3/3/10

Escuchar: Bonita, pero árdua tarea.



Dicen que la naturaleza nos ha dado una boca y dos oidos para escuchar más de lo que hablamos. La importancia de escuchar se va haciendo cada vez mayor en un mundo donde muchas veces parece que el dialogo de sordos se da con más frecuencia.

¿Necesitamos escuchar a los demás?
¿Necesitamos que nos escuchen?
¿Qué aporta a nuestra vida el escuchar y el ser escuchado?
Actualmente, ¿soy de los que escucha o de los que más habla? ¿Qué indicador me dice que estoy en una u otras situación?

Escuchar, entre otras cosas, nos permite aprender, conocer, valorar otras experiencias, sentimientos, puntos de vista, etc.

Escuchar nos permite ponernos en la situación de otra persona y comprender lo que está pasando en ella, en su mundo y, si empleamos la escucha activa, el saber cuales son los valores, las creencias que hay detrás de lo que se está planteando.

Pero la escucha tiene unos valores muy importantes: Confianza, Respeto, Interés y Silencio.

Confianza porque la persona que nos comunica algo, se lo merece simplemente por el hecho de ser persona y también por el hecho de abrirse a nosotros.

Respeto porque su visión es única. Nos habla desde su punto de vista, desde su realidad, desde lo que vive, experimenta o sienta, creamos nosotros que esté equivocada o no.

Interés, ya que si no profundizamos en su experiencia, en su punto de vista, en los valores y creencias que le mueven en su momento, no podremos comprender nada de lo que sucede en ella.

Silencio, verbal y mental. Verbal porque necesitamos que se exprese. Mental porque no somos quien para imaginar o interpretar su realidad, ni siquiera juzgarla o criticarla. Cuando mostramos interés, y hacemos preguntas para confirmar lo que está diciendo o creemos que quiere decir, ella misma no irá abriendo el horizonte de lo que hay dentro de sí.

Escuchar, es un mometno para aprender y conocer.