De todos es más que conocido que ante las necesidades solemos volcarnos . Sentimos algo especial cuando ayudamos y vemos que nuestras vidas son útiles a los demás y que son capaces de producir una sonrisa en medio de las más amargas experiencias de la vida. Si ello es así, ¿por qué no buscamos necesidades constantemente y desarrollamos nuestro talento? De ahí saldría una gran cantidad de iniciativas, creatividad y una gran satisfacción fruto de la expansión de nuestra personalidad. Lo importante en situaciones de necesidad siempre es la formulación de las poderosas preguntas que nos llevan a la actividad:
- ¿Qué puedo hacer?
- ¿Cómo puedo ayudar?
Son preguntas abiertas que nos llevan a buscar respuestas y que hacen que nuestra vida avance con un sentido que nos haga sentirnos bien con nosotros mismos.
- ¿Cómo podría resolverse ésta situación?
La necesidad y el querer sentirnos útiles ante ella nos ayuda a superar uno de los grandes obstáculos que vemos en la vida: el miedo.
- ¿Te has visto en necesidad en alguna ocasión y al mismo tiempo con miedo?
- ¿Quién ha vencido?
La vida es así, en los momentos de dificultad nos crecemos, sobre todo si es a la hora de ayudar a los demás. Hay un gran sentido de la satisfacción en ayudar e incluso en lograr algo por poco que sea. En algunos casos la satisfacción de ayudar está por encima de los logros obtenidos.
- ¿De donde hemos sacado las fuerzas?
La necesidad es la eterna compañera del progreso y del crecimiento, tanto a nivel personal como a nivel laboral, económico o social.