Tememos ver nuestras sombras interiores,
nuestros miedos y nuestra vulnerabilidad.
Huimos de ello viviendo hacia fuera.
Miriam Subirana
"No te entregues a tus miedos;
si lo haces,
no podrás hablar con tu corazón".
Paulo Coelho
¿Por qué tememos ver nuestras sombras? ¿Por qué no soportamos el vernos limitados o diferentes a lo que realmente nos gustaría ser, tener y mostrar a los demás? ¿Qué sucede cuando nos dejamos llevar por esos miedos?
Es cierto que vivimos en un momento en el que a la gente le gusta más el huir de si mismo que el adentrarse en su propio interior. El resultado es el vacío que encuentra la gente y la necesidad de buscarlo fuera de sí mismo. El resultado es que cuanto más buscamos fuera, más lejos nos encontramos de encontrar a verdadera paz y el equilibrio interior. Después de mucho tiempo nos encontramos a merced de todo tipo de dependencias exteriores, bien sean personas, bebidas, juegos o situaciones que hacen que nuestra paz, bienestar y equilibrio dependan de ellas y no de nosotros mismos. ¿Qué pasará cuando esos soporten fallen y se caigan? ¿Caeremos nosotros con ellos?
No digo nada nuevo si digo que detrás de todos estos miedos se encuentra una falta de autoestima total. Pero la pregunta sigue ahí: ¿por qué no nos gustamos o aceptamos? ¿por qué queremos ser diferentes? La mente vuelve una y otra vez a repasar el mito de Adán y Eva que no deja otra cosa que entrever la realidad que nos afecta hoy a nosotros. No se trata de una manzana, puesto que la manzana nunca existió. Y si hubiera existido la manzana tampoco ésta hubiera sido el problema. Ellos eran el problema como lo somos nosotros. No se aceptaban. Querían ser grandes, diferentes. "Querían ser como Dios", querían ser "superman" o la "mujer diez", y no solo desde el punto de vista físico, sino desde cualquier ángulo.
Cuando vemos que nos quieren y nos aceptan, se nos cae la baba. Cuando se nos reconoce, rendimos al 150% y la creatividad llega a nosotros con toda la naturalidad del mundo. ¿Te das cuenta? Necesitamos del reconocimiento de los demás. ¿Qué sucede cuando nos quedamos solos? Muchas veces la casa se nos cae encima, otras intentamos evadirnos. No soportamos la soledad, el encuentro con nosotros mismos. ¿Seríamos capaces de estar un día, una semana en silencio total alejados de internet, de la música, de la radio, de la televisión, de los libros, de la gente?
Aprender apreciar lo que somos, por muy insignificante que sea, es importante. Hay cantidad de detalles que nos hacen únicos, importantes y sobre todo personas con capacidad de aportar a la vida y a los demás. Solo en el silencio podremos apreciar lo que hay dentro de nosotros mismos, reconocerlo y disfrutarlo. Es posible que cuando lo hagamos lo demás también lo aprecien, lo reconozcan y lo disfruten. Este es el proceso para vencer el miedo, y si no se vence el miedo controlará nuestra vida. ¿Por qué dejar que el miedo nos controle?