puntos de vista nuevos y diferentes.

El dialogo es abrirse a nuevas posibilidades, a tenerlas en cuenta, a darlas como posible. La decisiones para que puedan ser buenas elecciones tienen que tener en frente las diferentes opciones, con sus riquezas y sus flaquezas, y ver como ellas se pueden integrar dentro del objetivo genreal de nuestra vida.