El sábado y acabando el funeral por mi madre me contaron una pequeña historia sobre el significado de la muerte y de la vida para una tribu..
Cuentan que las personas ancianas, una vez que van a morir se retiran solas al monte para que allí las devoren los osos. ¿Por qué esa costumbre? La razón tiene una carga realmente emotiva y dicen que es para que los osos se alimente y así puedan después alimentar y abrigar con sus pieles al resto de la tribu que permanece viva. Es una manera de prolongar la propia existencia sirviendo de alimento para los propios hijos y miembros de la tribu, además de para los osos.
Los hijos siempre han sido considerados como una bendición. Unas veces lo ha sido por motivos económicos, a mayor número de hijos, mayor mano de obra y mayores ingresos. Pero la razón más profunda que ha llevado muchas veces a los seres humanos a tener descendencia ha sido la de seguir presentes en la vida y prolongar nuestra existencia a través de los demás.
Decía mi madre, con 91 años cumplidos, que todavía le quedaban tareas pendientes que llevar a cabo en la vida. Esas tareas pendientes la dejarían descansar tranquila y asegurarían que seguiría viva en la memoria y en el sentimiento de los demás.
Nuestro sentido de la vida, el que nos hace realmente felices, es el amor.A través del amor experimentamos la felicidad de ver sonreír al otro y nos sentimos cómplices y responsables de su felicidad. Es como si nuestra vida se expandiera y fuéramos generadores de vida para los demás. Muchas veces nos sentimos atrapados y absorbidos por los osos para seguir alimentando la vida, las expectativas y los sueños de los demás. En la medida que lo hacemos somos generadores de vida y sentimos la fuerza de la misma dentro de cada uno de nosotros.
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