8/1/16

Empezando con la Ley de Atracción: ¿Cómo Atraer? Los tres pasos.


Un viejo indio estaba hablando con su nieto 
al calor y a la luz de la hoguera. 
El chico preguntó:
- Abuelo, abuelo, 
¿qué es lo que sucede dentro de mí? 
Unas veces deseo ser bueno y otras no.
- Hijo, le dijo el abuelo, 
dentro de ti luchan dos lobos vigorosos. 
Uno de ellos siempre está malhumorado. 
Es malo, violento, vengativo y cruel. 
El otro siempre está de buen humor 
y está lleno de bondad, de compasión y de amor.
- Abuelo, ¿cuál de ellos ganará?, preguntó el nieto.
El abuelo se quedó pensativo unos segundos y contestó:

- El que tú alimentes.

Atraemos lo que pensamos.

Sabemos perfectamente que atraemos lo que pensamos, tal y como lo expresa el cuento del viejo indio. Pero es una realidad que dentro de nosotros se entabla una batalla, muchas veces cruel y que nos quita el sueño, entre lo que deseamos y lo que no. La pregunta ya no es quien ganará la batalla, sino como alimentar en medio de la lucha la parte que queremos atraer y con la que queremos triunfar. Creo que hay tres pasos y que de manera consciente o inconsciente los hemos desarrollado a lo largo de nuestra vida en varias ocasiones.
¿Qué hemos conseguido en nuestra vida que nos ha hecho ilusión, que lo veíamos inalcanzable, difícil sino imposible y lo hemos conseguido? Hay muchas actitudes como la constancia, la creatividad, los hábitos, etc. Pero el inicio de cualquier cosa que queramos atraer en nuestra vida empieza por tres elementos bien importantes.

Los Tres Pasos iniciales.

  • Saber el qué queremos conseguir. Puede parecer tonto pero no lo es. Hoy mismo me encontraba esta frase en Facebook:

En principio la frase en sí contiene muy buenos deseos para el día de hoy. Al leerla, ¿qué se nos queda en la mente? "Eliminar", "estrés" y todo lo que "quita nuestra sonrisa". Aparentemente no tiene nada de malo, pero en la mente se quedan fijadas las tres cosas que no queremos en vez de que se fijen las que sí queremos. ¿Hacia donde estará enfocada la mente? Hacia lo que no queremos. 
Desde mi punto de vista no es lo mismo tener el enfoque positivo de lo que sí queremos que tener constantemente en la mente lo que no. Cuando tenemos en la mente lo que sí queremos nuestro cerebro está en alerta y preparado para percibir los estímulos que constantemente llegan a nuestro cerebro y no los procesamos.
Si coges un ejemplo de la vida normal y cotidiana en el que decides comprar un coche de una marca determinada y de un color determinado, comienzas a ver a ese coche de forma casi constante por la calle. Si quedas embarazada, o tu mujer o madre se quedan embarazadas, de repente comienzas a ver mujeres embarazadas por la calle y comienzas a reparar en anuncios que tienen que ver con embarazo y nacimientos de niños. Lo que deseamos abre nuestro cerebro a captar los millones de datos que día a día somos incapaces de captar y procesar.
Por lo tanto el primer paso es "saber lo que queremos conseguir en nuestra vida".
    • ¿Por qué queremos conseguirlo? El porqué queremos es esencial también. El porqué se convierte en la motivación y en el motor que nos dará fuerza para conseguir las cosas. No es lo mismo afrontar algo sin ninguna trascendencia en nuestra vida que hacer algo que le da importancia y significado a lo que uno va a realizar. ¿Es lo mismo afrontar algo por un hijo que afrontarlo por un desconocido? No. Todos lo merecemos, pero un hijo, una pareja o amigo siempre tendrán una relevancia en nuestra vida que le dan un poco más de fuerza a lo que deseamos. Cuando el porqué está dentro de nosotros es una motivación interna y las motivaciones internas tienen una fuerza mucho más especial puesto que no nos hace depender de los demás.
    •  Sentir es importante. El sentimiento hace que nuestro cuerpo se asocie al objetivo y que integre las ideas, los objetivos, los sentimientos con todo el cuerpo en general y creando toda una serie de ordenes que estimulan todo el cuerpo y lo predisponen física y anímicamente a tener una actitud positiva y concreta al respecto. ¿Has estado enamorado? Me imagino que sí. ¿Imaginabas y sentías en la distancia a la persona amada? Creo que también. ¿Y que pasaba por tu mente? Pues además de sentimientos actitudes y planes que los sentimientos te llevaban a imaginar. Preparabas escenas, encuentros, conversaciones y un sinfín de estrategias a seguir con la persona amada. El sentimiento hace que "Objetivo y Motivación" se integren en "un todo" que hace que las "actitudes" se pongan en marcha.
    • "¿Cómo?" Esta es la parte más interesante y que se da cuando se ha cubierto las tres anteriores. El "cómo" ya no depende de nosotros. El "cómo" nos lo pone en bandeja la misma vida ya que, como anteriormente dije, el cerebro comienza a capar muchos estímulos externos que cuando no hay ni metas, ni ilusiones, no motivaciones no es capaz de captar. Lo que sí está en nuestra mano y responsabilidad es "estar atentos" a esos estímulos y posibilidades y saber subirse a las oportunidades que la vida nos presenta en esos momentos.
Atraemos en la vida lo que que queremos, si lo pensamos, si lo sentimos, si lo hacemos nuestro y si estamos abiertos a lo que la vida cada día nos pone en bandeja para utilizarlo en función de lo que hemos elegido vivir.

Cuando el foco es lo que queremos, lo hacemos parte de nuestra vida y de nuestros sentimientos somos nosotros los que estamos atrayendo lo que queremos.

 
 
 





 

7/1/16

El día después de los Reyes Magos.



Y como era previsto llegó el día de los Reyes Magos. Hubo quien a las 4 de la mañana despertó y no pudo conciliar el sueño hasta que llegó la hora de despertar a los padres y abrir los juguetes. Fueron dos horas de larga espera en las que la mente divagaba de un juguete a otro y preguntándose cual de ellos sería el que los Reyes le habían traído. Y eso que ya sabía de buena mano quienes eran esos Reyes Magos.

La ilusión no estaba en quienes eran los protagonistas, sino en lo que podían traer. La ilusión que después haría que fueran de un lugar a otro cargando con lo más representativo de lo que habían recibido. Tocaba no solamente estrenar sino también mostrar las ilusiones hechas realidad.

Salías a la calle y veías a unos con sus bicicletas nuevas, o otros con sus patinetas eléctricas. Niñas llevaban con su instinto maternal a sus nuevas hijas en sus brazos a las que les daban de comer o les calmaban el llanto. Los sueños se convertían en realidad y se desarrollaban y practicaban durante el día que transcurría en medio de un cansancio, por la falta de sueño, que apenas se notaba en los niños ni en los no tan niños, los mayores.

Y en la noche llegabas hasta el contenedor y o veías cargado hasta arriba de cartones de cajas, de papeles y bolsas de regalo. Te parabas frente a ello y te preguntabas: Y mañana.... ¿qué? Los Reyes no vendrían hasta el año que viene. A pesar de que quedaban los cambios y devoluciones pertinentes, ¿mañana qué?

Era hora de seguir soñando y de seguir planteándose nuevos retos, nuevas ilusiones con los que alimentar cada día y cada momento de nuestra vida. Tal vez algunos comiencen a soñar con bajar los kilos de más ganados durante estas fiestas, pero esos sueños duran una o dos horas al día. El resto del tiempo tenemos que vivir, trabajar, seguir viviendo en familia y topándonos con todos los compañeros de trabajo o con las realidades sociales y políticas de cada día, con la situación de inestabilidad laboral. familiar, social o personal con la que cada uno tiene que caminar día a día.

Volvemos a la realidad. Alguien diría que a la cruda realidad. ¿Y si convirtiéramos esa realidad, por dura que fuera, en una ilusión, en una meta, en una aventura diaria a vivir de forma diferente, creativa y que nos ayudara a alcanzar los sueños que hay tras ellas, sueños de auto realización personal? Me hace recordar a la película La Vida es Bella donde un campamento de refugiados, algo trágico, se convierte en un juego para darle sentido a la vida de un niño?

Volvemos al día a día, a nuestra realidad. Ojalá que no caigamos en la apatía de la rutina diaria, sino que la rutina sea el acicate que nos invita a soñar y a ir más lejos en nuestras propias ilusiones, intentando alcanzarla y ayudando a los demás a conseguirlas también.

Y por cierto, ¿las tengo? ¿cuáles son? ¿qué pasos voy a dar cada día para conseguirlas? 

Ahora nos toca a nosotros ser niños, en busca de nuestra propia ilusión para poder seguir ilusionando a los demás.


6/1/16

Los niños, nuestro mejor regalo de Reyes Magos



La ilusión de los niños en una noche como la de hoy en la que esperan la visita y los regalos de los Reyes Magos me hace pensar en la importancia de la ilusión, no solamente inocente de los niños, sino la importancia de la ilusión en cada uno de nosotros a la hora de vivir. 

Si miramos fijamente a los niños, tanto en la víspera como en el mismo día en el que abren sus regalos, podemos darnos cuenta de que existe:
Un nerviosismo sano que recorre todo el cuerpo y que le añade la inquietud del que espera algo nuevo en la vida. Una sorpresa, algo que posiblemente se imagina o tal vez una apertura a lo que buenamente aparezca en la mañana de Reyes.
Un levantarse deprisa y corriendo, en muchas ocasiones mucho antes de lo que se despiertan para ir al colegio y, eso sí, sin necesidad del despertador o de la insistencia del padre o madre de turno que pretende que su hijo se levante de la cama. Un reloj biológico y mental se encarga de ello sin que nadie tenga que avisar.
Y cuando los ojos se entreabren por la mañana...., ni uno ni dos ni tres. Levantarse aprisa y corriendo hasta el lugar donde parecen estar los juguetes preparados para ellos.
Ojos expectantes, sonrisas, gritos de júbilo al ver empaquetados todos y cada uno de los regalos. Y lejos de protocolos de ningún tipo se comienzan a rasgar papeles y envoltorios de regalo sin pensar que pueden ser reutilizados.
Hay también un ensimismamiento, después de compartir miradas, sonrisas y abrazos, con aquellos que observan la alegría de quien se ve tenido en cuenta por la diosa fortuna que ha dejado unos juguetes, habiéndose portado bien, mal o regular.
Y tal vez hay algo más en lo que nadie repara, ni tan siquiera las cámaras de televisión, que a veces se erigen en testigos populares de semejante alegría y alboroto: la cara de felicidad y de alegría de aquellos que ha sido reyes en las vidas de sus hijos: los padres, abuelos, hermanos mayores.

¿Te das cuenta de la repercusión que tienen los sueños y las ilusiones en la vida de los niños? o Tal vez podría preguntarme: ¿Me doy cuenta de la repercusión que tienen los sueños y las ilusiones de las vidas de las personas cuando se atreven a soñar y a ilusionarse?

¿No son esas ilusiones, sueños y respuestas de los niños una clara invitación a reilusionarnos, a tener sueños y ganas de alcanzar algo en la vida?

Nosotros somos reyes para ellos, pero ellos lo son para nosotros porque nos dan el mejor regalo que pueden darnos: el de la ilusión por la vida y por lo inesperado que nos pueda aguardar cada vez que nos atrevemos a soñar y a ilusionarnos.

Bien lo decía Jesús: "Quien no se hace como niño no podrá entrar en el Reino de los Cielo". Y es que la vida hay que vivirla como los niños: abiertos e ilusionados ante la misma vida.


5/1/16

Agresividad Verbal

gritos

¿Qué es la agresividad verbal?

A pesar de que somos una especie racional, y lo racional nos diferencia de los animales, podemos decir que somos una especie que muestra la agresividad. La agresividad verbal es una de la manifestaciones más de ésta emoción o sentimiento que hace que nos bajemos del pedestal al que nos subimos al diferenciarnos de los animales.
Podríamos decir que la agresividad verbal tiene dos matices importantes:
  • Los gritos y las amenazas que pocas explicaciones necesitan y que todos sabemos perfectamente lo que son.
  • La desvalorización continua y con ánimos de degradar y humillar a otra persona. No importa si el ámbito es familiar, laboral o social. Intentar hundir al otro, consciente o inconscientemente es una de las agresiones verbales que mantenemos.

¿Por qué somos agresivos con los demás?

papa francisco
Hay un ejemplo y que vemos a menudo en los partidos de fútbol que podríamos trasladar al terreno de la comunicación.
No se si te habrás detenido a observar y a pensar en actitudes generalmente violentas que se dan en el terreno de juego. ¿Cuándo surgen? ¿Por parte de quien? En mi apreciación personal y coincidiendo en la mayoría de las ocasiones con comentaristas de fútbol se produce por parte del equipo o de jugadores del equipo que no son capaces de asimilar un derrota. El sentimiento de impotencia lleva muchas veces a actuar con esta agresividad.
¿Intentamos mostrar por la fuerza lo que no somos capaces de convencer con razones o diálogos?
¿Disminuye nuestra autoestima si otros piensan, actúan o tienen valores distintos a los nuestros?
La agresividad muestra mucho más la debilidad del que es agresivo que otra cosa. Detrás de ésta actitud se esconde siempre una especie de complejo de inferioridad y de miedo a uno mismo, un miedo que Erich From lo describe muy bien en su libro: "El miedo a la libertad", puesto que la libertad nos desnuda ante la realidad y ya no podemos sino aceptarnos tal y como somos.
Así pues, creo que la agresividad verbal, es la actitud del perdedor que es consciente que no se basta con sí mismo sino que tiene que obligar y estar por encima de los demás. Una actitud que le impide tener unas habilidades sociales buenas y constructivas con los demás.
agresividad-verbal

¿Cómo se manifiesta la agresividad verbal?

  • Mordaz: Propenso a murmurar o criticar con acritud o malignidad normalmente ingeniosas.
  • Intimidante. Diga lo que diga o diga como lo diga, su objetivo el conseguir el miedo, el temor y la inseguridad en el otro al punto de que dependan de él, física o psicológicamente.
  • El sarcasmo es una burla mordaz con la que se pretende dar a entender lo contrario o manifestar desagrado. Su objetivo es ridiculizar y humillar al otro al punto de sentirse por encima de la persona humillada.
  • Iracundo. Una emoción muy ligada a la ira, que no llevada bien, genera la violencia.
  • Incontinencia verbal. Bajo ningún concepto te permite hablar. La persona violenta es la que suele manejar el diálogo. Si en algún momento te permite hablar es para abalanzarse una vez más sobre su víctima.
humillar

¿Cuál es su objetivo?

  • Hacerte sentir poca cosa, incapaz, débil e inseguro.
  • Hacer creer que es el bueno y que todo lo sabe.
  • Que crean que tiene la autoridad total.
  • Que se ceda en todo momento ante sus pretensiones.
  • Desestabilizarte y hacerte caer siempre en la duda sobre ti mismo.
  • Desenfocarnos de nuestra meta principal en la vida. Nuestra preocupación pasa de lo que queremos hacer realmente o preocuparnos en qué hacer para que el agresor esté bien con nosotros.
soluciones

¿Qué hacer?

No es fácil tomar decisiones en estas situaciones.
  • Cortar por lo sano. Cada vez está más claro que hay que alejarse de situaciones que te hacen sentir mal contigo mismo. Pero no siempre es fácil.
    • Si las situaciones ocurren en ambientes de familia y hay hijos de por medio son complicadas. La mujer, por lo general, tiene más apoyos que el hombre. Hay situaciones económicas que impiden ese tipo de decisiones. Pero hay muchos ejemplos de personas que han decidido tomar nuevos caminos en su vida y ahí están, vivos y coleando.
    • Si ocurren en un entorno laboral y con la situación de desempleo que se vive en ciertos países el problema se pone más duro. Cambiar de empleo con tanta incertidumbre no es fácil, se convierte en una tarea de héroes.
    • En el entorno social tal vez sea más fácil. Romper y buscar grupos afines que ayuden a reconstruir tu vida siempre puede ayudar.
  • No permitir que tu autoestima se sienta debilitada, bombardeada y diezmada. ¿Cómo? Tomando conciencia de que en el fondo yo no soy el problema. Tomar conciencia de quien soy, de los valores que tengo y de lo que he ido cosechando y alcanzando en mi vida me ayudarán a ello.
  • Ignorar o mirar a muchas distancia lo que se dice. Mi foco tiene que estar en lo que yo quiero y deseo. Aceptaré mis errores y me disculparé de ellos, pero no asumiré más carga de la que me corresponde. Y tomar conciencia de que aún habiendo errores, yo no soy "mis errores", "soy persona con aciertos y errores? ¿Por qué centrarme sólo en los errores?
  • Entrar en un difícil dialogo en que se pueda ayudar al violento a verse al espejo de una forma no de culpabilidad, sino más bien de aceptación en la que sepa que se le ama, se le respeta y se le ayuda a enfrentarse con su verdad. Se que es difícil, necesita una buena terapia. El libro "La terapia centrada en el cliente" de Carl Rogers puede ayudar a ello, pero reconozco que no ha de ser fácil
  • Terapia. Tal vez pueda ayudar. La visión y las técnicas de profesionales como Carl Rogers y otros nunca vienen de más. El problema estriba siempre en que alguien se deje ayudar. Cuando alguien quiere, puede; y si puede siempre se puede lograr.
 

31/12/15

El peligro de la Ley de la Atracción.




El otro día hablaba sobre la Ley de la Atracción y de las muchas posibilidades que nos ofrece en nuestra vida. No es la suerte, o la Buena Suerte, la que viene a nuestra vida sino que somos nosotros los que vamos en busca de ella. Es nuestra mente y nuestras ideas las que nos predisponen para conseguir aquello que pensamos y tenemos en mente.

¿Puede convertirse la Ley de la Atracción en una trampa mortal?

La Ley de la Atracción, como todas las cosas, tiene su lado bueno y su lado no tan bueno. Nosotros somos los que decidimos hacia donde vamos a ir con nuestra vida.

¿Te imaginas por un momento a alguien caminando mirando constantemente para atrás? ¿Puedes predecir su futuro? Lo más probable es que se la pegue contra una farola, un poste, un obstáculo en el camino o cualquier otra cosa. Si te pregunto sobre el porqué tal vez me dirás una razón muy obvia, "porque iba mirando hacia atrás".

Si analizamos un poco nuestra vida normal, ¿cuántos de nosotros hemos tenido momentos en los que no hemos podido conciliar el sueño ni a la primera, ni a la segunda, ni al undécimo intento? Si analizamos lo que hemos hecho en nuestra vida en esas ocasiones podemos reconocer que nos hemos visto literalmente "luchando" contra "lo que no queríamos" en vez de tener nuestra mente tranquilamente predispuesta hacia lo que sí queríamos, dormir.

Cuando en nuestra vida se entabla una lucha entre lo que queremos y lo que no queremos, ¿quien gana? De acuerdo con el cuento del viejo indio que mencionaba en mi reflexión, el que más alimentemos. Si alimentamos el miedo a no dormirnos, fíjate.... "el miedo" a "no dormir". ¿Te das cuenta? Miedo y no dormir. ¿Qué estamos atrayendo? Miedo e insomnio.

Nuestra lucha acabará haciendo que demos vueltas en la cama, que cambiemos de posición, que nos cobijemos más o que nos quitemos ropa de encima. Nuestra mente está centrada en "la incapacidad de dormir" ¿Resultado? ¿No dormimos!

Quien habla de insomnio puede hablar de otras situaciones: relaciones, trabajo, economía o cualquiera de las preocupaciones que nos acechan cada día en la vida. ¿Resultado? Acabamos hundiéndonos más en el problema que en la solución, en lo que no queremos que en lo que deseamos. Nuestra mente nos traiciona desde el momento en que no la controlamos y le damos rienda suelta para que piense lo que quiera por sí misma.

¿Qué podemos hacer para que la Ley de la Atracción no sea negativa? 

Lo más sencillo, aunque a veces no sea fácil, controlar nuestros pensamientos y decidir lo que nosotros queremos tener en nuestra mente. No es fácil, lo se. Pero el camino está ahí. Un camino a realizar de forma constante y paulatina. Poco a poco iremos tomando control de nuestra mente al punto de permitir que sólo las cosas que si queremos aniden dentro de ella.

Hay muchas técnicas que podemos utilizar, como ejemplo expondré algunas de las que yo suelo utilizar:
  • La respiración. Centrarnos en la respiración, sentir como el aire entra y sale en nuestro cuerpo, centrarnos en la temperatura del aire que entra y sale, el roce con las fosas nasales, ver como se hinchan los pulmones y la barriga puede ser una técnica muy viable. Vencemos al miedo desde el momento en que lo desalojamos de nuestra cabeza por "voluntad propia". El miedo estará ahí, pero mi decisión de centrarme en algo diferente como puede ser la respiración comienza a darme cierto poder y control sobre la situación.
  • Alejar el miedo. Generalmente cuando sentimos miedo lo sentimos dentro de nosotros. Nosotros, hasta cierto punto, nos convertimos en miedo. ¿Qué pasaría si lo alejo a un metro de mi? ¿Y si lo alejo a dos metros? ¿ Y si lo observo cada vez más lejos hasta hacerlos "distante" y "más pequeño" que yo? La lejanía va a ofrecer frialdad ante el poder que tenía cuando lo sentía dentro de mí. La lejanía y la frialdad me va a dar un punto de sentirme grande ante él, con poder y hasta con un sentimiento de comenzar a verlo insignificante. Si a ello le añadimos que ante la lejanía y la frialdad va emergiendo y ocupando su lugar una figura más importante y empoderada como la que puede ser "yo controlando la situación", ¿no hay un sentimiento positivo ocupando su espacio?
  • Centrarnos en lo positivo. Ha habido situaciones muy duras a lo largo de mi vida, momentos en los que creí y llegué a comportarme como que la situación me podía. Recuerdo que en muchos momentos había una imagen en mi mente, una imagen muy poderosa que tenía más fuerza que otra cosa. En mi caso, mi hija. Centrarme en ella me permitía controlar muchos vaivenes de la vida, trabajo, etc. Nuevamente la imagen poderosa, que yo sentía y elegía a mi gusto, hacia que yo pudiera controlar la situación en vez de que ésta me controlara a mí.
Hay un sin fin de técnicas. Cada uno puede elaborar la suya o apropiarse la de otra persona que le pueda venir mejor. Pero todas ellas conducen al mismo sitio, a que alimentemos nuestra mente con las ideas y las actitudes que atraigan la situación que queremos y dejar de lado la que no. 

Somos nosotros, y no las situaciones, los encargados de controlar lo que pensamos y de atraer lo que sí queremos.



30/12/15

Nuestro mal hábito de juzgar





Juzgar a los demás: un hábito con historia.

Creo que todos tenemos experiencias de juzgar a los demás y de habernos sentido juzgados por los demás. Es un hábito que llega a ser preocupante puesto que hace que quien sufre la experiencia lo pase mal y que, en ocasiones como ha ocurrido últimamente en colegios, lleva a personas no sólo a aislarse de la sociedad sino incluso a llegar a suicidarse. Lamentablemente es algo con historia porque ya se recoge en escritos muy antiguos esta mala costumbre.

  • Una de las célebres enseñanzas de Jesús corría en torno a ésta actitud cuando de acuerdo a la ley de Moisés una mujer adúltera tenía que ser lapidada. La respuesta de Jesús fue contundente: "Quien esté libre de pecado que arroje la primera piedra", mientras se agachaba y escribía algo en el suelo: ¿Qué escribía? ¿La realidad de cada uno? Curiosamente también, y siguiendo este orden, desde el más anciano al más joven se fueron alejando. Creo que el pensamiento de Jesús queda manifiesto y que la actitud humana de los que intentaban lanzar piedras también. Cuando somos conscientes de nuestra propia realidad y nos conocemos profundamente a nosotros mismos, seremos capaces de comprender, conocer y llegar a convivir con los defectos y errores de los demás.
  • Un escrito de Sócrates nos lo deja también ver de forma clara la existencia de este problema en la Antigua Grecia:

Un problema que se resuelve con tres valores bien importantes como son la VERDAD, la BONDAD y la NECESIDAD. Y recalco lo de la NECESIDAD porque ésta entraña, muy probablemente un problema que se esconde siempre dentro del que juzga y del que hablaré en un momento.




  • La realidad de cada uno es personal e intransferible. No creo que las personas a las que juzgamos se metan en camisa de once varas con el objeto de fallar, de ser juzgadas y de ser señaladas por los demás. Cada persona lleva una historia, una carga que muchas veces desconocemos y que las hace actuar de forma muy diferente a lo que la sociedad espera. A veces son necesidades que no conocemos y que, por ello, nos son difíciles de comprender. La EMPATÍA, ponernos en sus zapatos, conocer su historia y los sentimientos de esas personas podrían llevarnos a comprender mejor las situaciones. ¿Actuaría yo como ellas en las misma circunstancias? Probablemente sí o probablemente no, pero nos ayudaría a comprender. Y lo digo como persona que ha tenido que escuchar a muchísimas personas confidencialmente.

La necesidad de juzgar.

¿Qué se esconde detrás de esa necesidad imperiosa que tenemos de juzgar a los demás? ¿Es tal vez una crítica hacia uno mismo? ¿Vemos en los demás lo que nos molesta de nosotros mismos? ¿Hay una necesidad de poner por debajo a los demás, como dice el Papa Francisco, para sentirnos nosotros más altos? 

Hay otro aspecto que también es importante tener en cuenta. La situación o persona a la que juzgo, ¿me lleva a hablarlo con ella antes de manifestarlo a los demás o abiertamente? ¿Lo hago con respeto o más bien en tono burlesco? Tengo la impresión de que muchas veces la crítica y el juicio a los demás habla más de nosotros mismos que de aquellos de quien hablamos aún haciendo el daño que podamos ocasionar. 


Un camino hacia el respeto y la comprensión.

Cuando nos enfocamos en la crítica constante y contínua en nuestra vida, ¿Qué sucede? ¿Qué ocupa nuestra mente y nuestra atención? ¿Qué le da sentido a nuestra vida diaria? Si lo que da sentido y alegría a la vida del ser humano es el amor, mientras tengamos el odio, el resentimiento, la crítica destructiva en nuestra mente, no tendremos tiempo para lo bueno, para amar, para estar alegres. Recuerdo que una persona que había estado en un campo de concentración se encontró en una ocasión con compañeros que habían pasado por la misma experiencia. Oyendo hablar a uno de ellos todavía con resentimiento le dijo: ¡Pero yo pensé que habías salido del campo de concentración cuando nosotros! Por tu manera de hablar sigues allí, preso y esclavo en tu pasado.

La vida tiene sentido desde el AMOR. Si nuestra mente la ocupamos con otras cosas bien diferentes no tendremos tiempo para AMAR, la experiencia cotidiana que nos permite sonreír y sentirnos bien cada día en la vida.




29/12/15

¿Seguir o dejar?

¿Seguir o dejar?

¿Quién no se ha encontrado en la encrucijada de tener que tomar decisiones en la vida entre continuar en un trabajo o dejarlo, mantener una relación o acabar con ella, seguir con una investigación que no da frutos o intentarlo una y otra vez, mantener un negocio que dar pérdidas o seguir intentándolo porque a otros le ha ido bien?

La incertidumbre de la indecisión.

Cuando una decisión la tienes clara es muy fácil tomar decisiones. Pero cuando no lo es tanto navegamos por un sin fín de dudas y de incertidumbres: ¿Y si decido dejarlo y luego me equivoco y veo que otros lo consiguen? El mundo de las posibilidades comienza a bailar en nuestra mente, y cuanto más baila más inciertos nos vemos y nos quedamos. La inseguridad se acrecienta al tiempo que las decisiones no se toman. El miedo a tomar las decisiones y a las consecuencias de ello rondan por la mente como un incesable acosador que nos desestabiliza sin piedad ninguna. ¿Y si......? Fuerte y trágica duda que hay entre la línea de confort que tenemos y la de la inseguridad de no conocer cómo nos puede ir.

Todo tiene su tiempo.

Hay muchas veces que escuchamos que todo tiene su tiempo. La paciencia es un valor recomendado y de la que han hecho gala muchos de los triunfadores de la vida. El ejemplo del bambú japonés es muy claro y nos mantiene con ciertos hilos de esperanza cuando vemos que apenas crece durante siete años y luego de repente en un par de meses crece lo que no creció en siete años, unos 30 metros de altura.
O también, como dice Jesús en el Evangelio a la pregunta de cuántas veces tenemos que perdonar y contesta que hasta setenta veces siete, cuando sabemos que el siete en su cultura era el infinito.
O como diría Paulo Coelho en "cerrando círculos":
cerrando círculos
Aunque la cuestión sigue ahí: ¿Cuando cerrarlos? ¿Cómo saberlo?

Pasos para una buenas decisión.

  • Identificar la decisión que vas a tomar  ¿Qué estás intentando decidir, una huída, una apuesta, un miedo sobre ti mismo, algo que te va a hacer crecer?
  • Conocerse uno así mismo. Fortalezas y debilidades, las habilidades, valores e intereses.
  • Identificar opciones que uno tiene en frente suya, con todos sus pros y todos sus contras
  • Información y datos sobre cada opción que tengo. La información viene a ser uno de los aspectos más importantes. A mayor información menos inseguridad y más confianza.
  • Evaluar con toda la información que tenemos, pros, contras y riesgos de cada alternativa
  • Seleccionar la mejor opciónasumiendo el riesgo que conlleva.
  • Desarrollar un plan de acción - ¡Y llevarlo a cabo


Entre nuestra zona de seguridad y nuestra zona de confort.

Hay momentos en los que nuestros valores y creencias nos mantienen atados a situaciones que nos gustaría cambiar, pero hay otras en las que el cambio se produce cuando cambia nuestra actitud o cuando ya no queda más remedio, aunque nunca está demás el preguntarnos el qué nos mantiene en una situación en la que no encontramos lo que buscamos. Tal vez la respuesta sincera sea la que nos falta para tomar la decisión adecuada.


28/12/15

Hacia una igualdad más justa.





Niños e igualdad de género.


No se si es por el tema de las fiestas Navideñas pero en estos días he caído una y otra vez fotos y reclamos sobre la igualdad de género en la sociedad española. Me imagino que otros países también. 

Hace apenas un par de semana se abogaba en todos los discursos electorales por la lucha contra la violencia de género en la que parece que el hombre juega un papel bastante importante puesto que es el causante de al menos unas 52 víctimas mortales este año en España, además de muchas víctimas en el plano físico y psicológico. La respuesta y la propuesta que daban los partidos políticos ante este problema era una mayor formación a la sociedad.

¿Justicia equitativa?


Al mismo tiempo vemos, que por otra parte, hay cantidad de hombres que buscan una justicia y una igualdad ante la ley que impida que se les aleje de sus hijos, o mejor dicho, a los hijos de sus padres por culpa de una situación que no ha llegado a funcionar a nivel de pareja. Hay muchos hombres que se quejan de las dificultades que tienen para poder ver a sus hijos en bases regulares.



Por otra parte, y es bien conocido por los ciudadanos y también por el gremio de la policía, de que el trato que se le da a un hombre denunciado no es el mismo que el que se le da a una mujer. El hombre en caso de agresión física o psicológica pasa directamente a ser detenido y puesto a disposición judicial durante unas cuantas horas. Si denuncias a una mujer por agresión te toman por tonto y a la mujer la dejan en libertad sin ningún tipo de problemas. Podemos ver que la mujer goza de unas ventajas que no tiene el hombre. Y si tenemos en cuenta las muchas denuncias falsas, que aunque parece ser que no representan el 1% de las totales, el hombre queda en una situación bastante lastimosa.

Si nos ceñimos a la parte económica creo que la mujer lleva casi siempre todas las de ganar. Por lo general se queda en el domicilio conyugal y recibe una manutención mientras que el hombre tiene que irse de alquiler, pasar la manutención y si hay hipoteca de por medio ni te digo. 

Cuando estas fotos y escritos pasaban por mis ojos me vino claramente a la mente de cómo utilizamos a los hijos como escudos para resolver problemas personales de adultos privando a los niños de lo que es un derecho para ellos, además de truncar la vida de todos. Nuestro hijos no son una posesión nuestra que podemos utilizar en base a nuestras emociones e intereses. Son hijos de la vida tal y como lo describe Khalil Gibrán:

“Tus hijos no son tus hijos
Son hijos e hijas de la vida deseosa de sí misma.
No vienen de ti, sino a través de ti y aunque estén contigo no te pertenecen.
Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos,
Pues ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes hospedar sus cuerpos, pero no sus almas,
Porque ellas viven en la casa del mañana, que no puedes visitar ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos, pero no procures hacerlos semejantes a ti
porque la vida no retrocede, ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual tus hijos, como flechas vivas, son lanzados (…).
Deja que la inclinación en tu mano de arquero sea hacia la felicidad”.

Formación para la igualdad pero, ¿qué tipo de formación? 


Cuando se habla de formación para evitar todo lo que es la violencia de género, ¿también se habla de formar a la ley para que todos seamos iguales ante ella y de arreglar cualquier situación que pueda llevar a una desigualdad que deje en la desgracia a uno o a ambos? ¿Pensará la formación en equiparar y en medir a todos por el mismo rasero? La frase de Marie Curié es bastante clara al respecto. Cualquier ley que proteja a uno más que otro, hace más pequeño y vulnerable a quien protege.

Podríamos hablar largo y tendido sobre este tema. Habrá ocasiones para ello. Pero acabo con una historia que refleja donde reside el amor a nivel real y a lo que tiene que renunciar en muchas ocasiones un padre y una madre para que sus hijos vivan. La historia del Rey Salomón. El amor el otro y la libertad para que el otro viva es lo que determina el parentesco real:

Dos mujeres comparecieron ante el rey Salomón con dos bebés, uno muerto y otro vivo. Ambas mujeres afirmaban que el niño vivo les pertenecía, y decían que el muerto pertenecía a la otra. Una de ellas declaró: 
-Oh señor, ambas dormíamos con nuestros hijos en cama. Y esta mujer, en su sueño, se acostó sobre su hijo, y él murió. Luego puso su hijo muerto junto al mío mientras yo dormía, y me quitó el mío. Por la mañana vi que no era mi hijo, pero ella alega que éste es mío, y que el niño vivo es de ella. Ahora, oh rey, ordena a esta mujer que me devuelva mi hijo. 
La otra mujer declaró: 
-Eso no es verdad. El niño muerto le pertenece, y el niño vivo es mío, pero ella trata de arrebatármelo. 
El joven rey escuchó a ambas mujeres. Al fin dijo: 
-Traedme una espada. 
Le trajeron una espada, y Salomón dijo: 
-Empuña esta espada, corta al niño vivo en dos y dale una mitad a cada una. 
Entonces una de las mujeres exclamó: 
-Oh mi señor, no mates a mi hijo. Que la otra mujer se lo lleve, pero déjalo vivir.
Pero la otra mujer dijo: 
-No, corta al niño en dos, y divídelo entre ambas. 
Entonces Salomón declaró: 
-Entregad el niño a la mujer que se opuso a que lo mataran, pues ella es la verdadera madre. 
Y el pueblo se maravilló de la sabiduría de ese rey tan joven, y vio que Dios le había dado discernimiento.
1 Reyes 3:16-22 

Detrás de toda picaresca que haya detrás de hombres o mujeres lo que importa es que el otro viva y no sea objeto ni de venganzas ni de resentimientos. Si quieres saber algo sobre el tema puedes seguirlo aquí


26/12/15

Aprender de los tiempos difíciles.



Tiempos difíciles.

Todos pasamos por tiempos difíciles, son tiempos en los que no se pasa nada bien. La incertidumbre y la duda se apoderan de nosotros. Con ella vienen los miedos y la falta de confianza en uno mismo. A partir de ahí podemos llegar a sentir que nada tiene sentido y la desazón se apodera de nosotros. El foco está generalmente fuera de nosotros. Todo aquello que no sale bien o que no podemos alcanzar se convierte en nuestro principal foco. 

La mirada interior.

Mientras nuestra mirada se va hacia lo inalcanzable hay otra mirada que se pierde de algo importante: de nosotros mismos. ¿De qué estamos hechos realmente? ¿Qué es lo que nos mueve para que nos vengamos abajo? ¿Dónde están nuestros valores y la idea que teníamos de nosotros mismos? Y tal vez lo más importante, ¿qué aprendemos de nosotros mismos en los malos momentos?

Nuestro tipo de mirada.

  • La mirada positiva en la que todo se convierte en un reto, en la que todo nos conduce a dar más de nosotros mismos. La mirada que nos lleva a una acción de buscar alternativas, de sacar fuerzas desde nuestro interior. La mirada que da sentido a nuestra vida y nos muestra los mil y un motivos por los que tenemos que luchar. Es la mirada que, si echamos la vista atrás, podemos encontrar en los muchos episodios que hemos vivido en nuestra vida. Son los motivos y los porqués de los esfuerzos o de los ánimos que nos han conducido en todo momento por ese tipo de veredas.
  • La mirada negativa en la que nos instalamos y en la que esperamos que todo se resuelva desde fuera; la mirada en la que esperamos que nos salven y nos saquen las castañas del fuego. Es la mirada que nos hace sentir perdedores, pequeños, frágiles, inútiles e impotentes ante la situación. Nos enfocamos en el fracaso, en la debilidad, en la negatividad. Una situación que no nos conduce a ninguna parte.

Mirando hacia nuestro interior positivo.

¿Cómo podemos enfocar los momentos difíciles desde una perspectiva positiva?
  • Aceptación. Pienso que es el primer paso y e fundamental. Si no aceptas la realidad la mente estará lejos de ella y difícilmente podrás salir de ahí. Cuando alguien se está ahogando es muy difícil rescatarlo. Sus ganas de salvarse son tantas que pasa a la lucha irracional contra el que pretende salvarlo al punto de que puede hundirlo con él. Cuando se va la luz nos entra, a veces, el miedo. Pero cuando lo aceptamos podemos ver en medio de la oscuridad algunas sombras que siempre pueden convertirse en pequeñas referencias en medio de la oscuridad,
  • Utilizar los tiempos difíciles. Recuerdo una película, La Vida es Bella, en la que en un momento muy difícil y en un campo de concentración un padre convierte la situación en un juego del escondite. Puede parecer absurda la comparación pero no lo es. Si aceptamos la realidad tendremos la mente tranquila para poder pensar en las diferentes maneras de vivirla, sacándole todo el provecho que podemos. Tal vez ésta pequeña fábula te ayude a comprender:


  • La motivación. La motivación es una arma realmente poderosa. Hace que no perdamos el sentido de las cosas ni de lo que queremos alcanzar en la vida. Si la Vida es Bella no es más que una película, El Hombre en Busca del Sentido es la historia real de quien ha vivido en un campo de concentración y sabe lo que es vivir la contrariedad, el tiempo difícil y tener sus propios recursos internos para saber vivir el momento con el mayor de los optimismo y esperanzas. Siempre hay un motivo por el que vivir, por el que luchar y por el que levantarse en la vida. El motivo está dentro de nosotros. Y si no que se lo pregunten a tantas personas que han perdido movilidad, andan en sillas de ruedas, son ciegos, sordos, mudos, etc y están llevando vida mucho más completas que gente que no ha perdido absolutamente nada. Incluso compiten y lo hacen mucho mejor que muchísimos de nosotros.