¿Donde estoy? ¿Cómo me siento? ¿Cuál es mi realidad? ¿Qué deseo cambiar de ella? Éstas preguntas y otras tantas más como éstas tratan y tienen que intentar aclarar la situación en la que estoy y que deseo cambiar o transformar. Saber dónde se está es el primer paso para saber a donde se quiere ir y llegar.
Pero hay un segundo punto no menos importante, ¿qué me ha hecho llegar hasta aquí? ¿Qué factores han hecho que en mí vida hubiera un freno que no me deja avanzar hacia lo que deseo alcanzar. En ocasiones podemos dedicar tiempo, ilusión, ganas, empeño y muchas cosas más, pero hay un algo que frena el todo. ¿Soy capaz de pararme, identificarlo y reconocerlo? Es más, ¿sería capaz de cortar con ello? ¿sería posible dejar esa tara a un lado para que pueda avanzar feliz y contento?
La meta la tenemos presente, pero hay un punto de partida: la propia realidad, el aquí y el ahora y todo lo que lo ha propiciado. Es hora de coger lo bueno y seguir utilizándolo. Es hora de tomar lo que nos frena y, simplemente, ¿por qué no quitar los frenos y andar mucho más ligeros?