2/11/09

"A latigazo limpio"

Querido Carlos:

El enojo y la frustración han llegado a tu vida al ver tantas contradicciones: los millones de minas que pueblan los suelos en muchas partes del mundo: minas que han dejado muertos y cantidad de gente mutilada a lo largo de todo el globo terrestre; minas que vendemos los paises que nos autoproclamamos "civilizados". Sientes enojo y frustracion, me dices, cuando ves la cantidad de hipocresia que nos rodea, la cantidad de mentiras en las que montamos nuestra vida de cada dia. Tu enojo y frustración aumentan cuando ves cantidad de gente tirada par la calle, unos por causa de la droga, otros per causa de alcohol y otros por causa de la pobreza y miseria en las que viven.
Enojo y frustracion, continuas diciendo, cuando ves que lo que deberia ser un mundo "creyente", o la "Iglesia seguidora de Jesus". Seguimos viviendo una fe incapaz de parar tantas armas, una fe incapaz de erradicar la hipocresia, una fe incapaz de suprimir la pobreza y que se nos queda en rezos y en simbolos en vez de ser esa Iglesia portadora de vida nueva, de aires nuevos, y no a nivel de mensajes, sino a nivel de vida, de estilo de vivir.

Y juntamente con esos dos sentimientos de enojo y frustracion me dices que te rodea una duda sabre el papel que tu juegas en todo esto. Dudas si coger las armas y acabar con todo este mundo un tanto deshumanizado. Dudas si, ante la impotencia que sientes, tirar la toalla y olvidarte de todo este asunto. Dudas de votar en elecciones que no acaban de resolver estas situaciones. Dudas si la vida tiene sentido cuando todo gira en estos terminos. Dudas de lo que te rodea, dudas de ti mismo, dudas de... Y al final de todo me preguntas: ¿que hago? ¿Hacerme violento para contribuir a instaurar la paz? ¿Pasar de todo? ¿Pegarme un tiro?"

Cuando miro, observo, pienso y medito sabre los diferentes sentimientos que me has confiado me pongo a pensar en alguien que paso por tu misma experiencia cuando un dia llegó a Jerusalen y via el templo, la casa de su Padre, convertido en un mercado, en un centro de negocios, por donde todos tenian que pasar para comprar la ofrenda requerida. Y recuerdo que ese alguien, Jesus, tomó nada mas ni nada menos que un latigo en sus manos, y tiro por tierra todas las mesas de los cambistas, todas sus mercancias, todo aquello en lo que se apoyaban para enriquecerse a costa de Otro y de otros.

Pero, si te soy sincero, Carlos, dudo que el látigo fuera de los que utilizamos nosotros para las peleas, para las guerras, para matarnos unos a otros. Dudo que el latigo fuera el que utilizamos para "imponer" en casa, en el trabajo, con los amigos, o con los desconocidos, nuestras verdades. Cada dia estoy mas convencido de que el latigo, al que se refiere ei Evangelio, era el de su vida, el de su actitud ante la vida, ante las personas, ante las situaciones, ante los problemas, ante las tragedias humanas. Fue la actitud de Jesus la que resultó ser un autentico latigazo para muchos. El latigo o el arma que Jesus utilizó fue el contrario del que utilizaba la gente. Fue el de su vida, el del amor; pero no un amor romantico, espiritual o de "limosna", el que da lo que le sobra. No, fue un amor sincero y profundo hacia la persona, un amor capaz de romper todo tipo de esquemas, pensamientos y espiritualidades. Un amor capaz de liberar.

Y to lo digo porque siento que cada vez que Jesiis se acercaba a un enfermo, a un leproso, a una mujer, a una adultera, a un niño, a un endemoniado, a un pecador o a un... iquien sea!, ese acercarse era como un buen latigazo a más de uno de los que no creian en el amor, en la igualdad, en la solidaridad, en la persona. Era la manera como el mostraba y reflejaba el amor de Dios hacia todo tipo de persona. Jesús, su manera de vivir, su manera de amar rompia esquemas... Y, donde quiero llegar con todo esto? Carlos, quiero serte sincero. No creo en la violencia. No creo, tampoco, en el desánimo. Tampoco creo en el abandono o en el arrojar la toalla. Creo, tan sólo, en la actitud de Jesus. Y estoy plenamente convencido que la actitud de Jesus comienza cuando dejo a un lado la violencia en mi propia vida. La actitud de Jesús empieza cuando dejo a un lado las mil y una contradicciones que yo, en persona, tengo en mi propia vida. La actitud de Jesus empieza cuando me dejo de capillismos y de rezos, y adopto una actitud congruente conmigo mismo y me pongo a amar de verdad.

Es curioso Carlos. Por experiencia puedo decirte que puedo hablar, decir, lanzar al viento mil y un discursos sabre el amor, sobre la justicia, sobre la solidaridad, etc. La mayor parte de ellos poco o nada pueden decir a la gente. Y es mas, la mayor parte de ellos poco me pueden decir a mi. Lo que, en cambio, ha trastocado los esquemas de mas de uno son las actitudes que he tornado en la vida. Si, es la manera de actuar o de vivir, es la manera de relacionarme con la gente o de trabajar, es la manera de afrontar la realidad o la de vivir sin los condicionamientos que la sociedad me impone, la que realmente llega a romper los esquemas de mas de uno. Y con ello no quiero decirte que vivarnos para romper esquemas. Seria absurdo y masoquista. Pero lo que si es una realidad es que en la medida en que vivimos congruentemente rompemos los esquemas de los dernas. ¿Por que? Pues porque no aceptamos un orden, unas normas, unas modas, unas actitudes injustas, y vivimos de manera natural el amor que Dios nos propone cada dia.

Este es el nuevo templo que busca Jesús. Un templo que no es de piedra, sino de actitudes. Un templo que no es trio, sino calido. Un templo que no es de muerte, sino de vida. Un templo que nos quita del sufrimiento que vivimos en la vida. Ese templo que pueden derribarlo, aniquilarlo, matarlo, pero que el puede restaurar, reconstruir, resucitar en tres días. Este es el nuevo estilo de vida que me propone Jesus, el de vivir, no comerciando con la gente, con las ideas, con los sentimientos, sino liberando y construyendo un mundo mucho mas justo. Este es, en definitiva la nueva manera de concebir la vida, la relacion con los demas y la relacion con Dios.

Carlos, coge el latigo de tu vida. No te rindas. No te canses. No te frustres. No te decepciones. La vida tiene sentido en la medida en que la vives coherentemente. Eso si, cuando lo hagas de esa manera, sentiras que tu vida es un latigo para otros. Pero al menos percibiras que tu vida es una buena noticia para ti y para los que te rodean. Tu noticia es la del Amor.

No hay comentarios: