10/9/14

Ser diferente


La verdad es que he leído esta frase y se me ha quedado grabada porque tendemos a ser como el resto de los mortales y ¡Hay si desentonamos!

Lo vemos de forma muy clara en que tenemos que adaptarnos a la formas sociales si no queremos que nos dejen fuera del círculo social.

Hace poco y durante mucho tiempo lo he palpado en la forma de vestir. Me siento muy libre de vestir como quiero y muchas veces siento la gracia de algún que otro cercano a mí que se ríe por lo desigual que visto y lo tranquilo que me siento.

Es la misma crítica que se le hacen a muchos extranjeros que vienen a pasar sus vacaciones por aquí y vienen con sus usos y costumbres que suenan a extrañas y a veces son causa de alguna que otra sonrisa maliciosa.

Yo siempre me acordaré de mi experiencia en Estados Unidos. La libertad para vestir, caminar y ser diferente. Por muy diferente que fueras poco llamabas la atención, no se si porque poco le importabas a la gente o más bien porque la gente era muy respetuosa con uno.

Lo que sí es cierto es es que si vamos en la misma dirección de todos perdemos nuestra identidad. Estaremos fijándonos siempre en lo que hacen para saber lo que tenemos que hacer. Por el contrario es ser único, libre y fiel a ti mismo, y no lo digo solo por la ropa, te permite gozar de lo que eres sin tener que estar pendiente a lo que otros miren o dejen de mirar en tí.

Siempre he pensado que el turismo, una realidad en la zona donde vivo, trae muchas u variadas formas de vestir, de vivir y de pensar. Lo mejor de todo ello es que aprendes a ser libre y a recibir una constante invitación a cómo querría y quiero ser yo.