He leído el artículo de Raimón Samsó en el Pais Semanal sobre las influencias y la verdad es que, aún habiendo leído sobre el tema anteriormente, me ha gustado y es de lo que te hace pensar porque si be es cierto que cuidamos lo que comemos, aunque cada vez menos, y controlamos lo que hacen nuestros hijos, no siempre somos conscientes de lo que elegimos ver, escuchar, leer o incluso de quien tener como amigos. Y todo ello influye, para bien o para mall en nuestras vidas. Es más, lo que vivimos cada uno de nosotros es fruto de decisiones que, en pequeña o gran escala, hemos ido eligiendo a lo largo de nuestra vida.
En mi trabajo actual creo ir rodeándome de gente positiva y que busca el crecimiento personal. No son personas enfocadas única y exclusivamente al mundo al mundo de los resultados o de las ventas. Crecimiento personal de acuerdo con el sueño que tu eliges y ayudar entre todos a encontrarlo. Entre las experiencias que voy viviendo, y que no es fácil encontrar, es la visión optimista y positiva de la vida, sobre todo el estar enfocado en la consecución de los resultados a pesar de las dificultades que uno se encuentra en la vida. Eso es importante.
Lo digo porque meses atrás, y ante las dificultades en las que se encontraba una de las empresas en las que me muevo, lo más fácil era exigir, protestar y esperar que las soluciones las dieran siempre otros. Es importante darse cuenta de que somos nosotros los responsables de las tomas de decisiones y de las alternativas que podemos tener ante la dificultad. Cuando te encuentras con gente positiva y proactiva te das cuenta de la importancia de tomar iniciativas y de no mirar a la dificultad como tal sino a las soluciones. Eso es lo que te hace crecer como personas y sentirte bien en la misma vida y sobre todo contigo mismo.
Es tan importante el rodearse de este tipo de gente que hoy he participado en un nuevo grupo, que lo he buscado como complemento para el negocio que desarrollo y como complemento formativo a lo que ya tengo actualmente. Y la verdad es que la primera reunión me ha parecido bien porque se que estaré rodeado de buena gente y de desafíos que me van a enriquecer a nivel personal y a nivel profesional. Estoy contento por ello.
Elegimos cada día con quien estar, en el que trabajar o afrontar el trabajo que tengo, el ampliar o no la manera de pensar, enriquecerse como persona o de crecer personalmente. Elegimos lo que vemos, leemos, escuchamos o con quien estamos. ¿Se lo que elijo y porqué lo elijo? ¿O soy más bien autómata que dejo llevar por lo que aparece o por la misma inercia de lo que ya he elegido anteriormente?
A veces nos sentimos pobres y vacío, ¿será por las pobres elecciones que hacemos cada día?