29/11/11

Vigilantes



A más de uno nos ha cogido el toro sin que nos diéramos cuenta de ello y máxime en los días de hoy en los que la crisis económica ha cogido a más de uno por sorpresa y les ha echado abajo cantidad de planes que tenían. Esta falta de atención le coge a uno en un partido de fútbol, como hemos visto en más de una ocasión y le cuesta el partido. Si ocurre en los estudios le cuesta a uno un examen, un curso, una oposición y un posible puesto de trabajo. A más de un político le ha cogido por sorpresa, por ejemplo, hablar delante de un micrófono pensando que éste estaba cerrado pudiéndose escuchar todo lo que decían y que no querían que públicamente se supieran.

Vigilantes pues tenemos que estar en todo momento ya que hay muchas situaciones que de manera muy sigilosa nos pueden apartar de aquellas cosas que tanto queremos alcanzar.

A veces ocurre que en nuestras vidas se suceden los ladrones de tiempo con los que nos sentimos muy a gusto, y tan a gusto nos sentimos que no nos damos cuenta de que dejamos lo que es importante a un lado. Cuando nos damos cuenta es tarde, y el tiempo es algo que pasa y que nunca vuelve. Jamás podremos recuperar el tiempo perdido porque, aunque parezca que lo recuperemos, la realidad que es esfuerzo realizado nos hubiera ayudado a conseguir lo que podríamos haber conseguido más allá del esfuerzo si lo hubiéramos hecho sin perder lo que se perdió.

Si no ponemos atención plena en lo que hacemos y en lo que queremos podemos dejarnos llevar por la inercia de la rutina acomodándonos a ella y dejando de soñar en lo que merecía la pena vivir. La rutina nos roba la posibilidad de incluir la novedad en nuestra vida, en darle una nueva perspectiva. 

¿Cómo conseguir esa atención plena?
  • Teniendo siempre presente el rumbo hacia donde vamos. Un capitán de barco siempre lleva claro la brújula y la dirección hacia la que va. En pleno mar donde no hay tierra a la vista es muy fácil perder el rumbo. Ser fieles a lo que queremos y hacia donde vamos, tenerlo presente en nuestra mente es algo esencial.
  • Reubicarse constantemente. Me decía un profesor de tenis que la mano con la que no coges la raqueta es muy importante, pues te ayuda a enderezarla y a ponerla en la posición correcta para que la otra mano sacuda la pelota de forma correcta. Enderezar nuestras actitudes diarias de tal manera que nos acerquen a la meta es fundamental, es como ir corrigiendo a cada instante los movimientos que tenemos que hacer en la vida diaria y en los hábitos.
  • Atención a lo que sucede al rededor. Las sorpresas muchas veces vienen por no ver más allá de lo que está delante de nosotros. La intuición es importante. A mi me gusta conducir el coche viendo no solamente el que va delante de mí sino al que va delante de éste. Lo hago más que nada para prever lo que pueda pasar en caso de que el que va delante de mí no tenga capacidad de reacción. Hay muchos futbolistas que han marcado goles por estar al tanto de los errores que pueden cometer otros y aprovechar la lo oportunidad.
Seguro que si estamos atentos y vigilantes no dejamos que roben ni ideas, ni sueños, ni ideales ni metas que nos gustarían alcanzar.


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