3/6/13

Más allá de lo representativo.



Cuando entras en una casa y ves un crucifijo en la puerta, ¿qué es lo primero que piensas? me preguntaban.

Que son cristianos, respondí, aunque eso siempre es muy relativo.

¿Y si ves un Buda?, continuó preguntando.

Pues que son budistas,intento admiración por Buda o que siguen una corriente moderna, respondí

Y la verdad es que asumimos muchas veces símbolos bien sean religiosos o culturales que encierran valores, creencias o ideas que no siempre somos capaces de alcanzar, valorar y comprender.

Muchos se sorprenden de las enseñanzas de las religiones orientales cuando en el cristianismo tienen más de lo mismo. Posiblemente cambien las formas de expresarlo, pero en el fondo todas conducen al mismo sitio: al amor a la vida, al cuidado de uno mismo y al amor a los demás. Por desgracia el mensaje no se ha llevado a cabo como debería haber sido. ¿Qué predico, por ejemplo, Cristo? El amor a Dios y al prójimo como a "uno mismo". La historia ha querido que muchas veces la Iglesia se erigiera en la institución que más nombrara la palabra "pecado" cuando Jesús la que más utilizo fue la del "amor", "perdón", "misericordia"..... Y las pocas veces que haya utilizado la palabra "pecado" fueran para justificar el amor y el perdón.

Puede ocurrir otro tanto de lo mismo con otras religiones que convierten el mensaje en una obligación y falta de respeto hacia los demás. Todo aquello que nos separe del amor a la vida a nosotros mismos y a los demás va en contra de la misma vida y de la esencia de cualquier religión puesto que ésta sea cual fuere tiene como principio el amor a la Vida, a Dios, al Origen de todo independientemente de como quieras llamarle.

La Cruz, el Buda, y cualquier símbolo religioso que no nos lleven a ser libres y a amar carecen de todo sentido. La misma vida personal de cada uno de nosotros nos dice que cuando más fuerza desplegamos en nosotros mismos y somos capaces de lo insólito y lo imposible es cuando amamos. El amor es el que da sentido a nuestras vidas, amor que vemos reflejado en mi caso de firma total y plena  en Jesucristo, y para otros en otras religiones.

Los símbolos religiosos, por muy de moda que estén, sino conducen al amor de nada sirven. Ya lo decía San Pablo a Los Corintios 1,13. Podemos entregar nuestro cuerpo a las llamas, hablar todas las lenguas del mundo o entregar todo el dinero a los pobres que si en todo ello no hay amor, de nada sirve, no somos nadie, no llenaremos nuestra vida de nada pues al fin y al cabo lo que nos hace "imágenes de Dios" y ser auténticamente felices en la vida es eso, EL AMOR.