Ayer he visto una gran película motivadora para estos tiempos que corren, tiempos de crisis y de falta de trabajo. La película es la de "En busca de la felicidad", que te recomiendo que veas. Es una película, basada en hechos reales, en la que un padre lucha por tener, por una parte, a su hijo en medio de una situación de crisis matrimonial causada por el fracaso económico de un hombre que intenta vender sin conseguirlo y por otra la lucha por conquistar un puesto de trabajo en medio de otros candidatos. Motivación, coraje, fe, ilusión, esperanza y otros muchos valores que te recomiendo que veas y valores por ti mismo. La conclusión para mí es que cuando hay un motivo siempre hay "un cómo" y una "fuerza de voluntad" que todo lo puede conseguir.
Cada vez me sorprendo más ante la dificultad que tenemos para aceptar la realidad tal y como nos ha tocado vivírla, para que una vez aceptada podamos desde ahí mismo y dejando todo tipo de resignación atrás, construir una nueva realidad que realmente nos haga sentirnos felices y satisfechos en la vida.
Lo digo porque muchas veces nos cuesta aceptar y asumir lo que hay, pero sobre todo nos cuesta construir con toda la tranquilidad emocional del mundo esa nueva realidad. El proceso, el embarazo o el parto de la nueva realidad viene acompañado de un resentimiento que a veces frena la vivencia de aquello que estamos viviendo y construyendo. Es como si estuviéramos caminando constantemente mirando hacia atrás.
El viaje por la vida tiene que ser un viaje en el que la ilusión de cada paso que se da hacia lo que se quiere conlleve alegría, por la esperanza y la ilusión que se tiene. ¿Te imaginas a una mujer embarazada quejándose constantemente por la molestias que tiene?
Todo proceso, por duro e incomodo que pueda ser, conlleva una satisfacción por cada paso pequeño que se consigue dar; es un pequeño logro, un escalón que se sube, un reto que se va alcanzado.
Hoy, por ejemplo, leo que ha muerto un alpinista español en el Himalaya, Juanjo Garra, y que hasta poco antes de su muerte se encontraba entero y motivado. Estaba en su ambiente, lo que era su vida, a pesar de la dureza que ésta conlleva. Su cuerpo, por decisión de la familia, se queda allí mismo, en lo que representaba cada paso de esfuerzo, de dificultad y de ilusiones y de retos. Es una muestra de que la vida es lucha constante y de que cada paso en la lucha es un paso de satisfacción.
A veces contemplo a personas ensimismadas en lo que hacen, trabajos manuales, aficiones y pasiones que tienen. Nos las veo quejarse, y no se quejan porque cada paso es una parte del logro al que aspiran. Aceptar la realidad y a partir de ahí construir lo que uno quiere y a lo que aspira tiene que ir acompañado de esa ilusión y alegría que entraña todo tipo de reto que queremos alcanzar y conseguir.
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