8/1/15

¿Te has perdido alguna vez?



"Más vale malo conocido que bueno por conocer", dice el refrán. Solemos ir por rutas que conocemos. De hecho se dice que somos animales de costumbres y cuando las dejamos a un lado parece que corremos riesgos, tales como el que dirán, la inseguridad de no saber lo que obtendremos y, entre otras cosas más, los apegos que nos aprisionan en las costumbres que aún siendo buenas nos impiden avanzar en la vida.

¿Qué pasa si dejamos el camino habitual y tomamos otro? ¿Qué ocurre si un día vestimos de forma totalmente diferente? ¿ ¿Qué sucede si cambiamos nuestros hábitos de costumbre?

Recuerdo haberme perdido una vez en mi propia tierra, Galicia. Digo "perderme" porque no sabía ni por donde iba ni lo que me iba a encontrar. No llevaba un rumbo fijo, por lo que perderme, lo que se dice perderme, no tendría mucho sentido. Pero si andaba medio perdido. ¿Qué encontré? ¿Qué descubrí? Paisajes nuevos, contrastes diferentes, perspectivas distintas. Al punto que todo lo que me encontré me encantó y me hizo ver a mi tierra como algo con un encanto mucho más especial. Y todo ello estaba más allá de lo que habitualmente recorría, veía y vivía.

Cambiar hace que nuestra mente se desubique y que tenga que salir de lo rutinario para adaptarse a lo nuevo. ¿Qué sucede? Que comienza a trabajar con nuevos estímulos y comienza a asociarlo a lo que ya conocíamos. 

Cambiar nuestros hábitos hace que tengamos que potenciar más una serie de cualidades o sentidos que muy probablemente antes los teníamos adormecidos. Una llamada a crecer y a desarrollar lo que tenemos posiblemente aparcado en nuestra vida.

Hay otra experiencia, la primera que tuve al salir de España por una larga temporada, que te lleva a apreciar de forma nueva aquello que haces a diario y que no te das cuenta de su importancia hasta que lo pierdes, como era la comida o gastronomía española en su momento. Ocurre con la gastronomía como puede ser con las personas o con costumbres que por rutina dejan de tener su sentido.

El cambio es importante. Siempre nos hace pensar, crecer y tener una mayor creatividad para saber valorar las nuevas circunstancias y lo que somos como personas ante cada circunstancia.

El miedo y la inseguridad existen, pero solo controlarán nuestras vidas si nos fijamos y obcecamos en ellas en vez de estar abiertos a aprender de cada una de las circunstancias y de como reaccionamos ante ellas.