Me enviaron este cuento:
El juez que además de resolver el caso , quiso dar una lección a un aprovechado .Dos hombres se presentaron ante un juez de la localidad a fin de dirimir su caso ._ Señoría _ dijo el primero _. vengo a demandar a este individuo porque ha vendido toda la leña que ha cortado y no quiere darme mi parte._ Si ha sido él quien ha cortado la leña, ¿ qué es lo que has hecho tú ? _ preguntó el juez ._ Yo lo he estimulado dándole gritos de aliento y ánimo constantemente . Eso ha permitido que cortara más leña de la habitual y que le pagaran una cantidad superior a la que normalmente recibe .El magistrado se quedó pensando unos instantes y ordenó :_ Lo que reclama este hombre es justo . Leñador , dame la bolsa que has recibido y entregaremos a este hombre lo que le corresponde .El leñador se quedó compungido ante lo que consideraba una injusticia , sin embargo el otro sonreía satisfecho . El juez cogió la bolsa del leñador y la movió ante la cara del hombre haciendo que sonaran las monedas diciendo .Este es tu pago : ya tienes el sonido del dinero .MORALEJA
A todos los que tienen fácil verborrea
para animar y aconsejar
que arrimen el hombro a trabajar si quieren ganar .
Al final me he quedado pensando:
Todo el mundo tiene derecho a cobrar de acuerdo a su trabajo. Entra dentro de lo más lógico y natural. Por una parte uno trabaja cortando leña y el otro, ¿trabaja animando? ¿Por qué no se considera ese un trabajo si gracias al que anima aumenta la producción? ¿Qué pasaría si en nuestra vida careciéramos de animadores? La verdad es que al producir más leña de lo habitual algo, aunque fuera de forma generosa, podría recibir, digo yo.
Hay otra cosa que me ha hecho pensar, ¿trabajamos por los resultados a obtener o por la realización que sentimos en todo el proceso? Muchas veces nuestra vida carece de sentido cuando miramos unica y exclusivamente al objetivo y nos olvidamos del proceso que nos ayuda a crecer y a incorporar nuevas cualidades y valores a nuestra vida. Si el proceso dura 10 años, ¿Dejaremos de vivir con alegría y sentido de auto realización todo el proceso? El éxito se saborea cuando se aprecia y valora todo el proceso.
El agradecimiento y reconocimiento son valores a la baja hoy en día, pero esenciales desde que abrimos los ojos a la vida. Todos necesitamos del cariño, del apoyo, de que en el algunos momentos se nos apoye, ilusione y motive. Lo hacemos y lo hacen, por lo general, sin buscar la recompensa, pero ello no quiere decir que debamos obviarla. Si cada uno está en su derecho de recibir el premio al exito también se tiene la obligación, en cierto modo, de compartirlo con aquellos que nos han ayudado a conseguirlo. Ahi está el trabajo de padres, amigos, educadores y mucha otra gente anónima que nos ha apoyado.
Tal vez no sea de recibo el reclamar algo que se nos pueda deber moralmente por algo que hemos hecho de forma altruista y voluntaria. Son muchos los padres que a lo mejor no se ven recompensados y agradecidos por sus hijos. Somos parte de una familia, de un pueblo de un grupo de personas que necesita del aplauso y del apoyo de otros, así como formamos parte de una sociedad que tiene que ser generosa con aquellos que dan tiempo y energías a otros para que "produzcan más leña".
Todos necesitamos de todos, sobre todo cuando se nos ayuda y ayudamos a crecer en cualquier aspecto de la vida.