25/7/12

Jesús y la proactividad



Decía una canción de la misa salvadoreña: 
Me dijo mi abuelita, 
si te quieres salvar, 
las cruces de la vida, 
tienes que soportar, 
pero resignaciones, 
no las quiere Dios, 
el quiere tus acciones, 
como obras del amor.

La verdad es que me gusta el contenido pues no creo en un Dios no implicado en la felicidad de las personas y menos en sacarlas del mundo cruel en el que pueden vivir. Las palabras de Dios a Moisés eran claras: He visto el dolor de mi pueblo, he escuchado sus lamentaciones y por eso he bajado a liberarlos.

De la misma manera vemos algo curioso en las bodas de Caná. Se acaba el vino y con el la alegría. Muchos nos saben lo que hacer y solo a María la madre de Jesús se le ocurre tomar la iniciativa y le dice a los sirvientes: Haced lo que Él os diga.

La vida está echa de esperas, pero las esperas tienen su momento de acción, de proactividad, de involucrarse en el cambio. Dios no se queda quieto y baja a liberar al pueblo, María invita a que los que tienen responsabilidad hagan lo que Jesús les diga.

En la vida podemos optar por varios caminos:
  • Esperar a que nos rescaten.
  • Tomar la iniciativa.
  • Arrojar la toalla.
Los que creemos en el Dios de la vida creemos que tomar la iniciativa es el camino más comprometido con la misma vida. Eso no quiere decir que tengamos que asumir la responsabilidad de los demás, pero si la nuestra que, entre otras cosas, es despertar la responsabilidad de los demás a través de nuestra iniciativa, interés por los demás y coherencia con lo que creemos.