10/7/15

Cerebro y emociones.


Somos animales racionales, pero vivimos en un mundo donde predomina el valor emocional, al punto de que tal vez se valoren más las emociones y los sentimientos que la propia razón. El peligro es que podemos ser víctimas de nuestras propias emociones y dejar a un lado el análisis racional de todo aquello que nos sucede cuando muchas veces el éxito y los logros de la vida son estadísticas que se realizan de forma constante.

El cerebro marca una diferencia bastante grande ya que es capaz de analizar las emociones y los sentimientos e indicarnos el camino de nuestra propia libertad interior y hacer que no dependamos y seamos esclavos de ellos.

Al fin y al cabo nuestras emociones y sentimientos están al servicio de nuestros objetivos, objetivos que se van forjando a través de la mente puesto que es ésta la que analiza todos los pros y todos los contras de aquello que deseamos y cómo afectará a nuestras vidas, trabajos y relaciones.

Es por ello que la plasticidad y flexibilidad del cerebro hace que nos adaptemos y así evolucionemos como personas y como especie en la vida.