10/4/14

Nuestra misión



El Espíritu del Señor está sobre mí. 
Porque El me ha ungido. 
Me ha enviado 
para dar la Buena Noticia a los pobres, 
para anunciar a los cautivos la libertad, 
y a los ciegos la vista. 
Para dar libertad a los oprimidos, 
para anunciar el año de gracia del Señor’.  
‘Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír’


Todos tenemos unos objetivos en la vida. Jesús ha cambiado el curso de la historia. Y el cambio comienza con algo en concreto y que nos invita a tenerlo en cuenta dentro de nuestros objetivos personales:

  • Una Misión. Se siente enviado y así lo comunica. Se siente enviado y con una misión, la de llegar a una serie de personas a satisfacer una serie de necesidades.
  • Ello nos lleva a algo muy importante y es el plantearnos la misión que cada uno tiene en la vida.Y es una misión que tiene dos caras: una la de sentirnos realizados y otras la de ayudar a otros, bien sean conocidos o no, cercarnos y lejanos. La vida adquiere sentido en la medida en la que nos sentimos útiles. Es por ello que, si no nos vemos dentro de una misión en el mundo, y esa misión no tiene repercusión positiva en otras personas, la misión puede de carecer de sentido.
  • ¿Cuál es mi objetivo al cual quiero llegar? Sea el nivel que sea, familiar, personal, laboral, económico?
  • ¿De qué soy portador? ¿Qué aporto a mi mismo y a los demás? 

  •  
  • Un plan.
  • Unos objetivos muy concretos.
  • Una comunicación.
  • Un paso que da.