17/3/10

Yo gano, tu ganas




Hace mucho tiempo, allá por el año 1979, estudiando yo en Chicago, me encontré con un amigo de Pontevedra, mi ciudad natal, que se sorprendió ante la competencia salvaje que se vivía en el Campus donde él estaba haciendo un Master.

Con gran sentido de sorpresa y de alucinación me comentaba que, en el transcurso de un éxamen, se quedó sin tinta en su boligrafo. Ante la falta de previsión vió que el campañero de al lado teniá cuatro o cinco sobre la mesa por lo que procedió a pedirle uno que le permitiera poder acabar su exámen. Su sorpresa fue que no se lo dejaba, y el argumento fue tan simple que, si se lo dejaba el podía sacar mejor nota que él en exámen.

Puede parecer inverosimil, pero así fue. ¿Que puede haber de trafondo en ello? ¿Por qué llegamos a una actuación tan despota y salvaje en nuestras vidas? ¿Una incopempetencia insconsciente? ¿Una incompetencia consciente? ¿Miedo? ¿Inseguridad? ¿Egoísmo? Y esta lucha estudiantil se puede llevar al terreno de los negocios en los que muchas veces podemos basar nuestras victorias en la derrota de los demás. Lo mismo puede ocurrir en nuestras relaciones interpersonales o familiares. ¿Cuántas veces vemos como los intereses personales prevalecen sobre los comunes? No importa si se destruye el empleo, la naturaleza, la familia sin con ello logramos consolidar nuestros intereses personales. económicos, sociales o familiares. Lo importantes es ganar sin saber el precio que otros tienen que pagar por ello.

"Yo gano y tu ganas", es una de las nuevas, o ya antiguas, técnicas de negociación que se levantan en el mundo profesional, y que se resume en el "todos ganamos" porque en la medida que el todos existe y el nadie quede excluido, nos aseguramos que todos podemos participar y todos podemos beneficiarnos de las diferentes medidas y aportaciones que se hagan.

Una de las grandes aportaciones que vivimos en éstos momentos es precisamente "la necesidad de que todos necesitamos de todos", y el que piense lo contrario tal vez se vea abocado al fracaso. Es por ello que en medio de nuestros objetivos personales, familiares, profesionales o empresariales el "yo gano, tu ganas", favorece el reparto equitativo, el reconocimiento del otro, y la participación sincera y humana de todos los miembros.

¿Lo tengo yo en cuenta?
¿Favorezco este sentido de justicia y participación?
¿Buesco el beneficio de todos?