Mi carácter impulsivo, me hacia reventar de cólera a la menor provocación.
La mayor parte de las veces, después de uno de esos incidentes, me sentía avergonzado y me esforzaba por consolar a quien había dañado.
Un día un amigo, quien me vio dando excusas después de una explosión de ira, me entrego un papel liso y me dijo: ESTRÚJALO...
Asombrado lo hice y transforme el papel en una bolita muy apretada...
Luego me dijo: Ahora trata de dejarlo como estaba antes...
Por supuesto que no pude dejarlo como estaba... por mas que trate. el papel quedo lleno de arrugas...
Entonces mi amigo me dijo: “El corazón de las personas es como ese papel.... la impresión que dejas en ese corazón que lastimaste, será tan difícil de borrar como esa arrugas en el papel..” “Aunque intentemos enmendar el error, ya estará marcado”.
Por impulso no nos controlamos y sin pensar arrojamos palabras llenas de odio y rencor, y luego cuando pensamos en ello, nos arrepentimos. pero no podemos dar marcha atrás, no podemos borrar lo que quedo grabado. Y lo mas triste es que dejamos “arrugas” en muchos corazones.
Desde hoy se mas comprensivo y mas paciente.
Cuando sientas ganas de estallar recuerda... el papel arrugado