21/1/14

¿Tener razón o ser feliz?



Buena pregunta la que lanzaba el Domingo Raimón Samsó en el País Semanal. Y dejaba la respuesta a cada uno de los lectores.

¿Qué pasa sí tengo razón? ¿Qué ocurre sí no la tengo? Posiblemente digamos que no ocurre nada, pero la realidad es muy diferente. La mayor parte de los enfados y pleitos viene de un ansia de querer tener razón, que no es otra cosa que una manera de controlar al otro. ¿Qué sería de nuestra vida sin ese poder? Para muchos una catástrofe. Los demás se convierten ahí en un punto de referencia. Nos hacen sentir sí su aprobación no somos nadie. Y en esa batalla inútil preferimos tener razón a ser nosotros mismos, a respetar al otro y, sobre todo, a no dejar que algo perturbe nuestras vidas y relaciones.

¿Puedo ser feliz sin necesidad de que se me de  la razón? No tenemos porque demostrarle nada a nadie.. Y tampoco somos más o menos que nadie por tener razón o por dejar de tenerla. Es cuestión de ser nosotros mismos y permitir que los demás lo sea. Si hay algo queme horroriza son las batallas del querer ser poseedores de la verdad, en ellas sí suele haber una verdad, la del no escucharse. Que bonito es decir lo siento, pero simplemente no pienso así, y quedarse tan tranquilo.