3/11/15

El propio Karma


Es la prueba de fuego para cualquier persona. La situaciones de la vida, el trato que nos ofrecen los demás, queramos o no suelen hacer mella en cada uno de nosotros. El equilibrio, la propia autoestima y la confianza en uno mismo, así como la fidelidad a los propios valores que profesamos es indispensable. Todo ello se consigue con el crecimiento personal y sabiendo dar prioridad a dos cosas muy importantes:
  • Los propios valores. Si creemos en algo, creemos en ello sea en la situación que sea. No dependemos de lo que nos suceda o de cómo nos traten, sino de aquello en lo que creemos y en lo que somos. Una pequeña historia lo refleja de una manera muy clara: 

Un hombre rico 
le entregó una canasta con basura 
a un hombre pobre.
El hombre pobre sonrió 
y corrió con la canasta, 
la vació, la lavó y la llenó de flores 
y se la dio de regreso...
El hombre rico se asombró y le preguntó...
¿Por qué me has dado flores, si yo te di basura? 
el hombre pobre respondió: 
Porque cada uno da, 
lo que tiene en su corazón...
  • El otro aspecto importante para mí es la libertad. Ante las alabanzas que me puedan hacer, soy libre. Ante el desprecio, soy libre. No pierdo mi identidad dependiendo de las circunstancias. El ejemplo más claro para mí es el del mismo Jesucristo en la cruz cuando solicita el perdón porque no sabía lo que hacían, o bien Gandhi en su cultura de la no violencia.
Caer en la provocación de los demás es perder nuestra propia dignidad, nuestro estilo de vida, nuestros valores y nuestra libertad.

Mantenerse en nuestros valores y en nuestra libertad de reaccionar ante la realidad tal y como queremos, es confiar plenamente en lo que creemos.