23/6/15

Creando circunstancias.



Recuerdo aquellos años jóvenes, y más tarde no tan jóvenes, en los que buscaba la manera de encontrarme con la chica que me gustaba: estudiaba el recorrido, la hora, los días y luego me hacía el encontradizo hasta que conseguía hablar con ella. Se qué eso no era suficiente, pero era el principio. Luego vendrían los saludos, las palabras, las sonrisas, etc. Recuerdo que una y otra vez repasaba las situaciones de encuentro "fortuito" en mi mente. De una manera u otra estaba provocando situaciones que a mi me interesaban para contactar con la persona en cuestión.

La suerte nunca viene por casualidad y recuerdo que a nivel laboral también preparaba mis encuentros con posibles compradores o vendedores de casas. Unas veces el teléfono, otras conversaciones que daban pie a presentarme como agente inmobiliario, a tocar una puerta, etc. Aún recuerdo la semana pasada que le preguntaba a una señora que sacaba a su perro a pasear si sabía de alguna casa cerca de la suya que estuviera en venta. Me dijo que casa no, pero el solar en el que estaban los perros sí. Y no había ningún cartel. 

Son muchas las circunstancias que hacen posible se produzcan unos resultados que buscas. Lo importante no es tener la actitud de espera. Tal vez piensas que te lo van a dar en bandeja. Lo importante es saber construir un tejido de situaciones como puede ser la información, la formación, las compañías, la observación, las preguntas, las iniciativas, el aprendizaje de cada negativa o de cada fracaso. Es la preparación constante lo que hace que cuando aparezca la oportunidad sepas aprovecharla porque te has preparado para ella y tu mente está abierta para aprovecharla-

Me recuerda a aquello del Evangelio donde Jesús nos muestra cual es el camino: "Pedir, y se os dará; buscad, y encontraréis. Tocad, y se os abrirá". Proactividad total y absoluta. "Caminante no hay camino, se hace camino al andar."