9/5/13

Tenemos una gran necesidad de sentir equilibrio. Una manera de hacerlo es ejerciendo  el control, pero un control hacia dentro y hacia fuera de nuestra realidad. Ejercer el control hacia in solo lado no creo que nos ayude a sentir ese equilibrio.

Querer controlar las situaciones externas requiere algo tan importante como el control de uno mismo. Controlar nuestras actitudes, nuestros hábitos y nuestras maneras de enfrentarnos a la realidad. No es fácil tomar el control sobre la propia actitud y el propio carácter. ¿Cómo me siento hacia mi mismo en este aspecto?

Lo nuevo siempre nos incomoda, asusta y desequilibra. Estar abiertos a lo nuevo, conocerlo y valorarlo nos dará la información que necesitamos para poder decidir lo que aceptamos o rechazamos en nuestra vida.

Controlar lo que hacemos, involucrarnos de lleno en todo lo que desarrollamos nos dará la suficiente capacidad de desarrollar positivamente nuestros talentos y ser mucho más profesionales.

El control, pues, empieza por uno mismo, por las actitudes, por el tipo de creencias que alojamos en nuestra mente, por las decisiones que tomamos de forma libre y basada en objetivos que queremos alcanzar en nuestras vidas.