31/12/15

El peligro de la Ley de la Atracción.




El otro día hablaba sobre la Ley de la Atracción y de las muchas posibilidades que nos ofrece en nuestra vida. No es la suerte, o la Buena Suerte, la que viene a nuestra vida sino que somos nosotros los que vamos en busca de ella. Es nuestra mente y nuestras ideas las que nos predisponen para conseguir aquello que pensamos y tenemos en mente.

¿Puede convertirse la Ley de la Atracción en una trampa mortal?

La Ley de la Atracción, como todas las cosas, tiene su lado bueno y su lado no tan bueno. Nosotros somos los que decidimos hacia donde vamos a ir con nuestra vida.

¿Te imaginas por un momento a alguien caminando mirando constantemente para atrás? ¿Puedes predecir su futuro? Lo más probable es que se la pegue contra una farola, un poste, un obstáculo en el camino o cualquier otra cosa. Si te pregunto sobre el porqué tal vez me dirás una razón muy obvia, "porque iba mirando hacia atrás".

Si analizamos un poco nuestra vida normal, ¿cuántos de nosotros hemos tenido momentos en los que no hemos podido conciliar el sueño ni a la primera, ni a la segunda, ni al undécimo intento? Si analizamos lo que hemos hecho en nuestra vida en esas ocasiones podemos reconocer que nos hemos visto literalmente "luchando" contra "lo que no queríamos" en vez de tener nuestra mente tranquilamente predispuesta hacia lo que sí queríamos, dormir.

Cuando en nuestra vida se entabla una lucha entre lo que queremos y lo que no queremos, ¿quien gana? De acuerdo con el cuento del viejo indio que mencionaba en mi reflexión, el que más alimentemos. Si alimentamos el miedo a no dormirnos, fíjate.... "el miedo" a "no dormir". ¿Te das cuenta? Miedo y no dormir. ¿Qué estamos atrayendo? Miedo e insomnio.

Nuestra lucha acabará haciendo que demos vueltas en la cama, que cambiemos de posición, que nos cobijemos más o que nos quitemos ropa de encima. Nuestra mente está centrada en "la incapacidad de dormir" ¿Resultado? ¿No dormimos!

Quien habla de insomnio puede hablar de otras situaciones: relaciones, trabajo, economía o cualquiera de las preocupaciones que nos acechan cada día en la vida. ¿Resultado? Acabamos hundiéndonos más en el problema que en la solución, en lo que no queremos que en lo que deseamos. Nuestra mente nos traiciona desde el momento en que no la controlamos y le damos rienda suelta para que piense lo que quiera por sí misma.

¿Qué podemos hacer para que la Ley de la Atracción no sea negativa? 

Lo más sencillo, aunque a veces no sea fácil, controlar nuestros pensamientos y decidir lo que nosotros queremos tener en nuestra mente. No es fácil, lo se. Pero el camino está ahí. Un camino a realizar de forma constante y paulatina. Poco a poco iremos tomando control de nuestra mente al punto de permitir que sólo las cosas que si queremos aniden dentro de ella.

Hay muchas técnicas que podemos utilizar, como ejemplo expondré algunas de las que yo suelo utilizar:
  • La respiración. Centrarnos en la respiración, sentir como el aire entra y sale en nuestro cuerpo, centrarnos en la temperatura del aire que entra y sale, el roce con las fosas nasales, ver como se hinchan los pulmones y la barriga puede ser una técnica muy viable. Vencemos al miedo desde el momento en que lo desalojamos de nuestra cabeza por "voluntad propia". El miedo estará ahí, pero mi decisión de centrarme en algo diferente como puede ser la respiración comienza a darme cierto poder y control sobre la situación.
  • Alejar el miedo. Generalmente cuando sentimos miedo lo sentimos dentro de nosotros. Nosotros, hasta cierto punto, nos convertimos en miedo. ¿Qué pasaría si lo alejo a un metro de mi? ¿Y si lo alejo a dos metros? ¿ Y si lo observo cada vez más lejos hasta hacerlos "distante" y "más pequeño" que yo? La lejanía va a ofrecer frialdad ante el poder que tenía cuando lo sentía dentro de mí. La lejanía y la frialdad me va a dar un punto de sentirme grande ante él, con poder y hasta con un sentimiento de comenzar a verlo insignificante. Si a ello le añadimos que ante la lejanía y la frialdad va emergiendo y ocupando su lugar una figura más importante y empoderada como la que puede ser "yo controlando la situación", ¿no hay un sentimiento positivo ocupando su espacio?
  • Centrarnos en lo positivo. Ha habido situaciones muy duras a lo largo de mi vida, momentos en los que creí y llegué a comportarme como que la situación me podía. Recuerdo que en muchos momentos había una imagen en mi mente, una imagen muy poderosa que tenía más fuerza que otra cosa. En mi caso, mi hija. Centrarme en ella me permitía controlar muchos vaivenes de la vida, trabajo, etc. Nuevamente la imagen poderosa, que yo sentía y elegía a mi gusto, hacia que yo pudiera controlar la situación en vez de que ésta me controlara a mí.
Hay un sin fin de técnicas. Cada uno puede elaborar la suya o apropiarse la de otra persona que le pueda venir mejor. Pero todas ellas conducen al mismo sitio, a que alimentemos nuestra mente con las ideas y las actitudes que atraigan la situación que queremos y dejar de lado la que no. 

Somos nosotros, y no las situaciones, los encargados de controlar lo que pensamos y de atraer lo que sí queremos.