31/12/15

El peligro de la Ley de la Atracción.




El otro día hablaba sobre la Ley de la Atracción y de las muchas posibilidades que nos ofrece en nuestra vida. No es la suerte, o la Buena Suerte, la que viene a nuestra vida sino que somos nosotros los que vamos en busca de ella. Es nuestra mente y nuestras ideas las que nos predisponen para conseguir aquello que pensamos y tenemos en mente.

¿Puede convertirse la Ley de la Atracción en una trampa mortal?

La Ley de la Atracción, como todas las cosas, tiene su lado bueno y su lado no tan bueno. Nosotros somos los que decidimos hacia donde vamos a ir con nuestra vida.

¿Te imaginas por un momento a alguien caminando mirando constantemente para atrás? ¿Puedes predecir su futuro? Lo más probable es que se la pegue contra una farola, un poste, un obstáculo en el camino o cualquier otra cosa. Si te pregunto sobre el porqué tal vez me dirás una razón muy obvia, "porque iba mirando hacia atrás".

Si analizamos un poco nuestra vida normal, ¿cuántos de nosotros hemos tenido momentos en los que no hemos podido conciliar el sueño ni a la primera, ni a la segunda, ni al undécimo intento? Si analizamos lo que hemos hecho en nuestra vida en esas ocasiones podemos reconocer que nos hemos visto literalmente "luchando" contra "lo que no queríamos" en vez de tener nuestra mente tranquilamente predispuesta hacia lo que sí queríamos, dormir.

Cuando en nuestra vida se entabla una lucha entre lo que queremos y lo que no queremos, ¿quien gana? De acuerdo con el cuento del viejo indio que mencionaba en mi reflexión, el que más alimentemos. Si alimentamos el miedo a no dormirnos, fíjate.... "el miedo" a "no dormir". ¿Te das cuenta? Miedo y no dormir. ¿Qué estamos atrayendo? Miedo e insomnio.

Nuestra lucha acabará haciendo que demos vueltas en la cama, que cambiemos de posición, que nos cobijemos más o que nos quitemos ropa de encima. Nuestra mente está centrada en "la incapacidad de dormir" ¿Resultado? ¿No dormimos!

Quien habla de insomnio puede hablar de otras situaciones: relaciones, trabajo, economía o cualquiera de las preocupaciones que nos acechan cada día en la vida. ¿Resultado? Acabamos hundiéndonos más en el problema que en la solución, en lo que no queremos que en lo que deseamos. Nuestra mente nos traiciona desde el momento en que no la controlamos y le damos rienda suelta para que piense lo que quiera por sí misma.

¿Qué podemos hacer para que la Ley de la Atracción no sea negativa? 

Lo más sencillo, aunque a veces no sea fácil, controlar nuestros pensamientos y decidir lo que nosotros queremos tener en nuestra mente. No es fácil, lo se. Pero el camino está ahí. Un camino a realizar de forma constante y paulatina. Poco a poco iremos tomando control de nuestra mente al punto de permitir que sólo las cosas que si queremos aniden dentro de ella.

Hay muchas técnicas que podemos utilizar, como ejemplo expondré algunas de las que yo suelo utilizar:
  • La respiración. Centrarnos en la respiración, sentir como el aire entra y sale en nuestro cuerpo, centrarnos en la temperatura del aire que entra y sale, el roce con las fosas nasales, ver como se hinchan los pulmones y la barriga puede ser una técnica muy viable. Vencemos al miedo desde el momento en que lo desalojamos de nuestra cabeza por "voluntad propia". El miedo estará ahí, pero mi decisión de centrarme en algo diferente como puede ser la respiración comienza a darme cierto poder y control sobre la situación.
  • Alejar el miedo. Generalmente cuando sentimos miedo lo sentimos dentro de nosotros. Nosotros, hasta cierto punto, nos convertimos en miedo. ¿Qué pasaría si lo alejo a un metro de mi? ¿Y si lo alejo a dos metros? ¿ Y si lo observo cada vez más lejos hasta hacerlos "distante" y "más pequeño" que yo? La lejanía va a ofrecer frialdad ante el poder que tenía cuando lo sentía dentro de mí. La lejanía y la frialdad me va a dar un punto de sentirme grande ante él, con poder y hasta con un sentimiento de comenzar a verlo insignificante. Si a ello le añadimos que ante la lejanía y la frialdad va emergiendo y ocupando su lugar una figura más importante y empoderada como la que puede ser "yo controlando la situación", ¿no hay un sentimiento positivo ocupando su espacio?
  • Centrarnos en lo positivo. Ha habido situaciones muy duras a lo largo de mi vida, momentos en los que creí y llegué a comportarme como que la situación me podía. Recuerdo que en muchos momentos había una imagen en mi mente, una imagen muy poderosa que tenía más fuerza que otra cosa. En mi caso, mi hija. Centrarme en ella me permitía controlar muchos vaivenes de la vida, trabajo, etc. Nuevamente la imagen poderosa, que yo sentía y elegía a mi gusto, hacia que yo pudiera controlar la situación en vez de que ésta me controlara a mí.
Hay un sin fin de técnicas. Cada uno puede elaborar la suya o apropiarse la de otra persona que le pueda venir mejor. Pero todas ellas conducen al mismo sitio, a que alimentemos nuestra mente con las ideas y las actitudes que atraigan la situación que queremos y dejar de lado la que no. 

Somos nosotros, y no las situaciones, los encargados de controlar lo que pensamos y de atraer lo que sí queremos.



30/12/15

Nuestro mal hábito de juzgar





Juzgar a los demás: un hábito con historia.

Creo que todos tenemos experiencias de juzgar a los demás y de habernos sentido juzgados por los demás. Es un hábito que llega a ser preocupante puesto que hace que quien sufre la experiencia lo pase mal y que, en ocasiones como ha ocurrido últimamente en colegios, lleva a personas no sólo a aislarse de la sociedad sino incluso a llegar a suicidarse. Lamentablemente es algo con historia porque ya se recoge en escritos muy antiguos esta mala costumbre.

  • Una de las célebres enseñanzas de Jesús corría en torno a ésta actitud cuando de acuerdo a la ley de Moisés una mujer adúltera tenía que ser lapidada. La respuesta de Jesús fue contundente: "Quien esté libre de pecado que arroje la primera piedra", mientras se agachaba y escribía algo en el suelo: ¿Qué escribía? ¿La realidad de cada uno? Curiosamente también, y siguiendo este orden, desde el más anciano al más joven se fueron alejando. Creo que el pensamiento de Jesús queda manifiesto y que la actitud humana de los que intentaban lanzar piedras también. Cuando somos conscientes de nuestra propia realidad y nos conocemos profundamente a nosotros mismos, seremos capaces de comprender, conocer y llegar a convivir con los defectos y errores de los demás.
  • Un escrito de Sócrates nos lo deja también ver de forma clara la existencia de este problema en la Antigua Grecia:

Un problema que se resuelve con tres valores bien importantes como son la VERDAD, la BONDAD y la NECESIDAD. Y recalco lo de la NECESIDAD porque ésta entraña, muy probablemente un problema que se esconde siempre dentro del que juzga y del que hablaré en un momento.




  • La realidad de cada uno es personal e intransferible. No creo que las personas a las que juzgamos se metan en camisa de once varas con el objeto de fallar, de ser juzgadas y de ser señaladas por los demás. Cada persona lleva una historia, una carga que muchas veces desconocemos y que las hace actuar de forma muy diferente a lo que la sociedad espera. A veces son necesidades que no conocemos y que, por ello, nos son difíciles de comprender. La EMPATÍA, ponernos en sus zapatos, conocer su historia y los sentimientos de esas personas podrían llevarnos a comprender mejor las situaciones. ¿Actuaría yo como ellas en las misma circunstancias? Probablemente sí o probablemente no, pero nos ayudaría a comprender. Y lo digo como persona que ha tenido que escuchar a muchísimas personas confidencialmente.

La necesidad de juzgar.

¿Qué se esconde detrás de esa necesidad imperiosa que tenemos de juzgar a los demás? ¿Es tal vez una crítica hacia uno mismo? ¿Vemos en los demás lo que nos molesta de nosotros mismos? ¿Hay una necesidad de poner por debajo a los demás, como dice el Papa Francisco, para sentirnos nosotros más altos? 

Hay otro aspecto que también es importante tener en cuenta. La situación o persona a la que juzgo, ¿me lleva a hablarlo con ella antes de manifestarlo a los demás o abiertamente? ¿Lo hago con respeto o más bien en tono burlesco? Tengo la impresión de que muchas veces la crítica y el juicio a los demás habla más de nosotros mismos que de aquellos de quien hablamos aún haciendo el daño que podamos ocasionar. 


Un camino hacia el respeto y la comprensión.

Cuando nos enfocamos en la crítica constante y contínua en nuestra vida, ¿Qué sucede? ¿Qué ocupa nuestra mente y nuestra atención? ¿Qué le da sentido a nuestra vida diaria? Si lo que da sentido y alegría a la vida del ser humano es el amor, mientras tengamos el odio, el resentimiento, la crítica destructiva en nuestra mente, no tendremos tiempo para lo bueno, para amar, para estar alegres. Recuerdo que una persona que había estado en un campo de concentración se encontró en una ocasión con compañeros que habían pasado por la misma experiencia. Oyendo hablar a uno de ellos todavía con resentimiento le dijo: ¡Pero yo pensé que habías salido del campo de concentración cuando nosotros! Por tu manera de hablar sigues allí, preso y esclavo en tu pasado.

La vida tiene sentido desde el AMOR. Si nuestra mente la ocupamos con otras cosas bien diferentes no tendremos tiempo para AMAR, la experiencia cotidiana que nos permite sonreír y sentirnos bien cada día en la vida.




29/12/15

¿Seguir o dejar?

¿Seguir o dejar?

¿Quién no se ha encontrado en la encrucijada de tener que tomar decisiones en la vida entre continuar en un trabajo o dejarlo, mantener una relación o acabar con ella, seguir con una investigación que no da frutos o intentarlo una y otra vez, mantener un negocio que dar pérdidas o seguir intentándolo porque a otros le ha ido bien?

La incertidumbre de la indecisión.

Cuando una decisión la tienes clara es muy fácil tomar decisiones. Pero cuando no lo es tanto navegamos por un sin fín de dudas y de incertidumbres: ¿Y si decido dejarlo y luego me equivoco y veo que otros lo consiguen? El mundo de las posibilidades comienza a bailar en nuestra mente, y cuanto más baila más inciertos nos vemos y nos quedamos. La inseguridad se acrecienta al tiempo que las decisiones no se toman. El miedo a tomar las decisiones y a las consecuencias de ello rondan por la mente como un incesable acosador que nos desestabiliza sin piedad ninguna. ¿Y si......? Fuerte y trágica duda que hay entre la línea de confort que tenemos y la de la inseguridad de no conocer cómo nos puede ir.

Todo tiene su tiempo.

Hay muchas veces que escuchamos que todo tiene su tiempo. La paciencia es un valor recomendado y de la que han hecho gala muchos de los triunfadores de la vida. El ejemplo del bambú japonés es muy claro y nos mantiene con ciertos hilos de esperanza cuando vemos que apenas crece durante siete años y luego de repente en un par de meses crece lo que no creció en siete años, unos 30 metros de altura.
O también, como dice Jesús en el Evangelio a la pregunta de cuántas veces tenemos que perdonar y contesta que hasta setenta veces siete, cuando sabemos que el siete en su cultura era el infinito.
O como diría Paulo Coelho en "cerrando círculos":
cerrando círculos
Aunque la cuestión sigue ahí: ¿Cuando cerrarlos? ¿Cómo saberlo?

Pasos para una buenas decisión.

  • Identificar la decisión que vas a tomar  ¿Qué estás intentando decidir, una huída, una apuesta, un miedo sobre ti mismo, algo que te va a hacer crecer?
  • Conocerse uno así mismo. Fortalezas y debilidades, las habilidades, valores e intereses.
  • Identificar opciones que uno tiene en frente suya, con todos sus pros y todos sus contras
  • Información y datos sobre cada opción que tengo. La información viene a ser uno de los aspectos más importantes. A mayor información menos inseguridad y más confianza.
  • Evaluar con toda la información que tenemos, pros, contras y riesgos de cada alternativa
  • Seleccionar la mejor opciónasumiendo el riesgo que conlleva.
  • Desarrollar un plan de acción - ¡Y llevarlo a cabo


Entre nuestra zona de seguridad y nuestra zona de confort.

Hay momentos en los que nuestros valores y creencias nos mantienen atados a situaciones que nos gustaría cambiar, pero hay otras en las que el cambio se produce cuando cambia nuestra actitud o cuando ya no queda más remedio, aunque nunca está demás el preguntarnos el qué nos mantiene en una situación en la que no encontramos lo que buscamos. Tal vez la respuesta sincera sea la que nos falta para tomar la decisión adecuada.


28/12/15

Hacia una igualdad más justa.





Niños e igualdad de género.


No se si es por el tema de las fiestas Navideñas pero en estos días he caído una y otra vez fotos y reclamos sobre la igualdad de género en la sociedad española. Me imagino que otros países también. 

Hace apenas un par de semana se abogaba en todos los discursos electorales por la lucha contra la violencia de género en la que parece que el hombre juega un papel bastante importante puesto que es el causante de al menos unas 52 víctimas mortales este año en España, además de muchas víctimas en el plano físico y psicológico. La respuesta y la propuesta que daban los partidos políticos ante este problema era una mayor formación a la sociedad.

¿Justicia equitativa?


Al mismo tiempo vemos, que por otra parte, hay cantidad de hombres que buscan una justicia y una igualdad ante la ley que impida que se les aleje de sus hijos, o mejor dicho, a los hijos de sus padres por culpa de una situación que no ha llegado a funcionar a nivel de pareja. Hay muchos hombres que se quejan de las dificultades que tienen para poder ver a sus hijos en bases regulares.



Por otra parte, y es bien conocido por los ciudadanos y también por el gremio de la policía, de que el trato que se le da a un hombre denunciado no es el mismo que el que se le da a una mujer. El hombre en caso de agresión física o psicológica pasa directamente a ser detenido y puesto a disposición judicial durante unas cuantas horas. Si denuncias a una mujer por agresión te toman por tonto y a la mujer la dejan en libertad sin ningún tipo de problemas. Podemos ver que la mujer goza de unas ventajas que no tiene el hombre. Y si tenemos en cuenta las muchas denuncias falsas, que aunque parece ser que no representan el 1% de las totales, el hombre queda en una situación bastante lastimosa.

Si nos ceñimos a la parte económica creo que la mujer lleva casi siempre todas las de ganar. Por lo general se queda en el domicilio conyugal y recibe una manutención mientras que el hombre tiene que irse de alquiler, pasar la manutención y si hay hipoteca de por medio ni te digo. 

Cuando estas fotos y escritos pasaban por mis ojos me vino claramente a la mente de cómo utilizamos a los hijos como escudos para resolver problemas personales de adultos privando a los niños de lo que es un derecho para ellos, además de truncar la vida de todos. Nuestro hijos no son una posesión nuestra que podemos utilizar en base a nuestras emociones e intereses. Son hijos de la vida tal y como lo describe Khalil Gibrán:

“Tus hijos no son tus hijos
Son hijos e hijas de la vida deseosa de sí misma.
No vienen de ti, sino a través de ti y aunque estén contigo no te pertenecen.
Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos,
Pues ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes hospedar sus cuerpos, pero no sus almas,
Porque ellas viven en la casa del mañana, que no puedes visitar ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos, pero no procures hacerlos semejantes a ti
porque la vida no retrocede, ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual tus hijos, como flechas vivas, son lanzados (…).
Deja que la inclinación en tu mano de arquero sea hacia la felicidad”.

Formación para la igualdad pero, ¿qué tipo de formación? 


Cuando se habla de formación para evitar todo lo que es la violencia de género, ¿también se habla de formar a la ley para que todos seamos iguales ante ella y de arreglar cualquier situación que pueda llevar a una desigualdad que deje en la desgracia a uno o a ambos? ¿Pensará la formación en equiparar y en medir a todos por el mismo rasero? La frase de Marie Curié es bastante clara al respecto. Cualquier ley que proteja a uno más que otro, hace más pequeño y vulnerable a quien protege.

Podríamos hablar largo y tendido sobre este tema. Habrá ocasiones para ello. Pero acabo con una historia que refleja donde reside el amor a nivel real y a lo que tiene que renunciar en muchas ocasiones un padre y una madre para que sus hijos vivan. La historia del Rey Salomón. El amor el otro y la libertad para que el otro viva es lo que determina el parentesco real:

Dos mujeres comparecieron ante el rey Salomón con dos bebés, uno muerto y otro vivo. Ambas mujeres afirmaban que el niño vivo les pertenecía, y decían que el muerto pertenecía a la otra. Una de ellas declaró: 
-Oh señor, ambas dormíamos con nuestros hijos en cama. Y esta mujer, en su sueño, se acostó sobre su hijo, y él murió. Luego puso su hijo muerto junto al mío mientras yo dormía, y me quitó el mío. Por la mañana vi que no era mi hijo, pero ella alega que éste es mío, y que el niño vivo es de ella. Ahora, oh rey, ordena a esta mujer que me devuelva mi hijo. 
La otra mujer declaró: 
-Eso no es verdad. El niño muerto le pertenece, y el niño vivo es mío, pero ella trata de arrebatármelo. 
El joven rey escuchó a ambas mujeres. Al fin dijo: 
-Traedme una espada. 
Le trajeron una espada, y Salomón dijo: 
-Empuña esta espada, corta al niño vivo en dos y dale una mitad a cada una. 
Entonces una de las mujeres exclamó: 
-Oh mi señor, no mates a mi hijo. Que la otra mujer se lo lleve, pero déjalo vivir.
Pero la otra mujer dijo: 
-No, corta al niño en dos, y divídelo entre ambas. 
Entonces Salomón declaró: 
-Entregad el niño a la mujer que se opuso a que lo mataran, pues ella es la verdadera madre. 
Y el pueblo se maravilló de la sabiduría de ese rey tan joven, y vio que Dios le había dado discernimiento.
1 Reyes 3:16-22 

Detrás de toda picaresca que haya detrás de hombres o mujeres lo que importa es que el otro viva y no sea objeto ni de venganzas ni de resentimientos. Si quieres saber algo sobre el tema puedes seguirlo aquí


26/12/15

Aprender de los tiempos difíciles.



Tiempos difíciles.

Todos pasamos por tiempos difíciles, son tiempos en los que no se pasa nada bien. La incertidumbre y la duda se apoderan de nosotros. Con ella vienen los miedos y la falta de confianza en uno mismo. A partir de ahí podemos llegar a sentir que nada tiene sentido y la desazón se apodera de nosotros. El foco está generalmente fuera de nosotros. Todo aquello que no sale bien o que no podemos alcanzar se convierte en nuestro principal foco. 

La mirada interior.

Mientras nuestra mirada se va hacia lo inalcanzable hay otra mirada que se pierde de algo importante: de nosotros mismos. ¿De qué estamos hechos realmente? ¿Qué es lo que nos mueve para que nos vengamos abajo? ¿Dónde están nuestros valores y la idea que teníamos de nosotros mismos? Y tal vez lo más importante, ¿qué aprendemos de nosotros mismos en los malos momentos?

Nuestro tipo de mirada.

  • La mirada positiva en la que todo se convierte en un reto, en la que todo nos conduce a dar más de nosotros mismos. La mirada que nos lleva a una acción de buscar alternativas, de sacar fuerzas desde nuestro interior. La mirada que da sentido a nuestra vida y nos muestra los mil y un motivos por los que tenemos que luchar. Es la mirada que, si echamos la vista atrás, podemos encontrar en los muchos episodios que hemos vivido en nuestra vida. Son los motivos y los porqués de los esfuerzos o de los ánimos que nos han conducido en todo momento por ese tipo de veredas.
  • La mirada negativa en la que nos instalamos y en la que esperamos que todo se resuelva desde fuera; la mirada en la que esperamos que nos salven y nos saquen las castañas del fuego. Es la mirada que nos hace sentir perdedores, pequeños, frágiles, inútiles e impotentes ante la situación. Nos enfocamos en el fracaso, en la debilidad, en la negatividad. Una situación que no nos conduce a ninguna parte.

Mirando hacia nuestro interior positivo.

¿Cómo podemos enfocar los momentos difíciles desde una perspectiva positiva?
  • Aceptación. Pienso que es el primer paso y e fundamental. Si no aceptas la realidad la mente estará lejos de ella y difícilmente podrás salir de ahí. Cuando alguien se está ahogando es muy difícil rescatarlo. Sus ganas de salvarse son tantas que pasa a la lucha irracional contra el que pretende salvarlo al punto de que puede hundirlo con él. Cuando se va la luz nos entra, a veces, el miedo. Pero cuando lo aceptamos podemos ver en medio de la oscuridad algunas sombras que siempre pueden convertirse en pequeñas referencias en medio de la oscuridad,
  • Utilizar los tiempos difíciles. Recuerdo una película, La Vida es Bella, en la que en un momento muy difícil y en un campo de concentración un padre convierte la situación en un juego del escondite. Puede parecer absurda la comparación pero no lo es. Si aceptamos la realidad tendremos la mente tranquila para poder pensar en las diferentes maneras de vivirla, sacándole todo el provecho que podemos. Tal vez ésta pequeña fábula te ayude a comprender:


  • La motivación. La motivación es una arma realmente poderosa. Hace que no perdamos el sentido de las cosas ni de lo que queremos alcanzar en la vida. Si la Vida es Bella no es más que una película, El Hombre en Busca del Sentido es la historia real de quien ha vivido en un campo de concentración y sabe lo que es vivir la contrariedad, el tiempo difícil y tener sus propios recursos internos para saber vivir el momento con el mayor de los optimismo y esperanzas. Siempre hay un motivo por el que vivir, por el que luchar y por el que levantarse en la vida. El motivo está dentro de nosotros. Y si no que se lo pregunten a tantas personas que han perdido movilidad, andan en sillas de ruedas, son ciegos, sordos, mudos, etc y están llevando vida mucho más completas que gente que no ha perdido absolutamente nada. Incluso compiten y lo hacen mucho mejor que muchísimos de nosotros.






24/12/15

Cada uno tiene su propia Ley de Atracción

¿Qué es la Ley de la Atracción?

Wikipedia la define como los "pensamientos que una persona posee (sean estos conscientes o inconscientes), se supone provocan las emociones, las creencias y consecuencias". En otras palabras quiere decir que los pensamientos tienen una fuerza dentro de nuestra vida. Por otra parte somos nosotros con los pensamientos que decidimos alimentar los que atraemos aquello que pensamos en vez de ser objetos de lo que ocurre en la vida.
Hay cosas que de repente cobran importancia en nuestra vida y a raíz de ello comienzan a suceder toda una serie de situaciones que parecen repetirse una y otra vez. Recuerdo que cuando yo compré mi coche había pocos modelos circulando por la calle. De hecho le pregunté al vendedor si había alguno en la zona y me dijo que había tan sólo un par de ellos. Nada más comprarlo comencé a verlos como por arte de magia.
Son millones de percepciones las que entran cada día por nuestra mente. Son muchísimas las que desechamos, pero que están ahí almacenadas. Basta con que un día le demos importancia a algo para que nuestra mente se centre en aquello que elegimos.

Somos lo que pensamos.

Esta pequeña historia deja claro que atraemos lo que alimentamos, y nuestras ideas son la principal fuente de alimentación de todo aquello que nos puede ocurrir en la vida. Ya decía Henry Ford que "tanto si te lo crees como si no", tienes razón. Podemos alimentarnos positivamente que pueden ocurrir cosas negativas que nosotros nos encargamos de transformarlas en positiva. Por lo contrario, si nuestra manera de pensar es negativa ya pueden ocurrir todas las cosas buenas que quieras que nosotros nos encargaremos de ver solo la parte negativa.
Por lo que queda cada vez más claro que atraemos lo que pensamos. Por desgracia estamos todo el tiempo pensando pero jamás recapacitamos en la calidad de nuestros pensamientos. Será por orgullo, por educación o por lo que quieras, pero intentamos defender a capa y espada lo que pensamos y difícilmente lo ponemos en tela de juicio. Nuestra salud a nivel mental, por no decir de pensamiento, es tan importante como la misma salud corporal o incluso más, ya que la mente puede crear enfermedades psicosomáticas.

El camino de la Ley de la Atracción

 ¿Cuáles serían los pasos para que nuestra mente se colocara en positivo? Yo los resumiría en tres, aunque estos tres desmenuzarse en otro más.
  • Pedir en positivo.
No es otra cosa que la fuerza del deseo. Saber y centrarse en lo que se quiere y no en lo que se desea evitar. Y no es sencillo, porque mucha gente sí sabe lo que no quiere, pero le cuesta concretar lo que sí desea tener en la vida.
Pedir y tener claro lo que se quiere comienza a tener un espacio muy importante en la mente ya que dejas, inconscientemente, de centrarte en lo que no quieres para hacerlo en lo que sí quieres. Simplemente rellenando nuestra mente de lo que deseamos estamos ignorando y dejando de lado lo que no, por lo que nuestra mente estará enfocada en lo positivo y en lo que sí queremos.
Un pequeño ejemplo puede ser esclarecedor. No es lo mismo querer adelgazar porque me siento gordo (imagen fea que permanecerá en mi mente), que por tener salud, fuerza, vigor, energía, etc. Éstas últimas imágenes me ayudarán a centrarme más en lo que quiero que en lo que no.
  •      Buscad.
Yo no puedo esperar a que llegue la suerte a mi vida. La suerte no viene por casualidad, sino que es el resultado de un trabajo de saber estar en el momento adecuado, en el sitio adecuado, con las personas adecuadas y con las habilidades adecuadas para que sepa utilizarlo.
Lo adecuado se busca, se prepara, se crea. Crear las circunstancia como bien lo explica Alex Rovira en su libro "La Buena Suerte" es el trabajo del que tiene una actitud positiva y enfocada a lo que quiere. No espera, sale al encuentro.
Buscar es crear las circunstancia y comenzar con el riguroso proceso de utilizar estrategias, estar o conocer gente que ha logrado lo que nosotros queremos, preocuparse de adquirir no solamente la actitud, sino también la aptitud para poder lograrlo.
  • Tocad.
Tocar la puerta no es otra cosa que pasar a la acción, intentar hacer algo.
El miedo nos impide a dar pasos, pero si nos los damos es porque la fuerza de la atracción no la tenemos en la mente. El deseo no es suficiente y por tanto la motivación tampoco.
Dar el paso es estar convencido de lo que se busca, deseoso de encontrarlo por lo que representa para nuestra vida. Dar el paso es tener toda la mente puesta en el objetivo.
¿Quién atrae a quién? ¿Me atraen las cosas a mi? ¿Las atraigo yo a ellas? Yo soy quien las atraigo. Un helado nunca me atraerá si primero no tengo yo en la mente el olor, el sabor, el color, el gusto.
Yo soy quien piensa, y lo que pienso lo atraigo hacia mí.

23/12/15

LAS PERLAS DE SABIDURÍA






Había una vez en el lejano Oriente un hombre considerado muy sabio. Un joven viajero decidió visitarle para aprender de él. 
-Maestro, me gustaría saber cómo llegar a ser tan sabio como usted... 
-Es realmente sencillo, -le dijo- yo solo me dedico a descubrir perlas de sabiduría. ¿Ves aquel gran baúl de perlas? 
-Sí. 
-Son todas las que he acumulado durante mi vida. 
-Sí pero... ¿dónde puedo encontrarlas? 
-Están en todas partes. Es cuestión de aprender a discernirlas. La sabiduría siempre está preparada para quien esté dispuesto a tomarla. Es como una planta que nace dentro del hombre, evoluciona dentro de él, se nutre de otros hombres y da frutos que alimentan a otros hombres. 
-Aaahhhhh, ya, ya.... Lo que me está diciendo es que tengo que ir descubriendo lo que hay de sabio en cada persona para crear mi propia sabiduría y compartirla con los demás... 
En aquel momento, las palabras de aquel joven parecía como si se fueran formando una pequeña nube de vapor de agua que se condensaba hasta solidificarse en una pequeña perla.  
Inmediatamente el maestro la recogió para ponerla junto al resto de perlas. 
El maestro le dijo: 
-Realmente, mi única sabiduría es recopilar estas perlas para después saber utilizarlas en el momento oportuno.



Aprender de los demás.

Dicen que Dios nos dio dos orejas, dos ojos y una boca y que el motivo era para observar y escuchar más de lo que podemos hablar. La etapa más temprana de nuestra vida consiste precisamente en eso, en absorber como esponjas todo lo que la vida y los demás nos van enseñando.

Decimos también que los niños parecen estar ensimismados en su juegos y que no se enteran de nada, y cuando menos nos lo pensamos nos vienen con preguntas que nos ponen entre la espada y la pared al darnos a saber que tienen un sentido del oído y de la percepción grandísima.

Si queremos llegar a algún sitio en la vida el primer paso es aprender a observar lo que han hecho otros que ya han llegado ahí. Son las pequeñas perlas de sabiduría que vamos dejando a través de nuestra vida. 

Ver, oír y callar.

Tal vez sea el principio de la sabiduría. Ver y oír se enfocan en aprender de fuera. Callar ya es una actitud que nos lleva a pensar, reflexionar, investigar y a respetar. Son las actitudes que nos permiten aprender de los demás. Estar abiertos a la riqueza que cada uno lleva y aporta de sí mismo.

Al respecto hay un pequeño cuento oriental que nos invita de forma clara a ello:

                                         

Hace mucho tiempo un joven muchacho, deseoso de aprender nuevos conocimientos, acudió al viejo maestro con la esperanza de que lo tomase como discípulo.
El viejo sabio tras escuchar las palabras del muchacho, decidió aceptarlo como alumno y enseñarle todos sus conocimientos.
“Muchacho, ven mañana al despuntar el alba y recibirás tu primera enseñanza”.
Y así lo hizo el muchacho. En cuanto el sol empezó a asomarse por el horizonte, el joven discípulo se presentó en la casa de su maestro.
“Ven muchacho”, le dijo el joven sabio. “Tomemos una taza de té”.
Puso delante del joven una taza y empezó a servir el té . Sin embargo, en vez de pararse cuando la taza estaba llena, siguió vertiendo el líquido hasta que la tetera quedó completamente vacía. 
El muchacho se quedó sorprendido ante la situación que acaba de ver, pero por respeto a su maestro no quiso decirle nada.
“Por hoy ya hemos acabado”, le dijo el maestro. “Ya puedes volver a tu casa. Mañana te espero a la misma hora que canta el gallo”. 
Al día siguiente el joven discípulo se presentó en casa de su maestro con la ilusión de que ese día empezasen las enseñanzas. 
Sin embargo el viejo le sentó de nuevo a la mesa y le puso la taza de té delante llenándola hasta que la tetera quedó completamente vacía. 
Y así pasó un mes. Un día, el joven alumno reunió fuerzas y se animó a preguntarle al maestro cuándo empezarían las enseñanzas. 
“Muchacho”, le dijo el sabio. Hace un mes que empezamos con las lecciones. 
“¿Cómo es posible?”, preguntó el joven. “Desde hace un mes lo único que hago es sentarme y ver como se derrama el té de la taza”. 
“Al igual que la taza, estás lleno de opiniones y especulaciones. ¿Cómo vas a aprender si no empiezas por vaciar tu taza?”, respondió el viejo sabio.



22/12/15

Cómo ser feliz: Los pasos para conseguirlo.

Cómo ser feliz: Los pasos para conseguirlo.

La felicidad: un objetivo común.

Todos buscamos la felicidad. Queremos ser felices. Curiosamente en internet hay más de 17.000.000 de búsquedas al respecto. ¿Será que la felicidad es algo que falta de forma genérica a muchos de los humanos? Cómo ser feliz: cuáles son los pasos para conseguirlo. ¡Eh ahí la gran pregunta! Lo que sí queda claro es que la búsqueda de la felicidad es un objetivo común a todos los que habitamos bajo el mismo cielo.

¿Qué es la felicidad?

Para ser felices los primero que tenemos que aclarar dentro de nosotros mismos es lo que entendemos por felicidad. Se nos ofrecen muchas cosas a la hora de ser felices. Creo que hay una lucha muy grande entre dos aspectos que tratan de conseguir y acaparar la atención y que nos proponen la felicidad: "El ser y el Tener".
  • Tener:
Hay la propuesta de la sociedad de consumo que nos hacer tomar conciencia que seremos felices cuando seamos capaces de poseer cosas: dinero, casas, coches, móviles del último dinero, etc.
También se nos invita a intentar conseguir sobresalir y acaparar la atención de los demás en la medida en la que usemos ésta o aquella cosa, éste o aquel perfume, aquel traje u el otro.
Detrás del tener se esconde la necesidad de ser aceptado por otras personas sea en el ámbito que sea: social, laboral, económico.
La felicidad depende de lo que tengamos en nuestras vidas.
  • Ser:
¿Está la felicidad fuera de nosotros mismos o más bien está dentro de cada uno de nosotros?
Hay un cuento  en el que se decía que al principio de los tiempos los dioses decidieron esconder un tesoro donde fuera muy difícil de encontrar por parte de los hombres. El lugar más adecuado, decidieron los dioses, sería dentro del mismo ser humano. Tal vez es un indicativo de que la felicidad no está tanto en el tener sino en saber ser uno mismo.
A nivel bíblico hay muchos aspectos que nos recuerdan que la felicidad está en uno mismo y no fuera. Uno de los pasaje, aunque se una fábula, es el relato de Adán y Eva que andaban desnudos y sin complejos por el paraíso. Y mientras desnudos andaba todo iba bien. En el momento en que no se aceptaron y quisieron ser diferentes, quisieron ser "como Dios", llegó el problema: Miedo, esconderse, taparse sus partes genitales, miedo a reconocer el error ante Dios, etc. ¿No es curioso? En la desnudez, que viene a ser la aceptación de sí mismos todo iba bien. Cuando dejaron de ser ellos mismos se encontraron con todo tipo de complejos. Creo que aunque se una fábula el sentido y el mensaje es muy claro: la felicidad está dentro de uno y no en lo que posee.

Así pues la felicidad creo que es ante todo "ser uno mismo". Es más, cuando somos pequeños, poco tenemos, con poco nos conformamos y mucha sonrisa y felicidad proyectamos hacia afuera.


Cómo ser feliz: Los pasos para conseguirlo.

Cómo ser feliz: Los pasos para conseguirlo.

Ser feliz y encontrar los pasos para conseguirlo no debería ser difícil pues posiblemente están dentro de nosotros. Yo creo que si somos sinceros con nosotros mismos, echamos la vista atrás y analizamos los momentos de nuestra vida encontremos la solución al cómo ser felices, y sobre todo partiendo de nuestra propia experiencia. A grandes rasgos podríamos decir que hemos sido felices cuando:
  • Disfrutamos de lo que había. Hemos sido capaces de saborear los pequeños momentos y detalles de la vida: desde una comida, hasta una mirada, desde risas en grupo hasta el echar música. Pequeños momentos en los que nos sentimos bien haciendo algo, observado, escuchando pequeñas cosas que forman parte de lo cotidiano.
  • Aceptación. Cuando nos sentimos contentos con nosotros mismos y no nos comparamos con nadie. "Las comparaciones son odiosas", dice el refrán. Lo comentaba más arriba, en cuanto Adán y Eva se compararon con Dios y quisieron ser como él tal vez comenzó el rechazo hacia sí mismos. Nadie puede ser feliz rechazándose a sí mismo. La aceptación es la clave. Todos somos diferentes, nos tocó ser así y así podemos ser felices, apreciándonos y valorándonos, con nuestras diferencias y nuestra singularidad.
  • Establecer metas significativas. Somos personas que nacemos, crecemos y evolucionamos. Tener metas que den significado a nuestra vida es importante. Metas que nos ayuden no tanto a tener sino más bien a ser, a desarrollar aquello que nos gusta. Crecer en aptitudes y habilidades en la vida son aspectos que nos hacen sentir dueños de nosotros mismos y que manejamos las riendas de nuestra vida.
  • Tomar la iniciativa.La iniciativa es símbolo de seguridad. Quien la toma es porque confía en sus posibilidades y porque cree que aún errando está seguro de lo que quiere encontrar en la vida. La iniciativa, por otra parte, nos hace sentir satisfechos con nosotros mismos, con lo que somos, con lo que buscamos y con los valores que llevamos dentro.
  • Relaciones profundas y cercanas. Somos seres sociales por naturaleza. El sentido de pertenencia, el amar y sentirse amado es parte de nuestra esencia. Comunicarse, compartir y darse al otro nos ayuda a ser felices. Pero ello nunca nos debería llevar a las dependencias emocionales. Depender de otros es no confiar en nuestra propia valía como persona.
  • Sonreír.Los niños lo hacen constantemente. Y son felices. sonreír es sano y en muchos momentos, aún cuando no tengamos ganas es bueno. Nos ayuda a tener una visión y una actitud más amplia y positiva de la vida.
  • Agradecimiento. Agradecer de forma contínua, y aunque parezca pesado, es una forma de ver las muchas cosas buenas que hay en la vida. Desde el agradecimiento al que te desea salud cuando estornudas, hasta al que hace algo grande por tí. Agradecer es reconocer el lado positivo de las cosas y ver el vaso medio lleno en cada detalle.
  • Altruismo¿Conoces a alguien que se dedique a ayudar a los demás que esté triste? Dicen que el amor cuanto más se reparte más recibe. Cuando amamos y nos damos a los demás hay un sentimiento de que somos alguien. Nos sentimos bien con nosotros mismos y nos sentimos útiles. Dar es como si fuera una extensión de nuestra vida. Dar, aún dando desde lo poco que nos sintamos nos hará sentir muchísimo mejor. El amor da sentido a la vida, a la propia existencia.
 Cómo ser feliz: Los pasos para conseguirlo.

La felicidad: un objetivo común.

Todos buscamos la felicidad. Queremos ser felices. Curiosamente en internet hay más de 17.000.000 de búsquedas al respecto. ¿Será que la felicidad es algo que falta de forma genérica a muchos de los humanos? Cómo ser feliz: cuáles son los pasos para conseguirlo. ¡Eh ahí la gran pregunta! Lo que sí queda claro es que la búsqueda de la felicidad es un objetivo común a todos los que habitamos bajo el mismo cielo.

¿Qué es la felicidad?

Para ser felices los primero que tenemos que aclarar dentro de nosotros mismos es lo que entendemos por felicidad. Se nos ofrecen muchas cosas a la hora de ser felices. Creo que hay una lucha muy grande entre dos aspectos que tratan de conseguir y acaparar la atención y que nos proponen la felicidad: "El ser y el Tener".
  • Tener:
Hay la propuesta de la sociedad de consumo que nos hacer tomar conciencia que seremos felices cuando seamos capaces de poseer cosas: dinero, casas, coches, móviles del último dinero, etc.

También se nos invita a intentar conseguir sobresalir y acaparar la atención de los demás en la medida en la que usemos ésta o aquella cosa, éste o aquel perfume, aquel traje u el otro.

Detrás del tener se esconde la necesidad de ser aceptado por otras personas sea en el ámbito que sea: social, laboral, económico.

La felicidad depende de lo que tengamos en nuestras vidas.
  • Ser:
¿Está la felicidad fuera de nosotros mismos o más bien está dentro de cada uno de nosotros?

Hay un cuento  en el que se decía que al principio de los tiempos los dioses decidieron esconder un tesoro donde fuera muy difícil de encontrar por parte de los hombres. El lugar más adecuado, decidieron los dioses, sería dentro del mismo ser humano. Tal vez es un indicativo de que la felicidad no está tanto en el tener sino en saber ser uno mismo.

 

Cómo ser feliz: Los pasos para conseguirlo.

La felicidad: un objetivo común.

Todos buscamos la felicidad. Queremos ser felices. Curiosamente en internet hay más de 17.000.000 de búsquedas al respecto. ¿Será que la felicidad es algo que falta de forma genérica a muchos de los humanos? Cómo ser feliz: cuáles son los pasos para conseguirlo. ¡Eh ahí la gran pregunta! Lo que sí queda claro es que la búsqueda de la felicidad es un objetivo común a todos los que habitamos bajo el mismo cielo.

¿Qué es la felicidad?

Para ser felices los primero que tenemos que aclarar dentro de nosotros mismos es lo que entendemos por felicidad. Se nos ofrecen muchas cosas a la hora de ser felices. Creo que hay una lucha muy grande entre dos aspectos que tratan de conseguir y acaparar la atención y que nos proponen la felicidad: "El ser y el Tener".
  • Tener:
Hay la propuesta de la sociedad de consumo que nos hacer tomar conciencia que seremos felices cuando seamos capaces de poseer cosas: dinero, casas, coches, móviles del último dinero, etc.
También se nos invita a intentar conseguir sobresalir y acaparar la atención de los demás en la medida en la que usemos ésta o aquella cosa, éste o aquel perfume, aquel traje u el otro.
Detrás del tener se esconde la necesidad de ser aceptado por otras personas sea en el ámbito que sea: social, laboral, económico.
La felicidad depende de lo que tengamos en nuestras vidas.
  • Ser:
¿Está la felicidad fuera de nosotros mismos o más bien está dentro de cada uno de nosotros?
Hay un cuento  en el que se decía que al principio de los tiempos los dioses decidieron esconder un tesoro donde fuera muy difícil de encontrar por parte de los hombres. El lugar más adecuado, decidieron los dioses, sería dentro del mismo ser humano. Tal vez es un indicativo de que la felicidad no está tanto en el tener sino en saber ser uno mismo.
A nivel bíblico hay muchos aspectos que nos recuerdan que la felicidad está en uno mismo y no fuera. Uno de los pasaje, aunque se una fábula, es el relato de Adán y Eva que andaban desnudos y sin complejos por el paraíso. Y mientras desnudos andaba todo iba bien. En el momento en que no se aceptaron y quisieron ser diferentes, quisieron ser "como Dios", llegó el problema: Miedo, esconderse, taparse sus partes genitales, miedo a reconocer el error ante Dios, etc. ¿No es curioso? En la desnudez, que viene a ser la aceptación de sí mismos todo iba bien. Cuando dejaron de ser ellos mismos se encontraron con todo tipo de complejos. Creo que aunque se una fábula el sentido y el mensaje es muy claro: la felicidad está dentro de uno y no en lo que posee.
Así pues la felicidad creo que es ante todo "ser uno mismo". Es más, cuando somos pequeños, poco tenemos, con poco nos conformamos y mucha sonrisa y felicidad proyectamos hacia afuera.
Cómo ser feliz: Los pasos para conseguirlo.

Cómo ser feliz: Los pasos para conseguirlo.

Ser feliz y encontrar los pasos para conseguirlo no debería ser difícil pues posiblemente están dentro de nosotros. Yo creo que si somos sinceros con nosotros mismos, echamos la vista atrás y analizamos los momentos de nuestra vida encontremos la solución al cómo ser felices, y sobre todo partiendo de nuestra propia experiencia. A grandes rasgos podríamos decir que hemos sido felices cuando:
  • Disfrutamos de lo que había. Hemos sido capaces de saborear los pequeños momentos y detalles de la vida: desde una comida, hasta una mirada, desde risas en grupo hasta el echar música. Pequeños momentos en los que nos sentimos bien haciendo algo, observado, escuchando pequeñas cosas que forman parte de lo cotidiano.
  • Aceptación. Cuando nos sentimos contentos con nosotros mismos y no nos comparamos con nadie. "Las comparaciones son odiosas", dice el refrán. Lo comentaba más arriba, en cuanto Adán y Eva se compararon con Dios y quisieron ser como él tal vez comenzó el rechazo hacia sí mismos. Nadie puede ser feliz rechazándose a sí mismo. La aceptación es la clave. Todos somos diferentes, nos tocó ser así y así podemos ser felices, apreciándonos y valorándonos, con nuestras diferencias y nuestra singularidad.
  • Establecer metas significativas. Somos personas que nacemos, crecemos y evolucionamos. Tener metas que den significado a nuestra vida es importante. Metas que nos ayuden no tanto a tener sino más bien a ser, a desarrollar aquello que nos gusta. Crecer en aptitudes y habilidades en la vida son aspectos que nos hacen sentir dueños de nosotros mismos y que manejamos las riendas de nuestra vida.
  • Tomar la iniciativa.La iniciativa es símbolo de seguridad. Quien la toma es porque confía en sus posibilidades y porque cree que aún errando está seguro de lo que quiere encontrar en la vida. La iniciativa, por otra parte, nos hace sentir satisfechos con nosotros mismos, con lo que somos, con lo que buscamos y con los valores que llevamos dentro.
  • Relaciones profundas y cercanas. Somos seres sociales por naturaleza. El sentido de pertenencia, el amar y sentirse amado es parte de nuestra esencia. Comunicarse, compartir y darse al otro nos ayuda a ser felices. Pero ello nunca nos debería llevar a las dependencias emocionales. Depender de otros es no confiar en nuestra propia valía como persona.
  • Sonreír.Los niños lo hacen constantemente. Y son felices. sonreír es sano y en muchos momentos, aún cuando no tengamos ganas es bueno. Nos ayuda a tener una visión y una actitud más amplia y positiva de la vida.
  • Agradecimiento. Agradecer de forma contínua, y aunque parezca pesado, es una forma de ver las muchas cosas buenas que hay en la vida. Desde el agradecimiento al que te desea salud cuando estornudas, hasta al que hace algo grande por tí. Agradecer es reconocer el lado positivo de las cosas y ver el vaso medio lleno en cada detalle.
  • Altruismo¿Conoces a alguien que se dedique a ayudar a los demás que esté triste? Dicen que el amor cuanto más se reparte más recibe. Cuando amamos y nos damos a los demás hay un sentimiento de que somos alguien. Nos sentimos bien con nosotros mismos y nos sentimos útiles. Dar es como si fuera una extensión de nuestra vida. Dar, aún dando desde lo poco que nos sintamos nos hará sentir muchísimo mejor. El amor da sentido a la vida, a la propia existencia.
A nivel bíblico hay muchos aspectos que nos recuerdan que la felicidad está en uno mismo y no fuera. Uno de los pasaje, aunque se una fábula, es el relato de Adán y Eva que andaban desnudos y sin complejos por el paraíso. Y mientras desnudos andaba todo iba bien. En el momento en que no se aceptaron y quisieron ser diferentes, quisieron ser "como Dios", llegó el problema: Miedo, esconderse, taparse sus partes genitales, miedo a reconocer el error ante Dios, etc. 

¿No es curioso? En la desnudez, que viene a ser la aceptación de sí mismos todo iba bien. Cuando dejaron de ser ellos mismos se encontraron con todo tipo de complejos. Creo que aunque se una fábula el sentido y el mensaje es muy claro: la felicidad está dentro de uno y no en lo que posee. Así pues la felicidad creo que es ante todo "ser uno mismo". Es más, cuando somos pequeños, poco tenemos, con poco nos conformamos y mucha sonrisa y felicidad proyectamos hacia afuera.


Cómo ser feliz: Los pasos para conseguirlo.

Cómo ser feliz: Los pasos para conseguirlo.

Ser feliz y encontrar los pasos para conseguirlo no debería ser difícil pues posiblemente están dentro de nosotros. Yo creo que si somos sinceros con nosotros mismos, echamos la vista atrás y analizamos los momentos de nuestra vida encontremos la solución al cómo ser felices, y sobre todo partiendo de nuestra propia experiencia. A grandes rasgos podríamos decir que hemos sido felices cuando:
  • Disfrutamos de lo que había. Hemos sido capaces de saborear los pequeños momentos y detalles de la vida: desde una comida, hasta una mirada, desde risas en grupo hasta el echar música. Pequeños momentos en los que nos sentimos bien haciendo algo, observado, escuchando pequeñas cosas que forman parte de lo cotidiano.
  • Aceptación. Cuando nos sentimos contentos con nosotros mismos y no nos comparamos con nadie. "Las comparaciones son odiosas", dice el refrán. Lo comentaba más arriba, en cuanto Adán y Eva se compararon con Dios y quisieron ser como él tal vez comenzó el rechazo hacia sí mismos. Nadie puede ser feliz rechazándose a sí mismo. La aceptación es la clave. Todos somos diferentes, nos tocó ser así y así podemos ser felices, apreciándonos y valorándonos, con nuestras diferencias y nuestra singularidad.
  • Establecer metas significativas. Somos personas que nacemos, crecemos y evolucionamos. Tener metas que den significado a nuestra vida es importante. Metas que nos ayuden no tanto a tener sino más bien a ser, a desarrollar aquello que nos gusta. Crecer en aptitudes y habilidades en la vida son aspectos que nos hacen sentir dueños de nosotros mismos y que manejamos las riendas de nuestra vida.
  • Tomar la iniciativa.La iniciativa es símbolo de seguridad. Quien la toma es porque confía en sus posibilidades y porque cree que aún errando está seguro de lo que quiere encontrar en la vida. La iniciativa, por otra parte, nos hace sentir satisfechos con nosotros mismos, con lo que somos, con lo que buscamos y con los valores que llevamos dentro.
  • Relaciones profundas y cercanas. Somos seres sociales por naturaleza. El sentido de pertenencia, el amar y sentirse amado es parte de nuestra esencia. Comunicarse, compartir y darse al otro nos ayuda a ser felices. Pero ello nunca nos debería llevar a las dependencias emocionales. Depender de otros es no confiar en nuestra propia valía como persona.
  • Sonreír.Los niños lo hacen constantemente. Y son felices. sonreír es sano y en muchos momentos, aún cuando no tengamos ganas es bueno. Nos ayuda a tener una visión y una actitud más amplia y positiva de la vida.
  • Agradecimiento. Agradecer de forma contínua, y aunque parezca pesado, es una forma de ver las muchas cosas buenas que hay en la vida. Desde el agradecimiento al que te desea salud cuando estornudas, hasta al que hace algo grande por tí. Agradecer es reconocer el lado positivo de las cosas y ver el vaso medio lleno en cada detalle.
  • Altruismo¿Conoces a alguien que se dedique a ayudar a los demás que esté triste? Dicen que el amor cuanto más se reparte más recibe. Cuando amamos y nos damos a los demás hay un sentimiento de que somos alguien. Nos sentimos bien con nosotros mismos y nos sentimos útiles. Dar es como si fuera una extensión de nuestra vida. Dar, aún dando desde lo poco que nos sintamos nos hará sentir muchísimo mejor. El amor da sentido a la vida, a la propia existencia.

 

Cómo ser feliz: Los pasos para conseguirlo.

La felicidad: un objetivo común.

Todos buscamos la felicidad. Queremos ser felices. Curiosamente en internet hay más de 17.000.000 de búsquedas al respecto. ¿Será que la felicidad es algo que falta de forma genérica a muchos de los humanos? Cómo ser feliz: cuáles son los pasos para conseguirlo. ¡Eh ahí la gran pregunta! Lo que sí queda claro es que la búsqueda de la felicidad es un objetivo común a todos los que habitamos bajo el mismo cielo.

¿Qué es la felicidad?

Para ser felices los primero que tenemos que aclarar dentro de nosotros mismos es lo que entendemos por felicidad. Se nos ofrecen muchas cosas a la hora de ser felices. Creo que hay una lucha muy grande entre dos aspectos que tratan de conseguir y acaparar la atención y que nos proponen la felicidad: "El ser y el Tener".
  • Tener:
Hay la propuesta de la sociedad de consumo que nos hacer tomar conciencia que seremos felices cuando seamos capaces de poseer cosas: dinero, casas, coches, móviles del último dinero, etc.

También se nos invita a intentar conseguir sobresalir y acaparar la atención de los demás en la medida en la que usemos ésta o aquella cosa, éste o aquel perfume, aquel traje u el otro.

Detrás del tener se esconde la necesidad de ser aceptado por otras personas sea en el ámbito que sea: social, laboral, económico.

La felicidad depende de lo que tengamos en nuestras vidas.
  • Ser:
¿Está la felicidad fuera de nosotros mismos o más bien está dentro de cada uno de nosotros?
Hay un cuento  en el que se decía que al principio de los tiempos los dioses decidieron esconder un tesoro donde fuera muy difícil de encontrar por parte de los hombres. El lugar más adecuado, decidieron los dioses, sería dentro del mismo ser humano. Tal vez es un indicativo de que la felicidad no está tanto en el tener sino en saber ser uno mismo.

A nivel bíblico hay muchos aspectos que nos recuerdan que la felicidad está en uno mismo y no fuera. Uno de los pasaje, aunque se una fábula, es el relato de Adán y Eva que andaban desnudos y sin complejos por el paraíso. Y mientras desnudos andaba todo iba bien. En el momento en que no se aceptaron y quisieron ser diferentes, quisieron ser "como Dios", llegó el problema: Miedo, esconderse, taparse sus partes genitales, miedo a reconocer el error ante Dios, etc. 

¿No es curioso? En la desnudez, que viene a ser la aceptación de sí mismos todo iba bien. Cuando dejaron de ser ellos mismos se encontraron con todo tipo de complejos. Creo que aunque se una fábula el sentido y el mensaje es muy claro: la felicidad está dentro de uno y no en lo que posee.

Así pues la felicidad creo que es ante todo "ser uno mismo". Es más, cuando somos pequeños, poco tenemos, con poco nos conformamos y mucha sonrisa y felicidad proyectamos hacia afuera.


Cómo ser feliz: Los pasos para conseguirlo.

Cómo ser feliz: Los pasos para conseguirlo.

Ser feliz y encontrar los pasos para conseguirlo no debería ser difícil pues posiblemente están dentro de nosotros. Yo creo que si somos sinceros con nosotros mismos, echamos la vista atrás y analizamos los momentos de nuestra vida encontremos la solución al cómo ser felices, y sobre todo partiendo de nuestra propia experiencia. A grandes rasgos podríamos decir que hemos sido felices cuando:
  • Disfrutamos de lo que había. Hemos sido capaces de saborear los pequeños momentos y detalles de la vida: desde una comida, hasta una mirada, desde risas en grupo hasta el echar música. Pequeños momentos en los que nos sentimos bien haciendo algo, observado, escuchando pequeñas cosas que forman parte de lo cotidiano.
  • Aceptación. Cuando nos sentimos contentos con nosotros mismos y no nos comparamos con nadie. "Las comparaciones son odiosas", dice el refrán. Lo comentaba más arriba, en cuanto Adán y Eva se compararon con Dios y quisieron ser como él tal vez comenzó el rechazo hacia sí mismos. Nadie puede ser feliz rechazándose a sí mismo. La aceptación es la clave. Todos somos diferentes, nos tocó ser así y así podemos ser felices, apreciándonos y valorándonos, con nuestras diferencias y nuestra singularidad.
  • Establecer metas significativas. Somos personas que nacemos, crecemos y evolucionamos. Tener metas que den significado a nuestra vida es importante. Metas que nos ayuden no tanto a tener sino más bien a ser, a desarrollar aquello que nos gusta. Crecer en aptitudes y habilidades en la vida son aspectos que nos hacen sentir dueños de nosotros mismos y que manejamos las riendas de nuestra vida.
  • Tomar la iniciativa.La iniciativa es símbolo de seguridad. Quien la toma es porque confía en sus posibilidades y porque cree que aún errando está seguro de lo que quiere encontrar en la vida. La iniciativa, por otra parte, nos hace sentir satisfechos con nosotros mismos, con lo que somos, con lo que buscamos y con los valores que llevamos dentro.
  • Relaciones profundas y cercanas. Somos seres sociales por naturaleza. El sentido de pertenencia, el amar y sentirse amado es parte de nuestra esencia. Comunicarse, compartir y darse al otro nos ayuda a ser felices. Pero ello nunca nos debería llevar a las dependencias emocionales. Depender de otros es no confiar en nuestra propia valía como persona.
  • Sonreír.Los niños lo hacen constantemente. Y son felices. sonreír es sano y en muchos momentos, aún cuando no tengamos ganas es bueno. Nos ayuda a tener una visión y una actitud más amplia y positiva de la vida.
  • Agradecimiento. Agradecer de forma contínua, y aunque parezca pesado, es una forma de ver las muchas cosas buenas que hay en la vida. Desde el agradecimiento al que te desea salud cuando estornudas, hasta al que hace algo grande por tí. Agradecer es reconocer el lado positivo de las cosas y ver el vaso medio lleno en cada detalle.
  • Altruismo¿Conoces a alguien que se dedique a ayudar a los demás que esté triste? Dicen que el amor cuanto más se reparte más recibe. Cuando amamos y nos damos a los demás hay un sentimiento de que somos alguien. Nos sentimos bien con nosotros mismos y nos sentimos útiles. Dar es como si fuera una extensión de nuestra vida. Dar, aún dando desde lo poco que nos sintamos nos hará sentir muchísimo mejor. El amor da sentido a la vida, a la propia existencia.