No espero de ti que me animes,
yo puedo generar mi propia ilusión;
pero si que no destruyas la que llevó dentro.
No te pido que no seas crítico ante lo que no funciona;
pero que sí valores y realces
lo que está bien
para que ello pueda construir algo mejor.
No espero tu apoyo incondicional,
pero sí el que no pongas constantes trabas
al camino que me puede hacer crecer,
a mi, a mis sueños
y a los tuyos.
No te pido que interpretes mis palabras,
sino que las escuches,
las entiendas y que, aunque no las compartas,
sí las respetes y valores
lo que hay detrás de ellas.