3/6/14

15 segundos


Uno de los ejercicios que hemos hecho este fin de semana ha sido el de intentar convencer a alguien de lo que vendemos en tan sólo 15 segundos. Interesante. Ya los anuncios que vemos en la tele no van más allá de los 20 segundos. 15 segundos es tiempo suficiente para impactar y dejar una señal clara en el cerebro de las personas a las que nos dirigimos.

Pero los 15 segundos no es algo que tengamos que tener en cuenta tan solo en las ventas. Son muchos los mensajes que lanzamos al día en nuestras vidas para intentar vender muchas cosas, desde valores, hábitos, creencias y todo aquellos que forma parte de nuestro sistema de valores, además de aquello que queremos vender para poder tener nuestra vida económica equilibrada.

Y en esos 15 segundos tiene que ir la definición de quien soy yo y de lo que yo aporto a la vida, a las personas en concreto y a las necesidades que ellas puedan tener. 15 segundos que bien pueden caber en una tarjeta de visita, en un apretón de manos cuando nos presentan a otra persona.

¿Cómo resumiría yo mi vida, mi misión y mis valores en quince minutos? Y lo que sí está claro es que está en función no en tanto a quien yo soy, sino a lo que yo puedo aportar a la vida de los demás. Resuena en mi mente aquella frase de Moisés cuando hablaba en el Horeb y se sintió enviado por Dios a liberar al pueblo de Egipto. El mensaje fue claro: "Yo soy me ha enviado". Y me ha dicho: "He visto el dolor de mi pueblo, he escuchado sus clamores y he bajado a liberarlos". Un mensaje claro y sencillo.

¿Qué vendo y aporto yo a la vida misma? ¿Y a los demás? ¿Qué aporta lo que yo hago? Porque en la medida en que aporte a los demás la misma vida me aportará a mí.