5/2/16

Nuestros golpes de la vida.


Me encontré este pequeño cuento por internet que me resulta interesante compartir:
Los seres humanos son como aquellas piedras que van en una corriente tratando de llegar al océano grande. Comienzan su andar desde el punto en que se inicia la corriente... 
Cuando empiezan son toscas, tienen picos, son deformes y nadie les encuentra belleza alguna. Sin embargo, al ir en la corriente, el movimiento y la fricción las va limando, las va puliendo, hasta que finalmente llegan a donde la corriente es tranquila y suave... 
Entonces las piedras toscas ya se pulieron, están redonditas y brillantes y todos las quieren coleccionar, sin embargo aun no están acabadas, siguen siendo piedras y algún día mostraran toda la belleza que guardan. 
Así es el hombre... en la corriente de la vida, se encuentra con seres humanos que con sus picos, con sus defectos, aparentemente lastimará al que va al lado de él en la corriente... 
Por el contrario, ese aparente roce doloroso sólo es una manera de pulir aquel pico que sobresale, y el rozamiento sólo es el medio para que, cuando lleguemos donde la corriente es suave, mostremos la belleza que guardamos. 
Sin embargo, aún seguimos siendo seres humanos y algún día mostraremos la verdadera belleza que cada uno lleva.


La verdad sea dicha, la vida es constante evolución y progreso. El crecimiento personal es a base de tener que superar las diferentes situaciones que nos encontramos en la vida. Salimos llorando del vientre materno y a partir de ahí todo es un tener que vivir la realidad con sus pros y sus contras.

Vemos muchas veces como el niño llora, patalea y se queja para conseguir las cosas. Vemos, y a veces de manera preocupada, como el silencio de los niños nos preocupa. ¿"Estarán tramando algo?", nos decimos. Un silencio que muchas veces puede ser creativo en el que el niño investiga, imagina y crea.

Rápidamente nos encontramos los "no" de la vida: No hagas esto, n toques aquello, no hables de esta manera, etc. Son nuestros primeros obstáculos y nuestros primeros desafíos ya que todos sabemos como solemos actuar ante lo que nos es prohibido, en muchas ocasiones con cierta curiosidad que nos invita a probar.

El momento de los grandes roces en la vida es cuando ya tenemos relaciones más profundas y cercanas en nuestra vida personal, social o laboral. La cercanía se conjuga con las metas que tenemos y con las expectativas. Cuando éstas no casan a la perfección con las personas que nos rodean y participan de nuestra vida comienzan a surgir los conflictos. La habilidades para tratarlos y permitir que todos puedan crecer se torna vital. 

En estos momentos la escucha, el dialogo, el respeto, la adaptación, el sentimiento de pertenencia a un grupo, la propia identidad como persona y otros valores forman parte de las actitudes que hay que adoptar para que todos ganen. Somos sociales y, por naturaleza, tenemos que convivir, aportar a los demás y relacionarnos de forma positiva.


Hay momentos en los que parece que se gana, y momentos en los que parece que hay que perder. Son esos momentos del cuento en los que vas rodando, chocando, limando, dando forma a la piedra, etc. No dejan de ser momentos duros y dolorosos, como los del parto o los del proceso del embarazo, pero son los momentos en los que nuestra vida va tomando forma y moldeándose de una manera mucho más fina y de calidad.

Al final muchas de las piedras bonitas que acaban a las orillas de un rio, en la playa o en un pedregal al lado del mar son las más pequeñas, las que son diferentes, las que muestran figuras que llaman la atención por sus formas. Y hasta ahí todo ha sido un proceso, a veces entendido y a veces no, pero que a fuerzas de golpes, pequeños o grandes, nos han llevado hasta lo que somos hoy y que nos llevarán hasta lo que mañana lograremos ser.

Podemos conformarnos con ser la piedra fuerte, inamovible. Tal vez tenga su encanto, porque lo tiene, pero que no deja de ser la misma a lo largo del tiempo, aunque también sufra sus cambios a través de la erosión del viento, de las gotas constantes de lluvia, de relámpagos que pueden caer sobre ellas, de corrimientos de tierras. Vamos, que difícilmente la naturaleza se puede evitar los cambio para poder mostrar toda su belleza aunque ello conlleve momentos duros.

Si estos momentos los vemos como parte de un crecimiento mucho más sentido tendrá y nos dará una visión más clara de donde estamos y hacia donde vamos.



4/2/16

Con el viento en contra



Estoy seguro de que todos he vivido en algún momento de nuestra vida situaciones en las que todo parecía que venía en contra. ¿Cómo hemos reaccionado ante estas situaciones?
  • Sentimiento de víctima. Es fácil caer en esta situación. Con solo mirar lo que nos pasa lo más fácil y usual es decirnos a nosotros mismos que tenemos mala suerte, que no nos quieren, que la vida es injusta con nosotros o que quieren pisotearnos para prevalecer los demás. Ante esta actitud, ¿qué hacemos? Una actitud de queja continua que intenta expresar lo que llevamos dentro y justificar así nuestro sentimiento.
  • Sentimiento de fracaso. También puede ser el sentimiento que se asoma a nuestra mente para hacernos ver lo difícil que es afrontar las situaciones que se nos vienen encima de forma constante. Ante estos sentimientos es muy fácil que la autoestima se nos venga abajo y que tengamos la constante intención de arrojar la toalla. Será una constante lucha con nosotros mismos que acabará por vencernos.
  • El gran desafío. Un gran sentimiento que nos permite pensar como salir adelante y que herramientas utilizar o adquirir para poder despegar y salir de esas situaciones de forma victoriosa. Al igual que hacen los aviones, que despegan con el viento en contra, hay situaciones que si se toman como reto pueden ayudarnos a conquistar algo muy positivo de la vida.
DESPEGANDO CON EL VIENTO EN CONTRA.

Tal vez esa la mejor actitud, despegar en medio de las situaciones difíciles. Las otras nos sumergen en un mundo depresivo, quejica, inútil y sin resultados que nos satisfagan. Pero, ¿cómo despegar?

Dicen que los japoneses son expertos en copiar y mejorar. ¿Por qué no utilizar esta técnica? Hay cantidad de gente que lo ha sabido hacer, tal vez en peores circunstancias que las nuestras, y lo han conseguido. Recordemos los grandes fracasos de muchas personas que después han conseguido y cosechado grandes éxitos:




  • ¿Qué ha hecho posible que cada uno de ellos  haya sido capaz de restablecer el vuelo después de haber bebido de la copa del fracaso? Tal vez sea uno de los primeros puntos a tener en cuenta: "La motivación". Es la que mueve cada paso de nuestra vida. Si no hay motivos ho habrá ganas para emprender el vuelo y desafiar el viento en contra. Pero conocer e informarse de cómo lo han hecho otros también lo es. Son recursos externos de nuestra vida de gran valor. A pesar de que somos una especie racional también nos sabemos mover con el copiar de los demás, un ejemplo de ellos es la moda. Fijarse, observar y analizar como lo hacen otros también nos ayuda a nosotros mismos.
  • Pero también tenemos otra referencia importante, la nuestra, la propia referencia interna que tenemos. Desde pequeños hemos atravesado por situaciones turbulentas con los compañeros de clase, amigos, estudios, trabajos, padres, hermanos, etc. Nadie nos ha dicho como teníamos que actuar y lo conseguimos. ¿Cómo lo hicimos? ¿Qué nos ha movido a hacerlo? ¿Qué recursos propios hemos utilizado? Si la referencia externa anterior tiene su peso en oro, ésta lo tiene mucho más puesto que es natural, innata y propia nuestra, no tenemos que adquirirla puesto que ya la hemos utilizado y nos ha servido.
El viento en contra puede ser molesto, pero tal vez una herramienta útil que nos ayuda a conocernos a nosotros mismos mejor y a conocer también a los demás, a los demás que han sabido caminar o navegar en medio de la turbulencia. 

¿Qué nos queda? "Atraer" a nuestra vida los elementos positivos que permitan acercarnos a lo que queremos. Y esos elementos estan dentro y fuera de nosotros. Tan solo tenemos que reconocerlos, adoptarlos y hacerlos nuestros. Entonces levantaremos vuelos  con la ayuda del viento en contra.

3/2/16

Solo si escuchamos podremos aprender.


Tal vez una de las tareas más difíciles que tenemos los humanos es saber utilizar una de las herramientas que nos distingue de las otras especies: el don de escuchar. Y dentro de lo que es la Ley de Atracción la escucha se hace como algo indispensable. Si no escuchamos no seremos capaces de captar las ondas por las que se mueve la Atracción hacia todas las bendiciones de la vida. Y para ello necesitamos el silencio. ¿Por qué el silencio?

EL SILENCIO FUENTE DE INSPIRACIÓN

  • El silencio es una fuente de inspiración para los artistas, aunque lo hay que se inspiran también en medio del ruido. En el silencio se han cobijado los autores de grandes canciones, de exitosos libros, de grandes cuadros o de bellas poesías. El silencio nos conecta con lo más profundo de nuestros sentidos y nos permite expresar por un lado lo que llevamos dentro pero aportándole toda la vida que encontramos fuera.
  • El silencio es imprescindible para dejar entrar dentro de nosotros la misma vida. Nuestra mente está llena de ruidos y de preocupaciones, de creencias y de experiencias. Nuestra mente es rica en contenido, pero la mente que se que se enriquece es la mente que se calla, observa y aprende de la vida, de la naturaleza y de todas las personas o seres que le rodean.
  • El silencio de la escucha es el silencio que nos permite escuchar y aprender, escuchar y analizar, escuchar e ir más allá de lo que sabemos. Es la capacidad de descubrir lo que todavía no sabemos.
  • El silencio de la escucha es el que nos permite saber que más allá de nosotros y de todo lo que sabemos hay vida. El silencio de la escucha es la puerta de la riqueza que entra dentro de nosotros.
Es por ello que en la ley de la Atracción el silencio y la escucha son las que atraen lo que tenemos dentro y lo que nos enriquece desde fuera. 

2/2/16

Las tormentas de nuestra cabeza


Son muchos los miedos que tenemos, 
a cosas que nunca van a suceder.

Son muchas las desconfianzas que ofrecemos
sin conocer a fondo a las personas.

Son muchos los celos que mostramos
por la propia inseguridad que tenemos
de nosotros mismos.

¿Por qué será? E ahí la cuestión cuando:
  • Informarnos sobre aquello que tenemos miedo o desconfiamos nos llenaría de más paz.
  • Ser conscientes de que las inseguridades que tenemos muestran más nuestras carencias que los resultados que creemos podemos tener.
  • Cuando los miedos, las tormentas y toda nuestra jauría mental obedece más a una falta de comunicación y a inseguridad interna que a la culpa de los demás.
Contemplar la tormenta puede llevarnos a observar la belleza de los rayos, de los truenos, de formas de vivir y de pensar diferentes. Formas diferentes que pueden ayudarnos a ser más libres de todo aquello que nos ata a costumbres, valores, ideas, creencias o personas que, en vez de ayudarnos a crecer, nos inmovilizan en la vida.

Contemplar el miedo,
la tormenta de la vida, 
las dificultades del camino,
las puertas que se cierran,
los caminos que se hacen escabrosos,

Contemplar,
un verbo y una actitud
que, en calma,
nos permiten ver
la tormenta en su belleza
y aprender desde ella
a vivir más seguros
de uno mismo.





1/2/16

Resolviendo conflictos,



Cuando somos capaces de alejarnos un poco de la realidad tenemos la oportunidad de verla desde otras perspectivas. La misma realidad nos introduce en ella desde un punto de vista emocional que solo vemos lo tenemos delante de nosotros. Un ejemplo claro es el de la persona que se está ahogando. Su primer objetivo es salvarse y si es capaz de coger al que intenta rescatarlo es capaz de ahogarlo consigo. La emociones nos alejan muchas veces de poder ver la realidad de una manera mucho más objetiva, realista y con posibilidades de interactuar con ella.


Una vez que nos alejamos de la realidad y comenzamos a verla desde lejos hay que comenzar a ver cuales son los denominadores comunes que hacen que el problema esté ahí y no se soluciones. Cuando lo vemos desde la misma perspectiva la solución siempre será la misma, cuando lo vemos desde otras suele aparecer más ideas que nos ayudan a comprender el problema. Las vacuna que se hacen a nivel médico son un claro ejemplo. Entender cual es el problema ayuda a resolverlo. Ello requiere estudio, capacidad de visión, de análisis y de dejar a un lado las emociones que muchas veces nos alejan del problema real.

Y como cualquier científico la solución está en probar y testar todas las posibles hipótesis y soluciones pero teniendo lo que es básico y primordial, la causa y el efecto. Y por eso el método científico conlleva la observación fría y atenta de todos los elementos que constituyen el problema. Esta capacidad de pararse, ver, observar y analizar conlleva la respuesta que muchas veces intentamos encontrar.

Ello nos lleva a tener una actitud positiva y de acercamiento al problema, a no huir de él, sino a estar atento y a ver como se desenvuelve y desarrolla. Los grandes entrenadores estudian las tácticas del enemigo, porque el estar informado sobre ellas siempre da las pistas para poder vencerlas.

¿Somos, pues, capaces de analizar nuestros problemas con tranquilidad, objetividad y de forma analítica? Ello requiere paciencia, control de uno mismo.








30/1/16

La ley de la Atracción y las


Es curioso, esperamos de la vida,
esperamos de la gente, 
esperamos.

Esperamos
mientras dentro de nosotros
está presente y aletargado
lo que tanto deseamos.

Esperamos
de los demás
cuando nuestro pozo
está lleno
del agua que sacia.

Esperamos 
y exigimos
sin darnos cuenta
de que está ahí,
a nuestro alcance
y tan solo con mirar 
hacia uno mismo-




29/1/16

Ley de atracción: ¿Qué estás atrayendo?



¿Donde está nuestra mente?


Deseamos algo que no aparece nunca. Nos quejamos y le echamos la culpa a la vida porque no nos lo da. También se la echamos a los demás porque no nos lo ponen en bandeja. Mientras tanto seguimos esperando por esa oportunidad que no acaba de llegar. ¿Dónde está nuestra mente?

Nos sorprenderíamos de verdad si tomáramos consciencia de donde está nuestra mente. Bastaría simplemente con tomar un lápiz y un papel e ir anotando las muchas frases que decimos cada día así como los mil y un pensamientos que se nos pasan por la cabeza.

Si tuviéramos que responder a la pregunta de donde colocar las frases y los pensamientos dentro de dos casillas que nos dan, pensamientos positivos u optimistas y pensamientos negativos o pesimistas, ¿dónde las colocaríamos? 

Ahí en frente, escritas en papel y a la vista exclusiva de nuestros ojos nos daríamos cuenta del porqué muchas veces los resultados no llegan: Nuestra mente está embotada de pensamiento negativo, de lo que no queremos y rechazamos, de críticas y juicios tendenciosos. ¿Hay sitio para lo que SÍ queremos?

Atrayendo lo bueno.

¿Qué ocurriría si a cada pensamiento, idea, frase que nos aparta de lo que queremos la transformamos en algo positivo y constructivo? Pues que ciertamente la visión de la vida cambiaría totalmente y comenzaríamos a ver cosas que hasta el momento "el árbol que tenemos justo en frente del ojo" nos impedía ver el bosque. 

Decía Teresa de Calcuta que mientras estamos centrados en lo negativo no tenemos tiempo para amar. También ocurre que mientras nos centramos en lo negativo, éste se convierte en una auténtica carga pesada que nos impide centrarnos en el camino que tenemos que recorrer. Mientras miramos hacia lo negativo somos incapaces de centrarnos en todas y cada una de las oportunidades que la vida nos pone cada día delante de nuestros ojos.

Y no es fácil. No lo es porque posiblemente hemos sido educados en la negatividad y a pensar en esa dirección. Pero todo es posible. Basta con ir tomando conciencia de lo que decimos y pensamos, escribirlo y volver a escribir, pero de forma contraria, lo que si vemos de positivo, lo que si puede ser una oportunidad, lo que si nos muestra la vida en estado sereno.


¿Qué piensas de esta frase? ¿Es realidad o no? Pues mientras no dejemos ir la carga negativa que que tenemos en la mente ésta seguirá atrayendo a nuestra vida las consecuencia de toda esa negatividad que "producimos" nosotros y no los demás. Acuérdate que donde unos solo vemos dificultades otros vemos oportunidades. Todo depende de nuestra manera de pensar. Lo que pensamos, lo atraemos.

¿Qué hacer?

Lo dicho anteriormente:
  • Identificar nuestros pensamientos, nuestras palabras y actitudes. ESCRIBIRLOS para tomar conciencia de ellos y que no se nos escapen.
  • Transformar, en la misma hoja de papel, cada aspecto negativo en positivo, al tiempo que vamos tachando y destruyendo la negatividad para llenarnos de positivismo.
  • El mantra de lo positivo. Repetir, repetir e insistir en lo positivo. Hacer que llene nuestra mente, que corra por nuestras venas, hacerlo nuestro hasta la saciedad. Entonces veremos como Atraemos lo que SÏ queremos.



28/1/16

Nuestras extrañas luchas.


¿Qué piensas de esta frase? La verdad es que no deja de ser interesante. Es la eterna lucha que se da en cada uno de nosotros entre el Ser y el Tener.

Parece que, equivocadamente para mi, somos en cuanto tenemos:
  • Categoría social.
  • Estudios.
  • Dinero.
  • Propiedades.
  • Número amplio de amistades (sobre todo ahora en las redes sociales).
  • Control sobre las situaciones.
  • Y una larga lista de situaciones.
Pero lo cierto es que cuanto más tenemos, más dependemos de las cosas y menos libres somos. Cuanto más tenemos menos nos valoramos y más depositamos nuestra confianza en las cosas o personas que están fuera de nosotros mismos.

Tal vez pueda entender desde ahí la frase de Jesús de lo difícil que le es un rico entrar en el Reino de los Cielos. No porque lo tenga difícil a nivel de "juicio moral", sino porque en medio de tantas dependencias perdemos el control de nuestras propias vidas.



27/1/16

COME TÚ MISMO LA FRUTA



 En cierta ocasión se quejaba un discípulo a su Maestro: 
«Siempre nos cuentas historias, 
pero nunca nos revelas su significado» 
El Maestro le replicó: 
«¿Te gustaría que alguien te ofreciera fruta 
y la masticara antes de dártela?». 
Nadie puede descubrir 
tu propio significado en tu lugar. 
Ni si quiera el Maestro. 

Tony de Mello


Estos días en los que cuelo en mi perfil de Facebook diferentes juegos de estimulación cognitiva me llama poderosamente la atención, y desde el punto de vista positivo, que casi nadie pregunta por las soluciones a los diferentes ejercicios. Has bastantes personas que escriben "logrado" cuando consiguen llegar al final de la prueba. En ocasiones ponen lo que piensan, acertadamente o no, pero lo ponen. Y ello es positivo. ¿Por qué?

Generalmente en la vida nos gusta que nos den las cosas hechas. Es más fácil, nos implica menos en el esfuerzo de conseguirlo porque nos lo regalan. Y si hablamos de pensar, buscar o tomar iniciativas pues ni te digo. Nos cuesta mucho más. Tal vez hemos sido educados para memorizar más que en pensar, reflexionar y buscar razonamientos o experiencia diferentes.

Como dice Anthony de Mello nadie se ha emborrachado leyendo sobre la palabra VINO. Emborracharse es la experiencia de beber y de beber cantidad.

El conocimiento sin levarlo a la práctica no sirve para nada. El amor sin vivirlo plena y desinteresadamente tampoco sirve para nada. Vivir sin tener experiencias que nos ayuden a crecer y a experimentar las muchas cosas que la vida nos ofrece sería un mero sobrevivir.

Nadie lo va a hacer por nosotros, y si lo hacen flaco favor nos hacen ya que complejo de inútiles vamos cogiendo hasta el punto de sentirnos mal con nosotros mismos. Y si un día desaparece quien nos lo hace comenzaremos a aprender. Y hemos comenzado a vivir muy tarde.

De la misma manera que nadie nos pone la comida masticada en la boca, ¿por qué otros tienen que pensar por nosotros?


26/1/16

Flexibilidad y esencia.


El Domingo por la mañana salimos a pasear un rato. Nos confundimos en la salida de la carretera y tomamos una salida que no era. Decidimos seguir por el camino de tierra. Llegamos hasta donde el coche ya no podía pasar. Bajamos y nos encontramos toda una serie de árboles que se doblaban por la acción del viento. Te quedas observando y admirando la fortaleza del árbol que, bien enraizado, no se ha dejado caer y sigue ahí, dando cobijo a pájaros y a quien quiera pasar un buen rato agradable a su sombra con el cercano ruido del mar.

¿Qué aprender de situaciones así? La vida te balancea de un lado y de otro. Unas veces caemos al suelo y nos levantamos. Otras parece que no tenemos fuerza para ponernos en pie y esperamos que alguien nos eche una mano. 

Viendo estos árboles me vino a la mente la Teoría de la Evolución de Darwin: "O te adaptas o mueres". Los árboles han tenido que adaptarse para poder seguir viviendo. Quizás la adaptación tiene su base en las raíces fuertes y profundas que uno pueda tener en la vida. Tal vez sea uno de los elementos que tenemos en común con el resto de las especies, el adaptarnos o desaparecer.



Recuerdo a un viejo amigo de Chicago que siempre me decía que "la flexibilidad era lo más importante en la vida".
  • La flexibilidad indica nuestra capacidad de adaptación a las circunstancias.
  • Nos muestra la libertad para no vivir prisioneros de nuestra propia vida, de nuestras propias costumbres y de nuestras propias ideas y creencias, creencias que muchas veces nos limitan como personas.
  • Nos da la posibilidad de ser creativos al tener que adaptarnos a las nuevas circunstancias.
  • Pero quizás, y lo más importante, es que nos lleva a tener que buscar la esencia de nosotros mismos. Hay momentos en los que podemos estar totalmente erguidos y con buena imagen. otros momentos parece que tenemos que doblarnos y ceder. Pero en todos y cada uno de los momentos de la vida hay algo que es claro: La esencia no son las formas que tenemos y adoptamos. La esencia nos la da el sentido que le damos a nuestra propia vida y existencia.
Adaptación, flexibilidad, creatividad, libertad, esencia. Muchos valores que se esconden dentro de la flexibilidad que tenemos que vivir en muchas circunstancias. Lo importante es vivir. La flexibilidad nos da esa opción antes de venirnos abajo y desfallecer en el camino.

La naturaleza también enseña.



25/1/16

Ser diferente.



Esta mañana hemos salido a pasear. Estuvimos un rato por la orilla del mar en una zona de piedras. En medio de las muchas piedras que había de color un tanto grisáceo hubo una que llamó mi atención: destacaba su color, era diferente al resto y llamaba mi atención. Me quedé un rato observándola e intentando hacer una correlación con lo que pasa en la vida: luchamos muchas veces por integrarnos, por ser parte del monocolor de la vida y sentirnos parte de ese grupo que nos acepte tal y como somos teniendo que renunciar muchas veces a lo que nos hace ser diferentes.

Pensé por un momento en lo importantes que es ser diferente aún a pesar de todas las consecuencias que muchas veces puede tener, como es la no aceptación.

Una piedra marca la diferencia entre otras, destaca y le da vida al cuadro que estás observando. Rápidamente me vino a la mente la frase de Jesús de que "somos sal y luz de la tierra" y de que si nosotros no salamos el mundo, ¿quién lo salará?

Recuerdo que en cierta ocasión oí hablar a una persona que no puedes echarle toda la sal que quieras a la comida, podrías echarla a perder. La sal para que le sabor a la comida es limitada. En su justa medida da sabor a la comida.

Nuestras diferencias y nuestras maneras de ser que no cuadran para otros tienen su sentido. Le añaden vida a nuestras relaciones, trabajos, sociedades. Ser diferentes puede ser, y de hecho es, un valor añadido. Hoy, a nivel laboral, ya no se busca a cualquiera sino al que tiene un talento que destaca, al que tiene un equilibrio emocional que hace que se integre en el grupo y aporte. 

Para mi ha sido un buen encuentro con esta foto porque lo que nos hace diferente de los demás da un valor añadido a nuestra vida, hace que le demos un sabor determinado y diferente. Y desde ese ser diferentes solo tenemos que pensar, ¿qué aportamos con ello a los demás y a la vida además de aportar mucho a la nuestra propia?

Ser diferentes es una bendición.


22/1/16

Somos especiales

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Somos especiales

Se lo escuchaba hoy a mi compañero Agustín Bermejo cuando decía que todos somos especiales porque tenemos y sabemos algo que es especial, algo que hemos vivido, que es parte de nuestra propia historia y que seguimos viviendo. Una historia que es totalmente personal y que por ser historia siempre tendrá algo que enseñar a los demás.

Una pequeña historia.

Recuerdo en una ocasión a una joven que vino a confesarse y que contó en su confesión lo que el 99% de los jóvenes del momento podían decir de sí mismos, muchas cosas en sí nada graves y, desde mi punto de vista, insignificantes como para tener que ir a confesarse. Recuerdo que era Semana Santa, un Jueves Santo, en el que muchos venían a cumplir el precepto pascual. Aquel día se me ocurrió ponerle una penitencia un tanto diferente. Le dije que pensara en 10 cosas buenas que tenía como persona, que le diera gracias a Dios por ello y que se fuera en paz.
Después de un largo tiempo volvió por el confesionario con cara de preocupación, ojos que amenazaban el llanto y voz temblorosa por los nervios. Recuerdo que al verla regresar pensé que se le había quedado algo grave por decir. Su aspecto exterior era preocupante. Cuando llegó a mí le dije:
-  "¿Tu otra vez por aquí?, ¿Te olvidaste de comentarme algo?"
- "No, Padre, es que no soy capaz de encontrar diez cosas buenas en mí, por lo que no puedo cumplir la penitencia y no puedo regresar a mi casa en paz."
- "Vaya, me dije. Ese es el problema" Lo dije para mis adentros pues era consciente de lo doloroso que era para ella. "No te preocupes", le dije. Yo te voy a ayudar.
Nos sentamos tranquilamente en un banco de la iglesia hablando como lo pueden hacer dos amigos normales. Hablábamos de nuestros gustos, de lo que hacíamos cada día, de cómo éramos con la familia y con los amigos. Al cabo de unos 20minutos de conversación animada le pregunté:
-  ¿Te has dado cuenta?
- ¿De qué?, me respondió ella con una gran sonrisa.
-  ¿De qué? ¿No te has dado cuenta de todo lo que me has dicho de ti? ¿De lo que te gusta? ¿De cómo eres con tu familia y amigas?
-  Volvió a sonreír y mirando al cielo, sin que yo le dijera nada, exclamó. ¡¡¡¡Gracias!!!! Y se fue llorando pero de contenta.
Se dio cuenta de que todos somos especial y ella también era especial, de que tenía cosas propias que la hacían única y especial.

Aprendiendo de la experiencia.

Esta pequeña historia, que es realidad, demuestra algo muy importante:
  • Que no nos vemos como especiales y únicos.
  • Somos más conscientes, porque nos centramos en ello, de lo negativo que de lo positivo que hay en nuestras vida.
  • Que cuando descubrimos el lado positivo de nuestra vida o el de una persona que está con nosotros somos capaces de transformarle el rostro y la vida.
  • Que se avanza mucho más en la vida si somos capaces de enfatizar y promover lo positivo que cada uno lleva dentro.
  • Que de forma inconsciente vivimos anclados en una imagen negativa de nosotros mismos, cuando nuestra realidad es mucho más positiva.
  • Que somos más proclives a ver la parte negativa de las personas, tal vez porque así nos sintamos mejor nosotros, mejores que ellos.

Tengo una propuesta para ti.

  • La primera de ella es hacer una lista de las cosas que aprecias en ti como persona. Hacer una lista lo más amplia posible. Una vez hecha, ¿por qué no pedir a alguien que te diga lo que aprecia de ti para complementarla mucho más? Puedes encontrar una guía AQUI.
  • Todos somos especiales, ¿qué te hace a ti especial?
  • ¿Por qué no lo celebras de una manera sencilla? Contigo mismo, con personas cercanas a ti e incluso ya tienes un motivo más para celebrarlo en la Iglesia cuando te toque ir. Nada mejor que dar gracias por la realidad de uno mismo.
  • ¿Cómo puedo mejorar mucho más lo bueno que tengo? Estoy seguro que lo bueno que hay en ti tienes una relación directa con tu forma de sentir y tratar a los demás.
  • Cada día toma conciencia de que todos somos especiales.
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21/1/16

Tus hijos no son tus hijos, son hijos de la vida.


¿Qué te parece esta reflexión de Kalil Gibrán? Yo me identifico con ella. Me vino a la mente hace un rato cuando veía la invitación a una concentración que se hacía en favor de los muchos hombres y niños que se ven desposeídos de la normal convivencia entre ellos después de separaciones traumáticas. Por desgracia siempre hay algún ganador, pero siempre hay más perdedores.

Hay un sentido de pertenencia que nos identifica a todos las personas: pertenencia a una patria, a una familia, a un club deportivo, a un grupo de amigos. El sentido de pertenencia nos hace tener esa sensación de que somos parte de algo y de alguien.

Durante mucho tiempo se tomaba el sentido de pertenencia como unos de los elementos que subrayaban la implicación de las personas en sus trabajos, familias o actividades de tipo social. Sin un sentido de pertenencia la involucración de las personas era mucho más pequeño. Era algo así como si pertenencia e identidad fueran íntimamente unidas.

Me llama mucho la atención que en una sociedad como en la que vivimos, y a estas alturas de la historia, los niños que son los protegidos por excelencia se vean entre la espada y la pared de tener que pagar las consecuencias de relaciones que no han funcionado o de situaciones mucho más graves en las que el sentido de posesión de la vida del niño prevalece por encima del mismo.

Me hace recordar a los viejos tiempos en los que los padres decidían que carrera tenía que estudiar el hijo o con quien tenía que casarse. Esos tiempos que parece que han quedado atrás siguen marcando una época en la que alguien es el dueño de la vida de los niños y cortan por lo sano lo que un niño necesita, a veces por venganza, otras por problemas de necesidades psicológicas en las que uno de los padres depende de controlar la vida de los demás. Es cierto que puede haber casos y casos, pero la norma tendría que velar más por los derechos de los hijos que no por la incompetencia de los padres.

Ni los hijos son una extensión de cada uno de nosotros, ni son la proyección de lo que llevamos dentro. Nuestros hijos, como dice Kalil, no son nuestros hijos, sino hijos de la vida. No podemos elegir por ellos, no podemos exigir que nos amen, no podemos hacer que piensen como nosotros. Simplemente los hemos traído a la vida para lanzarlos a la vida y hacer que el diamante que llevan dentro brille hacia el exterior.

En un mundo en el que nos quejamos de niños muertos en playas, víctimas de situaciones injustas de la vida, y en un mundo que no tolera el maltrato infantil, ¿cómo reacciona ante éste maltrato en el que se le desposee de una parte importante de su vida sin que él lo haya elegido? Tal vez sea duro con la siguiente pregunta que lance al aire: ¿No estamos ante una situación de maltrato y esclavitud institucional que destroza la vida de los niños? ¿No sería más fácil exigir por ley que los padres aprendamos a convivir como personas?

Tal vez le exigimos a los niños mucho más de lo que le podemos exigir a los padres. ¿No sería bueno recobrar la normalidad de la vida de la misma manera que lo hace un conductor que ha perdido los puntos del carnet de conducir o de quien tiene que hacer trabajos en beneficio de la comunidad por faltas cometidas? Tal vez miremos hacia otro lado porque es mucho más fácil sentirnos personas de progreso porque somos capaces de romper, sí de romper vida y reemprender el vuelo en la vida. Si a los adultos una etapa de duelo nos supone generalmente dos años de nuestra vida, ¿qué será la vida de un niño que sabe que su padre o madre están ahí y no tiene acceso a él o ella por la cabezonería de uno de ellos.

¡Dejemos que vivan y que den vida a los demás!

20/1/16

Atraemos lo que realmente queremos.


Atraer es decidir lo que uno quiere.

¿Has visto ya la dirección en la que va el tren? ¿Has conseguido que cambie de dirección cuando tu se lo pides? Es curioso lo que podemos construir con las imágenes y lo que podemos llegar a pensar con lo que decidimos pensar. Ya lo decía Henry Ford: "Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes, estás en lo cierto". ¿Crees tu lo mismo? Yo creo que sí, que lo que decidimos creer y pensar es lo que determina nuestros actos y, por consiguiente, nuestras actitudes en la vida. Es ahí lo que determina el resultado que consiguen unos y otros, tan dispares en la vida. ¿Llegamos a preguntarnos por qué? 

Decidir lo que uno quiere.

Tenemos cantidad de hábitos que realizamos cada día. Nos esmeramos en tener cuidado con el aseo personal, con que la ropa esté bien limpia, con qué nuestra imagen se vea bien hacia el exterior, etc. Si tuviéramos que decir el número de minutos que le dedicamos a ello obtendríamos resultados interesantes pero, ¿cuánto tiempo dedicamos a lo que va a determinar nuestra actitud ante el día que afrontamos o la vida que elegimos vivir. Tal vez el número de minutos desciende de una forma realmente alarmante. Si consideramos que nuestros estados de ánimo hoy en día son preocupantes, más preocupante es dejar en manos de pastillas el resultado de los mismos. Nuestra vida depende de nuestras ideas tal y como indica Gandhi: La vida que vivimos no es consecuencia de lo que otros hacen o nos hacen, sino que es consecuencia de lo que nosotros decidimos pensar y creer de nosotros mismos. Es por ello que deberían educarnos a que cada día podamos elegir los pensamientos que nos ayudar a ser personas y a vivir de forma digna plena.

Querer es poder.

Si yo no hago deporte para cuidar mi salud es responsabilidad mía, única y exclusivamente mía, al igual que si yo no hago una dieta saludable o no guardo un equilibrio emocional, así como si no concilio trabajo y familia o no construyo unas relaciones sociales mucho más profundas. Todo depende de uno mismo. Hoy sabemos, y más que nunca, que todo lo que existe ha empezado en la cabeza de alguien que lo ha pensado. Todo lo que deseamos, queremos y necesitamos puede o debe de estar en nuestra cabeza. Y es nuestra cabeza la que nos dice de darle un tiempo, un lugar y un espacio en nuestra vida. Si se lo damos es porque es importante, si no es porque no lo es. Llegará un momento en que tal vez se convierta en urgente, pero como el ejemplo de la gota que colma el vaso de agua, el problema no es el de la gota sino el de haber dejado que gota a gota fuera colmando la taza. Querer es poder, y sí se puede se debe buscar la manera de meterlo en la mente así como en el espacio físico o del calendario de nuestra vida como algo que queremos y que es importante para nosotros.

Decisión propia.

Somos nosotros los que decidimos. En nuestra mente está el creer o no, en elegir y en desechar lo que no nos sirve. Te dejo con ésta otra foto de abajo y piensa: ¿Qué tendrá esta gente en la mente para atraer lo que quieren en su vida? Querer, creérselo y ponerse manos a la obra.


19/1/16

Ley de atracción: ¿Dar o recibir?


Esta es la foto que actualmente tengo en mi perfil de Facebook y con ella quiero expresar lo que es para mi la Ley de Atracción, o mejor dicho, como funciona en miles y miles de personas que a diario se ven bendecidas por uno de los tesoros más grandes que podemos guardar en nuestras vidas y que hace que seamos poseedores de la Ley de la Atracción y al mismo tiempo hace que atraigamos a los demás.

Si nos paramos un momento y analizamos a los más comunes de los mortales nos daremos cuenta de que hay dos tipos de personas: los que sonríen y los que no; los que se sienten satisfechos de la vida y los que no tanto; los que son felices y los que no.

También podemos dirigir nuestra mirada hacia la gente que atrae a otros y podemos decir que todos tienen o tenemos un denominador común la sonrisa y la capacidad de dar a los demás sin esperar nada a cambio. Por el contrario podemos observar que la mayor parte de los que protestan y se quejan son personas que constantemente están esperando algo de los demás.

Conozco gente que dice amar pero que constantemente se queja de no recibir en la misma medida en la que parece ser que da. ¿Es posible?

La experiencia propia y de mucha gente pone de manifiesto que cuando amas el resto sobra. ¿Por qué? Porque dar te hace sentir satisfecho contigo mismo y cuando amas tienes que buscar la forma de hacerlo de la mejor manera, no como obligación, sino que amar es algo que simplemente llena en sí mismo.

Hay muchas personas que buscamos la Ley de la Atracción, y curiosamente hay muchas que la buscan fuera de si mismos. La buscan en la posibilidad de tener dinero en abundancia, cuando los estudios dicen que después de conseguir dinero tu vida no la llena éste. Hay gente que busca la Atracción hacia Personas, para quedar luego dependiente física, económica o emocionalmente dependiente de ellas. Pensamos que la Atracción consiste en que una fuerza externa nos atraiga y nos haga sentir un éxtasis fuera de serie.

Hay algo mucho más sencillo y lleno de Atracción. Es la capacidad, no de esperar de la vida, sino de aportar a la vida desde lo que soy y desde lo que hay en mí. Cuando amas y estás entregado en cuerpo y alma a una o muchas personas, ¿qué pasa con el tiempo? ¡¡¡Se para!!! Cuando estás enamorado de tu trabajo, ¿qué sucede? ¡¡¡Lo vives, y el tiempo corre. No te enteras de ello!!!

La fuerza de la Ley de la Atracción no está tanto en enfocar lo que quieres encontrar, porque lo que vas a encontrar es lo que tu vas a sembrar. Y lo que tu siembras es lo que tu estás dispuesto a dar.

Nos podemos sentir queridos, amados, tenidos en cuenta cuando recibimos halagos, bendiciones, sonrisas, agradecimientos. Pero si lo que recibimos no es fruto de lo que hemos dado nos sentiremos con una sonrisa por fuera, pero vacíos por dentro.

La Ley de la Atracción nos llena y nos dirige en la vida cuando nos hemos encontrado con nosotros mismos, como auténticas imágenes y semejanzas de Dios y de la Vida, porque somos conscientes de lo que llevamos dentro, de lo que sucede en nosotros cuando lo damos y de lo que provoca a nuestro alrededor.

La Ley de la Atracción es como ese pequeño grano de mostaza que se vive y siembra con toda la naturalidad y libertad del mundo porque crees en él, en el amor y que al tiempo se convierte en el más frondoso de los árboles a donde los pájaros vienen a anidar y donde sus ramas dan sombra y cobijan a los humanos.

Por eso la gran pregunta no es lo que yo espero de la vida, sino lo que la vida espera de mi. Cuando yo aporte más vida a la misma vida y a los que viven cerca y lejos de mí entonces no sólo habré encontrado mi Ley de Atracción, sino que yo mismo me he convertido en Ley de Atracción para los demás.

Es por ello muy importante saber responderse cada uno a si mismo: ¿Qué puedo aportar yo a la vida? ¡¡¡¡Seguro que muchas cosas!!!!


18/1/16

Ley de la Atracción: La Ley del 2 + 1



La Ley de la Atracción y la observación.

¿Qué relación puede tener la Ley de la Atracción con los tres monos sabios? ¿Podemos aprender algo de ello? 

Es curioso. Dios nos ha dotado a todos de dos ojos, de dos oídos y de una boca. Hay personas que por desgracia carecen de vista, de oído o de poder hablar. Pero la realidad nos dice que cuando hay sentidos que dejan de funcionar hay una tendencia a desarrollar mucho mejor los que no están dañados. Puede que sea parte del "te adaptas o mueres"

A lo que íbamos, ¿qué relación pueden tener los sentidos y el número de miembros con la Ley de la Atracción? 

Nuestra capacidad de atraer se basa más en nuestra capacidad de aprender, de sorprendernos, de enriquecernos de todo lo que nos rodea antes que de echar para afuera todo lo que llevamos dentro.

Lo primero es aprender, experimentar y crecer para poder sentir, experimentar y luego poder dar a los demás. Por lo que si tenemos dos ojos y dos oídos es para que escuchemos, observemos y descubramos el doble de aquello que podamos hablar.

Aprendiendo a descubrir

¿Te has dado cuenta de la actitud de los niños que se dejan sorprender por cualquier cosa mientras que los adultos jalamos de ellos para que sigan nuestro paso y nuestro tiempo? Cuando nacemos somos como esponjas abiertas a aprender y a descubrir. ¿No es curioso que esa etapa de los "¿por qué?" de los niños nos pongan nerviosos por su ¿impertinencia? o más bien por su afán de aprender? ¿No es un poco contradictorio que mientras ellos quieren aprender nosotros tengamos miedo a escuchar sus preguntas porque en muchos casos no sabemos lo que responder y nos da miedo o incomodidad el tener que averiguar o aprender?

¿Cómo podemos aprender y descubrir? Podría decir que posiblemente la actitud más importante sería aprendiendo a callar, pero no. Prefiero empezar por lo positivo, por el "ver", "escuchar", "sentir", "gustar". Prefiero empezar por estar abierto a todo lo que nos aporta y enriquece de alguna manera en la vida.

  • Ver. ¿Cuántas cosas has visto en el día de ayer que te han sorprendido, que te han cuestionado o que te han permitido ver "algo nuevo" en la vida? Son millones los estímulos visuales que percibimos cada día, pero muy poco nos paramos a observar aquellos que nos pueden aportar algo nuevo y diferente. ¿Te has pensado a parar que alguno de esos estímulos podría ser una señal que la naturaleza, la vida, Dios, te envía para atraer algo bueno y positivo en tu vida? ¿Me dejo sorprender por lo diferente que veo en la vida a lo que yo hago?
  • Oír. ¿Qué hemos escuchado en el día de ayer que nos haya sorprendido, gustado, despertado admiración y nos haya aportado algo nuevo y positivo en la vida? Y lo repito una vez más. Son millones los estímulos auditivos que entran por nuestros oídos cada día. En estos momento, y mientras escribo, soy consciente del sonido de las teclas de mi ordenador, del sonido cotidiano del reloj que tiene el horno de la cocina, del sonido que emite el refrigerador por suave que sea, el crujir de vez en cuando de algunos de los muebles, de los pasos que dan en la planta alta los que están preparándose para dormir y cantidad de sonidos más que puedo observar tanto dentro como fuera de casa: coches, niños, gente hablando, pájaros, lluvia, fuentes, ríos, olas, etc. ¿Voy ensimismado por la vida o me dejo sorprender por todos y cada uno de los sonidos y aprender de ellos tal y como lo hacen los niños.
  • Sentir. Ayer me resulto agradable y placentero el beso que se dieron en una película. Beso tierno, sin prisas, lento, lleno de sentimiento. Al igual que una lasaña vegetal que me preparé en el día de hoy y que le gustó a mi mujer y a mi hija. Comerla lentamente, saborearla, gustarla, adivinar cada uno de los ingredientes, pensar en algo que podía añadirle. O el abrazo que me dio mi hija en un momento dado. Pararme a sentirla y a que ella me sintiera. Abrazar y sentir algo más que un cuerpo, la persona pequeña y dulce que se recostaba entre mis brazos.
En medio de las prisas de la vida podemos olvidarnos de algo muy importante, saborear la vida, apreciar lo que hay en ella, ser conscientes de lo que nos rodea y como todo puede formar parte de una Atracción letal hacia lo que que más deseamos de la vida.

Hace un par de días un amigo del colegio de mi hija me llamaba para ofrecerme la posibilidad de iniciar un negocio nuevo. ¿No es curioso? Apenas tenemos contacto, pero me llamó al igual que lo hizo una amiga la semana pasada para añadir nuevos elementos a un negocio que tenemos en marcha. Y también la misma semana pasada otro amigo de México para ofrecer otra posibilidad, la misma que me ofreció otro en el día de hoy. 

Cuando estás enfocado en lo que quieres, lo ves, lo sientes y lo escuchas en tu interior la misma vida se acuerda de ti y comienza a ponerte en bandeja todo un mundo de posibilidades.

No se si conocerás en cuento de Antony de Mello en el que se dice que: 

Un fervoroso creyente que padeció unas fuertes inundaciones y tuvo que encaramarse a la parte alta de la casa para poder salvarse. Tenía una fuerte y ciega fe en Dios, por lo que no dejaba de rogarle y suplicarle que lo salvara. 
Aparecieron por su casa unos soldados con una lancha y le pidieron que se subiera a ella. Les dijo que no, que tenía fe en Dios y que Él lo sacaría de allí. Después de mucho insistir, allí lo dejaron. Luego pasó la Cruz Roja y otro tanto de lo mismo. Por último pasó Protección Civil y tampoco consiguieron subirlo a la lancha por los mismos motivos. 
La riada fue tan fuerte que se lo llevó por delante y acabó muriendo ahogado.
Al llegar al cielo parecía estar un poco enfadado con Dios y le reclamó: Padre bueno, tenía fe en Tí y me has fallado. Esperaba el milagro que nunca acabó de suceder. La corriente me llevó y acabé muerto. Y aquí estoy. Un poco enfadado contigo porque me has fallado. 
Dios le respondió: "Hijo mío", ¿Qué otro milagro podrías esperar? ¡¡¡¡Te envié al ejercito, a la Cruz Roja y a Protección Civil!!!! ¿Qué más podía hacer?
Así es la vida y la Ley de la Atracción: Ver, Observar, Descubrir, Escuchar, Sentir, Apreciar, y otros tantos más de adjetivos, lo que la vida nos da y nos pone delante. A partir de ahí depende de nosotros si lo aceptamos y nos servimos de ello para vivir, crecer y sentirnos Atraídos por la vida y por lo que de ella queremos conseguir.

Hoy alguien me pedía permiso para tomar una imagen que tengo en mi perfil de Facebook: "Si esperas que se te de algo en la vida, te encontrarás esperado toda la vida. Haz que suceda, tu mismo". Le dije que sí, porque entre otras cosas es una frase que yo también he adoptado. Pero también porque en el proceso de esperar, pasan por delante de ti muchas cosas, y esas muchas cosas son la señales de la vida que tenemos que permitir que nos sorprendan y atraigan.






15/1/16

Ley de Atracción y Sentido de la Vida: Nick Vucijic



Hoy quiero invitarte a ver un vídeo en donde alguien muy especial nos dice en qué consiste la Ley de la Atracción, alguien especial por ser feliz tal y como es, alguien especial por no tener ni brazos ni pies, pero alguien que aún así y después de haber pasado por una experiencia fuerte en la que quería suicidarse decidió seguir viviendo. ¿La razón? El mismo la explicará. Si hablas inglés fantástico y si no puedes pues en el botón de configuración pon los subtítulos en español. Verás que es digno de escuchar y de admirar.



Ahora que ya lo has escuchado....

¿Cuál es la clave de que la Ley de Atracción llegue a uno de lleno?


  • ¿El amor a los padres? ¿No querer dejarles una carga mayor de la que tenían con un sentimiento de culpabilidad de que no pudieron hacer más por él?
  • ¿La razón del vivir, o lo que es lo mismo, el sentido de la vida? Lo dice bien claro. "Hay dos momentos importantes y claves en nuestras vidas: cuando nacemos y cuando sabemos para que hemos nacido. Por desgracia, no todos somos consciente de ello. Cuando lo somos, como en la vida de él, todo cambia. Eres el mismo, pero todo cambia porque cambia tu forma de ver la vida y las cosas.
  • Hay otro momento muy especial y es que aún no teniendo ni brazos ni manos, sabiendo que nadie te querrá por lo que aparentas llegas a tener mujer e hijos, a ser conocido mundialmente por la alegría y la esperanza que irradias a los demás.
  • Y sigue esperando un milagro de Dios, sigue guardando unos zapatos en el armario por si se produce el milagro. Pero tiene claro una cosa, que si el milagro no se produce y en tanto no se produzca el milagro, el puede ser un milagro para los demás.
¿No te parece este testimonio suficiente para entender en que consiste la Ley de la Atracción?

  • Es la forma de pensar la que atrae lo que queremos.
  • Es la fe en lo que deseamos lo que hace que la busquemos.
  • Es el significado que le damos a nuestra vida lo que determina lo que vamos a atraer.
  • Es el amor y el ser un milagro para los demás lo que hace que atraigas todo lo positivo y que los demás se sientan atraídos por ti.
Te dejo con otros videos muy interesantes de Nick de cómo supo vivir esa llamada a la Atracción de la vida.





Si te gustó te invito a darle click a alguno de los anuncios para colaborar. ¡¡¡¡Gracias!!!!

14/1/16

Ley de Atracción: Otro paso más hacia esa Atracción.



En mis cuatro años de estudios en Chicago siempre me sorprendió los simulacros de incendio que había en los colegios, escuela y centros públicos. Cuando sonaban las alarmas todos teníamos que movernos de forma tranquila hacia la calle. No se podía correr ni alterar. A medida que han pasado los años he podido observar que grandes tragedias que podían haber acabado bien lo hicieron con bastantes víctimas por la filosofía y el miedo dejándose guiar por el "sálvese quien pueda". ¿Que tiene todo esto que ver con la Ley de la Atracción? Pues mucho. La mente en calma es capaz de ver más allá del árbol que nos impide ver el bosque.

Si estos días he reflexionado y citado la fábula del burro que fue desahuciado y arrojado a un pozo en el que encima de él iban arrojando todo tipo de escombros para hacerlo morir, y el supo aprovecharse de ello para ir pisando en cada uno de ellos hasta salir a flote, hoy me gustaría proponer algo que nos permita ver más allá de lo que normalmente vemos y poder aprovechar las circunstancias propias como un trampolín para lanzarnos más allá de donde nos vemos en realidad.

Te propongo lo siguiente. Toma un papel y lápiz o bolígrafo y escribe tres o cuatro objetos que puedes ver desde donde tu te encuentras en estos momentos. No importa si son grandes o pequeños, si te agradan o no. En mi caso puedo observar una aspiradora, un vaso, una cafetera y una silla. 

¿Qué diez o quince cosas podrías hacer 
con cada una de ellas que generalmente no haces?

¿Qué utilidad podrías sacarle
a cada una de ella por separado?

¿Podría aportar cada una de esas cosas
alguna utilidad en nuestra vida?

Una de las cosas más duras está en pararse a pensar. Somos una especie racional pero nos cuesta mucho pararnos a pensar. Nos gusta ver las cosas siempre de la misma manera. Hay gente que observando y pensando diferente, al igual que el burro, han salvado su vida, su economía, su familia, su autoestima y han hecho muchas cosas útiles para la humanidad así como para sus propias vidas.

Bien. La primera parte del ejercicio es esa que aparentemente es fácil. La segunda parte del ejercicio tiene mucho que ver con la primera pero es más exigente:

¿Cómo aprovechar todo lo que tu eres y tienes
para ser más feliz?

¿Cómo sacarle partido a todo aquello
que no te gusta en la vida?

¿Qué hay de bueno y qué oportunidades ves
en lo que hay en tu vida?

Si consigues darle unas cinco o más respuestas a cada una de las preguntas te aseguro que habrás dado un paso muy grande en la Ley de la Atracción, simplemente porque estás comenzando a descubrir nuevas posibilidades dentro de tu propia vida.

Y por último busca dentro de ti y respóndete a una última pregunta:

¿Cómo saliste a flote en los momentos difíciles
de tu vida?

Ahí encontrarás herramientas que ya has utilizado en su momento.

La Ley de la Atracción no es sino el descubrir todo un mundo de posibilidades que la vida vida tiene para ti. Y nos toca a cada uno de nosotros descubrirlas. Por eso la calma y la tranquilidad son importantes, así como la observación y la imaginación.

¡¡¡¡Te deseos buenas y abundantes respuestas!!!!

Si te gustan estas reflexiones me encantaría que colaboraras haciendo click en algunos de los anuncios que ves en el blogg. ¡¡¡Gracias!!!!

13/1/16

Ley de la Atracción: Empezando a atraer.



Bueno, ¿qué te parece si empezamos a hacer realidad la Ley de la Atracción en nuestra vida? Te voy a plantear y a invitar a realizar un ejercicio que te va a ayudar a incorporar uno de los elementos principales de la Ley de la Atracción en tu propia vida a través de ir despertando tus sentidos hacia todo lo positivo que hay a tu alrededor y que genera una energía positiva dentro de las personas. Pero antes de nada permíteme explicarte el qué y el porqué. Hablo de la Gratitud. 

Ley de la Atracción y gratitud.

¿Qué tiene que ver la Ley de la Atracción con la gratitud? Pues mucho. Una persona agradecida es una persona que ya empieza a ver cosas positivas en la vida, en las cosas y en las personas que nos rodean. Y como "a quien buen árbol se arrima, buena sombra le cobija", la gratitud nos abrirá cantidad caminos y puertas para atraer hacia nosotros todo lo positivo que deseamos, queremos y buscamos.

Entre los beneficios que vamos a encontrar podemos encontrar los siguientes.
  • Felicidad. Una persona agradecida es feliz. Así de simple. Es feliz con lo poco o mucho que tiene. Es feliz porque observa y reconoce cuanto de positivo hay a su alrededor y goza de ello.  Después de muchos análisis realizados en todos los países del mundo, curiosamente, la gente más feliz se encuentra donde mayor generosidad hay. 
  • Hace sentirse bien a quien es objeto de agradecimiento. Si has recibido alguna vez agradecimientos por alguna actitud o por algún trabajo realizado, ¿cómo te has sentido? Bien, mucho mejor y más motivado para seguir haciendo más de lo mismo e incluso mejorándolo.
  • Fortalece y aumenta los lazos de unión. Hay como una sensación de espíritu de pertenencia por la conexión de energía que se produce entre el que da y el que recibe. Fortalecer las buenas relaciones siempre nos traerá muchas cosas buenas.
  • Actitud Positiva.  Tal vez sea uno de los grandes beneficios. La actitud positiva te permite ver agua donde nadie la ve y hacer del desierto un vergel. Ésta actitud positiva es la que hace que se generen muchas oportunidades donde nadie las ve. ¿Por qué? Porque estamos abiertos a la vida, y la vida nos da esas oportunidades.
  • Conciencia del mundo alrededor. Cuando eres consciente de todo lo que te rodea no lo ves como a un enemigo, sino como a oportunidades para crecer y alcanzar lo que se quiere. ¿Te acuerdas de la fábula del burro que echaron a un poco porque ya estaba viejo y no servía para nada? Lo echaron al pozo y fueron tirando escombros encima de él. Lo que para unos eran escombros y símbolos de muerte para el burro se convirtió en tabla de salvación puesto que podía apoyarse en cada escombro para ir poco a poco hacia arriba hasta que, para sorpresa de todos, el burro allí apareció y siguió viviendo.
Pues bien. Aquí viene mi propuesta en el día de hoy que creo que te va a dar un empujón bastante grande si lo hacen hoy e intentas hacerlo muy a menudo.

Te propongo que desde que te levantes hasta que te acuestes comiences a ser consciente de todo lo que te sucede.
¿Te Levantas y duchas? Saborea el agua cayendo por tu cuerpo y el jabón masajeando  da gracias a Dios y a la vida.
¿Te secas y te vistes? Pues saboréalo y da gracias a Dios y a la vida por las toallas y por la ropa 
¿Desayunas? Pues da gracias a Dios por la comida, por quien la elaboró, por quien la vendió, por quién la preparó.
¿Sales a la calle o al trabajo? ¿Ves un niño, un coche, una persona, el cielo azul o nublado? Saboréalo todo y da gracias a Dios.
Y así hazlo con todo. Muy posiblemente te sorprendas a ti mismo de lo que encuentras y de como te sientas. 
Te aseguro que algo cambiará en tu vida. Te sentirás bien, incluso si hay cosas que no son tan agradables. Como el burro comenzaremos a ver lo positivo y a hacerlo nuestro. La ley de la Atracción comenzará a hacer maravillas en nuestra vida.

¡Buena suerte y ben ejercicio! 
 
 
 

12/1/16

El primer paso en la Ley de Atracción



Cual crees que podría ser el primer eslabón o la primera actitud para sentir la fuerza de la Ley de la Atracción? Atraer, nada más ni nada menos, lo que está más cerca de mi. ¿Y qué es? Yo mismo.

Siempre me llamó la atención la respuesta que dio Jesús cuando le preguntaron cuál era el mandamiento más importante, o el primero, de la Ley. ¿La recuerdas? 

"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu mente y con todo tu ser. Y el segundo es semejante a éste: Amarás al prójimo como a ti mismo"


  • 1. Lo primero es amar a Dios. Pero, ¿quién es Dios? Acostumbrados a una imagen antropomórfica de Dios, es decir, verlo como un Humano nos ha llevado bien lejos de lo que yo, como profundo creyente, creo que es Dios. Dios lo es todo, es la energía que se mueve, que se expande, que se transforma. Dios es la Vida como tal. Amar a Dios es amar la vida tal y como se nos presenta, aunque no la entendamos. Si estamos en lucha con ella menos la entenderemos. Cada día, desde que sale el solo hasta que anochece ocurren muchas cosas que pueden enseñarnos mucho. Amar a Dios, a la Vida, es tomar en nuestras manos lo que hay, agradecerlo y desde ahí seguir el proceso de la Vida, seguir creando y transformando. Para que no haya malos entendidos; una cosa es Dios y otra su decisión de hacerse o encarnarse hombres en Jesucristo, lo cual creo y defiendo como creyente. 
  • 2. El segundo mandamiento no deja de ser menos importante: Amar al prójimo como a mí mismo. Es decir "amarme a mí porque si no lo hago no puedo ni amar a Dios, por ser yo parte de la vida, ni amar a nadie puesto que si no me amo a mi mismo, ¿qué puedo ofrecer a los demás? Amarme a mí mismo comienza por aceptarme tal y como soy. Una de las enfermedades de hoy y de siempre es la no aceptación de uno mismo. Digo de siempre porque no lo dejan claro las leyendas como la de Adán y Eva que mientras se aceptaban podían ser tan libres como andar desnudos, símbolo de aceptación y de libertad, por el paraíso. Desde el momento que no se aceptaron llegaron los miedos, los escondites, los taparrabos y las disculpas, excusas o inculpaciones al otro. Querer ser diferentes, en este caso como Dios, los aleja de sí mismos. Desde el momento en que no nos aceptamos estamos en lucha con nosotros mismos y, por ende, con el mundo que nos rodea.

Así pues, la Ley de la Atracción comienza por atraernos a nosotros mismos como parte de la vida y atraer lo insignificante pero importante que cada día nos presenta la vida. Puedo ser alto o bajo, flaco o más gordo, rubio o moreno, más rico o más pobre. La vida "comienza" ahí con lo que soy. Hace un par de días oí de un escultor a quien lo alababan por una gran obra de arte decir: "La obra de arte estaba ahí antes de llegar yo. Lo único que hice fue quitarle unas formas que le sobraban y moldearla". Soy lo que soy, lo único que tengo que hacer para convertirme en una obra de arte es aceptar mi estado original e ir puliéndome hasta convertirme en lo que sigo siendo pero con más cualidades.

Quererme y aceptarme me llevará a conseguir cosas que jamás podré imaginar, que están en mí mente y posiblemente más allá de ella. Pongo el ejemplo de quien acepta su ceguera, su invalidez, sus limitaciones. ¿A dónde han llegado muchos de ellos? A lo que nosotros creemos que no podremos llegar. ¿Cuál fue su punto de partida? Amarse, aceptarse y, desde ahí, valerse de la vida para pulirse.

No hay Ley de Atracción si no nos amamos primero a nosotros y a la vida. Y si empecé con un ejemplo bíblico acabo también con otro. Dios creo al hombre a imagen y semejanza. No entro a discutir el cómo los creo, pero sí que lo creo a su imagen y semejanza. ¿Que quiere decir? Nuestra imagen ante el espejo es Vida y Amor. Amor por nosotros, por la vida y por los demás. El Amor, Dios, es la auténtica Ley de Atracción. ¿A quién no le atrae el Amor?