11/4/12

Equilibrio en todo momento



Hay algo que llama la atención de la situación de crisis en la que estamos sumergidos a nivel económico: los recortes que se hacen son la cara visible de un problema en el que se ha gastado más de lo que se ha generado.

A nivel familiar también se ha visto como muchas familias has generado más gastos que ingresos. Muchos han vivido vistiendo la piel del oso antes de cazarlo, o lo que es lo mismo, han vivido de ilusiones y sueños que no han llegado a cristalizarse.

Generar un equilibrio en el que el gasto que se realiza siempre sea menor al de las ganancias es parte del juego en que tenemos que participar. No se puede vaciar la despensa sin la seguridad de poder llenarla nuevamente.

A nivel de relaciones también podemos encontrarnos con personas que acedan totalmente a otros, olvidándose de si y vemos como al final acaban desgastados y quemados. Una de las máximas de la vida es cuidarse para poder cuidar.

Vivir sin equilibrio nos lleva al desequilibrio, y éste nos lleva a un camino de dificultad y de desilusión. Hay que vivir en una cultura del ahorro, más que nada para poder dar en todo momento y máxime en situaciones de precariedad.

También desde el punto de vista debemos desarrollar la cultura de saber depositar beneficios que se vayan acumulando y que generen amor y confianza hacia nosotros.

El amor es fuente de energía. Para poder amar hay que dar de lo que uno es y tiene, y para ello cuidarse es necesario, para poder ofrecer luego a los demás.