30/12/11

El 90%

 

“Estoy convencido de que la vida 
es un 10% lo que nos ocurre 
y un 90% cómo reaccionamos ante ello.”

Dale Carnegie

Hay cosas que no podemos cambiar en la vida, tales como la muerte, un accidente, aspectos de nuestra propia vida. Hay cosas que están en nuestras manos y otras en manos de la misma vida, de la naturaleza o en manos de otros.

Hay una cosa que sí está en nuestras manos, la respuestas que damos a cada uno de los acontecimientos. Podemos elegir entre reír o llorar, entre ser optimistas o pesimistas. En nuestras manos está como vivir cada uno de los acontecimientos.

Si entre las diferentes situaciones de la vida cogemos una de ellas podremos observar como la misma situación vivida por diferentes personas tienen respuestas diferentes. Cada uno tiene su propia respuesta. La sabiduría es saber elegir la oportuna y la que se alinea con los que queremos y esperamos de la vida.

Ante una muerte, un despido laboral, un divorcio, un trauma..., ¿qué maneras diferentes soy capaz de vislumbrar en las personas que conozco o que tal vez no conozca y sean de dominio público. ¿Por qué hay unas que reaccionan de una manera y otras reaccionan de maneras totalmente diferentes?

Es la manera de pensar, la predisposición que tenemos hacia la vida, las ideas con las que caminamos, los valores que sumimos lo que hace que tomemos una postura u otras.

¿Qué hacer? Tener siempre la mejor disposición y elegir las mejores opciones que tenemos a nuestro lado.


29/12/11

Ubicarse




Alguien me pedía cierto tipo de ayuda en el día de hoy. La palabra que utilizó cuando le pregunté que tipo de ayuda quería de mí era de ubicarse. Se sentía perdida después de varios reveses que la vida le había dado. Muchas veces no es fácil ubicarse. Sentimos presión por todas partes, desde la propia situación personal, la familiar, la económica, la de los propios amigos, etc. En esos momentos la única voz que tal vez nos ayude a ubicarnos sea nuestra propia voz interior. Lo que sucede es que nos cuesta escucharla, tal vez entenderla y quien sabe si aceptarla.

¿Cómo escuchar nuestra propia voz interior?

Lo mejor sería desconectar absolutamente de todo para encontrarnos con nosotros mismos. Cuando hablo de desconectar me refiero no tanto a irme físicamente del lugar donde me encuentro sino más bien el de olvidarme de todas esas presiones que me zarandean de un lado a otro. Hay frases que oímos y que se convierten en imperativos que nos condicionan. La gente espera de nosotros y muchas veces nosotros queremos cumplir las expectativas que tienen de nosotros. En términos laborales tal vez sea bueno, aunque no siempre debemos vivir esclavos de lo que los demás esperan de nosotros.

Imagínate por un momento que te queda una semana de vida: ¿qué cosas harías? Es una pregunta tonta, pero no deja de ser una pregunta importante porque muestra lo que desde dentro estamos buscando, anhelando y deseando. Es una manera de comenzar a escuchar esa voz interior. La forma en que aprovecharía todos y cada uno de los minutos de esa semana nos muestran una serie de valores, de sentimientos y de experiencias que nos gustaría tener. Eso nos ayuda  a comenzar a ubicarnos. Valores, sentimientos y experiencias nos permiten vislumbrar cosas que deseamos vivir. Ahí, muy posiblemente, está el sitio en el que queremos estar en la vida.

Aparecerán aspectos personales, lúdicos, familiares, laborales, comunicativos, sentimentales, etc. Todo es cuestión de estar atentos, vislumbrarlos, reconocerlos, valorarlos y responde a una pregunta: ¿Qué significan todas esas cosas en mi vida? ¿Qué ocurriría en mi vida si realmente pudiera vivir todo eso? ¿Qué cambiaría? ¿Qué aportaría a mi vida, a mi persona, a mi alrededor?

Hay otra experiencia que no deja de ser interesante que tanto Tony de Mello como Stpephen Covey nos comentan y es la de situarse en tu propio ataúd en día de tu muerte. Eres consciente de todos aquellos que vienen a darte el último adiós. Tu puedes escucharles, pero no puedes hablarles,, no puedes moverte. Entre la gente se haya la familia directa: pareja, padres e hijos. También se encuentra la familia extensa, hermanos, primos, tíos. Se encuentran muy cerca los amigos íntimos y no tan íntimos,  vecinos, compañeros de trabajo, etc. Eres consciente de todo lo que están hablando sobre tí, pero como te digo, no puedes ni hablar ni hacer gestos. ¿Qué te gustaría que dijeran de ti todos y cada uno de ellos?

La muerte es una experiencia dura pero inevitable y parece ser que cuando llega el momento hacemos un balance de nuestras vidas, de útiles o inútiles que han sido. Situarse una semana antes de la propia muerte o en el mismo ataúd tal vez nos ayuden, dejando a un lado el tono funesto, a saber cual es el lugar que queremos tener en la vida, es el lugar en el que tenemos que ubicarnos, porque lo triste es que llegue el día en que tengamos que vivir esa experiencia y miremos nuestras manos vacías o los trenes que hemos dejado pasar de largo. No es que sea el ultimo trago de la vida, pero si un trago que resume los tragos que hemos tenido que vivir, unas veces con sentido y otras sin él.


28/12/11

Cuanto más, ¿peor?



Leía esta mañana una entrevista a un psicólogo en un periódico en el que hacía unas afirmaciones que dejaban a un pensando y que, en cierto modo, llevaban una gran carga de lógica. Entre ellas decía que con las necesidades básicas, comer, beber y vivienda, el ser humano tiene lo suficiente para poder vivir de forma aceptable y llegar a ser totalmente feliz.

Me quedé pensando y me venía a la mente ciertos pensamientos que he escuchado a lo largo de mi vida: "Mirad las flores del campo que ni hilan, ni cosechan y vuestro Padre Celestial las mantiene en pié, de Jesús. O la de "no es más rico quien más tiene, sino el que menos necesita", como reza un anuncio en la televisión que patrocina una marca. ¿Ser o Tener?", un libro de Erich Fromm. Hacía referencia a mucha gente que vive en el silencio, como pueden ser los monjes del Tibet, que tanto está de moda, por no decir los monjes cristianos que se retiraban a sus monacatos.

Poco después de leer el artículo me daba cuenta de lo dependientes que somos de las nuevas tecnologías, del internet y de las cosas materiales. Dependemos de ellas para trabajar pero, ¿también para ser felices?

Si bien es cierto que nos vamos creando necesidades y que dependemos de muchas de ellas para comunicarnos o para trabajar estoy convencido de que la felicidad de cada uno de nosotros no depende de lo que tenemos sino de lo que realmente somos. Las cosas nunca podrán reemplazarnos como personas, ni incluso las personas pueden adueñarse de cada uno de nosotros para poder ser felices.

Desde el mismo niño que juega y goza con cualquier cosa pequeña a la que nosotros ya no le damos importancia, aunque sea una simple piedra, hasta el que goza del paisaje que tiene delante o de la conversación con cualquier persona por muy o poco profunda que ésta pueda ser nos muestra que la vida es lo suficientemente sencilla para ser feliz.

La cuestión entre aceptar y amoldarse o adaptarse a lo que hay y la de resignarse está clara. La resignación nos maniata y desespera mientras que la aceptación y la adaptación nos ayudan a valorar lo que tenemos y a servirnos de ello, nos hace ser más proactivos y al mismo tiempo más libre, por lo que a veces la misma pobreza, y no miseria, nos ayuda a ser mucho más ricos y a saber aprovechar todas las fuentes de la vida.


27/12/11

Gestionando la vida personal



Para quienes tenemos hijos es fácil que nos encontremos en situaciones en las que le pedimos cosas a nuestros hijos que nosotros no hacemos. Puede parecer una contradicción, pero es una realidad. Les pedimos que hablen bien, cuando a nosotros se nos escapan en situaciones palabras no adecuadas. Les obligamos a fumar y, a lo mejor, nosotros lo hacemos sin medida alguna. La principal cualidad del que quiere ser líder para sus hijos, para un país, una organización o una empresa es la coherencia.
  • La coherencia es la prueba del algodón, es el espejo al que podemos mirarnos y en el que valoramos lo que realmente somos, creemos y pensamos. Nuestra vida y nuestro mensaje tiene sentido para los demás en la medida en que lo tiene para nosotros. Convenceremos más a los demás por nuestra sinceridad y por nuestra forma de vida que por nuestras palabras.
  • La ilusión es el fruto de nuestra creencia en nuestra propia forma de vida. Quien vive en lo que cree lo muestra a través del cuerpo, de su lenguaje corporal. La mirada, la forma de estar en la misma vida y en presencia de los demás e incluso las mismas palabras transmiten emociones, sentimientos y una energía que hace que uno se fije más en el mensaje que se transmite que en la persona que lo transmite.
  • Es precisamente el mensaje que transmitimos con nuestro cuerpo, nuestras palabras y nuestras vidas los que nos dejan ver los valores que hay dentro de nosotros. Es en la toma de decisiones, en el saber elegir, el saber decir no en un momento determinado cuando tenemos la posibilidad de ser coherentes con nosotros mismos y con los demás.

26/12/11

Gestionando la palabra




Dicen que el poder de la palabra es grandioso. Una palabra tiene el poder de levantarte, así como el de hundirte en la más profunda miseria. Hay palabras que nos acompañan a lo largo de nuestra propia historia con la misma carga positiva o negativa con la que la hemos oído y con los mismos efectos que han producido en nosotros desde un principio. De ahí la importancia de cuidar el lenguaje que utilizamos a menudo.
  • ¿Qué queremos comunicar? Aunque parece que puede ser obvio el saber "qué es lo que queremos comunicar" no es lo mismo que generalmente acabamos comunicando. Muchas veces nos perdemos en florituras, en aspectos que no son esenciales y no vamos al grano de aquello que queremos que se entienda y se capte. 
  • Las emociones juegan también un papel muy importante ya que pueden entorpecer el mensaje que queremos dar. Saber distinguir entre el objetivo del mensaje y la emoción es importante. Piensa por un momentos en lo los momentos de euforia que tenemos y que nos hace decir cosas que posiblemente no somos capaces de asumir, o que no hace compartir cosas que pueden llegar a herir a los demás o a dejarlos arrinconados de forma humillante. 
  • ¿Cómo lo queremos comunicar? No solo podemos pensar en nosotros. Hay que pensar en los que nos escuchan. Si queremos que capten el mensaje no hay nada mejor que tener en cuenta en cómo los demás pueden  comunicarse con nosotros. ¿Qué piensan? ¿Cómo sienten? ¿Cómo procesan nuestras palabras?
Si la palabra tiene una gran fuerza y un gran poder no deberíamos olvidar que las palabras que salen de nuestra boca jamás volverán a ella. A los oídos de otros habrán llegado y su efecto o mensaje habrán dado. Es como la flecha que sale del arco, ya no puede volver a él sin antes haber golpeado su objetivo.

Antes de hablar es bueno medir lo que se dice. ¿Pensarlo bien? Ciertamente.




23/12/11

Gestionar los pensamientos



¿Te has imaginado el valor de una idea o, mejor dicho, de un pensamiento? Si por el momento entras en una sala atestada de gente y justo en el momento en el que entras todo el mundo se echa a reír y la mayor parte de las miradas se dirigen hacia ti, ¿qué pensarías? ¿cómo actuarías en consecuencia?

La verdad es que hay para todos los gustos, y lo hay porque nuestra mente construye cantidad de pensamientos reales o no que nos condicionan a la hora de actuar o de reaccionar ante los estímulos que se nos presentan delante.
  • La persona demasiado sensible podría pensar que se están riendo de ella. Lo más probable es que se sonroja, se sienta objeto de las miradas de los demás, de sus risas y un sentimiento de vergüenza puede atravesar por su mente que puede hacer que se sienta tan mal que la sonrisa que trae en vez de compartirla con el resto se transforme en tristeza. Y quien sabe si se da media vuelta y se va. ¿Te has sentido alguna vez en una situación de estas en la que sin motivo alguno crees que eres objeto de conversación, miradas, críticas o risas? Puede que no por parte de una multitud, pero sí por parte de otra persona, compañero, familiar, etc.
  • La persona extrovertida quizás entre en la misma situación y se una a la fiesta. Por su mente tal vez pase la idea de que la gente tiene una buena marcha, se lo está pasando genial y quiere formar parte del jolgorio. 
En uno y otro caso las personas se encuentran en la misma situación, pero la predisposición tal vez sea diferente y los pensamientos que se producen en semejantes circunstancias también lo sean por lo que a pensamientos diferentes, respuestas distintas, unas más positivas que otras.

El pensamiento es el que transforma la emoción en sentimiento y es el que hace que actuemos de una manera u otra. Si nos paramos a pensar por un momento en las ideas que tenemos a diario, ¿cuántas de ellas las hemos cotejado con la realidad? ¿Cuántas de ellas nos hacen tomar decisiones equivocadas basadas en meras percepciones y no basadas en la realidad?

Un viaje al interior de nuestra mente será muchas veces un viaje liberador y lleno de sorpresas que nos permitirán actuar con menos prejuicios y más realismo. ¿No crees?


22/12/11

Gestionar la energía



Hay quien se lanza a la vida como caballo desbocado y al cabo de un rato pierde toda su fuerza y su brío. Cuando esto sucede todo el esfuerzo realizado hasta el momento se viene a abajo y el camino recorrido se torna inútil. Últimamente en deportes se escuchado algo al respecto, tal como las expresiones "dosificar", "gestionar tiempos", "gestionar la energía", etc. 

Saber medir los tiempos es crucial a la hora de poder conseguir los objetivos que nos proponemos en la vida. Los tiempos no solo son con respecto a las energías físicas, sino también la emocionales, las de "tiempo", las de recursos, etc.

Los ejemplos son muy claros:
  • Físicamente, si corres a toda velocidad en los primeros momentos llegará un momento en que no tengas las fuerzas suficientes para mantener el ritmo, y lo más probable es que pierdas mucho más de lo que has podido alcanzar hasta el momento en el que se han desvanecido tus fuerzas.
  • Emocionalmente, si pones todo el jugo en el asador en un momento dado, la euforia puede dar al trasto con todo. Celebrar una victoria antes de que se acabe el partido hace que bajemos la guardia antes de tiempo y que nuestra capacidad de reacción no sea la misma que en un estado de equilibrio y de alerta.
  • Gestionar el tiempo también es importante, saber dar a cada cosa su tiempo y su lugar es también crucial. Dar a conocer una noticia no es lo mismo si se hace en un contexto u otro, en un momento determinado u otro. ¿Te imaginas a un presidente de gobierno dando a conocer una decisión cuando todavía no es el momento?
A modo de reflexión y de que veamos la importancia de saber dosificar los procesos en la vida unas cuantas preguntas:
  • ¿Qué pasaría si no dosificamos los medicamentos?
  • ¿Y si no dosificamos la ingesta de alcohol?
  • ¿Y el gasto que tenemos que hacer semanal o mensualmente?
  • ¿Y el amor que damos a los demás?
  • ¿Y nuestro proceso de crecimiento?


21/12/11

Prioridades



Muchas veces nos vemos tomando decisiones que no nos ayudan para nada a conseguir lo que queremos. Las tomamos con el mejor de los deseos pero no logran cuajar en nosotros ni llegarnos a satisfacer. ¿Por qué?

Las decisiones tienen que estar enmarcadas dentro de un objetivo general, de un proyecto que va más allá de la decisión en sí. Hay decisiones que tomamos dependiendo de las circunstancias y nunca en función de algo que queremos conseguir a largo plazo.

Es precisamente el corto plazo lo que nos aboca al fracaso. ¿Conoces el dicho que dice, "pan para hoy y hambre para mañana?" Pues a ello me refiero. Muchas decisiones que tomamos son a corto plazo. Satisfacen necesidades inmediatas pero sin tener en cuenta las consecuencias del futuro.

Hay que ganar la guerra y no solo las batallas, aunque están sean parte de la guerra y nos guste también ganarlas. El esfuerzo y el sacrificio son parte del camino.

¿Que es lo importante y prioritario? Es todo aquello que está en función del objetivo final que queremos alcanzar. Unas veces implica renuncias y sacrificios, otras optar precisamente por lo que menos nos agrada y otras por lo que nos molesta e incomoda. La casa se comienza por la base. Todo tiene un proceso y nuestras decisiones tienen que formar parte de un proceso. El proceso existe cuando tenemos metas u objetivos a corto, medio y largo plazo. ¿Lo tenemos?


20/12/11

Gestionar el tiempo



Por lo general tenemos la costumbre de valorar las cosas por el coste económico que tienen. Hay otro coste, tal vez mucho más real, que una vez que ha pasado ya no vuelve. El dinero tal vez podamos recuperarlo, el tiempo no. El tiempo pasado aunque sea enriquecedor es algo que no podemos recuperar.

¿Cuánto cuesta un coche, una casa, unos estudios, un trabajo, una vida familiar? En algunos casos podemos cuantificar con dinero el coste de todos y cada uno de ellos, pero el coste tiene más valor cuando se reconoce el esfuerzo y el tiempo empleado en la consecución de dichos objetivos.

Dicen que uno de los traumas más grandes a afrontar en el momento de la muerte es ver la linea del tiempo de la propia vida y ver lo que se ha hecho con ella. Lo que hacemos y como vivimos es lo que da sentido a la vida y lo que refleja, en realidad,lo que sentimos de nosotros mismos, nuestra imagen.

Si pensáramos lo que nos cuestan las cosas y las relaciones en función del tiempo que hay que dedicarías lo más probable sería que le diéramos más importancia a la gestión de nuestro propio tiempo y del de los demás. ¿Evitaríamos así el estrés y valoraríamos más el momento vivido?


19/12/11

Gestionando las emociones



¿Qué papel juegan nuestras emociones en nuestra capacidad de liderar a los demás? Un papel crucial, para bien y para mal. Una persona sin emociones difícilmente será capaz de transmitir a los demás. Y si bien las emociones transmiten también lo pueden hacer desde el sentido negativo y puede dar al traste con cualquiera de nuestros sueños o metas. Por lo tanto, y como las emociones pueden ser buenas compañeras de viaje, también pueden ser traicioneras. La clave está en saber gestionarlas.
  • El primer paso y fundamental es el reconocer la emociones en sí. Muchas veces nos da pánico, vergüenza o miedo el reconocer emociones que tenemos. La mera negación de una emoción lo único que va a hacer es el afirmarlas mucho más y por ello hacerla más visible. Dicen que los perros huelen el miedo de los humanos y, a mayor miedo, mayor fijación del perro en su presa. Otro detalle curioso es la negación de una mentira. La negamos mirando hacia abajo o esquivando la mirada, lo cual nos hace sospechar de que nuestro interlocutor miente. El reconocimiento en sí da cierto aire de libertad y de tranquilidad.
  • El reconocimiento conlleva otro aspecto interesante: la aceptación de uno mismo. Si somos capaces de reconocer y de aceptar, libremente y sin miedos, lo que estamos sintiendo en ese momento estamos convirtiéndonos en amigos de nosotros mismos, valorándonos y apreciando lo que tenemos dentro de si.
  • Conocer e informarse sobre lo que produce la emoción nos ayudará a dominar los sentimientos que se producen en nosotros y el conocimientos nos da un cierto poder sobre los estímulos que los provocan, pues conocer es entrar en los entresijos de las situaciones al punto de saber el miedo real que podemos tenerles y de saber cuales son las debilidades de nuestros enemigos a vencer.
  • Buscar diferentes respuestas. ¿Tan solo una respuesta es posible ante una situación? Las respuestas tienen que estar en función de lo que perseguimos y no de las reacciones incontroladas que tenemos. Nuestra capacidad de liderar estará, precisamente, en ser capaz de ofrecer respuestas adecuadas a lo que perseguimos y queremos obtener.

16/12/11

Aprendiendo a liderar



Todos conocemos aquel dicho bíblico de "médico, cúrate a ti mismo". Tal vez este sea el principio fundamental para poder liderar a otros, saber tomar las riendas de la propia vida. Nadie nos seguirá si ven en nosotros un barco a la deriva, o quizás si nos siguen y nosotros no conseguimos nada ellos conseguirán lo mismo que nosotros, "nada". En este oído en muchas ocasiones el dicho "de tal palo, tal astilla", o el de que "de padres violentos, salen hijos violentos". Aunque no siempre se cumplen las estadísticas lo más normal es que en nuestro círculo de influencia, es decir, en aquellos a los qe tenemos la capacidad de influir los llevemos por los mismos caminos que transitamos nosotros, por lo que para poder influir o liderar a otros lo mejor es aprender a liderarse uno a sí mismo o, lo que es lo mismo, a controlar uno su propio destino.

Si yo no me sigo a mi mismo, ¿por qué otros tendrían que dejarse dirigir por mi? Todos tenemos la experiencia  de haber estado bajo la tutela de alguien a quien veíamos más desorientado que al más ignorante de los humanos. ¿Cuál ha sido nuestra sensación? ¿Qué experimentamos en esa situación? Lo mismo experimentarán aquellos que nos ven incapaces de seguirnos a nosotros mimos, inseguridad y falta de confianza hacia nosotros. El líder, bien sea padre, jefe o político obtendrá seguidores en la capacidad que ofrece seguridad y confianza a los demás.

La clave para autodirigirse es la capacidad de administrase uno a si mismo. Simplemente echemos una ojeada a nuestra vida y tomemos consciencia de las promesas, de los proyectos, de los deseos que hemos ido dejando por el camino, ¿Por qué ha sucedido todo esto? ¿Por qué hemos abandonado tantas cosas importantes para nosotros. La falta del control y de la administración de las decisiones que tomamos cada día es la clave. Saber organizarnos y tomar las decisiones correctas es lo que conformarán esa capacidad de auto dirigirnos y de ser lideres para uno mismo, y luego para los demás y por contagio.

El que se auto dirige bien es el que es capaz de utilizar sus capacidades al máximo. No solo es capaz de gestionar el tiempo, sino también la toma de decisiones sabiendo priorizar lo que es importante y lo que conduce realmente a esa meta que uno se ha impuesto y que enriquecerá su vida como persona individual y social.

Para poder lograr esto hará falta saber gestionar seis áreas que desarrollaré en los próximos días:






15/12/11

El deber y la motivación



Ahí estaban los dos en plena sala de espera. Y mientras esperaban su turno una conversación en la que se debatía sobre el trabajo en sí versus la motivación externa con la que muchas veces se nos motiva. Una motivación que a veces viene dada con un premio de ascenso en un puesto de trabajo, otras con una remuneración en forma de regalo o económica. Hay casos en los que el premio es el mero reconocimiento por parte de los demás.

Una de las personas abogaba por la no necesidad de todo este tipo de reconocimientos. La otra hacía hincapié en la importancia de los estímulos. Al fin y al cabo la motivación no deja de ser un estimulo. ¿El deber por el deber o darle sentido al deber?

Se me antojaba que el deber por el deber carecía de sentido y se había quedado obsoleto en nuestras vidas. Al mismo tiempo la motivación le daba, por el contrario, un aliciente a la vida, algo tan necesario como la superación de retos, la consecución de metas, el logro de objetivos, el crecimiento personal y la autosuperacion.

Las cosas pierden interés cuando no encuentras el sentido de ellas.

14/12/11

Constancia, la fidelidad a lo que uno cree.



Eran unas declaraciones después de un derby clásico en el fútbol español. Había jugado el Real Madrid y el Barcelona. Ganó éste último en casa del Madrid por tres goles a uno. El Madrid llevaba 15 partidos consecutivos ganando. Pero hubo algo que posiblemente contribuyó a la derrota y al triunfo del Barcelona: el cambio de táctica. Tal vez el miedo les hizo plantearse las cosas de una manera diferente. El Barcelona, por el contrario, fue fiel a su esquema de juego. Las declaraciones del entrenador del Barcelona fueron muy claras y convincentes: "Mis jugadores no saben jugar de otra forma".

En la vida personal, familiar, empresarial o laboral podemos enfrentarnos a situaciones que nos llevan a seguir con el mismo esquema de vida o de trabajo o que tal vez nos hacen cambiar los esquemas. Einstein dice que para obtener resultados diferentes hay que hacer cosas diferentes, y es cierto, pero también ser fieles a lo que nos da resultado es otra fuente de sabiduría. ¿Por qué, pues cambiar algo que funciona?

  • ¿Inseguridad? Tal vez cuando no nos sentimos seguros tendemos a cambiar las cosas. Queremos alcanzar una seguridad tal, que dudamos de nosotros mismos y de los resultados que hemos tenido hasta el momento y que nos dejan ver los buenos resultados que hemos obtenido. Cuando dejamos de creer en nosotros mismos nuestras vidas experimentan un cambio. La inseguridad nos lleva a la duda y la duda a los pocos reflejos y a actuar sin la contundencia que necesitamos.
  • ¿Ansiedad? Al Barcelona le marcaron el gol antes del minuto 1 del partido. Creyeron en su sistema y continuaron con él. ¿Se dejaron embargar por la ansiedad a la hora de querer obtener los resultados? No es la ansiedad quien los consigue sino la habilidad, la técnica, el conocimiento y los procesos que sabemos manejar.
  • ¿El otro? Es una de las señales de inseguridad y de la falta de confianza en uno mismo. Fijarse y ponerse como punto de referencia al otro en vez de uno mismo es lo que hace que desviemos la mirada de los objetivos, de las fortalezas personales o de grupo y nos fijemos más en el miedo y lo que puede más que nuestras propias convicciones.
La constancia, es decir, la fidelidad a lo que creemos y a las cualidades y valores que poseemos puede ser esa piedra mágica que utilizó David contra Goliat, o lo que es lo mismo, la clave para que pongamos nuestra valía como la mayor garantía, sobre todo cuando sabemos que en la vida muchas veces ya lo hemos conseguido.


13/12/11

Sentido del ridículo



Me comentaban hoy que una de las cosas que conforman mi personalidad es el no tener sentido del ridículo. La persona que me lo comentaba lo decía como una gran cualidad, mientras que otras veces me lo han señalado como un defecto. Al tiempo que lo decía comentaba que era una de las cosas que más deseaba y que admiraba en mi. Posiblemente haya cosas que no le gusten, pero esta sí:).

Es cierto que el sentido del ridículo la vida me ha enseñado a ir perdiéndolo, pero si es que quieres subsistir tienes que hacer de tripas corazón y pasar olímpicamente de la vergüenza y afrontar las situaciones con seguridad. El miedo a nosotros mismos, a encontrarnos desnudos ante los demás y que vean nuestras limitaciones nos condicionan muchísimo en la vida, me comentaba esta persona. 

Es cierto. Muchas veces nos quedamos a medias y sin intentar cantidad de cosas por culpa del miedo, del que dirán o de la misma situación de ridículo. Y no digamos si tenemos la sensación de fracaso, y un fracaso que puede estar a la vista de los demás.

A pesar de la imagen que esta persona tiene de mi creo que todavía hay muchas situaciones en las que no pierdes ese miedo al ridículo. La vida es un continuo viaje hacia la felicidad, hacia el éxito de los negocios, hacia nuevas formas de mejorar nuestras relaciones. El ridículo nos frena y lo peor de todo es que el ridículo aparece en primera imagen y no nos damos cuenta de que en el fondo lo que tememos es el miedo a nosotros mismos.

Amarse a uno mismo, apreciarse, valorarse y ser simplemente lo que uno es es la mejor manera de no sentir ese ridículo que nos impide ser realmente nosotros mismos y ser felices con uno mismo.


12/12/11

De la frialdad a la admiración



Nos lanzamos a la vida desde que salimos del vientre materno a experimentar la vida en toda su abundancia y, tal vez como el bebé, experimentamos un proceso que podemos tener en cuenta a lo largo de toda nuestra vida. Los primeros días vemos, oímos y reaccionamos al tacto, a los estímulos aunque haya ruidos a nuestro alrededor que no sean capaces de despertarnos. Al poco tiempo vamos identificando caras y voces conocidas con las que nos vemos también identificando. Por último hay un sentido de la pertenencia que resulta de llegar a conocer, valorar y admirar aquello de lo que formamos parte.
  • Saber ver. Tal vez lo más sencillo. Ser conscientes de lo que hay a nuestro alrededor incluso respondiendo a los estímulos que puedan producir en nosotros. Vemos, observamos, dejamos pasar de largo o ignoramos muchos de los millones de estímulos que a diario pasan por delante de nuestros ojos. Tal vez nos paremos en algunos, los elijamos y saquemos el provecho que de ellos podamos sacar.
  • Saber mirar. Un segundo paso en el que ver no es suficiente. Tomamos algo en la mano, lo miramos de arriba a abajo, lo observamos con detenimiento, buscamos su utilidad y provecho. Lo tocamos, lo comparamos con otros y lo escogemos o desechamos al gusto. Es una mirada detenida y con cierto interés de conocer más el producto que posiblemente queramos adquirir. Un periodo en el que aprendemos a través de la información de aquello que está frente a nosotros o a nuestro lado. 
  • Saber contemplar. Lo que vemos ya no pasa desapercibido. Lo que hemos mirado ha resultado interesante. Lo que hemos escogido forma parte de un todo, de una realidad que nos llena de tal manera que nos lleva a admirarlo por si mismo, por lo que es, por lo que representa y por lo que aporta a la misma vida. Ya no lo llevamos en los ojos, ni tan siquiera en la mente, sino que lo llevamos en el corazón, como si fuera corriendo por nuestras venas y nos llenara de energía.
Aprender a contemplar es dejarse llenar por la persona, por el objeto, por la misma vida que fluye alrededor de uno mismo. Aprender a contemplar es guardar el silencio de nuestro yo y de nuestras ideas para descubrir la belleza y la magia de lo que nos rodea. Es valorar la vida en si misma, al otro en en sí mismo y cada acontecimiento en sí mismo. Es saber guardar las cosas en el corazón.


9/12/11

El origen de mis creencias



Recuerdo un experimento hecho con monos en los que analizaban cierto tipo de comportamientos sociales. Todos los monos tenían que subir por una escalera para poder atrapar un plátano que estaba en la cima. el principio no ocurría nada y el mono se llevaba el plátano en cuestión. Poco a poco iban sacando un mono e introduciendo uno nuevo con la novedad de que ahora en el momento de subir por la escalera el mono sufría una descarga eléctrica que le hacía desistir de su actitud. Así ocurría hasta que un día introdujeron un nuevo mono que no sabía nada de las descargas, pero sí sus compañeros. Los investigadores decidieron suprimir las descargas y en el momento en el que el mono nuevo iba a subir por las escaleras los demás se abalanzaron sobre él para impedírselo y que no sufriera descarga alguna.

La conclusión que podemos sacar de esta experimentación es que somos animales de costumbres, de que asumimos muchas situaciones, creencias y valores sin cuestionarlos en absoluto, que generalizamos y que creemos que siempre se van a producir los mismos efectos y los resultados de nuestras acciones conducen siempre a lo mismo. Pero mira por donde que en la vida la excepción confirma la regla, y que las generalizaciones tienen siempre sus rincones oscuros que pueden permitir que las reglas no siempre sean las mismas y que las creencias pueden ser susceptibles de ser mejoradas.

¿Que hay detrás de mis creencias, de esas creencias que son inamovibles en mí, o de esas creencias que me frenan y no me permiten dar pasos que a mi me gustaría dar? Muchas de las creencias que tenemos pueden tener fundamentos muy sólidos; otros pueden ser tradiciones que mantenemos y que hemos asumido sin bases realmente fuertes e interiorizadas. ¿Qué hay detrás de cada una de esas creencias que yo tengo¿ ¿Por qué las mantengo?


8/12/11

Poderoso caballero, D. Pensamiento



¿Quién tira de quién en la vida? Parezca o no los pensamientos son los que mueven a cada una de las personas. Podríamos decir casi que, "dime como piensas y te diré quien eres", o quizás mejor "dime como piensas y te diré el porqué del como actúas". 

Está claro que lo que pensamos nos determina de forma clara y contundente. Si pienso que soy un inútil me comportaré como tal en la vida. Si creo, por el contrario, que soy una persona afortunada me mostaré como tal ante la vida y ante los demás.

¿Es el pensamiento algo previo a nuestras acciones o son nuestras acciones el resultado de nuestros pensamientos? Está claro que entre la emoción, algo natural e instintivo, y el sentimiento, algo ya elaborado y con significado propio, hay un pequeño momento que hace que el sentimiento adquiera un cariz u otro. Es lo que determina que las personas actuemos ante las mismas circunstancias de formas diferentes, unas veces para bien y otras para mal.

De cómo alimentemos nuestra mente dependerá lo que produzcamos a nivel de actitudes y de acciones en la vida. Si alimento la objetividad, por ejemplo, buscaré toda una gama de explicaciones a los diferentes acontecimientos de la vida y no me quedaré en un análisis subjetivo que me puede perjudicar al no permitirme ver el contexto y los diferentes matices de la vida.

Si consigo unos minutos para mi puedo escribir en una hoja de papel las principales ideas que me vienen a la mente durante el día. Puede que "¡qué mala suerte tengo!, siempre me sucede lo mismo!, ¡soy un manazas!...." O puede que sea un poco más positivo y me diga... ¡ésta vez no salió, tal vez la próxima sí!, o "cada vez estoy más cerca de la solución", o "voy a indagar más obre como conseguir las cosas..."

La mente, queramos o no, nos conduce hacia aquello a lo que nos predisponemos. Le mente, el pensamiento es una auténtica bomba dentro de nosotros que puede hacer explotar la vida en toda sus variantes o puede resultar una bomba mortal. ¿Cuáles son las principales ideas que fluyen dentrto de uno mismo? Cada uno tenemos dentro de nosotros mismos las auténticas respuesta de lo que pensamos, de lo que creemos y de lo que construimos en nuestro propio interior.


7/12/11

Tres visiones a tener en cuenta



Ante la necesidad de asumir los retos que nos pone la vida delante podemos experimentar varias situaciones tales como la falta de recursos, el miedo que nos atenaza, las dudas que nos frenan y los riesgos que bloquean. ¿Qué hacer, pues?

Si dentro de nosotros mismos, o con aquellos que tenemos confianza, dejamos que tres roles trabajen un poco la situación desde nuestro interior veremos como muchas cosas se aclaran. Dicen que uno de los grandes visionarios del siglo XX utilizó este sistema de forma periódica para levantar uno de los imperios económicos y empresariales que más huella han dejado en nosotros: la fantasía de Walt Disney.
  • Idealista. Los sueños que se han hecho realidad han nacido de la fantasía que se ha forjado en la mente. La mente tiene una dimensión racional, el hemisferio izquierdo, que racionaliza todo y al que le hemos dado mucho poder en nuestra cultura occidental. Hoy en día nos hemos dado cuenta del hemisferio derecho, una parte de nuestro cuerpo que se encarga de adornar muchos de los sueños que pueden ser posibles en nuestra historia. Hay situaciones que hacen que nuestra fantasía y nuestras ideas se disparen. Pueden ser canciones, amores que se nos cruzan por la vida, imágenes que nos sugieren otras cosas y un largo etc de situaciones.
  • Sentido crítico. No podemos dejar de poner los pies sobre la tierra. Hay que ser realista y saber atacar los sueños y las fantasías. Bienvenidas sean las críticas ya que ellas nos ayudarán a buscar la forma de que los sueños se hagan realidad, a buscar las maneras de poder llevarlos a cabo o bien a saber aceptar la realidad y acatar lo que muchas veces no nos gusta: lo inviable. Pero así y a todo tenemos el ejemplo del que ha intentado más de mil veces el conseguir que "la luz" fuera una realidad y al final lo logró. El sentido crítico más que poner trabas nos ayuda a poner los pies en el suelo y a ver los diferentes aspectos de la realidad.
  • Realismo. Es precisamente el sentido crítico y el idealismo los que cuando se aceptan y se juntan con plena sinceridad y se abren el uno al otro los que hacen posible en este dialogo profundo que lo que muchas veces no se veía posible de una forma se viera posible desde otra. Es el dialogo entre ambos el que abre la posibilidad de nuevas realidades que permiten que se de lo que se busca aunque sea no de forma idéntica pero si cercana hasta lograr más tarde los sueños que no se veían posibles en un principio.

6/12/11

¿Hacia donde nos enfocamos?



Dentro de nuestra vida podemos encontrar dos tipos de conducta que nos condicionan notablemente a la hora de relacionarnos con nosotros y de comprender la actitud de otras personas: Vivir en base a objetivos realizados o bien en base a personas. Hace tiempo hablaba de algo parecido cuando mencionaba la historia de Marta y María cuando recibían a Jesús en su casa y que, mientras una estaba centrada en la hospitalidad, la otra lo hacía en la tarea a realizar en casa y que, por cierto, creo en malestar en ello.

Vivimos en un mundo en el que estamos centrados en la obtención de resultados. Basta que no consigas los resultados que se te proponen en la empresa para que que veas despedido en la calle y te quedes sin trabajo. Puede suceder que no logres los objetivos que te hayas propuesto como persona y que te sientas frustrado y no realizado en la vida. Dependemos de resultados y hacemos que otras personas alcancen significado para nosotros en la vida en la medida en que obtenemos resultados de ellos. Hasta cierto punto nos sentimos utilizados y cuando ya no valemos nos sentimos dejados en una esquina.

La otra perspectiva es la cercanía hacia las personas. Los resultados son importantes pero los individuos que forman parte de la organización también. La familia y los retos de ésta son importantes, pero no en detrimento de los miembros que la conforman. Cuando en nuestras organizaciones sean familiares, religiosas, políticas o económicas cuando la persona está al servicio de la organización, y no la organización al servicio de la personas entramos en el declive de lo que llega a dar sentido a nuestras vidas.

Todo tiene sentido cuando el equilibrio permite ser a uno persona, respetar la dignidad y permitir ver y respetar a los que viven al lado de uno. El mundo será más mundo cuando se respete de forma integra a los que formamos parte de él. Las leyes y las costumbres, el trabajo y las metas que cada uno tiene en la vida están llamadas a servir a la persona como tal. Es cierto que a veces hay que prosperar y dar más de sí, no podemos conformarnos con lo que tenemos pues desde nuestro nacimiento estamos destinados a crecer y a alcanzar nuevos retos y desafíos, pero no al precio de ser esclavos de ellos.


5/12/11

Lo usual y lo diferente



Todos estamos acostumbrados a realizar las cosas de una u otra manera. Nos sentimos cómodos y seguros si las dominamos bien mientras que podemos entrar en un proceso de inseguridad, estrés, ansiedad y de nervios si no sentimos dicha seguridad o dominio de la situación. De hecho somo animales de costumbres y tendemos a repetir una y otra vez toda serie de hábitos cotidianos y personales que podemos tener. Sería interesante el cambiar y experimentar algunos de ellos para poder tener una capacidad de reacción apropiada cuando nos sorprenda algunas de éstas situaciones nuevas o inesperadas.

Imagínate por un momento que te sientas siempre en el mismo lado de la mesa, que haces siempre la misma ruta a tu lugar de trabajo, que saludas a los tuyos en casa o en el trabajo de la misma forma o que tienes una manera de vestir fácil de predecir por los demás. ¿Qué pasaría si cambiaras tu forma de proceder? Lo interesante es intentarlo y mirar hacia dentro de uno mismo para saber lo que sucede.

De una forma rápida lo puedes observar si eres diestro o zurdo. ¿Eres diestro? Toma un bolígrafo con tu mano izquierda y comienza a escribir cualquier cosa durante un par de minutos. ¿Cómo te sientes? ¿Cuáles son tus reacciones? ¿Qué decisiones se pasean por tu mente?

Si repites el ejercicio durante unas seis o siete veces más verás que hay un cambio en tu experiencia, en los sentimientos que vas teniendo y en la actitud con la que afrontas este nuevo reto. 

Lo importante es ser consciente de como afrontamos las situaciones y del porqué las afrontamos así. El mero hecho de ser conscientes nos revelará bastante sobre nosotros mismos y nos permitirá afinar mucho mejor nuestra actitud.

Afrontar lo cotidiano de formas diferentes nos ayudará a no acomodarnos en ciertas situaciones y a tener una actitud más abierta y proactiva a nivel general, así como ser receptivos en cada una de las situaciones que afrontamos.


2/12/11

Ubicarse




Alguien me pedía cierto tipo de ayuda en el día de hoy. La palabra que utilizó cuando le pregunté que tipo de ayuda quería de mí era de ubicarse. Se sentía perdida después de varios reveses que la vida le había dado. Muchas veces no es fácil ubicarse. Sentimos presión por todas partes, desde la propia situación personal, la familiar, la económica, la de los propios amigos, etc. En esos momentos la única voz que tal vez nos ayude a ubicarnos sea nuestra propia voz interior. Lo que sucede es que nos cuesta escucharla, tal vez entenderla y quien sabe si aceptarla.

¿Cómo escuchar nuestra propia voz interior?

Lo mejor sería desconectar absolutamente de todo para encontrarnos con nosotros mismos. Cuando hablo de desconectar me refiero no tanto a irme físicamente del lugar donde me encuentro sino más bien el de olvidarme de todas esas presiones que me zarandean de un lado a otro. Hay frases que oímos y que se convierten en imperativos que nos condicionan. La gente espera de nosotros y muchas veces nosotros queremos cumplir las expectativas que tienen de nosotros. En términos laborales tal vez sea bueno, aunque no siempre debemos vivir esclavos de lo que los demás esperan de nosotros.

Imagínate por un momento que te queda una semana de vida: ¿qué cosas harías? Es una pregunta tonta, pero no deja de ser una pregunta importante porque muestra lo que desde dentro estamos buscando, anhelando y deseando. Es una manera de comenzar a escuchar esa voz interior. La forma en que aprovecharía todos y cada uno de los minutos de esa semana nos muestran una serie de valores, de sentimientos y de experiencias que nos gustaría tener. Eso nos ayuda  a comenzar a ubicarnos. Valores, sentimientos y experiencias nos permiten vislumbrar cosas que deseamos vivir. Ahí, muy posiblemente, está el sitio en el que queremos estar en la vida.

Aparecerán aspectos personales, lúdicos, familiares, laborales, comunicativos, sentimentales, etc. Todo es cuestión de estar atentos, vislumbrarlos, reconocerlos, valorarlos y responde a una pregunta: ¿Qué significan todas esas cosas en mi vida? ¿Qué ocurriría en mi vida si realmente pudiera vivir todo eso? ¿Qué cambiaría? ¿Qué aportaría a mi vida, a mi persona, a mi alrededor?

Hay otra experiencia que no deja de ser interesante que tanto Tony de Mello como Stpephen Covey nos comentan y es la de situarse en tu propio ataúd en día de tu muerte. Eres consciente de todos aquellos que vienen a darte el último adiós. Tu puedes escucharles, pero no puedes hablarles,, no puedes moverte. Entre la gente se haya la familia directa: pareja, padres e hijos. También se encuentra la familia extensa, hermanos, primos, tíos. Se encuentran muy cerca los amigos íntimos y no tan íntimos,  vecinos, compañeros de trabajo, etc. Eres consciente de todo lo que están hablando sobre tí, pero como te digo, no puedes ni hablar ni hacer gestos. ¿Qué te gustaría que dijeran de ti todos y cada uno de ellos?

La muerte es una experiencia dura pero inevitable y parece ser que cuando llega el momento hacemos un balance de nuestras vidas, de útiles o inútiles que han sido. Situarse una semana antes de la propia muerte o en el mismo ataúd tal vez nos ayuden, dejando a un lado el tono funesto, a saber cual es el lugar que queremos tener en la vida, es el lugar en el que tenemos que ubicarnos, porque lo triste es que llegue el día en que tengamos que vivir esa experiencia y miremos nuestras manos vacías o los trenes que hemos dejado pasar de largo. No es que sea el ultimo trago de la vida, pero si un trago que resume los tragos que hemos tenido que vivir, unas veces con sentido y otras sin él.


Descubre todo tu potencia



Todos tenemos un potencial dentro de nosotros mismos. Muchas veces ni tan siquiera somos conscientes de ello. Una pequeña y simple mirada hacia nuestro interior nos ha´ra tomar consciencia de todo lo que ha hecho posible cantidad de pequeños logros que hemos logrado y de como podemos utilizarlo para poder conseguir aquello que nos proponemos en estos momentos.
  • Hacer una lista de cosas que hemos conseguido es el primer paso. La lista no tiene que ser de grandes logros. Cosas simplemente sencillas pero que se han conseguido. Un ejemplo en mi caso puede ser el de llevar ya unos tres años escribiendo de forma continua en el blogg. Puede ser el hecho de sacar una fotos bonitas. Ha quien ha logrado el carnet de conducir o conseguido cocinar platos que le gustan a otros. Hay quien tiene un gusto exquisito y consigue vestir muy conjuntado o conjuntada llamando la atención por lo bien que le queda. Lo importante y el primer paso es el escribir diez logros que has conseguido en tu vida, y si han sido en los últimos meses mejor que mejor. Haz la lista y verás.
  • Una vez que hayas hecho la lista toma uno de los logros y ponte a escribir todo el proceso que has utilizado para poder lograrlo. Un ejemplo concreto puede ser, en mi caso, el haber dedicado últimamente un poco más de tiempo a querer cocinar. Hace unos días vi como en casa se sorprendían de un una lasaña de verduras y sin pasta que hice. Para conseguir este pequeño logro simplemente he utilizado un proceso. Cada uno tiene su propio proceso. Confieso que mi logro no se hizo a través de la lectura, a pesar de que me gusta, pero si a través de videos, programas de televisión. Soy una persona que aprendo más en este sentido, viendo que oyendo o que leyendo. Y como aprendo más de esta manera he tenido que buscar en diferentes canales y vídeos aquello que me gusta, grabar y volver a ver. Lo importante es tomar consciencia del propio proceso en que cada uno ha llevado. Una vez que lo has tomado viene el hacer la lista de los recursos que se han aprovechado. En mi caso, búsqueda, imagen, grabar, dedicar tiempo, probar, etc. 
  • Si por cada logro realizamos hacemos lo mismo y tomamos consciencia de los recursos que utilizamos de forma espontánea para haberlos conseguido y los sumamos todos obtendremos una lista ingente de recursos naturales que hay dentro de nosotros mismos. Seremos más conscientes de nosotros mismos, de los recursos que tenemos, de cómo los utilizamos y como nos sentimos mientras los desarrollamos. Ahora viene la gran pregunta, ¿cómo utilizar todo este potencial para lo que me propongo en la vida? 
  • Piensa, analiza, observa y valora cada una de las destrezas que tienes. Tal vez el mayor pecado o error que cometemos normalmente es el de subestimar cada uno de los logros que conseguimos. Detrás de cada logro hay cantidad de recursos y cualidades que no podemos subestimar.Es hora de valorar y contemplar lo que hay dentro de nosotros y que es una fuente de riqueza en nuestra vida. No es cuestión de caer en una falsa humildad sino en la actitud sincera de reconocernos como somos y de aceptarlo sin ningún tipo de engreimiento, por lo que estimar correctamente lo que hay dentro de nosotros es crucial e indispensable. Y para ello no hay nada como reconocer, contemplar y valorar cada uno de esos detalles.
  • La impotencia es lo que nos abruma en muchas ocasiones, pero al tomar consciencia de lo que hacemos de forma habitual estamos listando una serie de aspectos naturales que simplemente nos dejan ver no la manera de como podemos conseguir lo que nos proponemos, sino de como ya lo estamos consiguiendo. Y si lo estamos consiguiendo, ¿por qué no utilizar esos recursos para poder conseguir otras cosas?

1/12/11

Desarrollar mi potencial



El éxito de una persona depende del desarrollo de todo su potencial pero, ¿cómo desarrollar el potencial que uno tiene?

  • Conociéndose a si mismo. Tal vez sea el punto más importante. Tenemos que que conocernos para desarrollar aquello que nos gusta y que sobre todo nos satisface. Es en aquello en lo que nos sentimos a gusto donde podemos comenzar a conocernos. Hay momentos en la vida en la que tenemos que desarrollar tareas que no nos gustan. El tiempo parece no pasar. Nuestra mente suele estar en otro lado. No nos sentimos satisfechos ni con lo que hacemos ni con nosotros mismos. Por el contrario cuando el tiempo pasa sin que no nos demos cuenta, cuando estamos inmersos en algo de lo que difícilmente nos distraemos, en lo que nos sentimos a gusto y nos sentimos realizados tenemos el dato a tener en cuenta de algo que realmente es innato en nosotros. 
  • Desarrollar lo que nos gusta. No es cuestión de hacer lo que nos gusta, por ejemplo la fotografía. Puedo sentirme a gusto haciendo fotos pero ¿desarrollo la fotografía a mi máximo nivel? Desarrollar no es quedarse en los conocimientos iniciales que podemos tener en la vida, es mejorar la destreza en todo aquello que nos gusta y aspirar a perfeccionarlo lo mejor posible. No querer quedarse en lo básico, sentir cierta insatisfacción y querer mejorar es importante. Buscar la novedad nos ayudará a sentirnos mucho mejor de lo que ya nos sentimos cuando disfrutamos de lo que hacemos.
  • Buscar los desafíos. El desafió nos hace esforzarnos y sentir que somos capaces de dar más de lo que podemos. Sentimos que valemos, que podemos por nosotros mismos de ir creando nuestro propio destino y de que no somos conformistas ante lo que tenemos dentro de nosotros mismos.
  • Sentirse reconocido. No lo digo en el sentido de sentirme importante ante los demás, pero el hecho de que se nos reconozca, de que se nos tenga en cuenta y de que se aprecie lo que hacemos nos hace sentir con una mayor autoestima en nuestra vida y del valor que como personas tenemos.
  • Sentir que contribuyo. Tal vez es el mejor regalo que podemos hacer a nuestro entrono. Es sentir que aportamos algo de nuestra propia cosecha a la propia vida y así como nosotros nos aprovechamos de lo que otros han hecho por nosotros es loable sentir que nosotros aportamos algo a los demás.