7/11/14

¿Quejarse?



Todos tenemos derecho a quejarnos pero, ¿Qué ganamos con quejarnos? ¿Merece la pena? ¿Tenemos otras opciones?

La queja, siempre y cuando sea constructiva, es decir, sirva para reivindicar y conseguir algo, ¡Adelante! Pero si la queja es tan solo una lamentación para lo único que sirve es para dejarnos donde estamos, para frenar nuestro camino y, quien sabe si para llamar la atención o justificarnos nosotros mismos.

Mientras nos quejamos ejercemos un derecho pero nuestra mente se queda en lo que no hemos conseguido o no nos ha salido bien en vez de seguir caminando hacia lo que sí queremos. Nuestra mente se ofusca en lo que no ha salido y el centro de nuestra atención es lo que NO hemos conseguido.

¿Quejarse? Si, pero junto con otras alternativas:
  • Lo que yo pude haber hecho y no hice. Invitación, pues, a hacer algo nuevo.
  • Ver alternativas nuevas que tanto yo como otros podemos ver como nuevas. Esto es buscar oportunidades.
  • Tomarse las frustraciones como retos en vez como obstáculos.
  • Aprovechar el tiempo: Mientras nosotros nos quejamos otros pueden ver las oportunidades y aprovecharlas, perdiéndolas, por consiguiente, nosotros.
  • No depender de las situaciones ni de los objetivos: O te adaptas y evolucionas, o te mueres. Simple ley de la Teoría de la Evolución de Las Especies.