3/3/15

Recomendar



Me llama mucho la atención como en el marketing actual se está utilizando mucho la palabra recomendar. "Te recomiendo esto, te recomiendo lo otro". Es una forma no agresiva de de vender algo, aunque más que a venta me llama la atención que la recomendación está basada en la experiencia que uno tiene en el producto o en aquello que ofrece.

Lo bueno de la recomendación es que te obliga, de una manera u otra, a conocer bien lo que ofreces y el servicio que está dando a quien lo utiliza, sobre todo en relación a lo que la competencia puede ofrecer.

Hay algo más que me llama la atención y es que la recomendación no se basa en el producto en sí sino en lo que el producto ofrece, sobre todo en lo que a la resolución de necesidades de la persona se refiere.

Todos recomendamos: una película, una comida, un restaurante, un libro, una canción y cantidad de cosas más. Y cuando lo hacemos estamos, por una parte, dándonos a conocer nosotros mismos con las necesidades que tenemos y como las resolvemos, y por otra de las bondades de lo que se recomienda.

Somos humanos, compartimos nuestras experiencias, unas veces buena y otras no tanto, pero la comunicación de lo que hacemos y sentimos es nuestra esencia. Podemos caer pesados cuando ofrecemos o recomendamos, pero nos olvidamos que, desde el punto de vista psicológico, dejar cierta libertad que no lleve a forzar a otros deja en la duda, y la duda, por lo menos, te lleva a pensar y a analizar las situaciones o los productos. Desde el punto de vista ético y de las relaciones no obligas, ofreces. Te desligas del resultado para vivir el proceso, el momento presente y saber cuando es el momento para realizar cada cosa, sin depender nunca ni de lo que vendemos ni de los resultados que esperamos, porque lo importante es saber vivir cada momento de la vida.