15/3/13

Abrirse a los demás



Entre una Iglesia accidentada 
que sale a la calle 
y una Iglesia enferma de autoreferencialidad, 
no tengo ninguna duda: 
prefiero la primera. 

Papa Francisco.

Es una frase dicha por el Papa Francisco en una entrevista que se le hizo hace poco, antges de ser elegido y que, para mí, no tiene desperdicio no solo por lo que a la Iglesia se refiere sino por lo que al crecimiento personal de cada persona le toca.

Mirarse al ombligo y creerse lo mejor del mundo corre un riesgo, cerrarse a lo que uno es y no enriquecerse y empaparse de lo que la vida nos regala cada día. Renovarse o morir, crecer o morir. Bien se dice que la rutina puede provocar la muerte de las relaciones humanas o el empobrecimiento de las instituciones. Creerse en la posesión de la verdad o satisfecho con lo que se tiene puede llevarnos a un conformismo que nos impide ver otros aspectos de la vida, de las personas con las que vivimos o trabajamos o de lo que podemos aportar a la misma vida.

Somos sal de la tierra y luz del mundo, pero la sal tiene sentido donde no hay sabor y la luz donde hay tinieblas. Y lo que es mejor es que tanto los que viven sin sal como los que viven sin luz tienen algo que aportar pues la sal y la luz está presente en cada vida, aunque a veces parezca imperceptible. No olvidemos que una pequeña chispa, por pequeña que sea, puede originar un gran incendio.

Descubrir la sal y la luz que hay fuera de nosotros no solo nos beneficia a nosotros mismos que aprendemos y nos enriquecemos de los que son diferentes o piensan distinto, sino que reconociéndola les ayudamos a ser portadores de esa luz, de esa chispa de la vida y de la riqueza que llevan dentro de ellos mismos.

La Iglesia está llamada a salir al mundo, para dar y para recibir. Nosotros estamos llamados a salir de nosotros mismos tanto para dar, como para recibir, para enseñar como para aprender de los demás. Hoy y más que nunca somos interdpendientes. ¡Viva la riqueza humana!


14/3/13

La queja y la crítica



Hay momentos en los que no siempre las cosas salen como uno quiere. Unas veces nos quejamos, otras criticamos. Hay momentos en los que aprovechamos las circunstancias negativas y somos creativos y aportamos cosas nuevas a la misma vida y a las situaciones que no nos gustan.

¿Quejarnos? ¿Por qué no? La queja es una reacción ante algo que nos duele. Es normal que podamos quejarnos. Son reacciones, a veces, hasta espontáneas. En la queja nos quedamos ante algo puntual, ante lo que nos sucede. 

¿Criticar? Tal vez. Pero corremos un riesgo, centrarnos en lo que no depende de nosotros y perdemos el tiempo, además de iniciar un proceso de culpabilización y muchas veces de difamación. 

Hay algo que es más difícil y es el saber aprovechar las situaciones para transformarlas en algo positivo. ¿Cuál es el problema? Requiere compromiso por nuestra parte, voluntad de no quedarse en la queja sino en buscar una transformación o cambio de las circunstancias y, por ello, un compromiso con nosotros mismos y con la realidad.

Dicen que la madurez consiste en no quedarse en la queja ni en la crítica, sino en saber ser responsable ante uno mismo y ante los demás con aquello que sucede dentro de nosotros o a nuestro alrededor. La madurez es sentirse responsable del propio cambio y del propio futuro de cada uno. No es cuestión de echar balones fuera sino de tomar el toro por los cuernos y de comprometerse con la propia realidad. La vida no depende de lo que los demás hagan, sino de lo que cada uno hace consigo mismo y sus circunstancias.


13/3/13

Cuando el árbol no deja ver el bosque.



Somos seres humanos que somos mezcla de sentimientos, emociones y de pensamientos. Las emociones juegan un papel muy importante en nuestra vida, de hecho muchas veces decimos que hay que obedecer al corazón en vez de a la razón. Pero también es cierto que muchas veces las emociones nos juegan una mala pasada y nos impiden ver la realidad tal y cual es. ¿Cuántas veces se nos ha atragantado una idea, un sentimiento o una experiencia en la vida y hemos decidido ver la vida desde esa única perspectiva?

Más allá de las experiencias, buenas o malas, que tenemos en la vida hay otras realidades. Dejarnos cegar por el éxito o por el fracaso en un momento dado puede llevarnos a error y a perdernos otras experiencias que pueden aportar riqueza a nuestra vida.

Separarnos del árbol que nos impide ver el bosque es importante:
  • Nos dará mayor tranquilidad.
  • Objetividad.
  • Capacidad de ver otras perspectivas.
  • Valorar la vida en toda una gama de nuevas circunstancias.
  • Decidir por nosotros mismos y no coaccionados por nuestros sentimientos.
La vida es algo más que un árbol que se nos cruza en el camino.


12/3/13

Comunicación



Uno de los pasajes de la vida de Jesús que más me ha llamado la atención es cuando la gente comienza a alejarse de Él. Pedro parece preocuparse y Jesús le da la libertad para irse a lo que Pedro responde quedándose pues Jesús tiene Palabras de Vida Eterna.

Me llama la atención porque no es un mensaje autoritario, que obliga bajo la pena del miedo o del castigo. Es un mensaje, el de Jesús, que invita desde la libertad y desde el reconocimiento de unos valores que se predican desde la misma vida.

Es fácil imponer y amedrentar a los demás. Podemos no convencer pero sí engañar a los demás a través de mil y una artimañas para que sigan nuestros pasos o nuestros valores, pero solo la libertad que dejemos a los demás para escoger el camino que deseen es lo que hará fiable los valores que tratemos de infundar a los demás-

Ha habido momentos en mi vida en los que he podido vivir estas situaciones en las que aprovechando el cargo, la situación o la potestad que podía tener hacía posible que muchos entraran en el camino que yo proponía. Pero dejaba una gran sensación de vacío pues muchas veces me daba cuenta de que lo que convencía no era el mensaje en sí sino el cargo que yo podía ostentar.

Cuando valoras aquello en lo que crees te das cuenta que el mejor camino es el de la libertad, un camino en el que lo que uno sigue es por el fiel convencimiento de que lo sigue porque aporta calidad de vida a la misma vida y a su persona como tal.

Cuando se obliga o se coacciona te das cuenta de que al final la vida pone a todos y a todo en su sitio y que los valores se viven o se dejan cuando existe la libertad para escoger un camino u otro. Y cuando lo haces desde la libertad te sientes satisfecho, satisfecho de ser libre y de escoger en plena libertad lo que consideras importante para tu propia vida.


11/3/13

Exito y Compromiso



El compromiso es la clave en el cambio y en la consecución de las metas u objetivos que nos proponemos. 

Hace unos dias escuchaba a un amigo como dejó el tabaco. Decía que fue muy simple. Un día se dijo a si mismo que no volvería a fumar, y el ultimo cigarrillo que le quedaba en su cajetilla lo tiró al suelo. Le regaló el mechero a un amigo suyo que por cuestiones laborales lo veía todos los días y le dijo que se lo regalaba pues ya no volvería a fumar nunca más. El amigo no se lo creyó y le dijo que se lo guardaría hasta el día siguiente. La realidad es que nunca volvió a fumar. Se ayudó de su firme voluntad y compromiso. La idea que gobernaba su mente no era el tabaco sino lo bien que le iba a ir sin él. Con esa idea en mente, y con la ayuda de chicles en las dos primeras semanas, así como comunicar su compromiso a su mujer y amigos más allegados, consiguió su propósito.

Es la historia cercana de un amigo, pero también de otras personas que conozco y en ámbitos diferentes: drogas, comida, trabajo, metas personales, etc. El cambio y la consecución de lo que queremos viene no tanto por el compromiso que adquirimos hacia los demás sino hacia nosotros mismos.

El compromiso, para que sea tal, tiene un día y una hora, es decir no se va dejando de un momento para otro. Y así como tiene un día y una hora también tiene un motivo, una razón de ser que es la que se instalará en nuestra mente y servirá de acicate y de motivación en nuestra nueva andadura.


8/3/13

Comunicación efectiva




La comunicación es un campo de batalla. Somos animales sociales por naturaleza y nos resulta supercomplicado el comunicarnos, escucharnos y entendernos como tal. Richard Skirne propone, entre otras, una serie de actitudes fundamentales para que pueda darse la comunicación.
Seguridad. Es fundamental que haya un clima de seguridad y de confianza. ¿Qué sucede donde no la hay? Ocultismo. Y cuando algo se oculta, por miedo al rechazo, a la falta de respeto, al desprecio o lo que fuere, la comunicación se queda coja
  • Ser significativo. Si no significo algo interesante para la persona con la que me comunico, lo que yo pueda decir, en la mayoría de las ocasiones, será insignificante. Si alguien significativo dice algo, ese algo que diga, siempre será escuchado por muy banal que sea. Todos, hasta aquellos que bien no nos caen, somos significativos por el mero hecho de llevar una experiencia a nuestras espaldas.
  • Aceptación por parte del otro. Seamos sinceros. Si la persona con la que nos comunicamos no es santo de nuestra devoción, ¿Qué sucederá? Que habrá una actitud de rechazo de todo aquello que nos comunique. Aceptar a la persona es fundamental. Hay que saber separar lo que se es de lo que se hace.
  • Confirmación de la experiencia personal. ¿Escuchamos ideas o escuchamos experiencias? Recuerdo que alguien decía que siguiéramos a los que nos ofrecen experiencias de vida antes que a los que nos hablan de ideas y teorías. Detrás de lo que decimos, ¿Se esconde o dibuja nuestra experiencia? ¿La respetamos como parte de nuestra historia o de la de nuestro interlocutor?
  • Poder expresarse libremente. Es parte fundamental. Donde hay libertad, somos libros abiertos donde podemos ir leyendo cada página de nuestras vidas. Donde hay libertad no hay miedo, y donde no hay miedo la verdad reluce en todas sus formas y matices.

7/3/13

Verdad y Libertad



"La verdad nos hará libres", dice Jesús. La libertad junto con la verdad es el camino del éxito, aunque verdad y libertad forman un cocktel que no todo el mundo acepta, que no todo el mundo quiere y que no todo el mundo está dispuesto a asumir, pues verdad y libertad conllevan un riesgo ineludible en muchas ocasiones: la soledad.

La libertad es la capacidad de elegir el camino que queremos en la vida y que nos conduzca a nuestra auto realización personal. La libertad, como diría Miguel Angel Cornejo es:

  • Libertad, es la facultad natural que tiene todo ser humano para alcanzar su plena realización. 
  • Libertad, es mantener nuestra integridad y nunca perder la opción de ejercer nuestra voluntad. 
  • Libertad, es asumir con responsabilidad las consecuencias de nuestras decisiones. 
  • Libertad, es la fuerza y determinación que nos hace vivir con plenitud nuestra propia vida. 
  • Libertad, es lograr que nuestra mente permanezca autónoma e independiente, aunque seamos oprimidos por la represión y la esclavitud. 
  • Libertad, es liberarnos de la ignorancia y la superstición.
  • Libertad, es entender y aceptar que todos los seres humanos poseemos iguales derechos. 
  • Libertad, es el compromiso y la alegría de ser nosotros mismos. 
  • Libertad, es poder comprometernos con lo que amamos. 
  • Libertad, es mantener levantado el espíritu hacia las estrellas y luchar con valor para alcanzarlas. 
  • Libertad, es el don más grande de la humanidad; derecho humano que hasta Dios respeta. 
  • Ser libre significa tener el valor de reclamarse a sí mismo, de adueñarnos de nuestra propia vida, de realizar nuestra propia arquitectura y de forjar el mundo que deseamos tener; ser libre significa elegir el amor como medio de realización y atrevernos a ser hijos de Dios.
Muchos alzamos las manos y reclamamos libertad pero, ¿creemos realmente en ella? ¿confiamos en nuestra propia libertad? 


6/3/13

Todo llega




Estar abierto a todo aquello que nos pueda suceder puede ser una auténtica bendición. Si por el contrario nos obcecamos por algo, perdemos libertad y no somos capaces de ver lo que hay a nuestro alrededor. ¿Un ejemplo?

¿Cuántas veces has tenido en la punta de la lengua algo que querías decir y no te salía? ¿Cuántas han sido las ocasiones en las que has tratado de recordar algo importante y no te venía a la mente? Es más, ¿cuántas veces hemos batallado por el sueño y luchado contra el insomnio y hemos fracasado? La vida es así pero como dicen los creativos, cambia el chip, distráete, haz algo distinto y cuando menos te lo esperes, la palabra está en tu lengua, lo que querías recordar en tu mente y el sueño se ha apoderado de ti.

La ansiedad por querer conseguir algo puede ser nuestro peor enemigo. Tener el foco en algo y no apartar la vista o la vida de ello nos impide a encontrarnos con lo diferente, con lo casual, con lo nuevo, con lo enriquecedor.

Una mente libre es como la esponja, no deja escapar la oportunidad de que el agua, en este caso la vida, penetre en cada uno de nosotros y nos enriquezca. Es la gran oportunidad de estar abiertos a lo que viene o nos encontramos.


5/3/13

El poder de la palabra




¿Has reparado alguna vez en el poder de la palabra? Si miramos un poco  hacia atrás en nuestra vida podremos percatarnos de ello.

  • ¿Cuantas palabras hemos recibido de alago, de apoyo, de agradecimiento y de reconocimiento en nuestras vidas? ¿Cómo nos hemos sentido? ¿Qué ha supuesto en nuestras vidas? Son palabras que alientan, que levantan, que te hacen sentir que eres alguien.
  • Hay otras, por el contrario, que hemos recibido y nos han herido, nos han marcado y nos han hundido por un buen tiempo en nuestra vida.
  • Las hay que convencen, arrastran, seducen y generan confianza. Son palabras que nos han despertado o que nos han ayudado a despertar a otros en la vida. Son palabras que generan vida tanto en quien las da como en quien las recibe.
  • Otras son las que generan desconfianza, alejamiento, duda. Nos llevan a la tristeza, a la frustración y al pesimismo.
Todos, a lo largo del día, emitimos cantidad de palabras o bien recibimos la misma cantidad. Unas nos alientan y otras nos tiran por los suelos. Tal vez lo más importante es el tomar conciencia de las que emitimos y de aquellas por las que nos dejamos influenciar. 

Pero hay unas palabras que nunca, nunca, deberíamos de olvidar: aquellas que nos decimos a nosotros mismos. Ellas revelan nuestros pensamientos y el mensaje positivo o negativo que nos enviamos a nosotros mismos.

1/3/13

La libertad de renunciar



Es normal que a una edad avanzada y en medio de unas responsabilidades y toma de decisiones muy importantes uno se vea impotente. Lo normal y natural es ceder el paso a otros como más fuerza, vitalidad y entusiasmo, sobre todo si lo que está en juego no es el poder sino la vida, las creencias y la fe de mucha gente.

Lo que no es natural es aferrarse a los cargos y situaciones como si uno fuera imprescindible. Juan el Bautista dejó paso a Jesús. Es importante saber ceder el paso y las responsabilidades en la vida, al fin y al cabo lo importante son los objetivos que nos proponemos. Unas veces vienen de nuestra mano, otras también, aunque de forma indirecta al permitir que sean otros las decisiones y el camino que hasta un momento determinado hemos hecho nosotros.

Mientras Benedicto XVI toma la decisión de renunciar con bastante tranquilidad y aceptación, otros luchan intentando dar una imagen de fuerza, salud y fortaleza. Mientras uno anuncia públicamente que hoy empieza la última etapa desu peregrinaje por la vida, otros intentan negar su impotencia, su enfrentamiento con la muerte o sus limitaciones.

No hay nada como la libertad de aceptarse y mostrarse tal cual se es al mundo. No vivimos de apariencias, sino de lo que realmente solo. El peso de la realidad es muchas veces suficiente carga como para cargar además con la de las apariencias o con la de un poder que tendrás que dejarlo aquí.

Hoy se pregona a los cuatro vientos la calidad de vida, y que mejor que vivir cada etapa como toca. La libertad es lo que nos hace tener calidad de vida, la libertad de vivir como se es y no como se espera que seamos. Puede que nuestras decisiones desconcierten a muchos, pero al final valorarán la libertad y la humildad.

Y no olvidemos algo muy importante, se forma parte de un equipo, de una comunidad. Hay que saber confiar en ese equipo y en esa comunidad. No lo somos todo en la vida, formamos parte de un grupo y en el grupo hay que saber delegar y confiar.


28/2/13

¿Libres o dependientes?



Nuestras convicciones más arraigadas, 
más indubitables, 
son las más sospechosas. 
Ellas constituyen nuestro límite, 
nuestros confines, 
nuestra prisión. 

José Ortega y Gasset

¡Cuánta razón tiene Ortega y Gasset! Los que más nos encerramos en nuestras verdades e ideas más presos nos sentimos de ella, más miedo tenemos a lo que puede haber más allá de ellas y más inseguros nos encontramos sin ellas. Son nuestra prisión, nuestra esclavitud y nuestro dolor de cabeza.

Siempre me llamó la atención aquel pasaje bíblico donde Dios le pide a Abraham que sacrificara a su hijo único, a Isaac, que además era el hijo de la promesa que Dios le había dado y prometido. Un regalo que luego está a punto de ser retirado. ¿Qué tiene ello que ver con las verdades de nuestra mente?

Nada en la vida es absoluto, todo es relativo. Todo está en función de nuestra libertad, de nuestro crecimiento, de nuestro "querer ser" lo que realmente somos. Así podemos entender aquellas polémicas actitudes de Jesús de "curar en sábado",que estaba prohibido, o la de "arrancar espigas en sábado" que también estaba prohibido. "La ley, diría Jesús, fue hecha para el hombre y no el hombre para la ley." No somos en función de lo que pensamos, sino que tenemos que pensar en función de lo que somos, personas libres en constante evolución y crecimiento".

Todo aquello que nos cierra a los demás, a la vida, a aprender, a evolucionar y a construir nuestra vida basada en el amor y la energía está en contra nuestra por muy buenas y saludables que puedan ser esas ideas. Somos imágenes y semejanza de Dios en la medida en que somos libres, creativos y liberadores de vida y energía hacia nosotros y hacia los demás.

Permitir que mis propias ideas me empobrezcan hace que mis propias ideas me devalúen como persona y que devalúe la vida misma y la vida de los demás.


27/2/13

Tranquilidad y seguridad



Hoy leía el cuento de un samurai que para disgusto de muchos no hizo frente a los insultos que alguien le decía. Cada insulto iba creciendo en intensidad y en agresividad dejando por los suelos al maestro delante de todos. Al final, y cuando prevalecía la sensación de derrota, simplemente hacía la alegoría del regalo que te hacen, si lo quieres lo tomas y si no lo dejas. Si lo dejas el regalo se queda con quien te lo ofrece. Si lo acoges y lo recibes el regalo se queda contigo.

¿Cuántas veces reaccionamos mal ante las críticas, los insultos y los desprecios de otras personas? Lo que nos dicen nos afecta, y muchas veces se ha dicho que nos afecta de tal manera que ataca a nuestra propia autoestima. ¿Guardar silencio? ¿Ponernos un escudo? 

Recuerdo que el silencio me llamó mucho la atención en quien podía defenderse y permaneció en silencio ante el juicio y las preguntas de Pilatos: Jesús. ¿Tal vez Pilatos esperaba una defensa a ultranza del mismo Jesús?

Vivir en paz con uno mismo, estar seguro de si mismo y tener claro quien uno es la clave para permanecer tranquilo y seguro frente al vendaval que puede arremeter contra uno. Muchas veces se ha dicho que hay que ponerse un escudo frente a las agresiones. El mejor escudo es, precisamente, la confianza y la conciencia tranquila de confiar en uno mismo, en lo que cree y en la coherencia de lo que uno hace a pesar de las limitaciones que se puedan tener.

El silencio, en vez de actitud cobarde, se convierte en seguridad, tranquilidad y sobre todo de libertad de no dejarse influenciar por aquello que viene de fuera. La fuerza y el equilibrio está dentro de nosotros mismos.


26/2/13

La escucha activa



Escuchar es algo más que oír, y diría que escuchar es algo más que interpretar. Lo que se oye no siempre llega al corazón, y lo que se interpreta no siempre coincide con lo que la realidad es. Escuchar de forma activa es llegar a conocer a la persona con la que te comunicas.

La escucha activa permite conocer las necesidades, las inquietudes, los gustos, los deseos y las expectativas de las personas con las que nos relacionamos. La escucha nos lleva más allá de proyectar nuestros gustos y necesidades en la vida de los demás. La escucha no nos lleva a escuchar, a cerciorarnos de lo que oímos coincide con lo que se nos dice.

¿Qué conseguimos con la escucha activa?

  • Clima más positivo, más cercano y afable, y de gran confianza que permite abrirse al otro de una manera mucho más confiada.
  • Sabemos exactamente lo que quiere decir el otro, lo que pretende, lo que quiere comunicar y lo que realmente demanda en la comunicación.
  • Las palabras son algo más que mensajes, sino algo que nos permite conocer mucho más a las personas.
  • Aprendemos de quien escuchamos, de su vida, de sus percepciones, de su experiencia, de su personalidad.
  • Mostramos que la otra persona realmente nos interesa, y el interés acrecienta el querer conocer a la persona indagando más sobre su persona y lo que nos aporta o de lo que podemos aportar.
  • Dejamos de lado muchos malos entendidos que muchas veces nos separan de forma equivocada.
  • Conseguimos una mayor colaboración y trabajo de equipo.


25/2/13

Reconocerse y aceptarse




El hombre honesto 
no teme la luz ni la oscuridad.
Enviar frase

Thomas Fuller

No hay cosa que más nos moleste que la luz que nos da directamente a los ojos. ¿Cuántos accidentes de carretera no habrán producido a lo largo de la historia? Pero peor que esa luz nos resulta muchas cosas que pueden revelar nuestra propia intimidad, realidad o personalidad. Por una parte revelan algo que existe en nosotros, por otra parte algo que no somos capaces de asumir y por otra algo que nos hace frágiles ante los demás.

Cuando no nos aceptamos tal y como somos nos duelen que nos digan las verdades, aunque la verdad nunca justifica la manera en como la podemos decir o se nos puede comunicar. Somos humanos, limitados e imperfectos. Asumir lo que somos ya es algo importante, tan importante que no nos cegará ni enfadará cuando alguien o algo nos lo haga ver como parte de nuestra propia realidad.


22/2/13

Caminos al éxito



Hoy tuve la ocasión de participar en una recarga que hacemos cada tres meses a nivel empresa. Tuvimos el gusto de escuchar a los tres que mejores resultados obtuvieron el año pasado. Compartieron con nosotros los medios utilizados para poder llegar a ser todo lo productivos que fueron.

  • Trabajar con personas. Por encima de los intereses económicos el tener una actitud de servicio, comunicación y de sinceridad con los clientes a lo largo del tiempo ha sido una de las claves. Muchas veces nos olvidamos de que somos personas y trabajamos con personas para fijarnos única y exclusivamente en los objetivos. Esta actitud en vez de alejarnos nos aleja de los clientes y por consiguiente de los resultados. La persona es lo primero.
  • Constancia y perseverancia.El éxito es la consecuencia de un trabajo constante. A pesar de que haya altos y bajos la perseverancia y el esfuerzo juega un papael muy importante. Por encima de las emociones, de los sentimientos y de las dificultades está el servicio a las personas, la responsabilidad personal y la constancia en el trabajo.
  • Trabajo en equipo. Lo que muchas veces oímos en jugadores de fútbol o en deportistas también lo he escuchado en el día de hoy. No somos nadie sin los demás. Somos interdependientes y nos necesitamos mutuamente para los logros. Saber trabajar en equipo y aprovechar todas las cualidades de éste es la clave para el éxito.
  • Aprender de los demás. Incluso de los más niños se aprende, decía uno. La humildad y ser consciente de que todos podemos aportar algo en el camino del éxito hace que estemos abiertos a los demás y a querer aprender a los demás. Una actitud no solamente de escucha sino de saber buscar y de ir al encuentro del otro.

21/2/13

Aprendiendo a vivir



Vive como si fueras a morir mañana. 
Aprende como si fueras a vivir siempre.

Mahatma Gandhi

¿Te has preguntado alguna vez como vivirías los últimos días de tu vida si supieras el día y la hora de tu fallecimiento? A veces no tenemos ni tan siquiera el valor de plantearnos la posibilidades de que mañana ya no podemos estar presentes en este mundo pero, ¿qué harías? Tal vez gozar de tu familia, un viaje, sentirte víctima de que te llegue la hora y ponerte a llorar....

Una de las grandes experiencias de quien ha acompañado a miles de personas a morir, Elisabeth kübler-ross, nos dice que la mayoría de las personas al llegarle la hora de la muerte sienten un gran resentimiento por acabar su andadura en la vida sin haberse atrevido a realizar cosas que, por miedo u otras circunstancias, no se han atrevido a realizar. Hay quien se lleva la frustración de no haberse hablado con alguien querido, la de no haber aprovechado una oportunidad de desarrollar algo que quería en la vida o de dar pasos que el miedo le ha impedido dar.

Estoy seguro de que muchos en el lecho de la muerte miran con energía y son capaces de reconciliarse con todo el mundo. La experiencia nos dice que aquellos que han estado cerca de la muerte por circunstancias especiales como pueden ser infartos, accidentes, etc. y han sobrevivido comienzan su andadura, lo que ellos llaman su segunda vida, con un espíritu diferente.

La frase de Gandhi que encabeza esta reflexión nos invita precisamente a eso, a saber vivir y aprovechar la vida como si fuera el último día, con la misma ilusión, ímpetu, creatividad y energía. Es la ilusión que le ponemos a la vida y a las cosas que hacemos las que hacen posible que la vida sea algo bello y digno de vivir.

Esa ilusión nos lleva a tener otra actitud no menos importante, la de estar abiertos y aprender, como si fuéramos a vivir para siempre. Es la ilusión de los niños que indagan, investigan, buscan, se atreven porque en su mente y en su espíritu, la vida es un juego. ¿Por qué para los adultos habrá dejado de ser un juego? ¿Quién sonríe más los adultos o los niños? ¿Por qué será?

¿Qué 50 cosas te gustarían realizar antes de morir? Si eres capaz de hacer una lista, por muy imposible que parezca que puedas realizarlas, demuestra la ilusión y las ganas que tienes, no de sobrevivir, sino de vivir.


20/2/13

¿Decidirnos o agonizar?



Una de las cosas más difíciles que tenemos que afrontar en la vida es la toma de decisiones. A veces toman su largo tiempo. Nos debatimos entre el si o el no, entre el dar el paso o esperar. Y en medio de ello hay una larga agonía que nos va desgastando poco a poco. Hay una lucha interna que muchas veces es provocada por los sentimientos de apego y de dependencia y otras por el miedo a soltar todo aquello que nos amarra y nos impide abrirnos a lo nuevo y a lo incierto. Hay momentos en los que los pasos los damos cuando ya no nos queda otra y tenemos que aceptarlo como situaciones en las que no hay vuelta atrás.

Solamente el espíritu de libertad y de confianza en nosotros mismos es lo que nos permite dar los pasos que nos permiten cerrar unas puertas y que se abran otras en la vida. Alguien decía que cuando nos quedamos solos y desnudos ante la realidad es cuando nos exponemos a toda la libertad interna y se nos abren todas las posibilidades de la vida, tal vez porque cuando dependemos de situaciones y de personas no somos todo lo suficientemente libres y valientes que nos gustaría ser.

Tener claro que hay un horizonte lleno de posibilidades, de que tendremos la libertad para poder llevar a cabo, tal y como nosotros queremos, nuestros sueños, y sentir el apoyo de aquello que puedan valorarnos y valorar lo que queremos es la clave donde apoyarnos para que no haya agonía en nuestras vidas sino más bien el punto de valentía que necesitamos para dar el paso.


19/2/13

Felicidad: ¿tener o ser?



La riqueza consiste mucho más 
en el disfrute que en la posesión.

Aristóteles

¿Ha habido algún momento en el que te has prodigado en el disfrute de dar algo a los demás? ¿Eres capaz de visualizarte en esos momentos? ¿Consigues ver el rostro de satisfacción que tienes? ¿Y la sonrisa que puebla tu rostro?

Cambiemos de escena. Imagínate ahora y por un momento situaciones en las que has sido un tnato egoísta, amarrado, posesivo... ¿Cuál es la respuesta corporal que has tenido en esos momentos? ¿Tal vez tenso, serio, preocupado, nervioso....?

La realidad es que cuando disfrutamos de algo es porque somos libres y no nos sentimos poseídos por aquello de lo que disfrutamos. Cuando disfrutamos hay otro aspecto importante, la capacidad de amor que tenemos dentro, la capacidad de ofrecer y de disfrutar de los beneficios que reportas a quien das. Fíjate si no en los momentos en que lo has sentido. La vida que producimos en los demás es como si fuera una extensión de la nuestra. Nos sentimos realizados cuando somos capaces de producir vida en otros.

Por el contrario, cuando poseemos, nos aferramos a las cosas que significan mucho para nosotros, cuando no somos capaces de soltar sentimientos, ideas o sentimientos, no somos felices. La tristeza se apodera de nosotros. Nuestra felicidad depende no de lo que somos capaces de dar sino de aquello que queremos retener. En la medida que retienes no das vida a nadie, y lo peor de todo es que te la quitas a ti mismo pues crees que tu felicidad depende de lo que tienes y no de lo que eres, y de lo que eres capaz de generar a través de ti.

Dice la canción que "el rico no tiene amigos, sino herederos", y que "el celoso sufre más que aquel sobre quien tiene los celos". El que tiene y se preocupa de no perder lo que tiene, tiene miedo de quedarse sin nada, pues lo que valora no es lo que es, sino lo que tiene. El que ama no da de lo que tiene, sino que se da a si mismo. Lo curioso es que cuando se ama fallan las matemáticas, pues cuanto más das, más tienes.


18/2/13

El camino y la certeza



Una vez que sabes cuál es el camino, 
Ya no vas solo,
La certeza te acompaña,
Te apacigua, te avisa y te disuelve todo conflicto.


Una vez que sabes cuál es el camino, 
¿Qué importa como parezca ser?
Fácil o difícil, largo o corto, 
se atraviesa todo sin ruido ni pesar.


Una vez que sabes cuál es el camino
el sentido te alumbra cada paso
pues ya estás disfrutando de la paz ahora
como un reflejo del cielo en tu conciencia .

Jorge Lomar

Me encontré esta tarde esta reflexión de Jorge Lomar en Facebook y la verdad es que me gustó.

En primer lugar porque sentirse acompañado de la certeza y de la seguridad de lo que creemos nos da fuerza, no solo para emprender el camino, sino que también para recorrerlo. Si bien la fuerza no está sólo en la consecución de los objetivos sino en saborear el proceso sin esa certeza y fe ciega en o que deseamos no podríamos hacer nada.

El segundo aspecto es el de la compañía versus la soledad. La soledad no escogida es muchas veces una pesada losa a la hora de avanzar en nuestro camino. Sentirse acompañado por la certeza, la seguridad y, sobre todo, por la confianza en uno mismo es la clave.

Por último "el sentido" de lo que hacemos, el de nuestra vida, el de cada paso que damos. El sentido es lo que motiva, lo que da fuerzas, lo que mantiene cada paso que damos.

La verdad es que cuando experimentamos esa certeza, esa confianza y vivimos todo son un sentido concreto, el caminar se hace más fácil.


15/2/13

Al que buen árbol se arrima



Esperaba a unos clientes que querían compra. Ellos venían en coche con un compañero. Se retasaban. Yo esperaba con mi cliente vendedor. Vende algo importante, un complejo turístico. Mientras esperábamos charlábamos con toda naturalidad. Se me ocurrió preguntarle lo que iba a hacer con el dinero y me lo dijo rápidamente: "Comprar en la capital" "La capital, en tiempo de crisis, es lo ultimo que se hunde." Nunca lo había pensado, no se me había pasado por la cabeza. Y como el decía se veía movimiento, mucho movimiento en la capital.

En tiempos de crisis, económicas o no, ¿dónde refugiarnos?¿Donde invertir nuestro tiempo, dinero, sentimientos, recursos, cualidades....? ¿Cuales son los valores seguros?

Aquellos que tienen exito, olfato, estrategias. En otras palabras, aquellos que de una manera u otra han triunfado en aquello en lo que nosotros queremos son los que nos abren el camino.

Hoy estando en silencio, escuchando y haciendo alguna que otra pregunta aprendí lo que mañana tengo que hacer. Nunca te acostaás sin saber una cosa más, sobre todo cuando estás dispuesto a aprender de los demás.

Y siempre una pregunta que no está demás: ¿De quien podemos aprender? ¿Lo identificamos? Pues a por el porque al que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija......