31/12/13

Año nuevo, nuevos hábitos




Hoy acaba el año en curso y asomamos la cara al nuevo. Tal vez lo hagamos con nuevos proyectos. Pero para ello hay algo imprescindible, no hay nuevos proyectos sin nuevos hábitos. Son los hábitos los que forjan la actitud y la continuidad de aquello que queremos conseguir en la vida, así que si algo queremos tenemos que trabajar los hábitos. E iría un poco más allá al decir que no es cosa de luchar contra los malos hábitos. dejar que éstos acaparen nuestra atención es darle la atención que no se merecen y distraernos de los hábitos que sí merecen nuestra atención.



Es por ello que a la hora de brindar por el año que termina y por el año que empieza podamos tener en cuenta que es de agradecer aquello bueno que nos ha acontecido y también aquello no tan bueno pero que nos ha enseñado algo positivo sobre nosotros mismos y sobre la vida. Eso si miramos hacia el año que dejamos, pero si miramos hacia el que viene la copa tiene que estar bien alta brindando con los ojos puestos en aquello "QUÉ" queremos conseguir y en "CÓMO" lo queremos conseguir. Y precisamente éste "CÓMO" son los hábitos a tener en cuenta.


Los hábitos a adquirir nos ponen en marcha y nos ayudan a tener la actitud necesaria para afrontar las metas y retos que deseamos. Recuerdo que en cierta ocasión alguien me decía que para hacer deporte diario lo primero que hacía era ponerse las zapatillas de deporte pues sabía que una vez puestas era incapaz de quitárselas sin haber acometido su tarea deportiva diaria. Es por ello que cada actividad que queramos realizar, sea en el área de nuestra vida que sea, requiere una serie de hábitos o protocolos que nos ayuden a ponernos en camino, desde levantarnos hasta acostarnos.


Por esos nada mejor que acabar el año agradeciendo los BUENOS hábitos que hemos tenido y dándole la BIENVENIDA a los nuevos que se tendrán que incorporar para alcanzar los retos que nos hemos propuesto para éste. Y recuerda que si no tienes metas para este año tal vez vivas sin la ilusión de ir a algún sitio en concreto. No somos esclavos de metas, pero sí buscadores de luz continua que nos ayude a vivir y a dar cada día más vida a la misma vida.






30/12/13

Crecer amando



He estado escuchando la conferencia de Andy Freire en "TED". La verdad es que me ha gustado. El título es "El 5 por ciento". Me recuerda un poco al diezmo que había que pagar o que hay que pagar en unas religiones, aunque como va más allá del dinero no creo que se pueda hablar de diezmo en sí y tal vez me quedaría con la imagen de la multiplicación de los panes y de los peces. 



¿Qué pasaría si cada uno de nosotros diera el 5% de su tiempo, de su dinero o de sus valores de una forma totalmente altruista? Esa viene a ser la invitación profunda que hace en su conferencia que te invito a escucharla. Dura poco y merece la pena.

El amor es aquello que cuando se reparte no decrece sino que se multiplica. Lo mismo pasó con los cinco panes y dos peces que los discípulos tenían miedo de compartir y preferían que Jesús enviara la gente a sus casas hasta que Jesús les dijo: "Dadles vosotros de comer". Y fue un niño, ¡cómo no!, el que se ofreció.

La realidad es que el que da, sin esperar nada a cambio llena su vida de alegría. Creo que Andy comparte con nosotros una experiencia que la mayor parte de nosotros ha vivido. En el amor y en el servicio nos sentimos felices y plenamente satisfechos con nosotros mismos, y es más, en el amor somos capaces de desarrollar nuestras competencias sin que nadie nos lo pida, exija o valore. Surge de forma natural y libre. ¿No es increíble?

Dentro de nuestro presupuesto anual, mensual, semanal y diario deberíamos detener un tiempo reservado para hacer el bien y sin mirar a quien. Algo crece y se desarrolla en nosotros cuando lo hacemos. Pero es una pena que no lo hagamos más habitualmente y sobre todo que lo hiciéramos todos los que habitamos en este planeta. Nos haríamos más felices a nosotros mismos, a los demás y creceríamos como personas con mucha más salud física, psíquica y mental.


27/12/13

Viendo más allá de las emociones.



Tal vez nos conozcamos profundamente, pero siempre hay aspectos que se nos quedan atrás sobre todo sí damos respuestas mecánicas, sin pensar y, sobre todo, creyendo que son las mejores sin pensarlas adecuada y libremente antes. A pesar de todo siempre tenemos la oportunidad de parárnos a pensar sobre ello porque no siempre lo que creemos ver es lo que hay en realidad. ¿Qué sería interesante tener en cuenta?


  • El hecho en sí mismo, libre de juicios y prejuicios. Es una manera de afrontar situaciones de forma libre de tal manera que podamos conocer aspectos y perspectivas diferentes a las nuestras. No sólo hay una visión de la realidad, hay aspectos nuevos que la completan o aclaran.
  • Las emociones que provoca en hecho. ¿Por qué se desatan esas emociones en nosotros? ¿Qué supone y significa cada emoción que tenemos? Las emociones son primarias y manifiestan las reacciones que tenemos ante la vida.
  • Los sentimientos que encierra aquello que nos afecta. Un sentimiento es algo más que una emoción. Mientras la emoción nos hace reaccionar, el sentimiento le pone un significado y una actitud más duradera a la emoción aportando una actitud ante la vida. Los sentimientos los sustentamos en formas de pensar más que sobre acontecimientos u otras personas sobre nosotros mismos.
  • Las ideas y creencias sobre nosotros mismos detrás de cada emoción. Como dice el refrán, nunca llueve a gusto de todos. Lo que para uno puede ser bueno, para otro no lo es. Y lo que puede tener una carga positiva puede llegar a no tenerla sí me siento víctima, perjudicado o, de una u otra manera, dañado en lo que sucede.

Tener el mapa completo de lo que pasa y siento me ayudará a vivir la realidad de una manera más positiva y equilibrada.

26/12/13

Nacer nos hace diferentes




 “Cada persona que ha nacido en este mundo significa algo original, algo que nunca existió antes de ese momento, algo nuevo y único.  Y toda persona tiene el deber de caer en la cuenta y reflexionar en el hecho de que es algo único en el mundo y en que jamás existió nadie como ella, porque si alguien como esa persona hubiese existido sería ya inútil su presencia en el mundo.La tarea más alta que tiene en sus manos todo hombre es la de llevar a su culminación esas potencialidades suyas únicas, irrepetible y sin precedente; y el no repetir algo que otro ser, aunque sea el más excelso haya realizado ya.”
 Martin Buber

El nacimiento de Jesús nos hace pensar que el simple nacer a la vida tiene un sentido, el sentido nos da una misión, y desde esa misión nos sentimos únicos, especiales, diferentes.

La Navidad es precisamente un momento para replantearnos sobre el sentido de nuestra vida: ¿Qué hacemos en la vida?

  • ¿Qué papel desarrollamos en ella?
  • ¿Cuál es nuestra aportación a la vida?
  • ¿Qué nos hace diferentes, no mejores que los demás, sino diferentes y únicos?

25/12/13

LUZ, Luces y Navidad




Hoy empieza la Navidad, y espero que, al menos en mi vida, no sea una de esas que empiezan y acaban en unos días.

¿Requisitos para la Navidad?

Ser conscientes de la oscuridad. Todas nuestras vidas encierran cierta oscuridad que unas veces queremos ver y otras tu, que unas veces aceptamos y otras rechazamos. Ser conscientes es saber que esas experiencias, nos gusten o no, están ahí y de ahí poder pasar a una segunda actitud.

La LUZ. La experiencia de la luz, y con mayúscula me refiero a Dios, el AMOR, que da sentido a nuestras vidas, no siempre es agradable. Todo depende de como miremos hacia ella. Si dejamos que nos ciegue, que nos juzgué, nos condene o avasalle, difícilmente nos servirá: no he venido a juzgar al mundo sino a salvarlo, dirá Jesús a lo largo de su vida. Si la LUZ es contemplar la belleza de la vida con todas sus limitaciones todo cambia: apertura y agradecimiento.

Las luces, apertura y agradecimiento, tal vez sea la que lleva a la Virgen y San José a recibir las pequeñas e insignificantes luces de la vida, al punto de ir conservándolas en su corazón, María. Ver la luz en la vida y en los otros nos lleva a la contemplación del misterio de la vida en sí y de los demás con personas valiosas en mi propia oscuridad. ¿Qué pasaría sin en la vida fijáramos la atención más en la luz que en las tinieblas?

¿Y por qué no mantener desde hoy esa actitud de buscar luz en vez de tinieblas? o mejor dicho, ¿por qué en vez de buscar no estar más atento a percibir la luz de la vida y de los demás? Aquello con lo que alimentemos nuestra mente será la realidad que produzcamos.

¿Qué esperar de la LUZ?
Entender aspectos de nosotros mismos y de la realidad que no somos capaces de llegar a entender.
Descubrir caminos y actitudes nuevas que incorporar a nuestra vida.
Percibir lo positivo que hay a nuestro alrededor y que habitualmente dejamos escapar.
Aprender a vivir cada situación como un reto y una llamada a crecer y a superarse.

24/12/13

Una Navidad más



Una Navidad más donde la tradición y las culturas pueden acercarnos o alejarnos del Espíritu con el que hace unos 2013 años se vivió:

La luz que brillaba en medio de las tinieblas. Signo esperanzador para las tinieblas que constantemente nos rodean. Y de ahí surge una pregunta, la de la actitud que tengo ante ellas. Actitud de dejarme aplastar por ellas, o actitud de buscar la luz y dejarme iluminar. No siempre la luz es bien recibida. Unas veces molesta y otras aclara y permite ver mejor las situaciones.

En medio del rechazo y de la soledad déjar nacer la vida, la esperanza y lo que se lleva dentro. Es la fe en uno mismo y en lo que lleva dentro de sí lo que permite que la vida siga surgiendo ante las inclemencias externas de la vida.

Y ante la tiniebla y el rechazo la luz se impone. Es esa la Navidad que cada uno tiene que vir en el día a día, la superación.

Pues es lo que te deseo a ti, lo mismo que a mi. Que tiniebla y soledad, que frustración o rechazo, sean el acicate para buscar la LUZ, la seguridad en uno mismo y en EL. Hoy es la noche de los que tenemos necesidad de luz y de seguir creciendo en la vida, sobre todo cuando podemos gozar de la presencia de EMMANUEL, DIOS CON NOSOTROS.

Feliz Navidad y todo un año de LUZ

22/12/13

Vivencia, agradecimiento y pasión.




Hoy he ido con la familia a ver el concierto del Coro de la Misa de Chicago. ¡Todo una gozada! Pasión, sentimiento, conexión con la gente y una vivencia, a mi modo de ver, de lo que es una experiencia religiosa para los integrantes del grupo y un contagio emocional para los asistentes al concierto.

Lo que se vive con pasión no es fruto de la preparación sino de la experiencia, de la vivencia y del sentido que tienen las cosas para uno en la vida. No es lo mismo la herencia cultural que la experiencia personal que uno tiene de las cosas. La herencia cultural la asumimos sin más, la experiencia la vivimos, la experimentamos y por ello la comprendemos y la compartimos con la pasión que se merece.

En el concierto he visto profundidad, alegría, vida, sentimiento, conexión con la gente y sobre todo contagio. Mi hija decía al final del concierto que sí las misas fueran así iría todos los días. La pregunta es, ¿por qué no lo son así? ¿Tal vez porque la religión es más una herencia cultural y familiar que una experiencia de Dios? Y quien habla de religión lo puede extrapolar al trabajo y a cualquier cosa que hagamos en la vida. ¿Por qué falta pasion?

Esta mañana escuchaba a David Steindel hablar de algo importante y que conectó con lo que acabó de escribir: la importancia del agradecimiento en la vida. Y hacía una pregunta: ¿Somos felices porque somos agradecidos o somos agradecidos porque somos felices? La diferencia estriba en que el ser agradecido te lleva a la felicidad por el mero hecho de reconocer, valorar y apreciar hasta los más mínimos detalles de la vida. Sólo hay felicidad cuando eres capaz de agradecer lo que te va pasando por la vida, y para ello hay que saber pararse y apreciar lo que ocurre a cada instante.

Si, apreciar el instante, el aquí y el ahora. Vivimos la mayor parte de las veces pendientes del pasado o del futuro. ¿Cuantas veces estamos presentes en la conversación, en el trabajo o en aquello que comemos, o incluso saboreámos el placer de una ducha o de un baño?

La pasión solo puede darse cuando vivimos con agradecimiento lo que cada acontecimiento y paso que damos en la vida se hace consciente en nosotros y cuando nos aporta algo sustancial. ¿Qué nos aporta Dios, la religión, las personas, la vida, el trabajo? Cuándo seamos conscientes de ello seremos agradecidos y cuando lo seamos es porque la vida, las personas, las circunstancias alcanzan un sentido dentro de nosotros. Es ahí donde comienza la pasión.

20/12/13

5 maneras de empezar el día



Para Jeniffer Cohen, Coach y culumnista de Forbes hay un común denominador en las personas de éxito, y es a manera de empezar el día, levantándose temprano. Uno de ellos, por ejemplo, es el Papa Francisco de quien se dice que a las 5.00 de la mañana está en pie. ¿Será cierto que a quien madruga Dios le ayuda? ¿o tal vez todo lo contrario de que por mucho madrugar no amanece más temprano?

Lo que si es cierto es que mientras muchos duermen parece ser que hay un momento para conectarnos con nosotros mismos y centrarnos en aquello que queremos conseguir en el día que comienza:
  • Ejercicio físico. No es algo fácil salir del calor de la cama y hacer algo de ejercicio, pero parece ser que el entrenamiento a primera hora del día te da la fortaleza suficiente para no perder las fuerzas durante el día y no acabar exhausto al final del día.
  • Planificar el día. Es tal vez el mejor momento para enfocarse en los objetivos del día. Son muchos los días en los que podemos caer en la inercia del día a día y vivirlos sin ningún propósito concreto. Quizás el comenzar el día de esta manera nos ayudaría a entrar en el selecto grupo del 15 o 20 % que sí cumple sus objetivos a lo largo del año, o incluso de aquellos que viven con un objetivo en la vida por el que luchar.

  • Desayunar bien. Ya lo dice el refrán: Desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo. Empezar el día lleno de la vitalidad del ejercicio físico, con la mente clara de ideas y con la sangre bien alimentada es una forma saludable y energética de buscar los objetivos que nos proponemos.



  • Mejorar el estado de ánimo. Visualizar, meditar, contemplar aquello que buscamos. Unos minutos para cargarse de energía psíquica, mental, espiritual y emocional para enfrentar el día con un buen estímulo y una buena actitud, actitud positiva y triunfante.





  • Organizarse y priorizar tareas. Empezar por la más difícil. Tal vez porque nos da más pereza, quizás porque nos lleva más energía. Es una manera de dejar lo arduo y dificultoso a un lado cuanto antes para vivir más tranquilamente el resto del día a medida que nuestras fuerzas se van menguando y poder así vivirlo con una mayor tranquilidad y ligeros de carga.








Pues a ver si este consejo lo conseguimos poner en práctica y nos ayuda a rendir mucho más, mejor y más claro en nuestra vida diaria.


19/12/13

Y esto, ¿para que sirve?



Hoy ha habido dos cosas  que me han llamado la atención en medio de lo que he leído y de lo que he hablado con un nuevo colega, en una nueva experiencia y ante una nueva situación:

  • El sentido: ¿Para que sirve esto? Una pregunta que se formulaban en un libro que estoy leyendo sobre BioNeuroEmociones, de lo cual hablaré en otro momento. La pregunta estaba enfocada a las enfermedades que padecemos y como en cierto modo cada enfermedad refleja una lucha por nuestra supervivencia, adaptación a la situación que vivimos y cierto tipo de emociones no canalizadas a través del tiempo. Y aunque está enfocada a la enfermedad bien puede ser enfocada hacia cada parcela de nuestra vida.
  • Vivimos la enfermedad o cualquier situación. ¿Tiene importancia el significado que le demos? Ciertamente. El significado que le demos, o la ausencia del mismo, implica la actitud que vamos a tomar hacia la misma vida y situación vivida.
  • Un sentido de la vida, da un sentido a lo que hacemos o a lo que tendremos que hacer en la vida. Siempre hará que busquemos un camino, una salida o nuevas opciones a las situaciones que vivimos. Un sinsentido de la vida y de lo que hacemos paralizará nuestra vida haciéndonos ver que no tenemos muchas opciones ante las complicaciones de la vida.
  • Quien tiene un sentido tiene una meta, y quien tiene una meta tiene una dirección hacia la cual dirigirse. Meta, objetivo y sentido son la brújula que dirigen nuestro camino diario. 
  • Mirar hacia adelante: Me lo decía el nuevo colega, Fa, ante un contrapié surgido nada más comenzar un nuevo proyecto. Al mismo tiempo leía una imagen que pusieron en mi muro de Facebook que decía que el retrovisor de un coche es más pequeño que el cristal delantero porque el camino hacia adelante es más importante que el camino que dejamos atrás. Pues bien, ante el contratiempo Fa me de decía: "No importa, no importa. Hay que seguir  adelante." Y es cierto. Los contratiempos, como decía anteriormente si no hay un enfoque, una meta y un sentido pueden hacer que arrojes la toalla a la primera de cambio. 
Estas son dos cosas, entre otras, que he aprendido en el día de hoy: Para que sirve cada situación y tirar para adelante.

17/12/13

Y una piedra en el camino......




¿Te has tropezado alguna vez con una piedra en el camino, con un obstáculo, con algo que te impide caminar de manera cómoda y tranquila por la vida? En un ejemplo de Alex Rovira en el que nos invita a pensar en lo que haríamos en el caso de que se nos colara una piedra en el zapato, ¿qué haríamos? Pocas opciones tenemos, una es la de caminar y amoldarnos a la situación con el consiguiente daño que podemos sufrir en el pie y otra, mucha más sencilla, es la de pararse un momento, quitarse el zapato y desalojar la piedra del zapato. Tal vez es lo que más solemos hacer en la vida pero una piedra la identificamos bien cuando está alojada en el zapato, ¿y cuando está alojada en la vida?

A veces podemos creer que cortar por lo sano es lo más fácil pero ¿donde está realmente alojada la piedra que nos molesta?

Hay piedras que pueden ser creencias, formas de pensar que nos mantienen en una forma de actuar totalmente equivocada. Pensar que la piedra está fuera de nosotros es relativamente fácil. Siempre es más fácil echarle la culpa a la vida y a las circunstancias que a nuestra manera de pensar sobre la misma vida y las mismas circunstancias. Lo que yo pienso y creo, ¿me ayuda realmente a tener una actitud más positiva y libre ante la vida y las circunstancias-




Las emociones, tanto positivas como negativas, pueden convertirse en otra piedra de la que podemos mantener una dependencia que nos impide caminar con holgura. ¿Cuántas veces el amor, el odio, el rencor o la simple amistad con alguien nos impiden dar pasos de libertad y de crecimiento personal? Arrastramos en la vida cantidad de emociones, tanto del pasado como del posible futuro, que nos impiden ser libres ante el presente que nos toca vivir y saborear.





Otras veces dependemos de cosas materiales, llámale dinero, casa, muebles, joyas, utensilios, recuerdos, etc. que supuestamente nos dan cierta tranquilidad pero que nos hacen depender de ellos, cuando nosotros somos mucho más que ellos. Intentamos llenar nuestra vida de muchas cosas por una simple razón, nos sentimos vacíos por dentro. Lo exterior que intenta suplir a la carencia interior que tenemos.





Los hábitos adquiridos pueden ser también piedras que entorpecen nuestro caminar. ¡Cuántas veces nos cuesta cambiar en la vida los hábitos! ¿Miedo a lo nuevo?
¿Desentumecer nuestro cuerpo para estar aprendiendo y adaptándonos a nuevas situaciones o hábitos? Hay hábitos que nos acercan a nuestras metas, otros nos frenan o nos alejan.

Tal vez la piedra en el zapato o en el camino no es una piedra que esté fuera de nosotros mismos sino dentro de cada uno de nosotros. Bien escuchaba yo en una ocasión que muchas veces podemos cambiar de lugar, de trabajo, de familia o de circunstancias que si es problema está dentro de nosotros mismos lo único que haremos es llevarlo con nosotros a otros ambientes.

La piedra, ¿cuál es? Pregunta a responder de forma clara y sincera por cada uno. ¿Mirar hacia fuera? Tal vez. ¿Mirar hacia uno mismo? Imprescindible antes de mirar hacia otros.


16/12/13

Saber discutir



¿Cuántas discusiones tenemos a lo largo de nuestra vida? ¿Cuántas se desarrollan en el trabajo? ¿Cuántas en la familia? ¿Cuántas con los amigos? Son cantidad de veces. Y la mayor parte de las veces por malos entendidos mientras que otras veces son por defender cosas que nos parecen justas y otras por un afán de controlar a los demás. Lo peor de todo es que las discusiones en vez de tornarse en algo constructivo suelen convertirse en una batalla en la que lo importante es vencer, incluso a la propia verdad.

¿Cuáles son las actitudes que impiden llegar realmente a algo constructivo?

Cuestiones de poder: Tener razón, ganar sobre el otro, controlar a los demás, hacer que otros trabajen y vivan conforme a lo que queremos. ¿Qué se esconde detrás de ello? Tal vez un gran problema de inseguridad, de miedo o de pánico, como decía Erich Fromm en su libro el Miedo a la Libertad, a quedarnos con el mayor de nuestros temores: nosotros mismos, el miedo a la soledad y a sentirnos nadie en medio de todos.

Son pocas las veces en las que discutimos para encontrar soluciones o acercarnos en las posiciones. El yo gano, tu ganas es muy difícil conseguirlo, de ahí las largas reuniones de negociación y sólo cuando hay necesidad real de llegar a un acuerdo. A veces sólo cuando uno está entre las cuerdas cede. La necesidad hace que cedamos en ocasiones.

Hay algo que sí es importante: en el mundo del trabajo, de las relaciones interpersonales y en la misma vida lo importante no es quien gana ni quien pierde, sino el saber enriquecerse de los momentos de tensión, porque son situaciones que nos permitirán aprender, conocernos a nosotros mismos un poco mejor y saber aprovechar los malos entendidos para mejorar en la comunicación. ¿Qué hacer? Lo especialistas aconsejan:

  • Señala el hecho que está mal, en vez de descalificar a la persona. ¿Por qué siempre vamos a por la persona? Hay una tendencia a inculpar y a infravalorar a los demás. Es parte de nuestra victoria.
  • Escucha en vez de interrumpir. Alguien dijo en una ocasión que si tenemos una boca y dos oídos, por algo será. Escuchando y preguntando, escucha activa, comprenderemos mejor la situaciones,
  • Pide aquello que te gustaría que sucediera, en vez de exigirlo. Nos creemos con el derecho y hay cosas que son importantes: las formas. No es fácil pedir, a veces exigimos y cuando lo hacemos muchas veces es con cierto protagonismo, orgullo y prepotencia. Pedir es sinónimo de colaborar.
  • Respeta la opinión del otro, en vez de ironizar sobre ella. La ironia es humillante y en vez de hacerse oír aleja al interlocutor y lo hace sentir mal. No ayuda a comunicarse.
  • Pregúntale lo que siente y le motiva, en vez de interpretarlo a tu manera. Es una manera de apreciar al otro y de hacerle saber que también importa en la vida o el trabajo de uno.
  • Acepta tus propios errores, en vez de centrar tu discurso en los del otro. Creo que es uno de los mayores errores, el no querer reconocerlos e insistir en tener la razón a pesar de ellos. La obcecación y el orgullo nos ciegan muchas veces y nos amargan la vida.
  • Reconoce también las cosas que el otro hace bien, en lugar de centrarte en sus equivocaciones.
  • Discute sobre un conflicto actual, en vez de sacar trapos viejos. No hay cosa peor que volver hacia atrás. Nos impide enfrentarnos al presente y dar un paso hacia el futuro. El pasado, pasado está. Lo importante es mejorar el presente y tomar las decisiones que se pueden tomar y dirigir de forma constructiva nuestros pasos.
  • Calla aquello que puede herir, en vez de utilizarlo como arma. Hay que trabajar sobre lo que puede construir y no sobre lo que pueda separar. 
  • Habla en vez de gritar. ¿Sabes por qué gritamos? Porque la distancia emocional es muy grande. ¿Por qué no utilizar estas dos herramientas? Se consigue mucho más con ellas.



13/12/13

La fuerza del pensamiento



Somos tan jóvenes como creemos serlo:
el autoengaño.
El cerebro no distingue 
realidad de creencia.
Es la fuerza del pensamiento interno.

Carmen Sarabia Cobo

Es curioso como  hay gente mayor para la que la edad no hace mella en sus vidas, actores que trabajan aún con 90 años, Cristopher Lee con 90 años hace películas, Chabela Vargas con 90 años cantaba, Picaso con 90 pintaba. El atleta con más años en activo hasta hace poco era un jinete, con 70 años y podríamos seguir la cuenta aún cuando sabemos que muy cerca de nosotros hay gente no tan conocida que los ves corriendo, haciendo deporte, nadando, trabajando en lo que les gusta y desarrollando una actividad que les gusta y apasiona y que les hace destellar una gran creatividad. ¿Cuál es el secreto?: La pasión.

La pasión. Sí, la pasión por algo que nos gusta hace que no nos lo tomemos como trabajo y sí como hobby o pasatiempos. Cuando vivimos tal y como creemos y sentimos el tiempo no pasa, ni se hace eterno, ni el cansancio hace mella en cada uno de nosotros. Pueden darnos las tantas de la noche que estamos escribiendo, pensando o haciendo aquello que nos hace sentir vivos y lo más importante, que estamos aportando nuestra vida a los demás.

Un ejemplo lo veía en la noche de ayer cuando en un concurso de cocina le pidieron a dos finalistas de preparar un plato para el jurado que representara el motivo por el cual se habían hecho cocineros. El resultado no fue tan sólo que los platos parecían estar exquisitos, sino que a la hora de explicar el porqué habían hecho esos platos las lágrimas saltaban. Emoción, pasión, vivencia, sentir lo que se hace y darle un significado a lo que haces y a la misma vida. Me quedó grabado en la cabeza una frase de uno de los cocineros: "He hecho este plato para que pudieran sentir lo que yo sentí cuando lo comí por primera vez a los 2a años en los lagos de Covadonga". Asturias, España.

Y no todos vivimos con pasión las mismas cosas; vivimos aquello que significa algo y que hace que aquello que hacemos sea una extensión de nuestra vida y que se concretice al algo tan material como puede ser una comida, un libro o cualquier otro trabajo manual. La vida cobra mucho más sentido cuando sientes que aportas no solamente algo a los demás, sino a la misma vida como tal.

Es la capacidad de autoengañarnos, para bien o para mal, la que tenemos. Y nuestro cerebro se lo cree, y se lo cree de tal manera que nos mantiene ágiles y activos, en el caso de que nos lo creamos, o nos frena y nos va matando lentamente en el caso de que también nos lo creamos, pero en el sentido negativo, de que ya estamos en el declive de la propia vida.

Vivimos de acuerdo con lo que pensamos y creemos de nosotros mismos. Tanto si crees que puedes hacer lo como si crees que no, tienes razón, decía Henry Frod. Y no dice mal, pues al final son nuestras creencias y nuestra manera de pensar las que nos condicionan. Como un colofón un pequeño ejemplo:

Hace muchos años me llamaron para darle la unción de enfermos a un señor en un pequeño rancho de México. Cuando llegué a su casa me lo encontré acostado en el petate, en el suelo. Rápidamente me dí cuenta que aquél hombre estaba a punto de morir pues ya no estaba en el catre, si no en el petate con una pequeña taza de atole a su lado. Me paré a su lado y le pregunté porque me había mandado llamar. Fue sincero y me dijo que para preparar el Gran Viaje. Le vi cara de resignación, y me costó aceptar esa situación pues sabía que podía sobreponerse.

Fui sincero y le dije: Pues lo tiene usted mal y difícil. Abrió sus ojos sorprendido y me preguntó:

¿Por qué padrecito? a lo que yo le respondí:

¿Piensas que en el cielo te van a dejar a entrar así de flaco y sin comer?

¡Pero es que ya no tengo fuerzas para comer, ya no me entra nada!, respondió.

Si, ¿pero por qué no intentas comer un poquito? Al menos llegarás a las puertas del cielo y te verán un poco más rellenito, le dije.

Si, pero, ¿y cómo? Preguntó él.

No te preocupes. Cada día vas al río, tiras tres piedras: una en el nombre del Padre, otra del Hijo y otra en el nombre del EspírituSanto. Vuelves a casa, te tomas un poquito de atoles y en poco tiempo te irás en plena forma al Gran Viaje, le respondí.

Pero si no tengo ni fuerzas para llegar al río (estaba a unos 200 metros de su casa), me dijo.

No te preocupes. Hoy te llevo yo con tu hijo y mañana ya veremos con quien vas.

Aceptó. Lo llevamos al río, tiró las tres piedras, regresó a la casa, se tomó el atole y me despedí de él.

Me olvidé de él, aunque se que me llamarían pronto para el entierro.

Meses después me lo encontré en el pueblo cargando a sus espaldas con un gran saco de café. Sorprendido y sonriente me acerqué a él y le pregunté:

¿Qué haces por aquí cargando café? ¿No te fuiste al Gran Viaje?

No, padrecito. Me estoy preparando todavía, y sonrió.

Más de un año después fallecía por culpa de un cáncer, pero lo importante es que si nos lo creemos o no es importante, y lo importante es no preparar el Gran Viaje en sí, sino vivir la Vida como ese Gran Viaje por el que sentimos pasión.




12/12/13

Levántate y andá.




He leído hoy en el Blogg de Juan Carlos Cubeiro un comentario sobre David Casino, atléta paralímpico español, ciego y medalla de oro en varios juegos olímpicos. La frase que leemos arriba me hace recordar un poco esos elementos que a veces no salen a la luz en la Iglesia cuando todos los Domingos se explica el Evangelio. Y lo digo porque el Evangelio, la figura de Jesús, es de un talante tal que para la inmensa mayoría de los cristianos es desconocida como desarrollo del potencial humano.

Con el ejemplo de David Casino me viene a la mente cuando el paralítico es curado en medio de una situación un tanto peculiar:
  • Lo llevan en camilla varias personas. (A veces necesitamos de los demás)
  • La casa estaba abarrotada y no podía acceder hasta donde estaba Jesús. (Nuestras creencias o las de la gente nos limitan)
  • Lo suben al tejado en la camilla. (Proactividad, inconformismo, se buscan otras salidas)
  • Lo descienden por un hueco hasta donde estaba Jesús. (Cambio de perspectivas, de maneras de pensar).
  • Jesús le perdona los pecados. (Sentirse aceptado tal y como se es).
  • La gente se escandaliza por semejante perdón. (Condicionamiento de la gente hacia nuestras posibilidades)
  • Y como broche final para que crean en el perdón le dice a la gente: "Qué es más fácil perdonar los pecados o decirle al paralítico levántate y anda". Sentido de reto en la vida.
  • Le dice al paralítico que "COJA"  camilla y que eche a caminar. (Aceptación y libertad).
  • El paralítico "COGE" su camilla y echa a andar.
Más o menos es la secuencia de la curación del paralítico por parte de Jesús. Y generalmente lo hemos visto siempre COMO un milagro. No lo hemos visto como una llamada al crecimiento personal. La gran pregunta que hace muchos años un compañero hacía era: ¿Para qué quiere un paralítico recién curado una camilla?

El ejemplo de David Casino tal vez lo aclare como lo puede aclarar la cantidad de ejemplos de personas con cantidad de limitaciones en la vida. Si uno se deja llevar y aplastar por las limitaciones se hunde. Si de la limitación haces tu fuerza encontrarás nuevos caminos que se adapten a tu situación y desde ahí superarte. Y a lo que iba, ¿qué tiene que ver el COGER la camilla y echar a andar? Pues muy claro, "que tus limitaciones no te frenen para conseguir lo que quieres en la vida".

COGER la camilla y echar a andar es aceptar, nada más y nada menos, tu realidad y comenzar a caminar desde ahí, es decir, ponerte objetivos desde donde estás, objetivos que puedan ser asumibles poco a poco, lentamente pero que puedan llevarte mucho más lejos de lo que en este momento estás.


"Antes la ceguera se reía de mi, ahora nos reímos juntos", dice David. COGER Y ASUMIR la camilla, la limitación, el defecto, etc. es tener la capacidad de aceptarlo, hacerse amigo de esa mismísima limitación y desde ahí comenzar a vivir de la mejor manera que puedas. A lo mejor, al igual que David, conseguimos una medalla, pero lo que si es seguro es que si no la conseguimos al menos hemos disfrutado de lo que hacemos y de lo que intentamos en la vida. Y eso no tiene valor que se pueda pagar.

Por eso no dejemos que los miedos y los complejos nos frenen. Lo importante es caminar con ellos, enfocándonos más en lo que perseguimos que en lo que arrastramos.


11/12/13

Aprendiendo a perdonar



Acabo de leer a Pilar Jericó en su blogg del País Semanal del Laboratorio de la Felicidad hablar del perdón. La verdad es que me ha gustado su enfoque. Y a lo que ella dice me sumo:

  • El perdón tiene la capacidad de trasformar la amargura en nesutralidad o incluso en recuerdos con tinte positivo.
  • No puedes hacer daño al culpable no perdonando, pero puedes liberarte perdonándolo. Yo, añadiría, que el mayor beneficiario del perdón es generalmente el que perdona. No hay cosa peor que cargar con resentimientos por la vida. Cargar con un resentimiento es ser esclavo de él.
  • No sólo hay que aceptar lo que se siente, sino en algunos casos, también perdonarse por sentirlo. Y es algo que tenemos que aprender. Muchas veces nos sentimos mal por tener emociones y sentimientos negativos. Es parte de nuestra realidad y aceptarlo, quererse a sí mismo a pesar de tales sentimientos, es el principio de la paz que te libera.
  • Perdonar no significa olvidar o negar el dolor, sino todo lo contrario. Perdonar es ser consciente del dolor ocasionado y del dolor pero trascendiendo a él. Siempre hay motivos incomprensibles para nosotros pero inherentes a las situaciones o personas que nos lo han causado que nos permiten entenderlo, aceptarlo y saber vivirlo desde ahí. Hay que saber ver a las personas y a los acontecimientos desde perspectivas diferentes a las nuestras. Es duro, pero al mismo tiempo más realista, objetivo, enriquecedor e integrador.

Desde mi punto de vista siempre me ha llamado la atención la parábola del Hijo Pródigo como valoración del perdón y como visión diferente a lo que diariamente sentimos y vivimos.

  • Un padre que recibe y celebra la llegada del Hijo. 
  • Un padre que no pide cuentas de lo que el otro ha hecho.
  • Un padre que celebra más la llegada del que estaba alejado que lo que ya tenía asumido cerca de sí.
  • Un padre que se despoja para vestir al que nuevamente llega.
¿Comprensible?

Para los que vivimos diariamente una experiencia de rencor, de resentimientos, de orgullos y de dependencias del pasado no.

Para quien vive la libertad de ser uno mismo, de vivir aquello que da sentido a su vida (el ser uno mismo y amar), si.

Para los que claudican ante las vicisitudes de la vida y sus contratiempos, no.

Para los que deciden apostar por sus principios, por no cambiar por fuertes que sean los vientos, si.

La experiencia del perdón sólo la viven aquellos que la comprenden y ven en ella una posibilidad de seguir siendo libres y no tener dos personalidades diferentes. Quizás el ejemplo más bonito sea aquél mismo que pone Jesús cuando dice que el "sol sale para todos, buenos y malos". Y es que nuestra vida tiene sentido vivirla con nuestros propios valores independientemente de la cara que nos puedan poner otras personas o de los contratiempos de la vida.

Gracias Pilar porque me has hecho pensar y vivir en este valor indudablemente positivo y fundamental en la vida de uno.


10/12/13

Liderar es servir



El liderazgo no es el poder que somete, sino el servicio que libera y que lidera a otros. Y desde ésta perspectiva entiendo el liderazgo de Mandela, así como el de otros grandes líderes que no esperan a que otros abran el camino, sino que ellos mismos lo abren.

Siempre me llamó la atención aquella imagen cruel de Abraham que accede a la petición de Dios de sacrificar a su hijo único, Isaac, hijo además de la promesa. Y aunque no deja de ser una realidad un tanto metafórica no deja de tener su importancia. El líder tiene que estar abierto a su propia libertad interior dejando todo tipo de dependencias, económicas, afectivas, sociales o populares para alcanzar el nivel que busca, que no es otro que el de la libertad propia y de la de los demás.

El líder no propone que otros abran camino. El mismo abre el camino porque cree en él. El ejemplo de Jesucristo es evidente cuando no rehuye el pasar por su propio calvario, ni el de pedirle a Pedro que guarde su espada, pues no creen en la violencia, ni el de callarse ante Pilatos porque sus palabras carecían de sentido ante la vida pública que llevaba.

Nosotros somos víctimas muchas veces de la presión social, del querer sentirnos aceptados, de caminar bajo la seguridad, del apoyo de otros. Son muletas que nos hacen falta porque tal vez nos falta esa seguridad en nosotros mismos y esa fe ciega de aquello que buscamos. Cuando dejamos nuestras muletas, bastones y seguridades para conseguir aquello que deseamos es porque lo tenemos claro. Es por ello que la claridad de metas, objetivos y del sentido de la vida es lo que hace posible el liderazgo.

¿Te acuerdas de la película "La vida es bella"? ¿Del liderazgo que ejercía el padre sobre el hijo? ¿De la proactividad y de la búsqueda de estrategias para alcanzar la meta que era la seguridad y el bienestar del niño?

Somos nosotros los que abrimos caminos cuando creemos en lo que queremos y nos lanzamos a por ello en medio de la inseguridad, de la oscuridad y del más peligroso de nuestros males, el miedo a nuestra propia soledad. Por eso, si no nos sentimos bien con nosotros mismos, ¿podremos abrir caminos para otros?

¿Sacrificamos todo por la libertad del pueblo? Creo que más que sacrificio elegimos "Saber ser, estar y vivir esta misma vida" y lo que nosotros somos y hacemos en ella.


9/12/13

5 Actitudes de liderazgo en Nelson Mandela



Mandela tenía a su disposición 
un coctel seductor e irresistible 
compuesto de un encanto infinito, 
nacido de una inmensa seguridad en si mismo, 
unos principios inflexibles, 
una visión estratégica 
y un pragmatismo absoluto. 

Diario El País

Me gustó esta frase sobre Mandela en el Diario el País el pasado sábado. Encierran unos puntos para hacernos pensar sobre nuestro propio liderazgo donde quiera que lo ejerzamos: familia, trabajo, pueblo, etc.:

Seductor: Para seducir tienes que ser consciente de dos cosas de las necesidades de a quien te diriges y de la manera de saber vender aquello que propones. Y no es fácil.
  • Ser conscientes de las necesidades es estar atentos a tu alrededor, saber como se sienten aquellos que más lo necesitan y ponerse en su situación para poder saber lo que ofrecer en un momento determinado. Convertir cada lamento y cada necesidad en una esperanza o en un reto para una solución es la clave. Es pasar de la resignación a la proactividad, del conformismo al reto a conseguir.

  • Saber comunicar. Y no es fácil dado que la mayor parte de los problemas existentes entre los humanos es precisamente ese: malos entendidos, no saber expresar lo que uno quiere, presentarlo de forma adecuada y convincente. Es un arte y que muchas veces lo dejamos a la improvisación y así nos va. 
Seguridad en si mismo. Creo que esta es la clave a la hora de ser seductor, de convencer y de que puedas liderar un proyecto, Creer en uno mismo y en aquello que propone, al punto de que Mandela invitó a su carcelero y al fiscal que había propugnado por su pena de muerte a la cena que inauguraba su periodo presidencial. Tal vez las miradas, los recelos, las emociones te ponen en entredicho, quizás tus valores se ven cuestionados cuando las cosas no pintan bien. Creer contra viento y marea en uno mismo y en lo que busca, esa es la clave, fidelidad a uno mismo y sus valores.


Principios inflexibles. Algo a la par de lo que acabo de decir. Puedes encontrarte con el enemigo, con resultados inesperados, con metas que parecen no llegar, con emociones encontradas. ¿Qué es lo que prevalece? Los principios, los valores, lo que realmente rige tu vida que, al fin y al cabo, es lo que muestra quien eres y lo que realmente vives y pretendes para los demás.

Visión estratégica. Hay quien mira hacia atrás, hacia lo que no quiere, hacia lo que detesta. La visión estratégica es precisamente lo contrario, el antídoto contra lo que no queremos. La mirada hacia lo que si queremos, deseamos. Es la mirada que permite, soñar, dar pasos, construir, elaborar un proyecto realista.

Pragmatismo absoluto. La vida no es un mundo de ideas, de proyectos, de planes o de quimeras; es un mundo en el que los pasos a dar son reales y necesarios. El pragmatismo nos ayuda a poner en marcha lo que si queremos y necesitamos.


6/12/13

Eliminando la dispersión


Recuerdo que uno de los consejos que daban a los que se iniciaban dentro del trabajo inmobiliario que había que estar al 100% y que no se podía llegar a tener éxito si no se estaba centrado en el negocio. Creo que en cierto modo tenían razón. Estar en muchos sitios a la vez puede no ayudar a no centrarse en uno y lo que es peor, no dominarlo y sentirse no competente cuando tienes que satisfacer las necesidades de un comprador o de un vendedor.

Puede ocurrir en muchos campos de la vida y no sólo en el aspecto laboral. La imagen y el dicho de parecerse a un bombero apagando varios fuegos a la vez o a la del que trata de achicar agua en un bote cuando está entrando por otro lado suelen ser muy sugerentes. Imagínatelas  recuérdalas si hay algún momento en tu vida en el que te has visto en esa situación: ansiedad, preocupación e impotencia a la hora de culminar la tarea a realizar.

Es importante es focalizar lo que uno quiere conseguir, centrarse en ello y no dejar que las "distracciones" de la vida se lleven por delante objetivos o tareas importantes que nos gustaría alcanzar. Es triste el observar, y lo digo por experiencia, como otros consiguen lo que tu dejaste de lado por centrarte en varias cosas a la vez.

¿Cómo centrarse y priorizar?
  • Planificación pura y dura. Si no lo hacemos, si no lo ponemos en papel o en agenda tenemos todas los billetes para que se queden aparcados o relegados a un segundo plano con la consiguiente posibilidad de no alcanzar los objetivos.
  • Priorizar es importante. Es mejor conseguir un objetivos importante que no conseguir ninguno de los tres que nos hemos propuesto. Hay que saber elegir lo que se quiere y saber decir no a lo que no es posible o entorpece a lo que sí se quiere. Admiro a la gente que dice que NO a propuestas interesantes por no poder dedicarle todo el tiempo o la energía precisa.
  • Poner fechas en la ejecución y consecución de lo que pretendemos. El hacerlo nos obliga a ir dando pasos en la linea del tiempo de nuestra vida. Es dejar de desear algo y ponerle fecha a los sueños. Es el principio de la realización de lo que buscamos.
  • Dar sentido a todo lo que hacemos. El sentido hace que vayamos en una dirección, la de las metas. Cuando comenzamos hacer cosas simplemente porque surgen y no tienen un sentido en la dirección que hemos escogido en la vida, fácilmente nos veremos apartados de la senda. El sinsentido carece de dirección, el sentido está enmarcado en una muy concreta y es el sentido que le damos a una acción la que nos conducirá y llevará a la meta.


5/12/13

La gratitud fuente de atracción y de vida



¿Te han sentido alguna vez agradecido en la vida? Echa un vistazo hacia atrás y reconoce todo lo que ese sentimiento de gratitud te ha dado.
  • Ante todo crea una sensación de bienestar en ti y en el ambiente y las personas con las que eres agradecido.
  • La actitud que atrae. Si la gratitud preside nuestra vida atraerá todo aquello por lo que podríamos estar agradecidos en la vida. Nos permite ver los lados positivos de las cosas.
  • Lo que agradezco y valoro es fruto de todo un trabajo. No solo valoro lo que tengo, sino todo el proceso que se ha desarrollado para conseguirlo sea tanto por parte de uno como por parte de aquellos que te han hecho vivir una buena experiencia en la vida.
  • Agradecer es enfocarnos en todo lo bueno que tenemos y sentir alegría por ello. Es gozar de lo que ya tenemos y despreocuparnos de lo que carecemos.
  • Sentido positivo de las personas y cosas. No nos cerramos a una solo perspectiva de la vida y de las personas. Siempre podremos aprender algo de nosotros mismos y de las experiencia, buenas o malas, que la vida nos pone delante.
  • Sentirse agradecido vuelve a ponerte en el “flujo de la vida” a la velocidad del pensamiento. Te da mucha más libertad, creatividad y energía. Sientes que la vida te aporta y que tu puedes aportar a la vida y ello te hace fluir.
  • Los pensamientos crean cosas. Y en la medida en la que somos agradecidos el mismo agradecimiento nos hace pensar en mejorar la experiencia y desarrollar más creatividad.
  • Pensamientos de gratitud hace que nuestro cuerpo genere endorfinas. El agradecimiento nos alarga la vida, incrementa la alegría, nos llena de energía, nos hace tener mucha más vitalidad.
  • Cuanto más das, más recibes. Es el símbolo y la realidad del amor: aquello que cuanto más se reparte, más crece.
  • Cuando estás genuinamente agradecido la ira y el miedo desaparecerán. El agradecimiento nos da más seguridad hacia nosotros mismos, hacia la misma vida y hacia los demás.
Lo importante ahora es comenzar a agradecer a la vida:
  • Por aquello que más valoro de mí.
  • Por las personas que están a mi lado.
  • Por las cosas que he tenido que aprender.
  • Por las situaciones que, a pesar del dolor, me han hecho madurar.
  • Por las cosas que he aprendido de los demás.
  • Por aquello que recibo de forma incondicional de los demás, los conozca o no.
¿Cuántas cosas más tengo que agradecer a la vida?
¿Cómo puedo agradecer? ¿Qué actitud voy a tener de agradecimiento hacia la vida y hacia los demás?


4/12/13

Creatividad: Libertad + Inteligencia + Energía



La creatividad es el resultado de tres aspectos:
libertad, inteligencia y energía.

Fernando Trias de Bes


Si algo nos diferencia de los otras especies es nuestra capacidad de ser creativos. Y la creatividad se manifiesta en nosotros en la medida en que somos capaces de mejorar lo presente, de aportar algo nuevo a lo que nos rodea y de satisfacer necesidades que los seres humanos podamos tener. ¿En qué medida podemos llegar a ser creativos?
  • Libertad: Es muy difícil ser creativo cuando la mente está amarrada, aprisionada, encarcelada y encerrada en situaciones que la oprimen. Podemos ser prisioneros físicamente y tener la mente libre, pero podemos estar libres físicamente que si nuestra mente depende de circunstancias, personas o emociones, difícilmente se abrirá a lo nuevo. Mientras esté retenida poco podrá hacer. Por eso, liberarse de ataduras nos rienda libre para vivir y para crear.
  • Inteligencia: Una mente libre es capaz de echar a andar toda una serie de respuestas a los retos y necesidades que nos encontramos alejándonos de cualquier resignación ante realidades que debemos afrontar. Solamente la estupidez, la terquedad y la cerrazón, así como los miedos puedan hacer algo tan absurdo como utilizar una herramienta presente en todos y cada uno de nosotros como es la inteligencia: la capacidad de crear y de dar nuevas soluciones a los problemas que día a día nos vamos encontrando.
  • Energía: Lo contrario de la apatía, de la pereza, del conformismo. Energía que es la expresión de lo que somos y llevamos dentro. La energía es el combustible que nos mueve. ¿Te fijas cuando nos ponemos a pensar todos juntos? Todo fluye. Y cuanto más fluye, más ideas surgen. Pero toda esa energía surge desde la libertad, esa libertad capaz de observar y ver donde nadie puede ver. Sólo la mente libre te permite eso.

3/12/13

¿Trabajar o emprender?



Siempre me he topado con una realidad y es la del miedo atroz que solemos tener a la hora de emprender algo por propia cuenta. Y de repente me he encontrado con un artículo de Juan Carlos Cubeiro que hace mención de un libro de Risto Megide que me ha parecido muy interesante y que dejo colgado aquí. Buscamos mucho la dependencia de los demás, incluso hasta en el trabajo. Esperamos que la vida nos aporte soluciones en vez de aportarlas nosotros. Preferimos que nos resuelvan la vida en vez de resolverla por nosotros mismos. ¿Será cuestión de baja autoestima? ¿Será cuestión de falta de confianza en nosotros mismos? ¿Será nuestra incapacidad de planificar nuestra propia vida o nuestros propios objetivos? ¿Será dejadez o falta de ilusión? Te invito a leerlo:
  • “No busques trabajo. Así te lo digo. No gastes ni tu tiempo ni tu dinero, de verdad que no vale la pena. Tal como está el patio, con uno de cada dos jóvenes y casi uno de cada tres adultos en edad de dejar de trabajar, lo de buscar trabajo ya es una patraña, un cachondeo, una mentira y una estúpida forma de justificar la ineptitud de nuestros políticos, la bajada de pantalones eurocomunitaria y lo poco que les importas a los que realmente mandan, que por si aún no lo habías notado, son los que hablan en alemán.
  • No busques trabajo. Te lo digo en serio. Si tienes más de 30 años, has sido dado por perdido. Aunque te llames Diego Martínez Santos y seas el mejor físico de partículas de Europa. Da igual. Aquí eres un pringao demasiado caro de mantener. Dónde vas pidiendo nada. Si ahí afuera tengo a 20 mucho más jóvenes que no me pedirán más que una oportunidad, eufemismo de trabajar gratis. Anda, apártate que me tapas el sol.
  • Y si tienes menos de 30 años, tú sí puedes fardar de algo. Por fin la generación de tu país duplica al resto de la Unión Europea en algo, aunque ese algo sea la tasa de desempleo. Eh, pero no te preocupes, que como dijo el maestro, los récords están ahí para ser batidos. Tú sigue esperando que los políticos te echen un cable, pon a prueba tu paciencia mariana y vas a ver qué bien te va.
  • Por eso me atrevo a darte un consejo que no me has pedido: tengas la edad que tengas, no busques trabajo. Buscar no es ni de lejos el verbo adecuado. Porque lo único que te arriesgas es a no encontrar. Y a frustrarte. Y a desesperarte. Y a creerte que es por tu culpa. Y a volverte a hundir.
  • No utilices el verbo buscar.
  • Utiliza el verbo crear. Utiliza el verbo reinventar. Utiliza el verbo fabricar. Utiliza el verbo reciclar. Son más difíciles, sí, pero lo mismo ocurre con todo lo que se hace real. Que se complica.
  • Da igual que te vistas de autónomo, de empresario o de empleado. Por si aún no lo has notado, ha llegado el momento de las empresas de uno. Tú eres tu director general, tu presidente, tu director de marketing y tu recepcionista. La única empresa de la que no te podrán despedir jamás. Y tu departamento de I+D (eso que tienes sobre los hombros) hace tiempo que tiene sobre la mesa el encargo más difícil de todos los tiempos desde que el hombre es hombre: diseñar tu propia vida.
  • Suena jodido. Porque lo es. Pero corrígeme si la alternativa te está pagando las facturas.
  • Trabajo no es un buen sustantivo tampoco. Porque es mentira que no exista. Trabajo hay. Lo que pasa es que ahora se reparte entre menos gente, que en muchos casos se ve obligada a hacer más de lo que humanamente puede. Lo llaman productividad. Otra patraña, tan manipulable como todos los índices. Pero en fin.
  • Mejor búscate entre tus habilidades. Mejor busca qué sabes hacer. Qué se te da bien. Todos tenemos alguna habilidad que nos hace especiales. Alguna singularidad. Alguna rareza. Lo difícil no es tenerla, lo difícil es encontrarla, identificarla a tiempo. Y entre esas rarezas, pregúntate cuáles podrían estar recompensadas. Si no es aquí, fuera. Si no es en tu sector, en cualquier otro. Por cierto, qué es un sector hoy en día.
  • No busques trabajo. Mejor busca un mercado. O dicho de otra forma, una necesidad insatisfecha en un grupo de gente dispuesta a gastar, sea en la moneda que sea. Aprende a hablar en su idioma. Y no me refiero sólo a la lengua vehicular, que también.
  • No busques trabajo. Mejor busca a un ingenuo, o primer cliente. Reduce sus miedos, ofrécele una prueba gratis, sin compromiso, y prométele que le devolverás el dinero si no queda satisfecho. Y por el camino, gánate su confianza, convéncele de que te necesita aunque él todavía no se haya dado cuenta. No pares hasta obtener un sí. Vendrá acompañado de algún pero, tú tranquilo que los peros siempre caducan y acaban cayéndose por el camino.
  • Y a continuación, déjate la piel por que quede encantado de haberte conocido. No escatimes esfuerzos, convierte su felicidad en tu obsesión. Hazle creer que eres imprescindible. En realidad nada ni nadie lo es, pero todos pagamos cada día por productos y servicios que nos han convencido de lo contrario.
  • Por último, no busques trabajo. Busca una vida de la que no quieras retirarte jamás. Y un día día en el que nunca dejes de aprender. Intenta no venderte y estarás mucho más cerca de que alguien te compre de vez en cuando. Ah, y olvídate de la estabilidad, eso es cosa del siglo pasado. Intenta gastar menos de lo que tienes. Y sobre todo y ante todo, jamás te hipoteques, piensa que si alquilas no estarás tirando el dinero, sino comprando tu libertad.
  • Hasta aquí la mejor ayuda que se me ocurre, lo más útil que te puedo decir, te llames David Belzunce, Enzo Vizcaíno, Sislena Caparrosa o Julio Mejide. Ya, ya sé que tampoco te he solucionado nada. Aunque si esperabas soluciones y que encima esas soluciones viniesen de mí, tu problema es aún mayor de lo que me pensaba.
  • No busques trabajo. Sólo así, quizás, algún día, el trabajo te encuentre a ti.”
  • Emprender es, en buena medida, una tarea mal definida. Hay numerosos mitos alrededor del emprendimiento/emprendizaje/emprendiduría (en otra entrada de este blog, hace tiempo, traté de precisar estos términos) que me parece que el Talentismo, esta nueva era en la que el Talento es más escaso –y, por tanto, más valioso- que el Capital, ha logrado desmontar:
  • Emprender no va de trabajar por cuenta propia (ser autónom@, “agente libre” como lo ha llamado el gran Daniel Pink) o por cuenta ajena. Esto nos ha llevado a un callejón sin salida, y por ello algún autor como Guilford Pinchot nos habla de “intra-emprendedores” (¿el resto son/somos “extra-emprendedores”?). Emprender significa “sentirse pres@”: de una idea, de un proyecto, de un ideal.
  • Para emprender no es necesaria una “idea genial”. La mayor parte de las ideas que funcionan no parten de una innovación rompedora que le cambia la vida a l@s ciudadan@s. Las organizaciones ganadoras lo son porque cuentan con clientes satisfechos que repiten, renuevan la cartera de productos y recomiendan a l@s demás. La clave está en superar sus expectativas a través del capital organizativo (procesos eficientes e innovadores) y del capital humano (talento individual y colectivo).
  • Emprender no va de sentirse ansios@, ni mucho menos de aburrirse (si lo que hacemos no es divertido, no vamos a mostrar nuestro auténtico talento). Lo nuclear para emprender es un proyecto ilusionante que provoque fluir, esto es, elevar las propias capacidades a la altura de ese reto. Los “business plans” están muy bien (sobre todo, para saber qué hacer cuando no se cumplen), pero sobre todo es importante mostrar un proyecto (de empresa, de vida) por el que merezca, y mucho, luchar y dejarse la piel.
  • Emprender con éxito no es posible si un@ va de “llanero solitario” por la vida. Se ha mitificado el héroe (esa figura individualista) durante el capitalismo, y sin embargo la unidad esencial del liderazgo (un servidor cree que la unidad mínima) es el tándem, y la clave para emprender con presente y futuro, contar al menos con un quinteto de talento.
  • El Talento emprendedor no es fijo (en realidad, ningún talento lo es). Debe ser talento de superación. Lo que define a l@s mejores emprendedoras/es, a l@s de verdad, es su capacidad de experimentar, de probar, de analizar los errores para aprender de ellos y para mejorar adecuadamente. Por eso el éxito, si alimenta la complacencia, es la semilla del fracaso.
  • Lo más motivador para quienes emprenden no es “ganarse la vida”, conseguir una retribución adecuada (y mucho menos forrarse). Lo que moviliza a la mayor parte de las personas que emprenden es la libertad, la capacidad de ser dueñ@s de su propio destino, de lograr lo que se proponen, de superar obstáculos y alcanzar sus metas. Como decía Lope de Vega respecto al Amor, “quien lo probó, lo sabe”.
  • Para emprender lo principal no es la financiación, sino la vocación. El talento emprendedor parte de una chispa, de una llama, que es la voluntad, la pasión, “el elemento” (Ken Robinson). Emprender es para quienes deciden liderar su propia vida, sea cual sea el precio personal a pagar por ello.
  • Emprender no es para pesimistas, para cenizos, sino para optimistas inteligentes y responsables. El optimismo, tal como lo analiza y lo mide Martin Seligman, es un estilo explicativo de la realidad respecto al pasado, al presente y al futuro.
  • Un/a emprendedor/a sin coach sería como un deportista (de élite) autodidacta. Sin un proceso de acompañamiento adecuado, el proyecto emprendedor no podrá cambiar a un ritmo igual o superior al de su entorno, y por tanto perecerá irremisiblemente.
  • Contrariamente a lo que dice el refrán, “ni el buen paño en el arca se vende”. Si no sabes/quieres/puedes relacionarte, olvídate de emprender. Ahora bien, siguiendo a Daniel Pink (Vender es humano), vender es relacionarse adecuadamente con otras personas y ofrecerles honestamente algo de valor para ellos.