2/11/15

La voz de la experiencia.





AHORA YO SÉ

Cuanto tiempo de sueño perdido 
Cuanto tiempo olvidado 
Es mejor ni pensar 
Yo creí que entendía de todo 
Que sabía de todo 
Pero era un error. 

Pero ahora sé lo que sucedió 
Quien sabe menos las cosas 
Sabe mucho más que yo 
Pero ahora sé lo que sucedió 
Quien sabe menos las cosas 
Sabe mucho más que yo. 

De consejos que a veces oía 
Yo siempre huía 
No quería entender 
En un mundo de ensueños yo andaba 
Y tan sólo pensaba 
En nuestro querer. 

Pero ahora sé lo que sucedió 
Quien sabe menos las cosas 
Sabe mucho más que yo 
Pero ahora sé lo que sucedió 
Quien sabe menos las cosas 
Sabe mucho más que yo. 

Y ahora mi camino es incierto 
Y mi mundo es decierto 
Yo no vivo porque 
Yo pensé que entendía de todo 
Que sabía de todo 
Pero no sé de ti. 

Pero ahora sé lo que sucedió 
Quien sabe menos las cosas 
Sabe mucho más que yo 
Pero ahora sé lo que sucedió 
Quien sabe menos las cosas 
Sabe mucho más que yo. 

Pero ahora sé lo que sucedió 
Quien sabe menos las cosas 
Sabe mucho más que yo 
La, la, la, la....

(Roberto Carlos)

Es una canción que me trae muy buenos recuerdos y que hoy ha venido a mi mente porque la voz de la experiencia puede ser muy buena consejera y el principio de un camino a recorrer y la muleta en la que apoyarse para toma de decisiones importantes.

La experiencia es información. Curiosamente estamos en la época de la información y hay sectores en los que se paga por obtenerla. Quien más información posea más claro lo tendrá siempre y cuando sepa gestionarla.

¿Quién no se ha parado alguna vez en la vida y recuerda los consejos que había recibido y decidió ignorarlos porque lo creía saber todo o simplemente quería intentarlo haciendo guiños a los desafíos que quería darle a la vida.

La experiencia es una buena consejera, aunque no la única. A veces ir en contra de la experiencia resulta. Es el caso de los grandes inventores. Decía Víctor Hugo que una idea es loca hasta que se convierte en realidad. Pero tener la experiencia como referencia siempre nos ayudará a poder contrastar lo que queremos con lo que ha habido hasta el momento.

Lo que sí es cierto e ineludible es que hay caminos de éxito personal, profesional, familiar, de relaciones interpersonales que están marcados por una serie de pasos. No escucharlo, no tenerlos en cuenta, ir por libre, querer hacer la machada por propia cuenta y riesgo conlleva casi todos los billetes para no lograrlo.

La vida es, queramos o no, parte de un sistema. Los sistemas llevan unas pautas que son las que marcan éxito y fracaso. Tenerlas en cuenta es sabiduría. Es conocimiento con el que contar como punto de partida.