Hay curiosidades en la vida que tienen una influencia asombrosa en cada uno de nosotros, al punto de condicionarnos para bien o para mal. El hecho es que cuando se nos mete entre ceja y ceja "algo" o "alguien" podemos estar seguros de que ejercerá una influencia, en la mayor parte de las veces poco objetiva. Lo mismo puede suceder con cuestiones laborales o empresas u objetivos que tenemos que llevar a cabo.
Imagínate, por ejemplo, a una persona que te cae muy bien y de la que tienes un concepto realmente excelente. ¿Estarías en posición de hallarle el lado negativo, sus limitaciones o incluso los errores que puede llegar a cometer? Decimos que "el amor" todo lo acepta, todo lo pone en clave positiva y que nubla la cantidad de limitaciones que la persona amada pueda llegar a tener. Lo mismo puede suceder en los estudios o en el trabajo. Nos metemos de lleno en algo que nos agrada hasta el punto de no ser lo suficientemente críticos como para poder mejorar las cosas y no encontrarnos con puntos de vista o facetas que no habíamos tenido en cuenta.
Lo mismo nos puede suceder desde el punto de vista de la negatividad. ¿Cuántas veces se nos ha metido entre ceja y ceja una persona con la cual no entramos en sintonía y desde ese mal ambiente renunciamos a trabajar, hablar y colaborar bien sea en un ambiente familiar o laborar, o incluso renunciamos de plano a una posible amistad. Es más, a veces incluso todo aquello que "nos recuerde" a esas personas o situaciones inmediatamente las estigmatizamos y nos apartamos de ellas. ¿Qué pasa entonces con los aspectos positivos que puede haber en esas situaciones o personas? Porque no creo que todo lo que nos encontramos o personas con las que nos topamos y no llegan a caernos bien tengan todo negativo. ¿No?
Como bien dirías San Pablo, "donde abunda el pecado, sobreabunda la gracia". Las personas perfeccionistas, que es algo bueno, podemos encontrarnos aspectos negativos como pueden ser la rigidez, la falta de respeto hacia lo que otros hacen y altos grados de frustración cuando las cosas no salen como uno quiere. Por el contrario, puede haber personas que nos caen mal por un aspecto concreto, por ejemplo su manera brusca de hablar y nos podemos encontrar que poseen un gran valor como puede ser, la sinceridad y a través de ella nos muestran las verdades que ven y que nadie se atreve a mostrárnoslas.
La vida está llena de complementos. Nadie tenemos todo en estado puro. Es por lo que necesitamos de las luces y de las sombras de la vida. Nada mejor para ello que indagar en los aspectos positivos de las personas que nos caen mal, o de las situaciones que vivimos, y ser críticos con aquello que jamás cuestionamos, más que nada para no caer ni en el conformismo ni en la falta de personalidad, así como para aportar a los demás lo que llevamos dentro.
Buscar el lado positivo de lo negativo y el lado crítico a lo aceptado siempre en una buena manera de guardar el equilibrio.