21/1/13

LOS CUATRO ACUERDOS DE LA SABIDURÍA TOLTECA



  • No Supongas - No des nada por supuesto. Si tienes duda, aclárala. Si sospechas, pregunta. Suponer te hace inventar historias increíbles que sólo envenenan tu alma y que no tienen fundamento
  • Honra tus Palabras - Lo que sale de tu boca: ERES TU. Si no honras tus palabras, no te estás honrando a ti mismo; si no te honras a ti mismo, no te amas. Honrar tus palabras es honrarte a ti mismo, es ser coherente con lo que piensas y con lo que haces. Esto te hace auténtico y te hace respetable ante los demás y ante ti mismo.
  • Has siempre lo mejor que puedas - Si siempre haces lo mejor que puedas, nunca podrás recriminarte nada o arrepentirte de nada.
  • No tomes nada personal - Ni la peor ofensa. Ni el peor desaire. Ni la más grave herida.

18/1/13

Aprender en la dificultad


Es la experiencia la que nos curte a todos nosotros y la que nos hace crecer y desarrollarnos como personas. No es suficiente con "saber". Acabas los estudios y entras en el mundo del trabajo y notas que entre lo aprendido y lo que tienes que desarrollar hay un buen trecho. Algo parecido sucede cuando sacamos el carnet de conducir. Al principio vamos despacio y evitamos las grandes aglomeraciones y las carreteras más complicadas. ¿Quién no huye de la dificultad?

Poco a poco vamos cogiendo destreza en todo aquello que tenemos que desarrollar en la vida. Uno va conociendo lo que tiene que hacer y a medida que lo hace va cogiendo más seguridad y destreza. Pero muchas veces en la vida hay situaciones que te cogen desprevenido, que no te las esperas y que te golpean fuerte y duro; accidentes, problemas interpersonales, cambios de puestos de trabajo, despidos laborales, penuria económica y un largo sin fin de situaciones.

Hay momentos en los que actuamos con desconcierto, situaciones en las que nos hundimos, pero hay muchas en las que actuamos con destreza, Si echamos la vista atrás reconoceremos situaciones en las que hemos tenido que echar mano de las creatividad y del ingenio, situaciones en las nos hemos parado a pensar y hemos descubierto nuevos caminos. Todos, absolutamente todos, nos hemos enfrentado, en mayor o menor medida a estas situaciones. Todos, absolutamente todos, hemos salido airados en más de una situación. ¿Por qué? Por que todos tenemos los recursos dentro de nosotros mismos. Y si no los tenemos dentro los tendremos muy cerca.

Si conseguimos recordar algunas de estas situaciones y observamos cómo lo hemos hecho estaremos dando un paso muy importante pues nos daremos cuenta y seremos conscientes de esos recursos que hay dentro de nosotros y que ya hemos utilizado.

Así como ningún mar en calma hizo experto a un marinero, la experiencia que nosotros asumamos en los momentos difíciles nos hará expertos ciudadanos de la vida. No olvidemos que la naturaleza de por sí es contradictoria y está llena de contrarios: Paz y guerra, pobreza y riqueza, frío y calor, sequía e inundaciones, etc. Hay momentos de calma, pero los hay en los que tenemos que luchar contra la adversidad. Somos especie en evolución y lo hacemos en la medida en que resolvemos los problemas y, nunca mejor dicho "La solución es el problema", conocerlo para que conociéndolo sepamos tratarlo y venderlo.


17/1/13

El amor simplemente es


Hay quien cree que el amor es un sentimiento, una emoción, un compromiso o simplemente una relación que mostramos hacia los demás. En ésta frase Paulo Coelho nos invita a pensar que el amor va mucho más allá de todas estas calificaciones y acaba diciendo que el amor simplemente "es".

Yo recuerdo que siempre decía, y sigo diciendo, que somos imagen de Dios no por estar bautizados o porque Dios tenga una fisonomía un tanto humana o haya escogido la figura de Cristo para mostrarnos su amor de Padre. Somos imágenes de Dios en cuanto que somos, existimos y somos portadores de la misma vida y energía que el posee.

En la medida en que yo no renuncie a mi mismo, es decir, a lo que Dios, la Vida, ha hecho en mí soy amor. Y el amor es..........., dejar salir toda esa vida que yo llevo dentro. Dejarla salir libremente para que quien la vea la reciba y la goce. La libertad es la que me permite ser yo en cualquier circunstancia, delante de amigos y enemigos, en los años de dificultad y en los de bonanza.

El amor simplemente es, es la vida, la energía, la capacidad de seguir creando vida a mi alrededor a partir de lo que soy. Muchas veces nos sentimos insignificantes, tal y como una semilla que cuando se le permite ser y crecer se convierte en algo fuerte o endeble, con color de un tipo u otro, con su fragancia y con sus capacidades incluso medicinales. Y todo desde algo tan simple y pequeño como una semilla. La clave está simplemente en "saber ser", en "querer ser" y apreciar y vivir lo que "simplemente soy", Amor.


16/1/13

Dejar...........


Me encontré esta frase por el Facebook y me llamó la atención. Primero por la foto. La mano que sale del agua en busca de aire, de ayuda, de vida. Estéticamente me encanta la foto. Luego repare en el contenido, las posibilidades de elección que tenemos ante las circunstancias negativas de la vida.

¿Dejamos que nos marquen? ¿Cargar con el dolor todos los días y épocas del año? ¿Sentirse victimas de las circunstancias y de los demás? 

¿Dejamos que nos destruyan las malas experiencias y pasamos por la vida como muertos vivientes?

¿O sacamos el coraje y el orgullo que llevamos dentro para embestir la vida con fuerza?

La respuesta depende de pocas cosas, del sentido que le demos a la propia vida, a nuestra existencia, del papel que cada uno de nosotros cree que tenemos que desarrollar y de lo que realmente creemos que podemos llegar a dar desde nosotros mismos.

Nunca olvidaré la parábola del Hijo Pródigo, el momento en el que hijo ya comía hasta la comida que le echaban a los cerdos. Mala experiencia, pero buen momento para pensar y buscar salida. No era el momento para seguir comiendo la comida de los cerdos y sentirse hundido. No. Era el momento de pensar donde podía estar mejor. Y lo hizo. No se dejó llevar por el sentido del victimismo, ni de la culpabilidad ni del fracaso. Se dejó llevar tan sólo por la situación que quería alcanzar.

Y cuando tenemos claro lo que deseamos no importa el sentimiento de fracaso, ni el complejo de inferioridad por haber fallado. Cuando hay una ilusión y esa ilusión la ponemos en la mente, y de la mente la pasamos al corazón, es ahí cuando nos sacudimos el peso de la mala experiencia y caminando ligeros de equipaje conseguimos respirar aire limpio y transparente y recobrar la ilusión y la sonrisa de los labios.

"Lo que no mata, engorda", decimos. Lo que nos ha hecho o hace sufrir sirve para fortalecernos y conseguir nuevas herramientas para salir del hoyo. Y en nuestra mente tan sólo debería haber una frase que continuamente nos golpeara: ¡SI PUEDO!

15/1/13



¡Cuántas veces no hemos sentido esta lucha entre lo que dice la mente y nuestros valores y sentimientos! Es una lucha que siempre estará dentro de nosotros porque es común a todo ser mortal.

La vida está hecha de valores, de sentimientos y de cierta lógica. No siempre se ponen de acuerdo. Unas veces incluso están en campos totalmente opuestos y ello origina en nosotros una fuente de estrés bastante grande.

Hay quien dice que tenemos que seguir el camino que dictan los sentimientos. ¿Será verdad? No lo tengo muy claro. Los sentimientos ayudan a motivar y a darle alas a los sueños. La razón nos dice si nuestros sueños son reales o simplemente fantasías.

Hay momentos en los que hay que romper con el mundo de los sentimientos, podemos tener dependencias detrás de ellos que nos impiden avanzar. Aferrarse a emociones y sentimientos, a historias y a experiencias pasadas no siempre es lo mejor. La vida es un libro abierto y por escribir. Hay cantidad de experiencias que nos esperan por vivir y que a lo mejor no lo hacemos por miedos. Otras queremos hacerlo pero nos retienen ciertas o falsas esperanzas. 

No es fácil decidir, pero si es bueno alejarse de las emociones para ver con más claridad sin dejar de vista el sentido de la vida, lo que nos hace feliz y lo que queremos alcanzar.

13/1/13

Liberarse para llegar

Yo no sé si habrás experimentado alguna vez el miedo para poder conseguir algo que quieres en la vida. Si, el miedo es uno de los principales obstáculos que nos encontramos dentro de nosotros mismos. Nosotros mismos somos la principal dificultad que podemos encontrarnos a la hora de conseguir aquello que realmente queremos.

Es la inseguridad y la desconfianza, así como el miedo al fracaso, aquello que nos impide muchas veces arrancar y dar el primer paso hacia nuestro camino del éxito. Unas veces son personas las que nos frenan y las que nos desaniman. Otras veces pueden ser los miedos al ridículo de haber fracasado y de no haber llegado a la meta que pretendíamos.

Hay una frase en el evangelio de Jesús en la que, aunque parece bastante fuerte lo que el dice, que lo deja bien claro : "Dejad que los muertos entierren a sus muertos". Lo peor que podemos hacer en la vida, de acuerdo con lo que dice Jesús, es estar mirando hacia atrás y caer en una dependencia de personas o de situaciones en las que nos encontramos a gusto o que nos impiden crecer personalmente, mantener nuestra ilusión y buscar nuevos retos que nos ayuden primero a nosotros como personas y luego a todos aquellos que nos rodean.

Para llegar a la cumbre hay que ir ligeros de equipaje y lo fundamental es ir dejando a un lado todo aquello que nos impide caminar, todo aquello que no nos permite dar un nuevo paso en la vida. Hay que arrojar todo el lastre que llevamos a nuestras espaldas. Precisamente puede ser esté lastre el que no nos hace felices ahora y el que no permite que lo seamos después

Es por ello importante el tomar conciencia de todo aquello que nos ata en la vida, aquello de lo que dependemos sean personas o situaciones, valores o cosas materiales. Sólo podemos caminar en la libertad y como bien dice Jesús "La verdad nos hará libres" y la libertad es la que nos permitirá caminar hacia nuestra propia tierra prometida.

11/1/13

Vivir con pasión



Dicen que la felicidad consiste en vivir con pasión lo que uno hace. ¿Vemos a nuestro alrededor que la gente vive con pasión? Los que más la viven son los niños, sobre todo "cuando están en su mundo". Disfrutan del juego, de la compañía, de la soledad, de las manualidades. Viven lo que hacen hasta el punto de ignorar lo que pasa a su alrededor. 

A medida de que pasan los años nos vemos haciendo cosas de las que muchas veces no disfrutamos. Cuando esto sucede caemos en una situación de desmotivacion, de aburrimiento y de abandono de lo que hacemos. Tratamos de hacer lo justo y lo necesario. Otras veces, por el contrario, queremos hacer más de lo que podemos. La ansiedad se apodera de nosotros y el cumplir objetivos inalcanzables o en el momento que no le corresponde nos amarga la existencia.

Seamos sinceros, ¿Cuanta gente se siente satisfecha con lo que hace en la vida, ya sea trabajando, en sus relaciones o con el tipo de vida que lleva? Disfrutar de la vida, del trabajo, de las relaciones o de lo que dia a dia hacemos no es fácil. Ansioliticos y antidepresivos se han convertido en la enfermedad del siglo. ¿Por qué será?

Tal vez porque hacemos lo que no nos gusta en vez de meternos de lleno en aquello que nos satisface. Preferimos trabajar y vivir para otros haciendo lo que no nos llena, a desarrollar lo que nos hace sentir bien y con el consiguiente riego de vivir inseguros pero realizados por vivir lo que nos hace sentir alguien.

Ponernos retos a superar, no siendo obsesivos ni esclavos de ellos, es una de las señales de disfrutar de lo que se vive. El niño quiere más, no se conforma. Se lo toma como un juego. Ni gana ni pierde, disfruta intentando superar los diferentes niveles. ¿Y cuando se aburre? Simplemente cambia y disfruta de lo siguiente.

¿Qué es lo que te hace disfrutar en la vida y no lo estas haciendo ahora? ¡No pierdas tiempo! ¡Disfruta de la vida!


10/1/13

Imaginación al poder


Hoy quiero presentarte toda una serie de fotos que versan sobre la creatividad humana. Todos estos artilugios tienen algo en común: intentar resolver una necesidad o una incomodidad que sentimos todos en algún momento de nuestra vida.

Se dice que hemos pasado de la era del capitalismo a la del talentismo. Los que desarrollen su ingenio, su talento y sus cualidades son los que saldrán adelante de forma más clara en ésta sociedad en la que se lucha por estar a flote.

Todos tenemos talentos, cosas que se nos dan bien, pero que tenemos a medio pulir y desarrollar. ¿Qué podemos aportar con aquello que se nos da bien? A veces, como es el caso de la foto de las cervezas en la nevera veremos que son cosas supersencillas. Todo estribar en descubrir las necesidades que uno ve en si mismo y en los demás y echarle imaginación.



























9/1/13

¿Fue la culpa del cha cha cha o de nuestras decisiones?



Tenemos una rara costumbre de culpar a nuestro pasado, a la educación recibida o bien a nuestras capacidades físicas de muchos de nuestros males y de las cosas que no podemos lograr en la vida. Instalarse en el mundo de la queja y de la disculpa nos resulta realmente fácil y nos ayuda a justificar los logros que no somos capaces de alcanzar.

Es cierto que todos somos parte de una herencia. Hemos sido educados de una forma concreta, con unos valores específicos y a lo largo de nuestra vida hemos utilizado cantidad de actitudes para defendernos del mundo hostil que nos rodeaba, bien como niños,l adolescentes, jóvenes o adultos. Utilizábamos los recursos que encontrábamos dentro de nosotros mismos.

También es cierto que nuestro cuerpo es el que es y que con él creemos que podemos hacer todo lo que hacemos y que no damos más de sí. 

Somos un componente tanto de la educación recibida como de la herencia biológica que tenemos dentro de nosotros mismos. Pero hay una parte de la ecuación que está incompleta. Si somos conscientes de todo lo que hemos recibido, tanto desde el punto de vista genético como desde el educacional o familiar, también tenemos que ser conscientes de que somos nosotros, HOY, los que tomamos decisiones nuevas cada día, y que no podemos excusarnos en el pasado para dar pasos nuevos de futuro.

Hay claros ejemplos, desde el punto de vista físico, como el de una madre sin brazos, Adriana, que no se esconde en su minusvalía para desarrollarse más como madre y y como persona. Todos conocemos el caso de Nick,otra persona con un gran índice de minusvalía que se ha superado a sí mismo y a su carga físico corporal para realizarse como persona y hacer lo que que posiblemente muy pocos de nosotros haríamos en su lugar. Otro tanto podríamos decir de Tony Melendez y otros tantos que dejan claro que no podemos claudicar por el pasado o por una herencia genética. Es el poder de las decisiones que tomamos ahora las que ayudan a centrarnos, no en lo que hemos recibido, sino en lo que queremos darnos a nosotros mismos y dar a los demás.

La vida no consiste es vivir simplemente con lo que tenemos, sino con lo que somos capaces de generar con aquello que hemos recibido de la vida y de los demás.Son nuestras decisiones las que libremente nos determinan.


8/1/13

Disfruta de lo que eres


Hay quien tiene su mente constantemente en el futuro, en lo que debe ser hacer o lograr a realizar. Los hay, por el contrario que su mente es un auténtico museo de circunstancias negativas vividas que le traen de cabeza con remordimientos o arrepentimientos. Uno de mis lemas es que ni el ayer ni el mañana no existen. Tan solo el hoy es la realidad vigente y depende de mí lo que hago hoy y el paso que doy hacia el mañana.

Lo vivido vivido está y no hay vuelta de hoja. Hemos hecho, acertada o erróneamente, lo que hemos podido hacer en esos momentos. Seguramente lo hemos disfrutado y, a lo mejor, en un momento determinado nos ha decepcionado. Todo ha tenido su tiempo y su momento. Lo importante es saber disfrutarlo.

Pensar lo que debo ser y a donde quiero llegar es bueno a lo hora de saber que decisiones tomar y que camino coger. Pero angustiarse y vivir de forma preocupada lo que al hoy todavía no le corresponde es un absurdo, primero porque lo que ha de venir tiene su tiempo y el querer vivirlo de forma precipitada será una fuente de stress, de ansiedad y de angustia, además de ser algo que me impedirá vivir el presente.

No hay nada como saborear lo que soy y lo que hago, aunque me equivoque. De las equivocaciones, y quien no las ha tenido, también se aprende.


7/1/13

Entre la realidad y la fantasia



Hoy ha sido uno de esos dias en el que, al menos en España, la ilusión y la fantasía por ser el Dia de los Reyes Magos, donde en cada casa no suele faltar la sorpresa de los regalos, la he vivido de una manera especial.

Mi hija, que está a punto de cumplir diez años, ya venia desde hace unos meses preguntando sobre la identidad real de los Reyes Magos. Sabia que los padres somos los Magos que depositamos los regalos bajo el árbol de Navidad o al lado de los zapatos de cada uno.

Durante estos últimos dias estaba tan metida en la festividad que no cesaba de buscar un regalo para la madre, para mi, para sus dos hermanos y su cuñado. Ella quería ofrecer parte de su generosidad y agradecimiento para cada miembro de la familia,

Ayer por la tarde mientras íbamos a la Cabalgata de los Reyes Magos me dice:

Papa, ¿Puedo hacerte una pregunta?

Por su puesto, cariño. Le respondí.

¿Los Reyes que vamos a ver son reales?

¿Tu que crees? Le dije yo.

Se quedó en silencio.

Es parte de la magia, le respondí.

Vimos la Cabalgata, compramos un par de regalos más que le quedaban y nos volvimos a casa.

Se volvió con la ilusión de cualquier otro niño.

Y mientras yo pensaba: ilusión y generosidad, fantasía e ingenuidad, magia y amor. Valores que se esconden detrás, no solo de mi hija, sino de quienes creen y quieren la sonrisa de los demás.


4/1/13

Superandose



Leía hoy una bonita historia sobre una persona que atraviesa muchas dificultades en la vida, y sobre todo las atraviesa desde que decide abrazar la fe en Dios. Hay gente que se lo hace notar y el contesta que como en su trabajo tiene que saber curtir el hierro y acero a base de martillazos, así en la vida tenemos que crecer todos nosotros.

La vida no está exenta de esta serie de situaciones en las que el dolor de una forma natural se incorpora a nuestra vida. Desde las mismas molestias de una simple enfermedad hasta situaciones familiares, laborares y económicas estamos llamados a saber hacer frente a dichas situaciones. Hoy acaba de fallecer una persona en Valencia que se quemó a lo bonzo por no resistir la situación económica labora que estaba padeciendo. Otros se quitaron la vida hace unos meses lanzándose de su piso a la calle al no poder pagar la hipoteca que le debían al banco. Hay situaciones en las que la vida nos aprieta y nos cuesta seguir adelante. Unas veces arrojamos la toalla, otras embestimos con agresividad tal y como lo hace el toro que está a punto de morir, mientras que hay otras situaciones en las que nos dejamos llevar por la desilusión y caemos en la depresión.

El formador de hierro y acero hace sus obras a puro golpe, con calor que daña hasta las entrañas al mismo material hasta que al final quede una bella obra de arte. Luz y Oscuridad, Día y Noche, Calor y Frío, Amor y Odio, Siembra y Cosecha, Huracanes y Remansos de Paz, son elementos naturales y antagónicos de la misma vida.

Los momentos bonitos los disfrutamos, y los momentos difíciles los enfocamos hacia un nuevo proceso de aprendizaje del que podamos crecer como personas y como profesionales. Desde que nacemos hasta que nos morimos estamos en proceso. Tan sólo una pregunta es la que nos puede animar. ¿hacia donde me pide la vida que crezca, que me dirija, que evolucione? De la misma manera que las raíces desde el fondo de la tierra buscan la luz, ¿por qué nosotros en los momentos de tinieblas también?


3/1/13

¿Verdades absolutas?




Créete a los que buscan la verdad,
desconfía de los que aseguran
haberla encontrado.

André Gride

A mi, personalmente, me dan miedo las personas que creen haber encontrado la verdad, entre otras cosas, porque a partir de que se lo creen se cierran a cualquier beneficio que pueda venir desde otro angulo de la vida.

Siempre me han dado miedo estas personas y me he sentido un tanto incomodo, entre otras cosas porque lo único que prevalece es lo que ellos piensan, intuyen, ven, creen y sienten. Hablar y dialogar con ellos es entrar en un dialogo de sordos. Tal vez, la apertura que tu tienes te enriquece y te ayuda a encontrar más verdades escondidas alrededor de cada rincón de la vida, que la única, absoluta y cerrada verdad de ellos.

Me encanta la duda porque te mantiene en vilo, en búsqueda, abierto a lo que otros dicen y creen. Es duro vivir en ella, pero el recorrido por la vida con ella hace que estés abierto a muchas verdades, colores, experiencias y sentimientos. La monotonía no te permites ver y experimentar sino siempre lo mismo. La duda te hace descubrir nuevos caminos, actitudes y valores.

Dicen que "perro que ladra, no muerde". A veces quienes ladran y permanecen inmóviles en sus verdades lo único que hacen es una llamada de atención y mostrar la debilidad de sus creencias y verdades por miedo a que puedan fallar en su momento. Son complejos de superioridad basados en una inferioridad manifiesta. 

¿Cuál es el beneficio de la duda? El enriquecimiento. ¿Cuál es el perjuicio de las certezas? El empobrecimiento de no estar abierto a conocer otras verdades.Además, quien está seguro de sus verdades, ¿Por qué no abrirse a otras? Nada perderá con abrirse a ella, si no son ciertas simplemente no habrá que asumirlas, pero por lo menos aprendes de ellas. ¿No crees?


2/1/13

Y vuelta a empezar



Las personas vivimos de símbolos, de imágenes, de señales que nos van recordando de donde venimos y a donde vamos. Una de ella el inicio del año, una fecha llena de objetivos, metas, ilusiones y sueños a alcanzar. Hay quienes se toman las fechas actuales como un día más, pero nunca está mal el recordar lo que queremos, lo que buscamos y a que distancia estamos de ello. Estas fechas son buenas para eso, incluso para cuestionarse el porqué alcanzamos o dejamos de alcanzar aquellas cosas que nos proponemos.

Lo que si es conveniente es fijar plazos. Podemos querer algunos objetivos en el mes de Enero, otros en Diciembre. Lo mejor es saber hasta donde queremos llegar y dividir esas metas en otras más pequeñas que nos ayuden a evaluar semana tras semana, mes tras mes o trimestre tras trimestre lo cerca o lo lejos que nos podemos encontrar de tal metas u objetivos. No poner fechas es dejar que las cosas vaya un tanto a su ritmo sin ningún plan de exigencia y de poder verificar poco a poco si estamos en el camino correcto. Ello nos ayudará a no dejarnos ir y ver como al final, la falta de método hace que no consigamos lo que queremos. Además no hay nada más bonito que ir esculpiendo día a día el proyecto, saborear y gozar de él. 

Estamos en un momento de replantearnos nuestras metas y objetivos, la forma en como lo estamos haciendo y nuevas maneras de poder lograrlo. Siempre es bueno un alto en el camino, un momento de reflexión y un momento en el que recargar las pilas.




31/12/12

2012



Se nos va otro año. Pensamos en el próximo que vega. Lo queremos un poco mejor do lo que tal fue éste. A nuestra mente se asoman las nuevas perspectivas y metas que nos gustaría alcanzar pero siempre nos queda algo importante atrás: el balance de lo aprendido durante todo este año que se acaba. "Nada se va, como dice la frase, hasta que nos haya enseñado lo que necesitamos saber". La pena sería que el año se vaya si haber aprendido algo, bien de nuestros aceirtos o errores, bien de los aciertos o errores de otros.

Pasar página de un año, de una situación y de una experiencia sin haber aprendido de ella es negarnos a vivir de forma plena y total. Es más, el futuro que tenemos que construir se basa en las lecciones aprendidas a lo largo de la vida, del tiempo, de nuestras experiencias.

Tomemos unos minutos, una hoja y un lápiz y hagamos el balance de todo un año que dejamos atrás. Al final del día brindaremos no sólo por el año que entra, sino por lo que hemos aprendido del que queda atrás. Las copas, los besos y abrazos si tendrán sentido después.

28/12/12

El silencio, ¿un amigo o un traidor?



Era uno de esos momentos cruciales que todos tenemos en la vida, un momento en el que tenía que tomar una decisión de dejar atrás cierta estabilidad, amigos, familia, el entorno geográfico en el que había nacido y muchas cosas más. Era uno de esos momentos en el que le dabas vueltas a la cabeza entre los pros y los contras de una decisión a tomar.

Siempre hay alguien a tu lado que te aconseja, te dice lo que debes hacer o lo que no. Muchas veces son amigos, otras conocidos y en otras meros guías de la vida que acostumbran a ayudar a los demás. La decisión estaba ahí, dentro de mi cabeza fraguándose, y más que fraguándose buscando una de esas señales, palabras o ademanes que te invitan a dar el paso. Pero en esa ocasión la persona que estaba a mi lado, bien consciente de lo que en mi se fraguaba, simplemente guardaba silencio. Un silencio que a mi me parecía traidor, frío, distante y que más que sentir la cercanía de ese amigo lo que me hacía sentir era distancia y desinterés hacía mi.

Pero mira por donde que a lo largo del tiempo he descubierto que en la soledad, en el silencio se fraguan las grandes decisiones, de las que uno es artífice y responsable, de las que no puedes culpar a nadie y de las que te desnudan ante la propia realidad haciéndote ver tus miedos a la vez que tus cualidades. Un silencio que te aleja de los condicionamientos que muchas veces los más allegados tienen de forma inconsciente hacia uno impidiéndonos tomar decisiones libres, maduras y objetivas.

El silencio es un tanto traidor tanto en cuanto te hace sentir que los demás no te apoyan o están lejos de ti, pero resulta enriquecedor cuando te hace pensar, alinear los valores que quieres conseguir o vivir y en cuanto te pone a ti mismo, desnudo tal y como eres, ante la pura realidad. Unas veces te sientes pobre e indefenso, otras en cambio, te sientes fuerte y capaz de conseguir lo que quieres.

El silencio es ese gran amigo que me ayuda ser yo mismo y a confiar en mi mismo como ser capaz de encontrar las salidas que la vida me pone ante mí. Es el gran desafiante que me hace dudar a la vez que me hace confiar en mi mismo.


27/12/12

Entre el fuego y el agua



Entre el fuego y al agua, entra la vida y la muerte, entre la luz y las tinieblas, entre el bien y el mal,  siempre eran los símbolos  que había que escoger a nivel bíblico. Y todo se reduce a una cosa muy importante, en la vida hay que saber escoger. De nuestras decisiones depende todo aquello que podamos cosechar o alcanzar en la vida.

Hay una decisión que siempre me ha llamado la atención a nivel bíblico, y aunque no deja de ser una alegoría, siempre lleva una gran carga de realidad y siempre ha gozado de la incomprensión de muchas personas. Es la decisión de Abrahám de sacrificar a su hijo, el prometido, a petición del mismo que se lo había prometido y regalado, Dios.

Un hijo representa, generalmente, lo máximo. Cuando tomamos decisiones solemos pensar en ellos y sopesar los pros y los contras. La decisión de Abrahám parece ir por derroteros totalmente contrarios. ¿Podemos llegar a sacrificar a un hijo simplemente porque Dios, la Vida, nos lo pide? Si lo miramos desde un punto de vista meramente físico tendría que decir que no, que es un absurdo, pero muchas veces tenemos valores, sentimientos, creencias que son muy importantes y que frenan nuestra capacidad de decidir, de vivir, de crecer, de generar vida hasta el punto que si no la generamos jamás podremos compartirla con los demás por el simple hecho de no tenerla dentro de nosotros mismos.

La decisión de Abrahám no la veo, pues desde la renuncia, sino desde la elección de ser libre para dar vida hasta el punto que cuando eres libre recuperas los valores, en su caso el hijo, porque como bien dice Jesús, "La verdad. nos hará libres".

La invitación que Jesús nos hace, su modelo de vida, es el de la libertad, el de la no dependencia no de las personas ni de las propias creencias, libertad que nos permita ser y crecer, pero crecer de verdad, generando vida para poder ofrecerla a los demás. Si miramos hacia lo que renunciamos, la cosa se pone dura y difícil. Si miramos hacia lo que elegimos nuestra mirada estará puesta en lo que queremos alcanzar y como dice Gandhi, el mérito y la recompensa está en el proceso que realizamos y no tanto en la meta que alcanzamos. Elegimos, al final, entre lo que nos conviene y lo que no, entre lo que nos hace sentir que somos alguien en la vida y los que nos sentimos muertos en vida.

21/12/12

El fin del mundo



Es curioso como hay mucha gente predispuesta a pensar en la tragedia y a augurar los peores presagios para la vida. Durante estos días se ha estado hablando sobre el fin del mundo que tenía que acontecer en el día de hoy. Hace unos años pasó otro tanto de lo mismo por entrar en el año 2.000 y hace muchos años, cuando era pequeño, recuerdo a una persona calva y con barbas subirse al altar, interrumpir la misa y decir en voz alta a todo el mundo que el fin del mundo estaba próximo.

Hoy, una vez más y como puedes comprobar, la vida sigue adelante y seguirá por mucho tiempo más. Los únicos que nos vamos o nos transformamos somos nosotros cuando dejamos este cuerpo material. Pero lo que me hace reflexionar sobre toda esta historia es la cantidad de veces que vivimos con el miedo en el cuerpo para sufrir por algo que no va a suceder. Hoy, por ejemplo, vemos como mucha gente se ha gastado cantidad de dinero en refugios para evitar lo que en sí sería inevitable. El miedo nos paraliza y aprisiona no permitiéndonos muchas veces gozar de la misma vida.

Me pregunto que sentirán todos aquellos que se han gastado tanto dinero y tantas palabras en advertir a los demás sobre algo que no ha sucedido. Es lo mismo que yo me he preguntado por la cantidad de tiempo perdido y de energías que he malgastado por miedos sin ningún tipo de base con los que yo he vivido. 

La mejor manera de vencer el miedo, además de estar bien informado de aquello que nos atemoriza, es vivir el día a día. Hay cosas que sucederán que yo no podré cambiar. Ahí me adapto o pierdo el tiempo preocupándome.por algo que no puedo cambiar. Vivir el momento ya trae consigo muchos retos y muchas vivencias que nos hacen gozar, aprender de la vida y desarrollarnos como personas.

Tal vez para muchos el fin del mundo llegue inesperadamente tras una enfermedad, un accidente o cualquier otra circunstancia, pero mientras tanto, a vivir......... Y todo esto es aplicable a muchos o a todos los miedos que solemos tener en la vida y que no nos permiten vivir o tomar decisiones. Por eso insisto, ¡a vivir, que son dos días!




20/12/12

Coraje



“Admiro a las personas que 
con el corazón roto y lleno de problemas, 
pueden levantar su mirada, sonreír y decir: 
“estoy bien”.

Emilio Duró

No es fácil en circunstancias duras de la vida el caminar bien erguidos y mantener la sonrisa en los labios y la actitud firme y positiva en lo que se necesita alcanzar. Nos dejamos llevar por sentimiento, emociones y muchas de las frustraciones que nos trae la vida en sí. Lo más normal es encontrar personas que tiran la toalla, se dan por vencido o adoptan una actitud totalmente pesimista que les quita la sonrisa de los labios.

¿Qué hace que ante situaciones difíciles se mantenga el ánimo intacto? El sentido de la vida y la motivación que ésta lleva consigo.

El sentido de la vida es la brújula de todo lo que hagamos y dejemos de hacer. ¿Qué hago yo en esta vida? ¿Tengo alguna misión? ¿Qué es lo que hace que cada mañana me levante y salga de casa? Tener un motivo para vivir es lo fundamental porque ese motivo es el que nos da la gasolina para ponernos en marcha cada día.

La falta de ilusión es el detonante para no seguir luchando. La capacidad de ilusionarse es precisamente lo que hace que nuestra motivación aumente y pongamos metas y sueños por los que luchar y afrontar los problemas.

Cuando los obstáculos se nos interponen la ilusión y la motivación hacen que nosotros, al igual que el agua, busque cualquier camino para conseguir lo que se quiere. La ilusión, al igual que la fe, mueve montañas.



19/12/12

Dejar ir....



Cuando la gente se aleja de ti,
déjalos ir,
no es que sean malas personas,
solo que su parte en tu historia
ya se terminó.

Una de las cosas más difíciles a las que nos enfrentamos muchas veces la soledad, la ausencia o el abandono de aquellos que nos van dejando por el camino de la vida. Unas veces puede que sea el afecto, otras la dependencia que tenemos de las personas y otras la necesidad que podemos tener de los demás por lo que ellos aportan a nuestra vida. Hay un momento para caminar juntos y otro para despedirnos y dejar ir.

En el Evangelio podemos encontrar un momento en los que la gente comienza a abandonar a Jesús. Pedro, un tanto preocupado, lo comparte con el Maestro y éste le dice: ¿Tú también quieres irte? Pedro le  respondió: ¿A donde iremos, Señor, si tu tienes palabras de vida eterna? Juan el Bautista, por otra parte dejó que Jesús pasase a ser la figura principal siendo el un profeta. No es nada fácil quedarse solo o en un segundo plano.

Unas veces la soledad nos pone a prueba frente a nosotros mismos, hacia nuestra propia credibilidad y autoconfianza. Otras veces requiere de nuestra capacidad de reacción y de ser capaces de asumir por nosotros mismos la propia realidad de la vida. Pero lo que si es cierto es que en todo el proceso de nuestra vida hemos ido dejando gente, que han sido uña y carne con nosotros, en el camino, unos con más dolor que otros. Lo hemos hecho desde la más tierna infancia hasta hoy en día. Lo hemos visto en el colegio, en la familia, en el trabajo, en nuestras relaciones.

Son momentos duros, pero momentos en los que nos ponemos a prueba a nosotros mismos; momentos en los que estamos llamados a crecer, a madurar, a progresar y a reinventarnos. Los momentos así, son momentos en los que nos desprendemos de aquello que ya no tiene sentido en el momento que vivimos, y como dice Emilio Duró no es que las personas sean malas, sino que su parte de la historia acabó en la nuestra. Hay que ir cerrando círculos, como diría Paulo Coello, y seguir escribiendo nuestra propia historia. Es esa parte de la historia en la que la humildad nos pide, simplemente, seguir siendo nosotros mismos.

Dejar ir, soltar, desprenderse. 
En la vida nadie juega con las cartas marcadas, 
y hay que aprender 
a perder y a ganar. 
Hay que dejar ir, 
hay que dar vuelta a la hoja, 
hay que vivir sólo lo que tenemos 
en el presente…

Paulo Coello