10/6/13

Las tres "R" de la madurez y felicidad








Dice el Dalai Lama que para encontrar el camino de la felicidad hay que seguir el camino de las tres "R": 3. Respeto por ti mismo; Respeto por los demás; Responsabilidad por todas tus acciones.

El respeto por uno mismo es fundamental y me recuerda al mandamiento de Cristo, "amarás al prójimo como a ti mismo". Nadie puede dar a los demás lo que no lleva dentro. Puede parecer un poco egoísta, pero el amor hacia la vida y hacia los demás empieza por el el amor y por el respeto hacia uno mismo, señal de que lo que hacemos es fruto de la propia vivencia y experiencia personal.

El respeto a los demás nace de dos valores importantes, el primero el de la libertad. El que otras personas piensen o vivan de forma diferente a la mía no quiere decir que tenga que adoptarlas o luchar contra ella. Soy libre en la medida en que elijo mi forma de vivir y de pensar a pesar de que otros no concuerden con ella y más libre soy en cuánto que no necesito que los demás tengan que pensar como yo. Valoro mi experiencia y ello me lleva a compartirla con los demás y a ser libre ante la elección que ellos hagan.

La responsabilidad de mis acciones son mías. Es una señal de madurez. Tenemos la tendencia a justificar lo que hacemos o pensamos en vivencias del pasado o en circunstancias del presente. Cada uno es libre de elegir el camino en la vida. Cargar con el pasado no tiene sentido cuando podemos elegir ahora lo que queremos hacer. Refugiarnos en los fallos de otros, en las circunstancias en las que vivimos y no tomar decisiones que por miedo nos frenan es una responsabilidad nuestra. Respetar lo que ha pasado y respetar la decisión que tengo que tomar ahora es parte de la madurez y del crecimiento que nos toca vivir a nivel personal.

7/6/13

Revivir éxitos y reír sin ser Superman



Hay un ejercicio interesante que consiste en revivir pequeñas situaciones de exito que hemos alcanzado por nosotros mismos. La finalidad no es otra que fomentar la creatividad y la de reconocer los diferentes recursos internos y externos que tenemos para afrontar nuevos retos que nos propongamos o para salir de situaciones en las que estamos estancados.

Dentro de esta vivencia es bueno saber lo que nos ha impulsado a conseguir el logro, las personas que nos han ayudado, como hemos conseguido que conectaran con ese logro, que dificultades nos hemos encontrado y como hemos conseguido superarías. También sería interesante saber lo que hemos conseguido aprender de esas situaciones. 

Revivir no es solo recordar, es volver a vivir interiormente esas situaciones y tomar conciencia de lo que nuevamente se mueve dentro de nosotros. ¿Descubrimos algo nuevo? ¿Nos permite darnos cuenta de las diferencias que hay entre aquellos momentos y los actuales? ¿Descubre algo nuevo en mi?

Te invito simplemente a que lo hagas.


¿SABIAS QUE.........

  • A  medida que crecemos nuestra capacidad de reir se  va atrofiando hasta que se  convierte nada mas que en un recuerdo?
  • Cuando una persona se  rie, su  dolor fisico se  reduce y por eso la presencia de gente que haga reír es  tan necesaria, porque por una parte lleva alegria y por la otra reduce fisicamente el dolor de aque- 
  • llas que estan heridas?
  • El humor es  capaz  de reducir e incluso hacer desaparecer el distres, que, como sabemos, es  la forma negativa de estres y se  asocia al bajo rendimiento, escasa lucidez y perdida de la salud?
  • Nos sentimos  menos cansados y mas  alegres, nuestras decisiones son mas  rapidas y certeras, y los vinculos  humanos se  hacen mas estrechos?
  • Cuando estamos tensos, en  lugar de ponernos a analizar  sesudamente el origen de nuestra tensión, 
  • vemos  una pelicula de  humor y observamos como luego podemos analizar lo que nos paso  de manera inteligente?
          Mario Alonso Puig
Y un articulo muy interesante de CHRISTOPHER REEVE EN lA REVISTA EXCELLENCE
 

No necesitas ser Superman


Todos tenemos diferentes fuerzas e inseguridades. Los líderes con verdadero coraje y valor apartan sus dudas y miedos y dicen: “Sígueme”. Tras mi accidente a caballo en el año 95, cuando tenía 42 años, quedé paralizado y con no más de un 50% de posibilidades de supervivencia. Hasta entonces, mi identidad como actor, como marido y como padre, había estado centrada en hacer cosas, era una persona muy activa y disfrutaba de una vida intensa. De repente, me encontré sin poder hacer nada por mí mismo. Después del accidente, tuve que aprender a vivir de una forma nueva, al igual que mi mujer, y a relacionarme con mis hijos (de 15, 11 y tres años) y con quienes me rodeaban.

10 DOLOROSAS LECCIONES

De mi experiencia en los últimos nueve años, de mis esfuerzos para sobreponerme a la parálisis y recrear mi nueva vida, he aprendido algunas lecciones:

Primera: Discurre una nueva forma de vivir y liderar. Un elemento esencial de una buena gestión es saber cómo ir a un plan B rápidamente. Eso es algo que aprendí sobre la gestión de una crisis. Con poco más de 40 años tuve que aprender a vivir de manera distinta, a liderar, comunicarme y ser padre de una forma diferente. No podía hacer nada sin ayuda y pensé: “Ya no estoy cualificado para ser marido o padre. Solo seré una carga para mi familia”.

Segunda: No remuevas la culpabilidad, la duda y el miedo. Yo tenía un cargo de culpabilidad bastante grande por haber sobrevivido. Por ello, tuve que aprender a perdonarme a mí mismo por haber sufrido un accidente. Desde una posición de liderazgo, es necesario eliminar la duda, el miedo al fracaso y cualquier otro sentimiento limitativo que cuestione la capacidad de alguien para estar a la altura de la tarea que tiene ante sí; ni pensar que las personas te encuentran deficiente de alguna forma. Mi nuevo trabajo consistió en no auto compadecerme, no gimotear y no repetir mentalmente el accidente… No vivir en el pasado. De repente, era miembro de un grupo al cual no quería pertenecer, y del cual me habían hecho presidente sin ni siquiera haber tenido que pasar por unas elecciones.

Tercera: No permitas que nadie te diga que algo no se puede hacer. Tuve que sobreponerme a la dura prognosis de los médicos, quienes solo me daban un 50% de posibilidades de sobrevivir y, virtualmente, ninguna posibilidad de recuperar movimiento o continuar mi carrera. Por ello, mi primera regla es nunca aceptar ultimátums ni tampoco personas que me digan que no lo puedo hacer. Algo de esto ya había aprendido en mi carrera de actor, pues muchas veces me habían rechazado para ciertos papeles. 

Cuarta: Basa las esperanzas de futuro en cimientos sólidos. Durante siglos, los médicos creyeron que la médula espinal no podía ser regenerada. En los años 90, algunos se dieron cuenta de que podía regenerarse bajo ciertas condiciones. Basándome en este descubrimiento, conseguí liderar a mi familia y salir de la depresión. Aquello me dio esperanzas, algo muy diferente del optimismo. La esperanza está basada sobre la posibilidad lógica. Para sacar tu vida adelante no puedes decir de una forma ciega: “Todo va a salir bien”, sino que has de ser capaz de decir: “Esto es lo que es posible, y esto es lo que vamos a hacer. Estos son nuestros objetivos”.


Quinta: Lidera con una visión, una voz y confianza. A mi hijo de cinco años le enseñé a montar en bicicleta explicándole que no tenía que mirar al suelo ni a los pedales, sino que tenía que mirar hacia delante, dirigiendo su mirada a donde quería ir. En cuestión de minutos ya estaba montando. A mi hija adolescente le expliqué que no se dejase asustar por mi raro accidente, y que continuase montando a caballo. Más adelante, sentí una gran satisfacción al saber que no solamente recuperó la confianza para seguir montando a caballo, sino que la nombraron capitana del equipo de polo de su colegio. El liderazgo se basa en la credibilidad y la confianza que, respecto de tu visión y de tu voz, consigues sobre  otros.

Sexta: Involucra a los demás en tu misión. Has de conseguir investir en quienes te rodean la capacidad de que sientan que sus contribuciones son vitales para el éxito de la misión. Como director de cine, tengo una idea de a dónde quiero que vaya una escena, pero si intento imponerla, le quito la iniciativa al actor en el proceso de compartir su capacidad personal de aportar. Es un error imponer en exceso. Los grandes líderes aportan la dirección y la capacidad de guiar, pero siempre aceptan gratamente las ideas de otros. Si las personas sienten que sus opiniones se valoran, harán lo imposible por ti. Todo el mundo da el máximo de sí mismo y trabaja mejor en equipo si tiene claro que la misión es más grande que los individuos que la llevan a cabo.

Séptima: Que tu vida laboral sea inspiradora. El pasado verano estaba en Nueva Orleans dirigiendo una película que revivía la vida de Brooke Ellison, una chica de 11 años que fue atropellada por un coche en el año 1991. Le rompieron prácticamente todos los huesos de su cuerpo y quedó paralítica. Sin embargo, con la ayuda de su familia, especialmente de su madre, consiguió acabar el bachillerato y entrar en la facultad de Derecho de Harvard. Durante el rodaje de la película, hacía calor trabajando entre los decorados  y teníamos problemas de tiempo y presupuesto. El hecho es que estamos consiguiendo cumplir los plazos, porque el equipo está tremendamente involucrado. La historia les inspira. Si consigues que el trabajo inspire, todos se sentirán atraídos por él.

Octava: Haz algo por los demás, por aquellos que tienen menos capacidad que tú. Yo tuve la suerte de poder acceder a la última tecnología médica y recibir los mejores cuidados. Hay muchas personas discapacitadas que sufren todavía más, debido a los altos costes sanitarios que enfermedades como la mía acarrean. Después de mi accidente, mi compañía de seguros se negó al pago de un ventilador asistido de repuesto, un pieza muy importante por si fallaba el que tenía. Me volví más sensible a las presiones financieras de las empresas aseguradoras y pude comprobar la relación antagónica entre los pacientes y las compañías de seguros. Con la intención de hacer algo sobre los altos costes sanitarios para aquellos que tenían menos capacidad para pagarlos, me asocié con una importante compañía de seguros con el objetivo de educar a las familias de los niños en hábitos saludables de vida, reduciendo así los costes médicos.

Novena: Tras un revés, reagrúpate y plantea nuevos objetivos. Si te sientes paralizado en el progreso hacia tus objetivos o tu misión, te animo a que sigas adelante y te pongas nuevos objetivos basados en una sólida esperanza en las posibilidades futuras que estén en un entorno plausible. Es posible que tengas que aprender una nueva forma para influir en las personas. Yo he aprendido que puedo tener una mayor influencia en mis hijos no haciendo cosas con ellos o para ellos, sino simplemente estando allí para ellos, escuchándoles y amándoles tal y como son. Poco después del accidente, mi mujer me dijo: “Sigues siendo tú y te quiero”. Eso era esencialmente todo lo que necesitaba para continuar queriendo vivir y aprender.

Décima: No puedes quedarte fuera y mirar desde la distancia una situación en la que puedes influir positivamente. Con las debilidades y la falta de capacidades que todos tenemos, para muchos lo más sencillo es pensar que no podemos hacer nada por cambiar situaciones que nos afectan negativamente. Lo cierto es que he aprendido que, cuando reflexiono sobre una situación, siempre me vienen una o dos formas con las que poder influir en ella, directa o indirectamente. Creo que la clave para cambiar una situación, o al menos para tener cierta influencia en una decisión, es demostrar un sincero interés por alcanzar una solución justa.

UN PASO DETRÁS DE OTRO

Os animo a que extraigáis lecciones de las experiencias que habéis vivido, y que las compartáis con vuestros equipos y con quienes os rodean. Es una forma de ser retroactivo en vuestra vida, así como una muestra de liderazgo. Aunque todos tenemos nuestras carencias, debilidades y fracasos, también tenemos fortalezas y éxitos. Todos tenemos diferentes capacidades –o estamos discapacitados de diferentes formas–. Por eso es importante tener esperanza en nuestro futuro. Hazlo y serás todo lo que se puede ser. Al final, te darás cuenta de que puedes ser lo suficientemente bueno cuando haces las cosas paso a paso, día a día, esforzándote en cada momento.

6/6/13

Escuchar, saber pedir y ofrecer respuestas de vida.


La importancia de la escucha es manifiesta en cada una de nuestras vidas. Sigo leyendo a Mario Alonso Puig en su libro "Reinventarse" y hay cosas que hacen pensar:

Lo primero que hemos de entender es  que nuestra mente no ha  sido entrenada en  buscar hechos, sino en generar juicios.
La  observacion atenta muestra que cuando la otra persona oye un juicio por objetivo que nos parezca, deja automaticamente de  escuchar, contraataca o se  pone a  la defensiva.
Es  esencial buscar hechos y no emitir juicios  por verdaderos que nos parezcan o como defensa  cuando nos sentimos  heridos. Lo segundo  que es  crucial es  expresar nuestro sentir.
Expresar lo que sentimos es crucial, siempre referido a hechos y no a personas para poder seguir conectando con ellas.
Aceptar  lo que  sentimos  es un paso esencial para poder luego expresarlo sin culpabilizar para nada a la  otra persona.
Es  importante contar mi sentir como la realidad que yo vivo, sin vincularla a la persona y si  a los hechos
Solo cuando hemos presentado unos hechos y los hemos vinculado con nuestro sentir, es cuando podemos expresar  nuetras  necesidades y no esperar a que  la otra persona las  descubra.
Pedir ayuda  es  un signo  de  debilidad, en  lugar de una muestra clara de  humildad, claridad, compromiso y fortaleza. Solo el que tiene claro  la importancia de algo y necesita que  lo ayuden suele  ser  capaz  de  manifiestarlo
La humildad, algo más que sentirse pequeño es reconocer la interdependencia que tenemos unos de otros. La humildad nos hace ver nuestra propia realidad hasta el punto de no creernos ni más ni menos que otros, sino personas que podemos ofrecer y dar a los demás así como necesitados de recibir de otros para llevar a cabo nuestros objetivos. Somos parte de un todo y, como tal, hoy más que nunca necesitamos trabajar en equipo con aquellos que quieran compartir valores, idea,es y objetivos.

Me ha sorprendido como la necesidad es fuente de motivación e innovación. Unos jóvenes de universidad americana han presentado un helicóptero que puede ser manejado a distancias través de una conexión que se establece entre el cerebro y unos electrodos que rodean la cabeza de una persona. Aunque parezca un juego éste logro parte de resolver los problemas que tienen los parapléjicos. Dentro de poco podrán dar ordenes a máquinas para ir satisfaciendo necesidades que puedan tener. Lo bonito de esto es que la necesidad de resolver situaciones concretas lleva a la mente a poder crear aquello que necesitamos. La formula, NECESIDAD + MOTIVACION + INCONFORMISMO nos da un resultado de LOGRO.

Hoy también he estado pensando en la importancia no solo de adquirir hábitos sino también de pulirlos. Dicen que cuando haces algo veintiuna veces seguidas has adquirido un habito, o el principio de un hábito, aunque pulirlo, desarrollarlo y llevarlo a la excelencia requiere de mil horas, nada más y nada menos. De ahi la importancia de sentir pasión y gusto por lo que hacemos para no conformarnos con la mediocridad y dar lo mejor de nosotros mismos, no tanto por los resultados a obtener sino por el placer de vivir con pasión lo que hacemos a aportar a la vida y a los demás lo mejor de nosotros. Es una palabra es crear arte y belleza con todo aquello que hacemos. De lo más pequeño podemos hacer algo de lo más extraordinario.


5/6/13

Rabia, ira y otras cosas más



Leyendo aprendes y reflexionas. Entre ello algunas frases del capítulo "Tu rabia me aclara,tu ira me ciega, de Mario Alonso Puig de su libro "Reinventarse". Entre ellas algunas como estas:

La  rabia no busca hacer daño a nadie, solo quiere que se  repare algo.  La  rabia es  ese  orgullo sano que hace que  los seres humanos nos rebelemos contra la injusticia, la manipulacion y el abuso de  poder.

La  ira no busca la reparacion, ya  no le importa, la ira coge su  propia dinamica. Asi  como uno tiene rabia, la ira lo tiene a uno. La  ira ciega, hace  perder el norte y ademas daña muy  severamente al cuerpo.

Solo la rabia tiene la verdadera potencia de crear, de reparar y de construir. La ira es  una fuerza devastadora que solo sirve para destruir. 

La mayor parte de las veces  la inteligencia en nuestro actuar se  definirá no por buscar la seguridad, sino por aumentar las  posibilidades de tener exito en aquello que es  relevante para nosotros. 

En definitiva, las emociones están ahi, dentro de nosotros para ayudarnos a construir o para destruir. Nosotros tenemos la elección del uso que le damos. Ponerlas a nuestro servicio o estar al servicio de ellas.

Del libro, "Aprendiendo de los mejores", de Francisco Alcaide, 10 rasgos que distinguen a quienes consiguen resultados excelentes en la vida:

-       Tienen claras sus metas
-       Son personas de acción
-       Disciplina
-       No perder el foco
-       Paciencia
-       Poner la responsabilidad en uno mismo
-       Una fuerte determinación
-       Personas mentalmente sanas
-       Moverse en entornos adecuados
-       Actitud de mejora continua.

Como para ponerse a pensar en lo que cada uno de nosotros podemos mejorar. Nunca está demás el crecer hacia lo mejor de nosotros mismos.


Y por último, y para quienes quieran mejorar la agilidad mental y la creatividad, un ejercicio que suelo hacer en el coche cuando voy conduciendo y al que invito a mi hija y a la que le encanta participar. Las matriculas de los coches sueles tener de dos a tres letras, pues a medida que van pasando ir formando palabras con las dos o tres letras de la matrícula. Además de divertido, porque a veces salen cosas muy graciosas, es bueno para ir respondiendo rápido antes de que pase el siguiente coche.




4/6/13

Seguridad vs Libertad



Lo leía el otro día en el libro de Mario Alonso Puig, "Re-inventarse" y lo hablaba hoy con una persona: "Si nos ponen a decidir o a escoger entre "libertad" y "seguridad", ¿qué escogeríamos? Por suerte o tal vez por desgracia la mayor parte de nosotros escogeríamos la seguridad. La libertad nos abre las puertas a la autenticidad, mientras que la seguridad nos mantiene anclados y esclavos de lo malo por conocido y no de lo bueno por conocer.


La seguridad, las zonas de confort de nuestra vida, los apegos emocionales o afectivos que tenemos y otras situaciones de dependencia económica o emocional que tenemos hacen que optemos por el sentido pesimista de nosotros mismos y de la misma vida en vez de las capacidades reales que tenemos dentro de cada uno de nosotros.

¿Creer en nosotros mismos o creer en la seguridad mal pagada que nos ofrecen otras personas o realidades de la vida? ¿Vivir constantemente arrodillados ante las circunstancias de la vida o creer en nuestra capacidad de crear otras nuevas?

La inseguridad nos produce miedo, pánico y parálisis. Nos perdemos nuevas experiencias que nos ayudarían a ver una imagen mucho más real y positiva de nosotros mismos. La experiencia nos dice que cuando nos hemos encontrado en zonas de inseguridad hemos sacado desde dentro de nosotros mismos que jamás hubiéramos sospechado. Y si en esas ocasiones queríamos manifestar nuestro amor a alguien, pareja, padres, hijos, amigos u organizaciones, lo que hemos aprendido sobre nosotros mismos mucho más nos ha sorprendido.

La vida, una vez más, nos saca de la seguridad y nos lleva a la oscuridad, a la confusión, a la crisis, situaciones en las que uno aprende, crece, se forja, se renueva y pule el inmenso tesoro que lleva dentro. Son situaciones, a veces, donde no puedes elegir, porque la comodidad no la tienes y donde la libertad es el único camino que te queda si no quieres morir en el sinsentido de la misma vida.

Queremos una seguridad que no nos llena, rechazamos una libertad que nos permitiría ser nosotros mismos con todo nuestro potencial y hacernos sentir bien. Toda una dicotomía, una lucha interna, un dilema ante el cual tenemos que decidir. Lo que si es cierto es que la sonrisa que se despliega en nuestro rostro cuando somos libre, lo deseamos y lo sentimos nadie nos la puede quitar aún cuando vayan acompañadas de lágrima. Porque "solo la verdad, como dice Jesús, nos hace libres".


3/6/13

Más allá de lo representativo.



Cuando entras en una casa y ves un crucifijo en la puerta, ¿qué es lo primero que piensas? me preguntaban.

Que son cristianos, respondí, aunque eso siempre es muy relativo.

¿Y si ves un Buda?, continuó preguntando.

Pues que son budistas,intento admiración por Buda o que siguen una corriente moderna, respondí

Y la verdad es que asumimos muchas veces símbolos bien sean religiosos o culturales que encierran valores, creencias o ideas que no siempre somos capaces de alcanzar, valorar y comprender.

Muchos se sorprenden de las enseñanzas de las religiones orientales cuando en el cristianismo tienen más de lo mismo. Posiblemente cambien las formas de expresarlo, pero en el fondo todas conducen al mismo sitio: al amor a la vida, al cuidado de uno mismo y al amor a los demás. Por desgracia el mensaje no se ha llevado a cabo como debería haber sido. ¿Qué predico, por ejemplo, Cristo? El amor a Dios y al prójimo como a "uno mismo". La historia ha querido que muchas veces la Iglesia se erigiera en la institución que más nombrara la palabra "pecado" cuando Jesús la que más utilizo fue la del "amor", "perdón", "misericordia"..... Y las pocas veces que haya utilizado la palabra "pecado" fueran para justificar el amor y el perdón.

Puede ocurrir otro tanto de lo mismo con otras religiones que convierten el mensaje en una obligación y falta de respeto hacia los demás. Todo aquello que nos separe del amor a la vida a nosotros mismos y a los demás va en contra de la misma vida y de la esencia de cualquier religión puesto que ésta sea cual fuere tiene como principio el amor a la Vida, a Dios, al Origen de todo independientemente de como quieras llamarle.

La Cruz, el Buda, y cualquier símbolo religioso que no nos lleven a ser libres y a amar carecen de todo sentido. La misma vida personal de cada uno de nosotros nos dice que cuando más fuerza desplegamos en nosotros mismos y somos capaces de lo insólito y lo imposible es cuando amamos. El amor es el que da sentido a nuestras vidas, amor que vemos reflejado en mi caso de firma total y plena  en Jesucristo, y para otros en otras religiones.

Los símbolos religiosos, por muy de moda que estén, sino conducen al amor de nada sirven. Ya lo decía San Pablo a Los Corintios 1,13. Podemos entregar nuestro cuerpo a las llamas, hablar todas las lenguas del mundo o entregar todo el dinero a los pobres que si en todo ello no hay amor, de nada sirve, no somos nadie, no llenaremos nuestra vida de nada pues al fin y al cabo lo que nos hace "imágenes de Dios" y ser auténticamente felices en la vida es eso, EL AMOR.

31/5/13

Rellenar los espacios vacíos.

Una vez más tocaba hacer limpieza y ordenar. Parte de esa rutina era la de abrir y cerrar armarios y cajones para poner todo en su lugar. Había momentos en los que al abrir y cerrar el alma se le venia al suelo. Huecos vacíos que hablaban de ausencias, de recuerdos, de vivencias. Ahora, esos huecos vacíos, eran la ausencia de alguien que había formado parte de una experiencia en la vida y que por desgracia ya no estaban allí.

Eran las experiencias de personas que habían pasado por una situación de ruptura en sus relaciones. Unas veces producidas por voluntad propia, otras veces fueron forzadas y en algunas otras por la penosa realidad de vidas truncadas por la muerte. Y en todas ellas se daba el factor común de la ausencia, la añoranza y el sentimiento de perdida de alguien que daba sentido a sus vidas. ¿Qué hacer? ¿Cómo afrontar este dolor, esta ausencia y este vacío?

Cuando eres tú quien elige y tomas la decisión, decía yo, es más fácil, porque en el vacío y en el hueco tienes la opción de colocar todos los proyectos que te quedan por realizar, es a ti quien te toca ordenar y poner en su sitio lo que quieres hacer con tu vida. Cada hueco vacío te habla de oportunidades, de posibilidades y de proyectos que puedes realizar.

Cuando es la muerte, cuando es la decisión caprichosa de la vida o de otras personas que parecen no querer corresponder, los huecos a llenar se convierten, también, en espacios a revivir y a inmortalizar con otras personas que lo quieran compartir.

La muerte puede ser ausencia, y la ausencia lo será mucho más si soy incapaz de rellenar esos huecos con la vida que ahí aprendí a vivir y a gozar. La ausencia no es una llamada a dejar de vivir, sino la llamada de rellenar con mi vida y con mis iniciativas los espacios que marchitados se quedaron por la muerte, por la ausencia o por el vacío de algo, un empleo, una persona, una experiencia o un ciclo que ya se cerró.

¿Y en este hueco, qué puedo colocar yo? Mi libertad, mi vida, mi aspiración, todo aquello a lo que yo quiero llegar y todo aquello que a la vida misma y a los demás quiero ofrecer yo.

30/5/13

Aceptar para poder transformar



Recuerdo que en día mi madre me comentaba una experiencia que había tenido la noche anterior. Había acabado todos sus quehaceres y se disponía ya para ir a la cama. Como todos los días recogía un poco la cocina, apagaba la luz y se iba para la habitación. En esta ocasión apagó la luz de la cocina, cerró la puerta y de repente se encontró en el largo pasillo de casa totalmente a oscuras, con una puerta cerrada y totalmente desorientada. Por un momento pensó en dar un grito, pero no lo hizo pensando en todos los que estábamos durmiendo. De repente respiró hondo y con  esa bocanada de aire consiguió tranquilizarse. Hizo tan sólo un pequeño movimiento con el que pudo alcanzar el interruptor de la luz del pasillo y cuando la encendió la tranquilidad volvió a su vida.

Son muchas las veces en las que la vida nos muestra su lado más oscuro, lado que nos hace entrar en una situación de angustia, nerviosismo y de impotencia. Intentamos dominar esas situaciones y lo único que hacemos es sentirnos peor haciendo que ellas nos dominen a nosotros. Es como una de esas tantas veces en las que quieres dormir y batallas para hacerlo. Te das una y otra vuelta, te pones boca arriba, boca abajo y nada. Hay momentos en que te das la vuelta y pones la cabeza a los pies de la cama o incluso apoyas los pies y piernas en la pared. Cuando te das por vencido y aceptas la situación caes rendido de sueño sin darte cuenta.

Tal vez el primer paso es aceptar la realidad: no veo salidas, me siento impotente, no encuentro trabajo o no consigo realizar este sueño o proyecto. ¿Qué pasa cuando lo aceptas? Dejas, simplemente, un estado de lucha que tiene tu mente ocupada y no le das la libertad para que encuentre soluciones a lo que buscas. La aceptación de la realidad te libera, te hace amigo de la oscuridad, del insomnio, del fracaso, del problema. Aceptas lo que hay y desde ahí, desde esa libertad, comienzas a ver lo que la lucha interna no te permitía ver: sombras, pequeñas luces, otras posibilidades y cantidad de recursos de los que puedes echar mano. Una veces pueden ser sentidos corporales que casi nunca utilizas, otras veces las intuiciones. Hay momentos en que ves la luz en algo que pasa repentinamente por la calle o en la frase que oyes de cualquier persona. Tu mente ha descansado en la lucha y en ese descanso te ofrece la cantidad de recursos que hay dentro de ti.
Aceptar, una vez más, no es resignarse sino más bien controlar la situación en vez de que la situación te controle a ti. Aceptar es el inicio de la recuperación y de poder ver las cosas desde nuevas perspectivas. 

Hay una dinámica que a veces hemos utilizado en encuentros y convivencias en las que nos tapan los ojos. Unas veces nos lanzan solos a recorrer espacios que no conocemos con los ojos tapados, otras con personas a nuestro lado que nos van guiando. Son dinámicas que nos ayuda a "ver de forma diferente", a "caminar de distinta manera" y lo que ellas tienen en común es una invitación a estar abiertos a la nueva realidad, a aprender de ella, a buscar recursos propios dentro de uno mismo o incluso a su alrededor y sobre todo a confiar en que en medio de las tinieblas siempre surge la luz.


29/5/13

Elegir mentalidad


No vivimos al  nivel de nuestros talentos, sino al de  nuestras creencias. Por eso  al  final, el  determinante fundamental del logro en  medio de  la incertidumbre no es  lo inteligentes que seamos, ni los conocimientos que poseamos, sino la mentalidad que se  elija. 

Mario Alonso Puig 

Estamos acostumbrados a que desde pequeños la palabra "NO" la utilizamos cada dos por tres en nuestras relaciones personales. "no gagas esto", le decimos a los niños. "No me gusta tu actitud", le decimos a compañeros o amigos. "No lo vas a conseguir", se lo decimos a alguien que nos comparte un sueño o ilusión. Buen decía Einstein que muchas cosas se han logrado en la vida porque hemos hecho oídos sordos a la gente o porque nadie se ha enterado de lo que perseguíamos.

No es la inteligencia que tenemos o el conocimiento de las cosas lo que hace que triunfemos en una tarea o no. Es la actitud que llevamos y con la que nos enfrentamos, así como las creencias que tenemos al respecto, lo que hace que nuestro cerebro se despierte y acepte las posibilidades que la vida nos pone delante.

Decía alguien que iba a fundar un club de pesimistas que no llegó a fundarlo porque tenía el convencimiento de que no iba a funcionar. Es un chiste y, al mismo tiempo, una realidad. La actitud y la visión es el 80% del fracaso o del acierto. Quien se siente derrotado de entrada, saldrá derrotado de salida. Quien vive ilusionado en la incertidumbre, descubrirá muchas cosas en la penumbra.

Todo depende de la mentalidad que elijamos y de la actitud por la que optemos.

28/5/13

Paso a paso



Ayer he visto una gran película motivadora para estos tiempos que corren, tiempos de crisis y de falta de trabajo. La película es la de "En busca de la felicidad", que te recomiendo que veas. Es una película, basada en hechos reales, en la que un padre lucha por tener, por una parte, a su hijo en medio de una situación de crisis matrimonial causada por el fracaso económico de un hombre que intenta vender sin conseguirlo y por otra la lucha por conquistar un puesto de trabajo en medio de otros candidatos. Motivación, coraje, fe, ilusión, esperanza y otros muchos valores que te recomiendo que veas y valores por ti mismo. La conclusión para mí es que cuando hay un motivo siempre hay "un cómo" y una "fuerza de voluntad" que todo lo puede conseguir.

Cada vez me sorprendo más ante la dificultad que tenemos para aceptar la realidad tal y como nos ha tocado vivírla, para que una vez aceptada podamos desde ahí mismo y dejando todo tipo de resignación atrás, construir una nueva realidad que realmente nos haga sentirnos felices y satisfechos en la vida.

Lo digo porque muchas veces nos cuesta aceptar y asumir lo que hay, pero sobre todo nos cuesta construir con toda la tranquilidad emocional del mundo esa nueva realidad. El proceso, el embarazo o el parto de la nueva realidad viene acompañado de un resentimiento que a veces frena la vivencia de aquello que estamos viviendo y construyendo. Es como si estuviéramos caminando constantemente mirando hacia atrás.

El viaje por la vida tiene que ser un viaje en el que la ilusión de cada paso que se da hacia lo que se quiere conlleve alegría, por la esperanza y la ilusión que se tiene. ¿Te imaginas a una mujer embarazada quejándose constantemente por la molestias que tiene?

Todo proceso, por duro e incomodo que pueda ser, conlleva una satisfacción por cada paso pequeño que se consigue dar; es un pequeño logro, un escalón que se sube, un reto que se va alcanzado.

Hoy, por ejemplo, leo que ha muerto un alpinista español en el Himalaya, Juanjo Garra, y que hasta poco antes de su muerte se encontraba entero y motivado. Estaba en su ambiente, lo que era su vida, a pesar de la dureza que ésta conlleva. Su cuerpo, por decisión de la familia, se queda allí mismo, en lo que representaba cada paso de esfuerzo, de dificultad y de ilusiones y de retos. Es una muestra de que la vida es lucha constante y de que cada paso en la lucha es un paso de satisfacción.

A veces contemplo a personas ensimismadas en lo que hacen, trabajos manuales, aficiones y pasiones que tienen. Nos las veo quejarse, y no se quejan porque cada paso es una parte del logro al que aspiran. Aceptar la realidad y a partir de ahí construir lo que uno quiere y a lo que aspira tiene que ir acompañado de esa ilusión y alegría que entraña todo tipo de reto que queremos alcanzar y conseguir.


27/5/13

La importancia de los procesos.



Estaba leyendo hace un momento que muchas veces "hacemos" para "tener" para con ello conseguir finalmente "ser" lo que queremos ser cuando el proceso correcto tal vez sea el contrario.

Precisamente hablaba esta mañana con una hermana sobre el futuro vocacional de una sobrina, es decir, de su hija. Y me gustaba oír decir a mi hermana que no la presionaba, que había tiempo por delante para que libremente pudiera decidir lo que hacer en la vida.

¡Cuantas veces optamos en la vida por elegir lo que más puede darnos! Y una vez que lo tenemos, ¡cuánta desazón encontramos! Lo que hacemos, no nos llena; lo que tenemos no nos satisface y, al final, no sabemos ni quien realmente somos.

Hoy, y más que nunca, en la era de la información y del talentismo, se nos invita más que nunca a vivir lo que somos, a desplegar nuestras cualidades y talentos, a sentirnos creativos con aquello que nace de forma natural dentro de nosotros para que podamos vivirlo con pasión, ilusión, interés y creatividad. Para que podamos darle rienda suelta a lo bueno que hay dentro de nosotros y, a partir de ahí ganarnos la vida si podemos, cosa que sería de lo más natural y lógico.

Saber ser, que nace de un reconocerse, de un saber aceptarse y de un saber desarrollar lo que uno lleva dentro de sí. Es sólo, y a partir de ahí, cuando lo que hacemos será una extensión de nuestra vida y no una mera obra teatral que representamos y que no acaba de llenarnos. Y sólo al final, cuando somos y hacemos aquello que con pasión sale de dentro de nosotros, no sentirémos orgullosos y satisfechos de lo que obtenemos.

La satisfacción en la vida viene por sentirse bien con uno mismo, la coherencia con uno mismo y con aquello que cree y valora de verdad en la vida. Y si no empiezo por valorarme a mi mismo poca satisfacción tendré y poco podré ofrecer a los demás.


24/5/13

Motivación inconsciente


Ayer lo hablaba con el director del colegio de mi hija, hoy profundizaba sobre ello: la motivación. Es algo que pierden lis jóvenes, y los no tan jóvenes. Algo que viene y va. 

Hay dos tipos de cosas que nos motivan, las que vienen de dentro y que suenan a cierto tipo de recompensa o reconocimiento, y las que vienen de dentro, que nos hacen sentir bien con nosotros mismos y que, hasta cierto punto, no necesitan tanto de un reconocimiento externo, aunque siempre viene bien el que lo haya.

Pero siempre hay una motivacion, creo yo, que está presente y que puede hacer grandes milagros en nosotros, una motivacion que nos hace sentirnos bien aun estando recluidos en la soledad o en cualquier trabajo que nos entretenga. Es esa motivación escondida y camuflada, silenciosa que está esperando a que tomemos conciencia de ella y la convirtamos en algo más productivo y enriquecedor en nuestra vida.

Tal vez nis escondámos en la música, la lectura, internet, los amigos o tantas otras cosas. ¿Qué siento? ¿De qué me puede servir? ¿Cómo puedo utilizar eso que no me cuesta hacer y que me tiene absorto mucho tiempo? ¿De qué le puede ser útil, si para mi lo es, al resto de la gente? ¿Qué necesidades puedo llegar a satisfacer en otras personas?

Hay cosas que nos motivan y no nos damos cuenta de ello, cosas que no las desarrollamos más y que nos servirían para vivir, para pulir más aquello que hacemos y resolver necesidades de otros. Necesitamos conocernos un poco más profundamente y preguntarnos sobre el porqué de lo que sentimos y de lo que podemos aportar a la vida con aquello que nos gusta hacer.

Ayer recomendaban en la tele un ejercicio curioso para hacer todas las noches. Recordar cinco cosas buenas que hemos vivido durante el día, sentirlas nuevamente de forma profunda y agradecer a la vida y a las personas. Otro era el de sonreír constantemente, sobre todo a las personas con las que tenemos dificultades. Después de hacer estos dos ejercicios durante una semana experimentaremos un gran cambio en nuestras vidas. ¿Nos animamos?




23/5/13

Aportando desde nosotros mismos



No deja de ser interesante el hecho de que cada uno tenga mucho que plasmar en la vida a través de lo que es y de los talentos o cualidades que tiene en la vida. Siguiendo y tratando de resumir el libro de Raimon Samsó no todos tenemos claro lo que hay dentro de nosotros y lo que valemos como personas. Si es cierto que todos tenemos algo original, peculiar y que nos diferencia de los demás, ¿podría ser ese algo el valor añadido que puede hacernos valer y salir adelante por nosotros mismos?

Es algo que también leo en Seth Godin en su libro Tribu y que nos invita a ser originales, a romper con lo establecido, no por el ánimo de romper sino por el ánimo de generar riqueza a nuestro alrededor con lo que tenemos dentro al punto de despertar el liderazgo que hay dentro de nosotros y que por miedo muchas veces lo dejamos aparcado en la vida.

Es parte de una conversación que mantenía con una persona que busca trabajo y que reconoce que entre la seguridad y el riesgo de emprender por propia cuenta escogemos el camino de la seguridad para luego, como decía ella, quejarnos de esa seguridad que nos empobrece por dentro y que hace que no aportemos nada nuevo a la vida porque la seguridad nos mantiene quietos.

El mismo Samsó decía en su libro que "seguridad", paradojicamente, encierra negatividad pues nos aprisiona y nos impide ser libres y mejorar cayendo en muchas seguridades y dependencias que no dejan que crezcamos a nivel personal.

Los riegos nos condicionan, el miedo se apodera de nosotros pero, ¿miedo a qué? Tal vez al fracaso o al rechazo. ¿Puede el miedo o el rechazo más que nuestros deseos o necesidades? ¿Nos hace el miedo y el rechazo dudar hasta de nosotros mismos? Más allá del miedo y del rechazo hay sueños que dan sentido a nuestra vida diaria y que hacen que nos sintamos a gusto con nosotros mismos y con lo que aportamos a la vida.


22/5/13

Desarrollandonos personalmente


Tuve la oportunidad  esta mañana de hablar con una persona que ha sido operada de un tumor maligno y que ahora, unos meses después, tiene que pasar nuevamente por quirófano. Por una parte resignación, por otra la veo siempre alegre y positiva. Una energía que atrae y contagia al mismo tiempo. Es una de esas personas de las que siempre se aprende, sobre todo por su espiritu positivo, y no solo ante su enfermedad, sino ante diferentes situaciones de la vida.

Luego he estado leyendo un libro de Raimón Samsó, "Lo que los ricos saben y los demás ignoran". Libro ameno e interesante que te ayuda a pensar en que uno tiene que adentrarse en la vida por si mismo y ser peculiar. Cada uno tiene un algo especial que es lo que tiene que ofrecer y al mismo tiempo vender a los demás. Lo más curioso es que tenemos que ser especialistas en algo si queremos sobrevivir a la brisa. Y lo mejor es ser especialista en lo que más le gusta a uno y sentir pasión por ello.

Por la tarde ha sido interesante porque he vuelto a mis orígenes y he ofrecido la posibilidad de iniciar un proyecto serio y profundo a nivel de "Coaching" orientado a todos los que están sin trabajo. Cuando lo presenté rápidamente me ofrecieron la posibilidad de ampliarlo a otras áreas. La verdad es que me puse contento pues era un proyecto que desde hacía mucho tiempo quería haber iniciado y que oír desgracia no me dejaron hacer. ¿Tendré ahora la oportunidad? Espero que si. Un desafío para mi y un reto a la hora de obtener resultados.

Sigo leyendo a Juan Carlos Cubeiro y me quedo de él con las diez claves prácticas para cultivar tu talento:
1.    Descubre tu verdadera vocación.
2.    Intégrate en un entorno tónico, no tóxico.
3.    Dedícate en cuerpo y alma a lo que te gusta.
4.    Conviértete en diferente.
5.    Perdona a quienes te ofenden.
6.    Cuenta con la ayuda de un coach (mejor dos, y sucesivos) para cuajar.
7.    Saborea lo que te ofrece la vida.
8.    Consigue que te recoja alguien influyente.
9.    Dedica al menos diez mil horas (dos veces) a formarte y desarrollarte.
10.Genera una marca poderosa.



21/5/13

Ensear a pulir lo propio


Seguimos con el tema de la educación a vueltas. A gobierno nuevo nueva ley de educación, leyes que dejan ver que España sigue a la cola de los países en cuanto a éxitos escolares. El inice de abandono escolar es bastante grande. Ante tanto cambio y ante tanto fracaso caben ciertas preguntas: ¿Tan difícil es tomar como punto de partida aquellos sistemas que triunfan en el mundo? ¿A quien le puede interesar que nuestro sistema sea un fracao?

A veces creo que si dejamos a los niños solos pueden sorprendernos por su capacidad de aprender, crear o improvisar. ¿Por qué no estar atentos y pulir todo ese diamante en bruto que suelen ser los niños desde pequeños? A veces creo que la educación es algo como si los niños fueran recipientes en los que vamos introduciendo todo tipo de conocimientos. Otras veces me preocupa el que bono sean capaces de relacionar unos conceptos con otros, pero lo más preocupante es que no consigamos crear personas con creatividad, iniciativa y capacidad de aportar valor añadido a la sociedad. Existen personas, jóvenes y niños que sí están en esa situación, pero lo normal es que un sistema educativo basado en crear alumnos uniformes haya falta de interés y de motivación.

A veces me pregunto que pasaría si los puntos de partida de la misma enseñanza fueran las situaciones reales de la vida. ¿No sería más interesante?

20/5/13

Abriendonos a través de lo que somos y tenemos.

Por alguna razón extraña nos encerramos en nosotros mismos y nos dejamos llevar por el miedo. Cerramos las puertas de nuestra vida y nos olvidamos de vivir todo aquello que nos hace sentir bien hasta que algo nos sacude nuevamente, nos despierta de nuestro letargo y nos permite abrir nuevamente las puertas y enfrentarnos con éxito a los miedos.

Es la experiencia de Pentecostés. La escuchábamos ayer en el Evangelio y tiene que ver con nuestros talentos y todo aquello que podemos desarrollar en nuestras vidas y que nos hace sentir parte de la misma vida y útiles a los demás.

En medio del encierro por causa del miedo la experiencia del Espíritu de la Vida hace que:

Tomemos conciencia de que tenemos talentos por los que podemos aportar mucho a la vida.

Que los talentos que tengo junto a los que tienen otros hacen más que la suma de todos pues el resultado de lo compartido es algo más grande que la mera suma aritmética.

Que el talento es un lenguaje universal que todo el mundo entiende pues es un lenguaje que aporta a los demás lo significativo de cada persona.

Que el talento, cuando crees en él, te hace vivir sin el miedo pues disfrutas de él como tal.

Que cuando vives el talento lo das a conocer con pasión y es esa pasión la que contagia y nos hace creíbles a los demás.

Es por ello que en medio de los miedo hay que creer en no mismo y vivir con pasión lo que llevamos dentro. Viviremos con más libertad y contentos de lo que somos y llevamos dentro.

17/5/13

¿Qué hace EL TALENTO ESPAÑOL QUE ADMIRA EL MUNDO?


Copio un texto de Juan Carlos Cubeiro sobre el talento que me resulta interesante:

1. Tener muy claro qué es realmente el TALENTO. El Diccionario de la Real Academia define el Talento como Inteligencia. Pero no debe ser “inteligencia fracasada”, como diría José Antonio Marina, sino “inteligencia triunfante”. Saber transformado en Hacer. Conocimientos convertidos en comportamientos, en conductas cotidianas, en un perfil de talento.
2. Partir del Disfrute. El Talento requiere de 4 D: Disfrute, Diversidad, Dedicación y Dominio. Los profesionales que mejor lo hacen en lo suyo disfrutan, y mucho, con su “trabajo”. El equilibrio de vida personal y profesional lo aporta pasarlo bien con su actividad. El “esfuerzo”, que lo hay, no es sacrificio.
3. Conseguir COMPROMISO. Com-prometerte es prometerte con algo (con un proyecto que ilusione) y con alguien (con personas creíbles, con compañeros de viaje que merezcan la pena). Es poner toda la energía (física, mental, emocional y de valores) en lo que haces.  
4. Hacer MARCA. La MARCA es una PROMESA DE VALOR. Porque el Talento es “poner en valor lo que uno (una persona, un equipo, un país) sabe, quiere y puede hacer. Si algo sale bien, cuéntalo. Y aprovecha los criterios de valor.
5. Ser eficientes desde el ORGULLO DE PERTENENCIA. Pasión bien canalizada: “La Pasión sin Sistema es tan peligrosa como el Sistema sin Pasión” (Tom Peters). Generar orgullo de pertenencia entre los integrantes de una organización es imperativo en el liderazgo.
6. Practicar el Optimismo Inteligente. El Optimismo no es ingenuidad, no es negar la realidad, sino al contrario, afrontarla constructivamente. El Optimismo es un estilo explicativo de la realidad, y como tal se mide y se analiza. Las personas optimistas viven doce años más que las pesimistas. El presente y el futuro es de los optimistas.
7. Ser un EQUIPO. El Talento se “equipa” colectivamente. Un Equipo es un grupo de personas que obtiene sinergias (juntos, mejor que por separado). En el deporte (especialmente, en la selección española de fútbol) los mejores equipos obtienen los mejores resultados.
8. Construir Capital Organizativo. El concepto es de Raghuram Rajan, que fue economista jefe del FMI de 2003 a 2007. Se trata de generar una capacidad conjunta. ¿Cómo? A través de una Cultura, Clima, Compensación y Cooperación.
9. Generar un contexto ganador. Contábamos la Dra. Leonor Gallardo y un servidor en el libro Liderazgo Guardiola que el “Pep Team” hacía lo propio de las empresas más admiradas, según el ranking de Fortune. Desde asumir la visión, la misión y los valores hasta gestionar profesionalmente el desempeño. 
10. ¿Existe un Liderazgo “a la española”? Muchos creemos que sí. Un liderazgo tan apasionado como tranquilo, tan firme como cercano, tan señorial como efectivo. Es el liderazgo, en el deporte, de nuestros “coaches” campeones del mundo en fútbol, balonmano, baloncesto, fútbol-sala, hockey, tenis o wáter-polo (Vicente del Bosque, Valero Rivera, Pepu Hernández, Javier Lozano, Carlos Farache, Emilio Sánchez-Vicario, Joan Jané Giralt) o de nuestros mejores directivos (Rosa García, Laura González-Molero, Pablo Isla, José María Vilas, José María Cervera, José Luis Aguirre, Ana Mª Llopis, Francisco Román, Arturo Dopico) con quienes he tenido el privilegio de trabajar.

16/5/13

Aceptación o resignación.


¿Es importante la aceptación de la realidad? ¿La de las otras personas? ¿Tenemos que resignarnos a lo que hay?

Entre la aceptación y la resignación hay un trecho. Una cosa es resignarse, es decir, tirar la toalla y abandononarse a lo que hay, y otra muy distinta es aceptar lo que hay y a partir de ahi construir todo lo que se pueda.

La resignación, como he dicho es una actitud derrotista, pasiva y que no aporta nada a lo que estamos viviendo mientras que la a aceptación es una actitud que me permite aceptar lo que hay, no ponerme a la defensiva y adoptar una actitud de dialogo con esa realidad para ver lo que desde ahi se puede hacer.

Como bien dice la frase de Alcohólicos Anónimos: “Dios, dame la serenidad de aceptar las cosas que no puedo cambiar; valor para cambiar las cosas que puedo; y sabiduría para conocer la diferencia." 

En la aceptación encontramos serenidad, la serenidad nos permite observar, la observación nos permite pensar y el pensamiento nos permite aprender de las situaciones y si cabe la posibilidad, transformarlas o, simplemente, aportar algo a esas circunstancias. Podemos poner nuestro valor añadido. En la resignación nos hundimos. Un ejemplo claro me lo daban en un curso de socorrismo acuático: Cuando alguien se ahoga hay que ser muy prudentes y dejar que el que se ahoga pierda fuerza y vitalidad. Si no acepto esa realidad su fuerza inconsciente puede ser más poderosa que la mía real y en su afán por salvarse no entenderá razones y puede que acabemos los dos ahogados.

Tal vez si aceptamos la realidad y permito que en su lucha por sobrevivir  vaya perdiendo fuerzas llegue el momento en el que yo si pueda salvarlo en su debilidad.

La a estación me permite vivir la realidad con cierta tranquilidad y, a partir de ahí, ver lo que buenamente puedo hacer. Tal vez descubra cosas buenas de esa realidad o esa realidad descubra cosas buenas en lo que yo quiero aportar.