3/8/12

Compromiso por la vida



Es uno de los momentos más claros donde Jesús deja ver que su compromiso con la persona humana es mucho más para el bienestar y crecimiento personal que para una espiritualidad de lo más elevado y profunda que se pueda tener. Y no has señales de un mensaje que aliene a la persona humana de ser corresponsable con la vida que le ha tocado vivir y de la vida de aquellos que viven a su alrededor.

La parábola sobre el Juicio Final, Mt 23, no deja lugar a dudas: "Venid benditos de mi padre porque tuve hambre y me disteis de comer, hambre y me disteis de beber, forastero y me acogisteis" La guinda la pone cuando enérgicamente dice: "Alejaos de mi malditos, porque tuve hambre y no me disteis de comer, sed y no me disteis de beber, forastero y no me acogisteis...."

Si en algún momento la imagen de Jesús pudo llegar a considerarse meramente espiritual y alienadora su discurso nos muestra totalmente lo contrario. Opta por la vida y de que seamos portadores de vida, esperanza, ilusión y de crecimiento para otras personas, especialmente las más necesitadas.

Para aquellos que piensan que Jesucristo tiene como finalidad el conseguir la vida eterna se llevarán un palo al observar de forma clara que a la hora de entrar en la vida eterna el foco no era ésta sino la de ser portador de vida en la que uno ha vivido. La vida futura podrá tener sentido, pero mucho menos que la vida real que uno está llamado a vivir y a comunicar a los demás.