- Más responsabilidad. A medida que vamos creciendo las exigencias hacia nosotros mismos y hacia los que nos rodean van siendo mayores, por lo que vamos adquiriendo más responsabilidad hacia nosotros mismos y hacia los demás. Queramos o no entramos en una espiral d exigencia que nos puede acarrear un mayor índice de estrés, de menos libertad y de mayor autoexigencia con toda la carga psicológica que ello lleva encima.
- Menos libertad. aunque vamos creciendo económicamente, espiritualmente o profesionalmente nos iremos dando cuenta de que el margen de actuar más libremente, en el sentido de disponer de más tiempo y cambiar nuestros planes, se va reduciendo. A mayor responsabilidad y a mayor autoexigencia, menos margen de acción tenemos para poder manejar la vida en momentos determinados. Ello no quiere decir que dejemos de ser libres. Elegimos libremente, y al hacerlo así optamos por algo que queremos conseguir en detrimento de otros beneficios que antes teníamos. Es el precio que tenemos que pagar por alcanzar algo que deseamos.
- Capacidad de organización. Es una cualidad a tener en cuenta y que aliviará nuestro estrés. Es el momento es saber delegar en otros, en saber optimizar el tiempo, en distinguir entre lo urgente y lo importante, decantándose por lo importante, el momento entre elegir los banal y lo esencial, entre lo que nos encamina hacia nuestro destino y lo que nos distrae de él.
- Comunicación. Escalar en la vida nos lleva a tener que comunicarnos mucho mejor, a saber vender lo que perseguimos y queremos, a contar con los demás para que nos ayuden a alcanzar nuestros objetivos y a tenerlos en cuenta para que ellos alcancen los suyos.
- Soledad. No todo el mundo comprende, no todo el mundo comparte y no todo el mundo acepta el camino que emprendemos. Muchas veces sólo nosotros mismos sabemos a ciencia cierta e intuimos lo que buscamos. Tomas de decisiones que nos pondrán entre la espada y la pared nos llevarán a tener que elegir "a pesar de..." Uno de los miedos más grandes que tenemos las personas es precisamente ese, el miedo a la soledad, que en esencia no es otra cosa sino que el miedo a nosotros mismos. Pero quien cree en si mismo y en lo que persigue entiende que la travesía del desierto es importante y que al fina la vida pone a cada uno en su sitio y premia a los que han creído y confiado en sí mismos y en sus propios sueños e intuiciones, sin menospreciar la posibilidad de equivocarse y caerse y sin dejar de pensar que son precisamente los fracasos los que resaltan el valor de los éxitos.
30/11/11
La escalada contínua
29/11/11
Vigilantes
A más de uno nos ha cogido el toro sin que nos diéramos cuenta de ello y máxime en los días de hoy en los que la crisis económica ha cogido a más de uno por sorpresa y les ha echado abajo cantidad de planes que tenían. Esta falta de atención le coge a uno en un partido de fútbol, como hemos visto en más de una ocasión y le cuesta el partido. Si ocurre en los estudios le cuesta a uno un examen, un curso, una oposición y un posible puesto de trabajo. A más de un político le ha cogido por sorpresa, por ejemplo, hablar delante de un micrófono pensando que éste estaba cerrado pudiéndose escuchar todo lo que decían y que no querían que públicamente se supieran.
Vigilantes pues tenemos que estar en todo momento ya que hay muchas situaciones que de manera muy sigilosa nos pueden apartar de aquellas cosas que tanto queremos alcanzar.
A veces ocurre que en nuestras vidas se suceden los ladrones de tiempo con los que nos sentimos muy a gusto, y tan a gusto nos sentimos que no nos damos cuenta de que dejamos lo que es importante a un lado. Cuando nos damos cuenta es tarde, y el tiempo es algo que pasa y que nunca vuelve. Jamás podremos recuperar el tiempo perdido porque, aunque parezca que lo recuperemos, la realidad que es esfuerzo realizado nos hubiera ayudado a conseguir lo que podríamos haber conseguido más allá del esfuerzo si lo hubiéramos hecho sin perder lo que se perdió.
Si no ponemos atención plena en lo que hacemos y en lo que queremos podemos dejarnos llevar por la inercia de la rutina acomodándonos a ella y dejando de soñar en lo que merecía la pena vivir. La rutina nos roba la posibilidad de incluir la novedad en nuestra vida, en darle una nueva perspectiva.
¿Cómo conseguir esa atención plena?
- Teniendo siempre presente el rumbo hacia donde vamos. Un capitán de barco siempre lleva claro la brújula y la dirección hacia la que va. En pleno mar donde no hay tierra a la vista es muy fácil perder el rumbo. Ser fieles a lo que queremos y hacia donde vamos, tenerlo presente en nuestra mente es algo esencial.
- Reubicarse constantemente. Me decía un profesor de tenis que la mano con la que no coges la raqueta es muy importante, pues te ayuda a enderezarla y a ponerla en la posición correcta para que la otra mano sacuda la pelota de forma correcta. Enderezar nuestras actitudes diarias de tal manera que nos acerquen a la meta es fundamental, es como ir corrigiendo a cada instante los movimientos que tenemos que hacer en la vida diaria y en los hábitos.
- Atención a lo que sucede al rededor. Las sorpresas muchas veces vienen por no ver más allá de lo que está delante de nosotros. La intuición es importante. A mi me gusta conducir el coche viendo no solamente el que va delante de mí sino al que va delante de éste. Lo hago más que nada para prever lo que pueda pasar en caso de que el que va delante de mí no tenga capacidad de reacción. Hay muchos futbolistas que han marcado goles por estar al tanto de los errores que pueden cometer otros y aprovechar la lo oportunidad.
Seguro que si estamos atentos y vigilantes no dejamos que roben ni ideas, ni sueños, ni ideales ni metas que nos gustarían alcanzar.
28/11/11
Saber esperar
Una de las cualidades más importantes a la hora de poder conseguir los objetivos que deseamos es la de saber esperar, pero podemos confundirnos un poco a la hora de lo que entendemos por el concepto de "esperar". Lo digo porque a veces esperar consiste en sentarse a ver lo que pasa. Y esta a actitud creo que se encuentra lejos por esa actitud de "expectación" a la que me refiero.
- Preparar el camino. ¿Has estado alguna vez esperando a que llegaran unos amigos o familiares a comer o a cenar a tu casa? ¿Has tenido la experiencia de estar embarazada o de esperar, simplemente un hijo, si es que eres varón? Posiblemente coincidimos en que en una situación u otra esperar es sinónimo de ponerse en camino para que los que vienen a comer se encuentren con algo de comida, de comodidad y puedan sentirse a gusto, o bien que el niño que viene en camino se encuentre con una cuna, con una ropa, con su leche, etc. Las expectativas, cuando son reales, nos mueven a preparar los acontecimientos para que, si se dan, se den en las mejores circunstancias.
- Planificar. Es por ello que decidimos el menú que les vamos a poner o, en el caso del embarazo, vamos eligiendo nombres en el caso de que sean niño o niña. Intentamos saber los gustos de los que vienen a comer e incluso les preguntamos. Nos imaginamos como puede llegar a ser la habitación del niño que viene en camino. Comenzamos, meses antes, a comprar detalles que luego van a ser utilizados. La vida real nos lleva a, si realmente hay interés, preparar las cosas de una forma concienzuda.
- Limitaciones y dificultades. Todo aquello que pueda afectar a una celebración, a un nacimiento o a un proyecto nos preocupa de forma soberana. En nuestra mente le damos vueltas a lo que puede perjudicar al nacimiento de nuestro bebé, a la hospitalidad de nuestros invitados o a cualquier situación ante la cual tenemos expectativas. Lo tenemos en cuenta porque queremos que todo salga bien y no porque tengamos predisposición a una mente negativa. Ser cautos nos lleva a tener en cuenta cualquier cosa que pueda torcer nuestros planes.
- Ilusión. Tal vez sea lo fundamental. Dicen que el ingrediente más importante de una comida es el amor con el que uno la hace. El ingrediente más importante de un proyecto es la ilusión que pones en él y éste se traduce por el tiempo en el que lo tienes en mente, el tiempo que le dedicas a prepararlo y la ilusión que le echas encima. A mayor ilusión, mayor dedicación y más detalles a tener en cuenta.
Nuestra vida y nuestros sueños están abocados a tener en cuenta estos detalles si queremos que se forjen en realidad. ¿no crees?
25/11/11
Empezando a caminar
¿Cómo aprender a ser una persona como la que quiero llegar a ser? Para poder alcanzar lo que uno quiere, aparte de saber a donde se quiere llegar, es importante el tener claro como hacerlo. Para ello podemos echar la vista a tres elemento esenciales que podemos encontrar tanto dentro de nosotros como de aquellos que ya lo han logrado o que lo están haciendo. El camino se aprende a realizarlo. Nadie nació aprendido. ¿Cuál sería ese proceso de aprendizaje? La toma de decisiones a pequeña escala primero y a gran escala después es lo que nos ayudará a lograr el objetivo, pero la actitud ante el camino a realizar también es importante.
- Pensar como lo hacen los triunfadores. No podemos iniciar un camino de ganador con una mentalidad y una idea derrotista. Las ideas y las creencias determinan nuestra acción y nuestra actitud a la hora de enfrentar las diferentes situaciones a las que tenemos que enfrentarnos. Un ejemplo de ello y claro es aquella persona a la que se le dice que tiene un tumor y que la única idea que tiene en la mente es la muerte. Acabará muriendo antes de lo que posiblemente le toque. Ejemplos de efectos placebo confirman que si le engañamos a la mente el cuerpo funcionad en la dirección del engaño. Tener una mente positiva, llena de energía y convencida de poder conseguir los logros es fundamental. Tener en la mente, y en un papel, una lista de ideas y creencias que nos ayuden de forma automática a automotivarnos y a buscar salidas a las situaciones nos ayudará de forma muy positiva.
- Habilidades. Las habilidades no son innatas, también las va fortaleciendo uno cada día. El malabarista del circo cuando va lanzando al aire bolos, sombreros o platos no salió del vientre de la madre haciéndolo. La destreza se consigue a través de la práctica, del esfuerzo, de la constancia y del fallar una y otra vez para poder intentarlo una y otra vez más. Habilidad es entrenar y buscar las mejores formas de hacerlo, observar como lo hacen otros y si es posible mejorarlo.
- Desarrollar los hábitos. La idea puede estar claro, como obtener las habilidades también, pero el desarrollo del hábito es fundamental. ¿Te acuerdas de cuando comenzaste a manejar el auto? Al principio con miedo, hoy posiblemente lo haces casi casi con los ojos cerrados. El desarrollo lleva también un proceso:
Todo es cuestión de tener las ideas claras, de buscar las habilidades necesarias, practicarlas y adquirir los hábitos diarios para poder lograr. Cuestión de querer aprender y de actitud.
- Incompetencia inconsciente: Cuando no nos damos cuenta de que no sabemos. Es el momento de tomar consciencia de que "ignoramos" como hacer algo. Es el momento de aceptar la situación en la que estamos. Es un pequeño o gran paso de humildad en el que tenemos que reconocer que no sabemos y que por ello tenemos que "aprender.
- Incompetencia consciente. Es un buen momento en el que al saber que no sabemos no nos toca otra que necesitar aprender y querer aprender. Es como cuando somos niños y somos dóciles y nos dejamos enseñar. Lo vamos haciendo poquito a poquito hasta que empezamos a dominar. Necesitamos la mente para saber el proceso a seguir por ejemplo para cocinar.
- Competencia consciente. Vamos tomando consciencia de como se hace las cosas, tenemos que prestar atención, no estamos del todo seguro pero las vamos haciendo más o menos bien. Entendemos el proceso, lo llevamos a cabo pero nos toma su tiempo y toda la atención plena para poder llevarlo a cabo
- Competencia inconsciente. Es cuando dominamos la técnica, cuando no tenemos que ayudarnos del manual de instrucciones, de la receta escrita o de como se cambian las marchas del auto. Podemos hacerlo sin pensar, y al mismo tiempo podemos tener la mente en otra parte porque sale de una manera inconsciente de cada uno de nosotros.
24/11/11
El mito de la posición
Muchas veces escuchamos a personas quejarse de que la posición o las circunstancias en las que estan no son las idóneas para desarrollar lo que quieren o desean. Cuando esto ocurre es muy fácil venirse abajo, desanimarse, quejarse o culpabilizar a los demás de la mala suerte que no ha tocado vivir. Pero la posición que tenemos o las circunstancias que vivimos son exactamente las mismas que las de otros que han triunfado o lo estan haciendo en estos momentos. ¿Cual es la diferencia?
Tal vez la no creencia de que la posición laboral, social o de influencia no es la base del logro de los éxitos. En cambio la idea de que la actitud ante la vida y los desafíos de ésta sí es importante es lo que puede hacer cambiar el rumbo de las cosas.
Quizá la situación económica no sea la mejor en estos momentos, pero si mi actitud es la de sentarme al sol esperando que cambien las circunstanciad lo más probable es que mi situación empeore.
Si mi relación con mi pareja, hijos o amigos no vive el clima más adecuado tal vez tenga la tentación de esperar que sean los otros los que me faciliten a mi las cosas para que el ambiente sea el más adecuado. Es posible que espere un y otro día sin ver los resultados que deseo.
Antes que la posición y las circunstanciad hay algo que cobra mucha más importancia y ésta es la actitud, que es la que permite que un ciego ande en bicicleta, una persona son brazos pueda nadar o un paralítico jugar al baloncesto. ¿Qué tienen ellos que las circunstanciad o los puestos de la vida se les han puesto es contra y lo han logrado?
- CREER EN SU OBJETIVO. Esto es esencial. Creer en lo que uno puede llegar a hacer por muy difícil que sea. Un ¿por qué no? es importante en la vida. Tener un sueño, alimentario y no matarlo antes de tiempo es esencial.
- VOLUNTAD. No hay sueño o ideal que no cueste trabajo. Levantarse cada mañana con el sueño en la mente, dar un y otro paso de forma constante es primordial. La voluntad es la madre de la constancia y ésta es la que nos mantiene caminando.
- BÚSQUEDA DE RECURSOS. Unas veces fuera de nosotros mismos, otras en nuestro interior. La necesidad nos hace encontrar puertas cerradas que se abren, cualidades dormidas que se despiertan y talentos que aprendemos a incorporar.
- CREAR CIRCUNSTANCIAS. Hay algo claro, en la vida no está todo hecho. Hay cosas que nos toca a cada uno de nosotros hacerlas. Hay cosas que dependen de nosotros y otras que no, pero lo que si podemos hacer es crear las circunstancias para que sí se puedan dar aquellas cosas que queremos lograr.
La respuesta está en la actitud que tomamos y en nuestra capacidad de "crear circunstancias". No todo nos viene dado, hay cosas que nos toca hacerlo a nosotros por nosotros mismos.
23/11/11
Ingenio, creatividad y cualidades
Hoy fui a un centro comercial a comprar algo que necesitábamos en casa. Justo a la salida me encontré con el personaje de la foto disfrazado de Bob Esponja. Nada más verlo se lo hice notar a mi hija y nos acercamos hasta él ya que es una gran aficionada a Bob. Le saqué una foto con Bob Esponja y me fijé en un bote que tenía delante de él: Gracias, no tengo trabajo y vivo de este.
La necesidad en estos momentos de crisis hace que nos desesperemos o que tomemos nota de aquello para lo que valemos. Todos servimos para algo. A esta persona se le ocurrió ponerse un disfraz de Bob Esponja, permitir que niños se hagan fotos con él y, de paso, hacer que alguna que otra moneda vaya cayendo en el bote y alimentando las necesidades que se puedan tener.
Si bien ante las necesidades podemos perder el control y desanimarnos hasta el punto de hundirnos en la propia desesperación, también está la otra posibilidad de preguntarse que es lo que hay dentro de uno que puede desarrollar y que puede generar poco a poco un salario, que a veces es muy pero que muy generoso, que ayude a vivir con la dignidad que uno ser merece.
Si bien es cierto que no es normal el optar por este tipo de soluciones también lo es que uno puede hacerse plenamente independiente, libre de jefes, de estructuras y tiene que buscarse la vida con libertad, espontaneidad y entusiasmo.
Nada mejor que bucear dentro de uno mismo y preguntarse que es lo que sabe hacer bien. Tal vez uno sirve para animar fiestas, o se le da de maravilla la cocina. Hay cualidades que utilizamos entre amigos, en familia o a nivel profesional que pueden ayudarnos a potenciar lo que somos como personas. Son cualidades que están adormecidas dentro de nosotros y que hay que despertar. Son los golpes de la vida los que nos despiertan, lo que hacen que busquemos recursos dentro de nosotros mismos. Tan solo hace falta una cosa: tranquilidad, imaginación, autoconocimiento y decisión.
22/11/11
¿Imposición o actitud?
Generar confianza y credibilidad en el mensaje que queremos dar no es fácil. Influir en las personas con las que trabajamos o convivimos tampoco lo es. Muchas veces tendemos a imponer nuestras ideas o actitudes que nos gustaría ver en los demás. Unas veces podemos conseguirlo, debido a la fragilidad de otros, pero lo peor de todo es que cuando nos damos media vuelta los valores ya no se viven.
Tal vez la mejor manera de influir en los demás es generando la confianza suficiente para que lo que proponemos tenga valor en si mismo y no por la imposición que podemos exigir hacia los demás. ¿Cómo generar esa confianza?
- Nuestra credibilidad irá en aumento cuando vayamos más allá de la posición que tengamos a nivel laboral, familiar o de amigos. Muchas veces nos quedamos con el sentido del deber dejando a un lado el sentido que tiene lo que hacemos. A veces he llegado un minuto tarde a un comercio y han cerrado a cal y canto la puerta. Recuerdo que a veces tenía necesidad de algo y por un minuto no lo he logrado. Cuando nos encerramos en una mentalidad y no estamos abiertos a ceder un ápice de aquello que hacemos se nos nota que actuamos más por el sentido del deber que por el de la vocación y el interés de los demás. Es difícil generar confianza y liderazgo cuando nos encerramos en la mera obligación.
- Tendemos rápidamente a aconsejar a los demás. Muchas veces lo hacemos sin ponernos en la situación de cada uno. Hay aspectos que en nuestra mente los podemos tener claro, pero que en la vida de otros no resulta tan claro por las diferentes situaciones y complejidades que pueden existir en su mente, en su economía, en sus relaciones o en sus vivencias. Más que aconsejar hay que tener una actitud en la que se nos invite a hablar, a preguntar, a interesarnos y a ofrecer. La confianza se genera más cuando se nos pide que cuando la imponemos sin permiso de los demás.
- Por sus frutos los conoceréis. Muchas veces damos consejos sobre algo que nosotros no hemos vivido, o de situaciones en las que jamás podremos estar. ¿Te imaginas dando consejos a alguien sobre su relación con su pareja cuando uno no ha experimentado el vivir en pareja? ¿O aconsejar sobre los hijos cuando uno no los tiene o por los frutos que ha dado no es el más aconsejable para darlos? En cierta ocasión he oído decir a alguien que los que enseñan generalmente enseñan lo que no se ha vivido. También he escuchado a alguien decir que cuando sigas a alguien se consciente de los frutos que esa persona ha tenido hasta ese momento. No hay nada peor que seguir a alguien que no sabe a donde va y que no ha conseguido nada en la vida.
- Alguien genera confianza en mí cuando veo que busca lo mejor para mí. Generaré confianza cuando los demás vean que busco lo mejor para ellos y no para mí. Ello conlleva un gran sentido del respeto y de la libertad de permitir elegir algo diferente a lo que a mi me gustaría que eligieran. Cuando se potencia al otro, se genera más confianza en uno.
21/11/11
La necesidad, el motor del cambio
Acabadas unas elecciones en España en las que hay un cambio radical de rumbo hay algo que deja ver que en la vida la NECESIDAD es la fuente de todo cambio, es la que motiva y la que hace que demos los giros necesarios para poder satisfacer nuestras necesidades reales en la vida.
El que pasa hambre y no tiene con que comprar rompe las fronteras de lo legal para poder comer si con ello tiene que robar o intimidar a otros. La necesidad de supervivencia ha hecho que personas accidentadas hayan podido desafiar los desafíos de la propia naturaleza humana y logra romper cadenas que podían tener encamados a, por ejemplo, enfermos y paralíticos de la espina dorsal.
Es la necesidad de resolver profundos problemas humanos los que ha llevado a investigadores a intentar combatir enfermedades como el cáncer, la polio, y todas y cada una de las enfermedades que día a día nos acechan a cada ser humano.
El progreso se basa en la necesidad de dar respuesta a los problemas, es por ello que la necesidad se convierte en esa piedra angular que estimula la motivación que es el principal motor de nuestras vidas. Es por ello que la atención a las necesidades propias y de los que viven a nuestro lado se erige como un elemento a tener en cuenta en nuestro camino diario. ¿Cuáles son las mías? ¿Cuáles las de los que viven a mi alrededor?
18/11/11
¿Pagamos el precio?
Con ilusión habían comprado su casa, y con cierta decepción la ponían a la venta. No soportaba vivir en una vivienda de tres plantas. Un semisótano donde estaba el garaje, una primera planta donde transcurrían la mayor parte del día entre el salón y la cocina, un segundo piso donde estaban los dormitorios, y una tercera donde estaba la terraza en la que solía poner la ropa a secar. Sus pernas y más concretamente sus rodillas pagaban el precio de tanta subida y bajada. ¿Lo habían tenido en cuenta?
El Domingo pasado, curiosamente, lo veía en una película. Una interiorista aspiraba a un gran puesto y triunfo laboral en su vida. Su colega la animaba y cada vez la separaba más de su familia hasta el punto de que la misma nochebuena le proponía el cenar con unos clientes. La respuesta fue tajante: Sacrificaré todo lo que quieras para conseguir nuestro objetivo, pero a mi familia no la sacrifico.
Todo tiene un precio, precios de los cuales muchas veces no somos conscientes en la vida. Precios en los que tenemos que sacrificar cosas que nos gustan, opciones por las que hemos optado y deseos que nos resultaban más que apetecibles. Pero todo tiene un precio y muchas veces la ilusión que ponemos en lo que queremos y deseamos nos impide ver con realismo aquello que vamos a afrontar con todos sus pros y todos sus contras.
Hay momentos en los que el desánimo toca a la puerta, otras veces lo hace la decepción y otras tantas lo hace la sorpresa. Pensamos que a veces lo imprevisible lo era tal cuando en realidad la ceguera de la ilusión nos ha llevado a no planificar de forma concienzuda todos y cada uno de los pasos con todas y cada una de las dificultades que nos podíamos encontrar en el trayecto.
Alguien decía que diez minutos al día puede ser lo que nos ayude a llenar el tanque o deposito de nuestra vida. Las prisas y las ganas de alcanzar lo que deseamos nos lleva a lanzarnos sin medir las fuerzas y los daños colaterales con los que nos podemos encontrar y que pueden perjudicarnos a nosotros personalmente o a segundas o terceras personas que caminan a nuestro lado.
Nos cuesta pensar, planificar, programar, ¿no?
17/11/11
Lucha de valores
Es interesante observar como en la vida diaria hay toda una serie de decisiones con toda una serie de valores, todos importantes, que chocan entre si y que producen roces a nivel interpersonal, bien sea a nivel de trabajo, de familia o de personas conocidas entre si.
Cuando hoy observaba cierto malestar en unas personas que buscaban el vivir ciertos valores, pero que en un momento determinado chocaban y hacia crecer la tensión entre ellos, me vino a la mente esta pequeña historia del Evangelio de Lucas 10: 38 - 42:
Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa.Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra,mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude.» Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada.»
La vida es así. Buenas intenciones, buenos valores que en un momento determinado hace que tomemos decisiones que creen conflicto entre los que participan en dicha situación. ¿Cómo y cuando tomar las decisiones acertadas?
Marta, en este caso, tiene unos valores: responsabilidad y cumplimiento del deber, entre otros. Maria, por el contrario, apuesta por la hospitalidad, la escucha y la persona. Las dos tienen valores y no desmerecen su reconocimiento.
El problema surge en el resultado de lo que elegimos.
Si lo que yo elijo, otros no lo eligen y yo me siento mal por ello, malo.
Si yo valoro mi elección y no valoro la del otro, también malo.
Si soy esclavo de un valor y dependo de el hasta el punto de no poder postergarlo, igualmente malo.
Si mis valores no me permiten ver más allá de mis necesidades y me llevan a ignorar no solamente la de otros, sino la presencia de otras personas en la vida, peor que peor.
Las decisiones que tomamos libremente, libres tienen que hacernos y libre tiene que ser la actitud ante respuestas diferentes.
Tomamos decisiones, las asumimos pero jamás tenemos que ser esclavos de ellas al punto de tener que vivir en la rigidez que haga de nuestra vida un corché y un guión del que no podamos movernos.
Al final gana la libertad, nos llena de alegría, de apertura, de interés y respeto por el otro y, sobre todo, de alegría.
16/11/11
Agenda, ¿recordatorio o guía?
Fue una pregunta que no me esperaba. Era una personal que, por aquel entonces, tenía claro lo que quería y los objetivos estaban en la mente de una forma constante. Pero la pregunta me sorprendió: ¿Usas agenda? En juego estaba un puesto de trabajo y tuve que decir que sí. No mentí porque mi cabeza era una constante agenda. A lo largo del tiempo fui aprendiendo algo más sobre ella y una de las cosas es que la agenda que hay en la cabeza es una cosa y la que escribimos en el papel es otra.
- Recordatorio. No deja de ser cierto que a medida que vamos escribiendo compromisos en una agenda la finalidad es que nos vayan recordando las cosas que tenemos que hacer. Tal vez la agenda física se torna importante y, para los que gozan de buena memoria, no sea algo esencial o trascendental.
- Guía. Si lo que vamos poniendo en la agenda son cosas que tenemos que hacer tal vez podamos caer en el error de ir poniendo a medida que van surgiendo las necesidades. Llegará el momento en el que la agenda irá recogiendo todo lo que le pongamos sin esa capacidad de separar lo que es realmente importante de lo urgente. Por término general nos dedicamos muchas veces más a lo urgente que a lo importante, y posiblemente sea porque a lo importante no le hemos dado su tiempo e importancia en la agenda. Es ahí donde la agenda tienen un valor muy importante, cuando se convierte más en una guía hacia una serie de objetivos a conseguir que en un mero recordatorio de cosas que nos van surgiendo y a las que tenemos que darle un tiempo y un lugar.
Nunca está de más revisar las agendas que tenemos y cuestionar cuantas de las cosas están en función de la necesidad imperante y cuántas lo están en función de objetivos que queremos conseguir en la vida. La agenda como guía nos ayuda a separar la paja del trigo, lo innecesario de lo importante, lo importante de lo urgente y a evitar que las distracciones de la vida nos alejen o posterguen la consecución de nuestros objetivos.
15/11/11
La fuerza del talento
Escuchaba a Ferrá Adriá hace unos momentos decir que si uno desarrolla su talento de forma natural hace que todo cambie a su alrededor. También lo decía Einstein cuando afirmaba que la excelencia está en desarrollar plenamente lo que a uno le gusta hacer. Lo peor de todo es que día a día nos encontramos con gente que, por desgracia, transitan por caminos diferentes a los de los talentos que poseen. De ahí la insatisfacción que uno suele tener a veces en la vida.
Si hiciéramos un poco de introspección y analizáramos lo que hemos hecho con cada uno de los talentos que hemos tenido a lo largo de la vida tal vez nos llevaríamos una gran sorpresa. Hay talentos que en un momento de la vida nos han ayudado a disfrutar de ésta, en otros momentos nos han sacado de apuros y en muchos momentos han agradado la vida de los demás aún sin nosotros darnos cuenta.
Lo curioso de todo es que los talentos están ahí, dentro de cada uno de nosotros, unas veces siendo utilizados, otros a la expectativa de ser utilizados y en otros casos relegados al rincón del olvido y sin ser utilizados para situaciones que muy posiblemente necesitaban de ellos.
Los talentos, entre otras cosas, son un canto a la propia vida y a la vida de los demás. Son algo que hacen posible que nos sintamos contentos y útiles en la vida. De una manera u otra nos hacen sentir alguien en este entramado en el que vivimos.
No estaría mal el echar un vistazo hacia el interior de cada uno de nosotros, contabilizar los talentos que hemos tenido y desarrollado, los que tenemos y estamos desarrollando y aquellos que nos gustaría tener y desarrollar. Nunca es tarde cuando la dicha es buena.....
Echar un vistazo hacia nuestro interior no tiene otro sentido sino el de agradecer la vida que hay dentro de nosotros y la de despertar ese gigante interior que hay dentro de cada uno de nosotros. Hacer una lista, tomar conciencia de lo que hay y ha habido puede ser tan importante como los recuerdos que suscitan en nosotros experiencias pasadas o fotografías que siempre aportan algo muy importante a nuestra existencia.
14/11/11
Desamprender
Me llama la atención un anuncio que últimamente están poniendo en la televisión y en la radio donde la palabra clave es "desaprender". Me llama la atención porque es importante el proceso de desamprender a la hora de la consecución de objetivos. Einstein decía que si queremos resultados diferentes tenemos que intentar procesos diferentes a la hora de resolver dudas, problemas o de alcanzar objetivos que nos proponemos. Si siempre hacemos lo mismo, obtendremos los mismos resultados.
Una de las principales dificultades es el cambiar los hábitos y las formas de trabajar o de enfocar las relaciones con las personas y con la misma vida. En cierta ocasión me comentaba un encargado de recursos humanos que los candidatos que buscaba muchas veces tenían que ser novatos, vírgenes o con muy poca experiencia. ¿Por qué? Porque cuando entras con cierto tipo de hábitos y costumbre muchas veces lleva un largo proceso el cambiarlas, y si es que es posible cambiarlas.
Nos aferramos a lo conocido, a lo seguro aunque a veces no hayan producido grandes resultados en nosotros. Como dice el refrán que aplicamos muchas veces en nuestra vida, "más vale malo conocido que bueno por conocer". Hay una tendencia a buscar la seguridad en detrimento de la calidad, de la excelencia y de la perfección. El proceso de desaprender puede ser costoso y duro pues uno tiene que despojarse de viejas creencias, ideas, actitudes y hábitos a los que está aferrado.
El niño, que es tábula rasa nos enseña esa capacidad de apertura y de libertad ante los nuevos conocimientos y experiencias a adquirir. En un mundo es crisis hay que cuestionar muchas de las creencias, caminos, métodos, políticas e ideas con las que funcionamos actualmente. Hay que desaprender para enfrentarse a la realidad desde nuevas perspectivas que den una visión más amplia de la realidad y que aporten una mayor calidad a nuestros retos y al de los demás.
11/11/11
7 Pasos para ser altamente efectivos
La actitud es lo fundamental para poder conseguir objetivos y metas:
- Tomar la iniciativa. Nadie va a hacer nada por ti. Tu eres el responsable de tus propia vida. Los objetivos se logran en buena parte por crear las circunstancias necesarias para que el los objetivos tengan el abono suficiente para que puedan ir dándose poco a poco.
- Tener bien claro lo que uno quiere, y cuando se dice tenerlo bien claro, es tenerlo bien claro. Mucha gente quiere tener mucho dinero, o suerte en el amor, pero no saben exactamente cuanto dinero quieren tener o en que consiste tener esa suerte en el amor. Ser concretos y específicos nos hace ir hacia los objetivos de forma clara y contundente. Para conseguir una cantidad de dinero al año tengo que saber cuanto tengo que conseguir por mes, y para saber lo que quiero conseguir por mes debo saber lo que quiero por semana y por día. Cada día tiene su afán y sus metas para ser conseguidas teniéndolas en la mente.
- Prioridades. Primero es lo primero. Hay muchas cosas que pueden ocupar nuestra mente y nuestro tiempo. A cada cosa su lugar y su tiempo. Hay que darle tiempo a lo importante y dejar lo secundario para el momento en que no obstaculiza la consecución de lo que nos tiene en el camino correcto. ¡Fuera distracciones y cosas que no son realmente importantes en nuestra vida!
- La vida es algo más que el propio ombligo de uno mismo. Todos nos apoyamos y nos necesitamos. Nuestra vida es como una piedra que cae en el agua y va haciendo círculos concéntricos. La vida es como un dominó. si una ficha cae, todos caen detrás de ella. O ganamos todos o perdemos todos, tarde o temprano, ganamos todos o perdemos todos.
- Buscar primero entender antes que ser entendido. La percepción del otro nos ayudará a comprender mejor la nuestra y sentirnos útiles a los demás. En la medida en que comprendamos nos sentiremos, incluso, más apoyados.
- Colaborar con los demás, sentido de equipo y de apoyo. Somos, más que independientes, interdependientes. Necesitamos unos de otros y sobre todo el crear un sentido de pertenencia que nos lleve a complementar todos nuestros esfuerzos y cualidades.
- Formación continua. No conformarse nunca con lo que se sabe sino que estar más preparado para desarrollar nuestro papel lo mejor posible. Ser un auténtico profesional, un excelente padre o esposo. Pasar de la mediocridad a la excelencia. No quedarse en lo mediano sino que aspirar siempre a lo mejor desarrollando siempre nuestros conocimientos.
10/11/11
¿Cómo andamos de tiempo?
Tal vez una de los momentos más estresantes de nuestras vidas es la de coordinar las muchas cosas que nos salen al encuentro, poder hacer las que nos gustaría hacer y nunca hacemos y evitar darle tanto tiempo a todas aquellas que nos absorben de más. Vivimos haciendo lo que no nos gustaría hacer y desearíamos hacer las que, por desgracia, no conseguimos hacer tanto como queremos. De ahí a sentirnos agobiados y esclavos de lo que no nos gusta hay un sólo paso. La vida es equilibrio y, ¡cómo nos cuesta darle equilibrio a nuestra vida!
Nuestra vida se compone de campos muy importantes a los que tenemos y queremos darle un cierto tiempo:
- Trabajo
- Entorno.
- Ocio.
- Amor
- Amigos
- Familia
- Crecimiento personal
- Dinero
- Salud
- Trabajo
Te invito a que, del uno al diez, vaya marcando el tiempo que le dedicas a cada actividad. Te ayudaría, de repente, a saber cuanto tiempo le dedicas realmente a las diferentes áreas de tu vida.
Te invito a que, del uno al diez, fueras marcando el tiempo que te gustaría dedicar a cada parte de tu vida.
Viéndolo desde lejos, desde la frialdad y desde la frialdad, ¿dónde crees que estaría el equilibrio?
Muchas veces no somos conscientes del tiempo que le dedicamos a os diferentes aspectos de nuestra vida y de las repercusiones que tienen en nosotros y en los que nos rodean.
¿Por qué no equilibrar las cosas? Todo depende de uno mismo, de lo que quieres ser y tener en la vida.
9/11/11
Puntos de referencia
Es interesante volver a los puntos de referencia, puntos que muchas veces forman parte del éxito y puntos que dejamos pasar inadvertidos. Lo comentaban hoy en un encuentro a nivel profesional en el que participé esta mañana. Concretamente, decía quien disertaba, cada vez que salgo de notaría, meto la mano en el bolsillo y toco el dinero que he cobrado, luego me pongo a pensar donde está el origen de esta ganancia y vuelvo a los orígenes que la hicieron posible. Unas veces puede ser un familiar, otras un amigo y en otras una persona que nos hemos encontrado a la entrada del colegio de nuestros hijos o simplemente en el cara a cara del trabajo habitual.
Una circunstancia concreta ha hecho posible, en diferentes ámbitos de nuestra vida, el éxito en algunas facetas importantes. Son los orígenes de esos éxitos los que nuevamente pueden hacer posible el triunfo en nuevas tareas, objetivos o metas de nuestra vida. Tomar consciencia de ello puede ayudarnos a saber donde escarbar en la vida, aunque no podemos dejar de lado aquella máxima de Einstein de que a viejos problemas tenemos que aplicar nuevas soluciones. aunque cuando algo ha dado resultado, ¿por qué no insistir en ello?
8/11/11
Desde el lado positivo
Mientras esperaba mi turno para entrar al médico caía en mis manos un periódico en el que pude leer un artículo sobre el incipiente volcán o volcanes que se están generando en las inmediaciones de la Isla del Hierro, en las Islas Canarias, zona en la que resido. Hay un pequeño pueblo que lleva varios días desalojado. Está a tan solo 2 kilómetros de donde se cree que está naciendo uno de los dos volcanes. La situación económica de éstas personas se ha visto claramente afectada: el turismo y la pesca han desaparecido. De ahí a la catástrofe económica tan sólo va un paso. ¿Hay algún lado positivo en ello? La visión positiva de los acontecimientos nos llevaría a un periodo de mayor estabilidad, pero para que se pueda lograr una visión positiva hay que aceptar la realidad y partir desde ellas.
- La realidad es lo que es y no la podemos negar. Aceptarla es saber que está ahí, que existe y que tenemos que vivir con ella. Pero desde la aceptación surge algo importante, la tranquilidad para poder pensar y poder transformarla desde ella misma. Es evidente que, en el caso que comento de los volcanes, hay que aceptar lo que hay, lo que surge y lo que nos vamos a encontrar.
- ¿Qué han hecho otros en semejantes situaciones? Hawai, Chile, Islandia, Filpinas y otros países han aprovechado las circunstancias para, por ejemplo, desarrollar una nueva economía con sus puestos de trabajo: turismo volcánico. Y de ahí ya hay quien piensa en organizar viajes de tipo turístico para visitar los volcanes que puedan ir surgiendo.
La aceptación de la realidad, y lo que uno pueda hacer a partir de ella es lo que llamamos proactividad, creatividad e incluso adaptación. Es algo que la vida nos pide a cada momento. Estamos llamados no sólo a recibir vida, sino también a darla. No es cuestión de quedarse mirando y contemplando como una víctima la realidad, sino la capacidad de aportar objetivos y soluciones a los problemas nuevos.
Y nuestra vida está llena de situaciones traumáticas en las que de repente nacen volcanes de diferentes maneras, y en cada una de ellas estamos llamados a formularnos una pregunta: ¿Y ahora que? ¿Qué voy a aportar yo?
7/11/11
Sabiduría
En tiempos y situaciones difíciles lo que prima es la sabiduría, que no es precisamente el ser un erudito sino más bien tener esa capacidad de saber discernir lo que es importante en cada momento y saber tomar las decisiones más oportunas de tal manera que cada proyecto pueda llegar a buen puerto.
Es precisamente "el puerto", el "objetivo", la "meta", el "sentido mismo de la vida" lo que sirve como brújula a la hora de poder encaminarnos con cierta coherencia en nuestra manera de vivir, de trabajar y de relacionarnos.
Llenar nuestra vida de sentido es lo que hace que en medio de turbulencias, de oscuridades y de dudas podamos vivir no a merced de los miedos, de los sentimientos que van fluyendo en cada una de las situaciones o de las diferentes emociones que nos zarandean de un lado a otro en la vida.
Cuando uno sabe lo que quiere, como lo quiere y hacia donde se dirige; cuando uno sabe que dentro de sí mismo están los recursos que se necesitan para lograr esos objetivos, uno se encuentra con algo bien importante: la seguridad y la confianza en uno mismo. Uno es conocedor de hacia donde va, pero también lo es de las propias limitaciones, y son las limitaciones las que nos hacen pensar en los recursos que se hallan ya dentro de nosotros mismos, o de los de que tenemos que echar mano de a nuestro alrededor.
Sabiduría, pues, es esa capacidad y conocimiento de mantener la barca enderezada en cada momento y saberla llevar hacia donde uno quiera. Dicen que más vale maña que fuerza, y tal vez ese refrán ilustra de mejor manera que la sabiduría es el manejo práctico de la realidad y de la vida.
4/11/11
4 Pasos para la fuerza de voluntad
Trabajar la fuerza de voluntad no es fácil muchas veces. Hay gente que no tiene problemas para ello, pero hay otros que les cuesta el esfuerzo de su vida mantener una línea de constancia, responsabilidad y compromiso en su vida. Pero no hay ningún imposible para ello, todo es ponerse en camino. Hay otros cuatro pasos que nos podrían ayudar a conseguirlo:
- Ser consciente de que todo lleva su tiempo. Roma no se conquistó en un día y si hay algo que debemos tener claro es que para los que no tienen fuerza de voluntad y si quieren tenerla lo primero es ser conscientes de que carecen de ella y que el objetivo prioritario no es tanto conseguir otra meta, como adelgazar, dejar de fumar o conseguir cualquier otro objetivo. El objetivo principal ahora es trabajar la fuerza de voluntad, ya que si nos enfocamos en otro, por muy importante que sea, podremos llegar a dejarnos ir en éste pequeño, pero gran objetivo, que nos ayudará a conseguir la actitud constante para conseguir objetivos mayores.
- Planificar el día. Es algo importante. Sin planificación seremos como un barco a la deriva en el que posiblemente estemos a gusto en cualquier sitio y al mismo tiempo insatisfechos pues no conseguimos lo que queremos. Planificar nos ayuda a distinguir entre lo que es "urgente", "importante" y "banal". Sabiendo lo que es importante empezaremos a darle prioridad a unas cosas y a saber dejar otras a un lado. No es encasillarnos en una serie de actividades, es más bien ponerle un rumbo a nuestra vida.
- Trabajar la motivación. Todos los deportistas lo hacen de forma clara y evidente: visualizan, hablan solos, escenifican lo que quieren realizar. Actuar rutinariamente puede llevarnos a no valorar suficientemente lo que queremos pudiendo llegara perder el sentido de las cosas. Automotivarnos, visualizarnos y clarificando en nuestra mente una y otra vez lo que queremos es como tener constantemente lleno el depósito que nos permite caminar en todo momento. La motivación puede hacernos ganar batallas que parecían estar perdídas.
- Vencer las tentaciones. No hay camino llano y exento de dificultades. Unas veces las dificultades nos las ponemos en nosotros mismos, otras nos vienen de afuera. Algunas somos conscientes de ellas y de que aparecerán en nuestro camino, otras en cambio vendrán por sorpresa y no seremos capaces de adelantarnos a ellas. Tanto en unas como en otras tenemos que tener capacidad de reacción. En las primeras simplemente visualizándolas, teniéndolas en cuenta y sabiendo cual es la respuesta que queremos dar en esos momentos. En las segundas no dejarnos llevar por lo imprevisto, saber mantener la distancia y la cabeza bien fría, no con el ánimo de evadirnos, sino más bien para poder dar una respuesta libre y de acuerdo con aquello que queremos y perseguimos.
Es un buen momento de que nos preguntemos como trabajamos personalmente la fuerza de voluntad, es una manera de ser conscientes de los talentos y cualidades que tenemos y de poder ayudar a otros a crecer en ésta actitud tan importante. Es por ello que te hago una invitación a pensar y a compartir con los demás en este blogg de como consigues tú el vivir este gran talento. ¿Te animas? En nombre de todos gracias, nos enriqueceremos todos.
3/11/11
Fuerza de voluntad
Uno de los ingredientes principales para poder conseguir algo es la fuerza de voluntad. Sabemos que la motivación nos mueve, pero también es cierto que a veces flaqueamos en nuestras fuerzas y necesitamos de un sobre esfuerzo para seguir en el camino. Es cierto que la motivación ayuda pero, ¿qué hacer para conseguir esa fuerza de voluntad?
Lo primero es saber que la fuerza de voluntad es, ate todo, tener el "valor" de "elegir" y "aferrarse" a la decisión "sin mirar atrás".
- Valor pues no es lo mismo pensar y sentir que actuar. Pensar podemos pensar muchas cosas. Sentimientos podemos tener cuantos queramos, pero es la acción la que nos compromete y la que nos hace poner en camino. Es cuestión de valor porque nos compromete con nosotros mismos y con los demás.
- Elegir porque es lo que nos hace actuar de forma libre. Somos nosotros los que elegimos y decidimos lo que queremos conseguir y es por ello que en los momentos en que necesitamos de esa fuerza y actitud que nos determina hacia lo que queremos conseguir. "Estamos en lo que queremos y en lo que libremente hemos elegido".
- Aferrarse a lo que queremos. Nuestra mente no tiene cabida para otra cosa. Lo que queremos y elegimos libremente es lo que da sentido al esfuerzo que necesitamos hacer. Aferrarse es adherirse a aquello que sabemos que va a reportar algo positivo en nuestra vida. Miramos hacia adelante y nunca hacia atrás.
- Y es este mirar hacia adelante lo que marca la pauta. No podemos caminar pensando en lo que dejamos, sino en lo que elegimos. Lo que dejamos es una carga, lo que elegimos es un aliciente. Lo que se queda atrás nos ata afectiva y sentimentalmente a lo que no hemos elegido, mientras lo que elegimos y está por llegar y conseguir se muestra como un reto que enriquecerá nuestras vidas.
- Pensar en lo que se ha elegido no es simplemente pensar en lo que se quiere, sino que es pensar en los beneficios que ello reportará y comenzar a visualizarlos en nuestra vida.
Si bien es cierto que el pasado ya no existe y el futuro está todavía por llegar y no sabemos si llegará o no, también lo es que la ilusión en conseguir lo que se quiere es lo que motiva, da sentido a la vida y nos hace crecer de forma progresiva.
2/11/11
5 claves para la constancia
La constancia es una virtud que, por lo general, suele tener su premio. Como bien dice el refrán, "el que la sigue la consigue". Toda victoria y éxito es el resultado de la constancia, del esfuerzo y de la continuidad en el trabajo que realiza una persona bien sea en el nivel de un proyecto personal, bien sea en el plano del trabajo o de las simples relaciones interpersonales. Pero vemos muchas veces que nuestros proyectos se vienen abajo. Nos podemos a dieta, y caemos en la tentación. Empezamos en el gimnasio y a los pocos meses lo dejamos. Nos trazamos un plan de trabajo y no somos capaces de llevarlo a cabo. Probamos de muchas cosas y, posiblemente, finalizamos pocas. Cuando desistimos, generalmente, tiramos la toalla fruto de la falta de constancia. ¿Cómo conseguirla?
- No te pongas un plan muy difícil de llevar. Muchas veces nos ponemos cosas muy difíciles de realizar. Cuando hay algo muy difícil o a muy largo plazo lo mejor es dividir el objetivo en otros menores o más pequeños, o bien ir dividiendo los plazos de tal manera que podamos ir asumiendo los retos de una manera más placentera. Por ejemplo, no es lo mismo proponerse el bajar doce kilos, que proponerse bajar un kilo por mes. Es más fácil asumir un kilo por mes que doce en la mente.
- Se firme, pero no inflexible. Las metas y los retos son importantes, pero no somos esclavos de ellos. Los métodos y las pautas a seguir pueden ser claras, pero no son absolutamente las únicas. Es posible estar en camino y a lo mejor no cumplir las cosas de forma "exacta". Puedo fijarme, por ejemplo, la cifran de contactar con diez nuevos clientes por semana, y a lo mejor llegar tan sólo a ocho. Posiblemente la siguiente semana llegue a nueve, o a doce. Hay que ser firme es realizar el camino, y flexible en la forma de realizarlo.
- No desanimarse cuando se cae. Solo se cae quien camina. Lo importante de las caídas es que nos ayudan a conocernos a nosotros mismos, a conocer el camino que realizamos y estar abiertos a nuevas exigencias. Somos humanos y el fallo, la caída es parte del camino y de nuestra identidad como personas. Levantarse forma parte, también de esa entidad.
- Motivarse. Aprender a generar y mantener la motivación. La motivación es lo que nos mueve, es nuestra gasolina. Hay una motivación que es interna, nuestra, personal y que es la más importante y la que debemos buscar de forma constante. Una buena forma de hacerlo es indagar en nuestra vida pasada y visualizar esos momentos en los que hemos conseguido cosas, grandes o pequeñas, pero que nos han movido. Rescatar esos momentos es una forma de auto motivarnos.
- Fuerza de voluntad. Es importante, tal vez fundamental después de la motivación. Es lo que nos mantiene en el camino sobre todo cuando parece que las cosas parecen enfriarse. La conseguimos cuando la motivación es clara y cuando en nuestra mente lo que queremos alcanzar lo tenemos en un primer plano y como una prioridad bien clara. Es una actitud firme, flexible y "obstinada" de decir: "quiero conseguirlo, lo voy a conseguir".
1/11/11
Aprender en el proceso
Siempre recordaré aquel ejemplo que ponía Jesús en el Evangelio en el que decía que el Reino de Dios se parecía a un sembrador que ponía la semilla en la tierra y que ahí la dejaba plantada y poco a poco iba esperando el día de la cosecha. Un día se despertaría y vería los frutos que había plantado. ¿por qué digo esto? Lo digo porque desde que plantas la semilla de lo que quieres, hasta que ves los frutos pasa un largo periodo en el que, a veces, ves la aridez del desierto, otras los brotes verdes que empiezan a salir y, en otras ocasiones, sueles ver los frutos de forma rápida.
Hoy en día vivimos en la época de la rapidez: todo lo queremos al minuto. Estamos mal acostumbrados. Con un pequeño "click" podemos obtener la información que queremos, podemos ver cualquier programa de televisión, entablamos una conversación telefónica con otra persona a miles de kilómetros, o podemos enviarnos mensajes, fotos o lo que sea.
Pero la vida no es así de sencilla. Hay cosas que llevan su tiempo: el embarazo y nacimiento de un hijo puede ser el ejemplo más claro y evidente. Desde los vómitos y mareos hasta el momento en que se da a luz hay toda un serie de experiencias, de sentimientos y camino a realizar. A toda madre le encantaría dar a luz de forma rápida y,. sobre todo, el parto sin dolor. Pero lo cierto es que cuando se tiene la vida ya en la manos uno ya no se acuerda de las penurias. Y es que cada penuria le da mucho sentido a la misma vida que se engendra.
Aprender a esperar y a vivir cada momento es parte de nuestro proceso de crecimiento y de madurez. Quien todo lo consigue fácil es muy probable que no valore lo que tiene. Lo fácil nos lleva a la cultura de tirar constantemente a la basura lo que queda obsoleto. No valoramos aquello que nos cuesta y pide de nosotros un gran esfuerzo.
La travesía, el camino, el proceso hasta lo que se quiere conseguir es un proceso interesante en el que la misma vida se va transformando y haciendo posible que uno se vaya transformando como persona, que vaya creciendo, madurando y accediendo a nuevas experiencias de la vida, que sin esas etapas jamás se conseguirían.
Cada momento de aridez, de sudor, de lágrimas y de esfuerzo nos invitan a algo importante:
- ¿En que tengo que crecer?
- ¿Qué puedo aprender?
- ¿Qué nuevas experiencias estoy invitado a vivir?
- ¿Qué puertas se me abren?
- ¿Qué aprendo de la aridez de la vida?
Quien todo lo recibe hecho, no tiene la experiencia de vivir propiamente dicha. Se ha encontrado con un regalo inmenso pero, ¿realmente se sentirá útil, tendrá una gran autoestima? El recorrido y el camino a realizar nos permiten ser y crear, nos ayudan a crecer y a desarrollarnos como personas.
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