29/2/16

Vivir en positivo.


La realidad.

todos los días entablamos bellas batallas entre lo que nos gusta y lo que detestamos, entre lo que queremos y lo que rechazamos. Batallas entre el amor y el odio, entre la paz y la guerra. Es una guerra que viene desde lo más antiguo de la civilización.

Ya en su día puse aquí la historia del viejo indio que hoy vuelvo a plasmar:

Una noche un anciano indio Cherokee le contó a su nieto la historia de una batalla que tiene lugar en el interior de cada persona. Le dijo: “Dentro de cada uno de nosotros hay una dura batalla entre dos lobos. Uno de ellos es un lobo malvado, violento, lleno de ira y agresividad. El otro es todo bondad, amor, alegría y compasión”. El nieto se quedó unos minutos pensando sobre lo que le había contado su abuelo y finalmente le preguntó: “Dime abuelo, ¿cuál de los dos lobos ganará?”.Y el anciano indio respondió: “Aquél al que tu alimentes”

Es curioso, ¿verdad? Y parece lógico del todo. Pero hay una cuestión que me llama la atención y es que siendo consciente de la batalla que se libra en nuestro interior, ¿somos conscientes de la parte que estamos alimentando?

Me temo que la mayor parte de las veces optamos por alimentar la parte negativa. Lo hacemos de forma inconsciente, pero lo hacemos. Ello nos lleva a mantener una actitud negativa en nuestra vida que es muy difícil de cambiar. Ya lo decía Einstein:


En realidad es triste, es triste que no solamente los prejuicios se instalen en nuestra mente y sean difíciles de desinstalar. Son dañinos como ellos solos y condicionan nuestra vida para mal. Nos impiden crecer y avanzar. Lo peor de todo es que buscamos una y otra vez todas las pruebas habidas y por haber para confirmar la negatividad de nuestras ideas. Y si no las encontramos, las seguimos buscando.

El cambio.

¿Es posible cambiar las ideas y los prejuicios que nos impiden vivir y crecer con normalidad como personas? Lo es. ¿Cómo? Creo que hay dos pasos fundamentales.
  • Tomar consciencia de nuestra forma de pensar y tener la valentía de darle un margen de error. El fundamentalismo y la excesiva seguridad siempre pueden cerrarnos a la verdad como tal. ¿Cuántas veces a lo largo del tiempo nos hemos dado cuenta de que estábamos equivocados? El margen de duda y el ser conscientes del daño que nos provoca enfocarnos siempre en lo negativo de la vida y de los demás es el principio del cambio. No hay cambio si no hay consciencia de la realidad y de la necesidad en nuestra vida.
  • El otro paso es consecuencia del primero y no es fácil. Es comenzar a pensar de manera diferente. Hay usos y costumbres que nos invitan a ello. "Antes de entrar, dejen salir" Hay que dejar salir nuestras ideas para que puedan entrar otras. Pero hoy me gustaría decir casi lo contrario. Tenemos que llenarnos de ideas nuevas y positivas para restarle importancia a las negativas. ¿Qué gano yo luchando contra las negativas? Tenerlas presente. ¿Qué gano yo potenciando las positivas? Dejar que se instalen en mi. Así como si de un mantra se tratara hay que estar repitiéndose una y otra vez las ideas y mensajes positivos que queremos darnos. ¿Cuál es la mejor manera? Comenzar a escribir en un papel las muchas ideas positivas y tenerlas a la vista. ¿Estamos leyendo un libro? Pues que haya un papel con un mensaje positivo que nos lo recuerde. ¿Qué vamos por la calle? Podemos echar mano de la cartera y leer y tener presente el mensaje positivo. ¿Qué nos levantamos por la mañana? Pues elegir la frase del día que nos ayudará a vivir cada circunstancia de forma positiva.
  • La vida está llena de situaciones positivas que los mensajes negativos nos impiden ver. En esos momentos siempre podemos preguntarnos. ¿hay "algo, algo" de positivo en ello. Es cuestión de buscarlo porque aparecerá.

26/2/16

Las 4 fases del éxito.


El origen está en nuestra mente.

Dicen que el éxito comienza siempre por una idea que se planta en la cabeza de alguien. Ciertamente es en ella donde comienzan a forjarse todos los logros que se han alcanzado hasta el momento, como los que tenemos que alcanzar en un futuro. Es el poder de las ideas, el de la mente, el de nuestra capacidad de razonar.

Las 4 fases.


No todo está en la mente. Hay otras partes que forman una parte muy especial e indispensable del éxito.
  • La imaginación es el inicio. Si hace tan sólo 50 años nos dijeran que todo lo que tenemos en nuestras manos sería una realidad nos tomarían por locos. Pero ahí estaban los grandes genios de la humanidad, imaginando cualquier cosa que pudiera ser útil, bien para curar una enfermedad, alargar la vida, comunicarse más rápidamente a través de nuevos transportes, medios de comunicación, etc. ¿Quién se podría imagina hace 50 0 40 años que internet podría revolucionar el mundo de tal manera? Imagínate algo y si tu no lo consigues tal vez otro lo conseguirá. La gran pregunta es: 
  • ¿Tenemos todos la capacidad, o mejor dicho, el deseo de imaginarnos una realidad, mejor, diferente?
  • ¿Qué cosas pasan hoy por mi mente que podrían aportar un valor añadido a mi existencia o a la vida de los demás?
  • ¿Es importante para mí imaginar como puedo aportar a la vida?

  • El deseo es el paso siguiente. No basta con imaginar. Hace falta desear. ¿Qué implica el deseo en nuestra vida? Simplemente las ganas de hacer u obtener algo. El deseo es el acompañante de la imaginación. Mejor dicho, no es el acompañante sino que es el que potencia y desarrolla la imaginación. El deseo de acabar con la enfermedad, de llegar más rápido o cómodamente a un sitio, de no encontrarse tantas trabas a la hora de realizar algo que te gusta. No se si la imaginación nos lleva el deseo o más bien el deseo a la imaginación. Todo nace de encontrar una solución a los problemas o necesidades de la vida, o a la necesidad de dar rienda suelta a todo aquello que vive dentro de nosotros y necesitamos expresar o expandir fuera de nosotros. Si hoy tuviéramos que preguntarnos a nosotros mismos.
  • ¿Qué deseos me gustaría realizar de aquí a una semana?
  • ¿Qué deseos me gustaría complacer de aquí a cinco años?
  • ¿Qué deseos me gustaría satisfacer a lo largo de mi vida?
  • ¿Tengo deseos? ¿Puedo verme e involucrarme en la satisfacción de ellos?
  • El deseo es real cuando me lleva a la imaginación y a involucrarme en la satisfacción de los mismos.

  • Creer es poder. De nada sirve desear e imaginar si no creo en ello. La creencia de que "puedo" conseguirlo y alcanzarlo es lo que va a incrementar la fuerza del deseo y de la imaginación. Creer en uno mismo y en lo que se persigue es un requisito indispensable para que se genere el deseo y se alimente la imaginación. Si no hay esa autoestima y creencia en uno mismo y en su sueño ningún deseo y ninguna imaginación que se tenga serán suficientes. Creer hace que te pongas en pié, en búsqueda, en actitud, en estado de alerta para buscar señales en la vida diaria. Creer es lo que estimulará el resto de las actitudes.
  • ¿Realmente creo en mí y en mis posibilidades?
  •  ¿Creo en mis sueños?
  • ¿Cuáles son las actitudes que reflejan esa creencia en mí y en mis sueños?
  • ¿Qué hace que dude de mi mismo?
  • ¿Qué tengo que hacer para creer más en mí y en lo que persigo?

  • Entusiasmo. Yo creo que es el elemento más visible de todos. Es algo que se ve a las leguas. Yo se cuando mi hija se va a levantar de prisa y corriendo sin necesidad de que la despierten: cuando tiene una excursión o una actividad especial, cuando va a viajar, cuando tiene que ir con la hermana o el hermano. El entusiasmo lo vemos en la cara de alegría, en la rapidez de movimientos, en la no necesidad de que te recuerden lo que tienes que hacer, en la puntualidad con la que acometes todo y, sobre todo, que cuando hay un obstáculo casi no lo ves porque estás tan centrado en lo que quieres que buscas la manera de conseguirlo. El obstáculo se convierte en reto.
Cuatro elementos de un menú que formar parte de la vida diaria de cada uno si quiere conseguir que la vida sonría día a día.




25/2/16

Problemas es igual a oportunidades.


Llamados a transformar.

Estamos llamados a transformar las cosas, la vida, las experiencias, las ideas. como dictaba el viejo dicho de Heráclito: "no nos bañamos dos veces en el mismo río". El constante devenir y transformación de la vida, el movimiento y el cambio, eran considerados como la esencia de la vida.

Esta frase de Peter Drucker creo que es importante no solo para los líderes sino para cualquier ser humano. Nos venimos abajo muy fácilmente. Vemos más los aspectos negativos que los positivos de la vida y no nos damos cuenta de que la vida es constante cambio y que cada cambio encierra siempre una gran oportunidad para quien sabe aprovecharlas. Bien se podía traer a colación el dicho de "a río revuelto, ganancia de pescadores". Las oportunidades están en los momentos de cambio de nuestras vidas.

Actitud frente al cambio.

¿Qué actitud solemos tener ante el cambio y por qué? Es una gran pregunta que cada uno de nosotros tiene que responderse a si mismo ya que la respuesta reside dentro de cada uno.
  • El cambio siempre tiene un aspecto en el que hay dos fuerzas antagónicas que luchan en nuestra mente: "Dejar, soltar, olvidarse, pasar página, etc. contra la idea de Innovar, elegir, libertad, aprender, adaptarse, crear y avanzar, entre otras cosas. Cuando optamos por la libertad y nos encaminamos hacia la tierra prometida siempre nos acompañará una sombra que intentará frenar nuestro camino, la sombra de las "cebollas de Egipto" frente a la incomodidad del desierto y de la zona que ahora llamamos de "incomodidad y de inseguridad". Miedo a lo desconocido frente a lo malo ya conocido pero que nos da cierta seguridad".
  • Curiosamente se da otro aspecto que no solemos valorar en sus términos precisos y que está relacionado con el punto anterior, pero que es mucho más profundo. ¿Somos realmente libres? ¿Deseamos en verdad la libertad? Si nos dejaran caminar por cuenta propia, ¿lo haríamos? Erich From quizás lo describe muy bien en su libro "El miedo a la libertad". ¿Miedo? Si, el miedo a encontrarse uno consigo mismo. No recuerdo quién decía que si quieres que todo el mundo te rechace "se libre, expresa todo lo que piensas s sientas", poco a poco verás como la gente te va dejando sólo. Eh ahí el miedo del que hablaba From. La libertad nos lleva ser nosotros mismos frente al mundo sin sentirnos coaccionados ni por nada ni por nadie a ser nosotros mismos en lo que creemos, sentimos y buscamos. Es por ello que el segundo aspecto ante las oportunidades exige la libertad de no sentirse condicionados por ningún aspecto de la vida, ser libres para poder transformar nuestra vida y realidad como una oportunidad que nos da la vida, pero este tipo de oportunidades no todo el mundo las quiere. Las que si se buscan y quieren son las que nos dejan en nuestra propia zona de confort.
Había una mujer desecha en lagrimas que se acerco hasta el Buda. Y con voz angustiada y entrecortada, le dijo: 
- ”Señor, una serpiente venenosa ha picado a mi hijo y probablemente vaya a morir. Dicen los médicos que nada se podrá hacerse ya”. Así que el Buda le dijo: 
- ”Mire buena mujer, vaya a ese pueblo cercano, tome un grano de mostaza negra de aquella casa de la que no haya habido nunca ninguna muerte, si me lo traes , curare a tu hijo”. 
La mujer fue de casa inquiriendo si había habido alguna muerte y comprobando que no había ninguna sola casa en la que no se hubiera producido alguna muerte. No pudiendo conseguir dicho grano de mostaza que le había solicitado el Buda, regreso a la casa del Maestro. Le comentó: 
”Señor no he encontrado ninguna sola casa en la que no hubiera habido ninguna muerte”. 
Así que el Buda, con infinita ternura le dijo: ” ¿Te das cuentas buena mujer?. Solamente hay una Ley en el Universo y esa Ley no esta sometida al cambio y es la que todas las cosas cambian y la de que ninguna es permanente”.
Todo cambia, y dentro del cambio, lo bonito y lo sabio es encontrar oportunidades. Son momentos para crecer.



24/2/16

Amor y Coraje


La fuerza del amor.

Hace muchos años había un programa de radio en España que se llamaba "Operación Plus Ultra" que daba a conocer casos de niños que tenía una actitud heroica al hacerse cargo de una serie de circunstancias en su vida que llamaban mucho la atención y que daban ejemplo claro a los adultos de hasta donde podía llegar la fuerza del amor. 

Eran niños normales en circunstancias límites donde tenían que hacerse cargo de la familia, bien por su situación de pobreza, bien por enfermedades en la familia o por la falta de sus padres. Eran niños que, una vez al año, tenían reconocido su valor. Sus vidas inspiraban a la gran mayoría y se convertían, sin quererlo, en fuentes de motivación.

Hoy en día somos conscientes de que son muchas las personas, pequeñas y adultas, que dejan ver y sin quererlo la fuerza del amor que en ellos reside. Unas veces víctimas de los años, otras veces de atentados contra su vida, y otras, de forma muy tranquila y anónima, nos han dejado esa palpable huella de amor: Gandhi, Teresa de Calcuta, Luther King, Mandela, etc.

Nuestra experiencia de amor.

Si tuviéramos que adentrarnos en nuestra vida también podemos encontrar, y no pocos, episodios de amor que han marcado en más de un momento nuestra historia. Historias personales e historias de gente muy cercana a nosotros. ¿Qué cambia o se produce en nuestra vida cuando hay amor?

  • A nivel de salud tenemos muchas pruebas de que la persona que ama es más saludable. Incluso podríamos decir que aún estando mal, genera energía positiva a las personas que le rodean. ¿Cuántas veces no me habré encontrado yo con gente en situación terminal que en vez de venirse abajo con los llantos de los familiares se han puesto a sonreír y darles energía y valor? Aún así y a todo el amor produce en nosotros:
  • Una mejora de nuestras defensas.
  • Baja nuestro nivel de estrés.
  • Disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares. 
  • Rejuvenece nuestra piel.
  • Nos hace estar mejor con nosotros mismos.
  • Aumenta nuestra autoestima.

  •  Hay otros aspectos que van más allá de la salud y que podemos encuadrarlos dentro de lo que es el desarrollo personal.
  • Nos permite hacer locuras que jamás haríamos en situaciones normales. ¿Recuerdas las locuras que hacías y los riesgos que asumías cuando te sentías amado o amabas a alguien? Con ello quiero destacar un factor importante. El amor, el amor real y sincero, nos lleva a dar pasos que jamás hubiéramos pensado que daríamos. Piensa en pasos que has dado en tu vida a causa del amor, pasos que ni hoy en día te crees? 
  • Cuando damos ciertos pasos comprometidos de amor, a veces tan sencillo como el tener, criar y educar a nuestros hijos, ¿a dónde nos han llevado? ¿Cuántas cosas hemos tenido que aprender? ¿Cuántas cualidades hemos desarrollado gracias a esa actitud de amor? ¿Cuánta gente nueva hemos conocido?

El amor es una experiencia que suma, multiplica y hace que cuánto más se da más se tenga. Es como un manantial que no deja de dar agua, es un agua que surge de dentro de cada uno y que lo mantiene feliz y contento. El amor es una experiencia única que no te desgasta, sino que te mantiene siempre con espíritu joven.


23/2/16

Apreciando lo que uno tiene


Un Empresario estaba en el muelle de un pueblo costero cuando llegó un bote pequeño con un solo pescador. Dentro del bote había varios atunes amarillos de buen tamaño.El empresario elogió al pescador por la calidad del pescado y le preguntó cuánto tiempo le había tomado pescarlos.
 
El pescador respondió que solo un poco de tiempo.El Empresario luego le preguntó por que no permanecía más tiempo y sacaba más pescado.El pescador le dijo que tenía lo suficiente para satisfacer las necesidades inmediatas de su familia.
 
El Empresario luego preguntó,¿pero qué hace usted con el resto de su tiempo.El pescador dijo, " duermo hasta tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, hago siestas con mi esposa María, me voy todas las noches al pueblo donde tomo ron y toco guitarra con mis amigos ".
 
Tengo una vida completa y ocupada.El Empresario replicó: Yo soy un MBA de Harvard y podría ayudarte. Deberías gastar más tiempo en la pesca y con los ingresos comprar un bote más grande, con los ingresos del bote más grande podrías comprar varios botes, eventualmente tendrías una flota de botes pesqueros.
 
En vez de vender el pescado a un intermediario lo podrías hacer directamente a un procesador de pescado, eventualmente abrir tu propio procesador de pescado.Deberías controlar la producción, el procesamiento y la distribución. Deberías salir de este "pobre" pueblo e irte a la ciudad, luego a la capital y eventualmente al exterior, donde manejarías tu empresa en gran expansión.
 
El pescador preguntó, pero cuánto tiempo tarda todo eso? A lo cual respondió el empresario "entre 15 y 20 años"¿ Y luego qué ?El empresario se ríe y dijo " que esa era la mejor parte".Cuando llegue la hora deberías anunciar un I. P.O. ( Oferta Inicial de Acciones ) y vender las acciones en oferta al público.Te volverás rico, tendrás millones"." Millones....¿y luego que?Dijo el Empresario: " Luego te puedes retirar.
 
Te mudas a un pueblo en la costa donde puedes dormir hasta tarde, pasear un poco, jugar con tus hijos, hacer siesta con tu mujer, ir todas las noches al pueblo donde tomas ron y tocas guitarra con tus amigos" 
El pescador respondió, ¿acaso eso no es lo que tengo ya?

¿Qué te parece esta historia?  No deja de ser curiosa, ¿verdad? Nos planteamos una vida de riesgos, de esfuerzos y de sin sabores para, al final, gozar de lo que ya tenemos. Lo curioso es que soñamos muchas veces por conseguir lo que ya tenemos. Creo que en cierto modo somos cortos de vista pues no apreciamos lo que tenemos creyendo que vamos a encontrar algo mejor. Cuando la realidad se da a conocer nos damos cuenta de la multitud de fallos que cometemos a lo largo de la vida.

¿Qué nos aparta de la realidad cotidiana que ya tenemos?

  • Creo que una de las razones principales es que el convivir con nosotros tanto tiempo obviamos lo que realmente somos y tenemos de regalo en nuestras vidas. Si supieras la cantidad de personas que hay por la vida adelante que se infravaloran porque creen ser poca cosa y se sorprenden cuando alguien les da las gracias por detalles que para ellos son insignificantes, pero que para otros son realmente experiencias cargadas de una gran riqueza. Si en estos momentos nos pidieran que dijéramos más de veinte cualidades que tenemos en la vida como personas, además de las que desarrollamos laboralmente, ¿seríamos capaces?
  • Vivir con las propias cualidades de uno y acostumbrarse a ellas y no desarrollarlas puede ser otro de los motivos. Nos conformamos con lo que somos y tenemos pero, ¿podemos sacarle más partido a nuestras vidas? Y cuando digo lo de sacarle partido me refiero a saber utilizar nuestras cualidades en muchos aspectos, crear a partir de lo que somos y de lo que tenemos. ¿Cuántas cosas podríamos hacer con nuestra vida o con lo que tenemos y sin necesidad de esforzarnos en demasía? Tal vez nos sorprenderíamos. Podemos aprender de los niños que de cada cosa que cogen siempre se inventan una película, un juego o cualquier actividad por muy rudimentaria que sea. Y se lo pasan pipa. 
  • Otra de las causas puede ser el miedo a quedar en ridículo. No se si te ha pasado a ti que en una reunión de amigos, de negocios o de cualquier otra índole piden opiniones respecto a algo. Por tu mente pasa una idea brillante, te la callas porque te parece ridícula. De repente alguien la tiene en su mente, la dice y se gana el premio, la ovación o el reconocimiento. Seguidamente pasas a pensar y a decirte a ti mismo: ¡qué tonto soy! ¿por qué no lo habré dicho? Así es el miedo, la inseguridad, la falta de autoestima es lo que nos lleva a no apreciar lo que sí tenemos dentro y de gran valor.
Soñamos con cosas que no tenemos, que sí podemos alcanzar y nos olvidamos de lo más importante, del aquí y ahora, de lo que si ya tenemos y de todo con lo que si podemos ser felices ahora. 

El futuro puede depararnos algo valioso, pero si no lo llenamos con lo que llevamos dentro de nosotros mismos nos encontraremos toda la vida buscando y buscando cuando en realidad está muy cerca de nosotros, porque somos nosotros mismos.

22/2/16

En medio de la incertidumbre.


Un campesino, que luchaba con muchas dificultades, poseía algunos caballos para que lo ayudaran en los trabajos de su pequeña hacienda. 

Un día, su capataz le trajo la noticia de que uno de los caballos había caído en un viejo pozo abandonado. El pozo era muy profundo y sería extremadamente difícil sacar el caballo de allí. 

El campesino fue rápidamente hasta el lugar del accidente, y evaluó la situación, asegurándose que el animal no se había lastimado. Pero, por la dificultad y el alto precio para sacarlo del fondo del pozo, creyó que no valía la pena invertir en la operación de rescate. 

Tomó, entonces, la difícil decisión: Determinó que el capataz sacrificase al animal tirando tierra en el pozo hasta enterrarlo, allí mismo. Y así se hizo. 

19/2/16

Caminante no hay camino


Voluntad sin límites


Siempre hay una pregunta que nunca deberíamos de dejar de hacernos cuando tenemos que emprender el camino hacia algo que nos gustaría conseguir en la vida. Una pregunta basada en la vida y en las personas que nos rodean. ¿Por qué hay personas que logran alcanzar ciertas cosas a pesar de sus inmensas dificultades físicas, emocionales, laborales, económicas o de cualquier tipo de índole.

Cuando hoy me enviaron éste video no dejé una vez más de sorprenderme por la capacidad humana, la capacidad que está más allá de las dificultades y de las incapacidades que se pueden tener a simple vista. Yo te invito a ver éste vídeo. Y después hacernos esa pregunta: ¿Qué me impide a mí alcanzar lo que realmente quiero?






18/2/16

Valorar a los demás.


Ésta frase se la acabo de leer a un compañero de trabajo y gran emprendedor. me llamó mucho la atención porque por lo general no solemos dar muchas oportunidades a las personas. Esperamos mucho de ellos, pero de acuerdo con las expectativas que tenemos nosotros y basándonos siempre en nuestras cualidades y habilidades.

Nos gusta que las personas sigan nuestros pasos, que nos copien, que se identifiquen con nuestro estilo de vida, con nuestros usos y costumbres. ¿Qué hacemos con aquellos que no cuadran con nuestras expectativas? Generalmente acabamos dejándolos a un lado de nuestro camino y permitir que otros con nuestros propios ideales y expectativas se vayan sumando a nuestra comitiva.

Pero las personas más sencillas y las más diferentes a nosotros siempre tienen unos valores, una experiencia y algo que aportar desde lo que son. He estado en numerosas reuniones a lo largo de mi vida en las que me he encontrado con personas que apenas participaban, que estaban calladas y a veces dormidas, personas que a veces pensabas que estaban ahí para hacer un simple acto de presencia.

Uno de estos casos fue muy curioso. Ella se llamaba Luz y siempre iba a Misa, todos los días. Recuerdo que a veces tenía la impresión de que se dormía en algún momento. Ella era una persona muy servicial y era muy reconocida en la población donde vivía hasta el punto que un día, en medio de unas elecciones a Alcalde o Presidente Municipal, alguien la paró y le preguntó, como para indagar o ponerle a prueba:
  • - Buenos días, Doña Luz. ¿Puedo hacerle una pregunta?

  • - Ella se quedó mirando con aquella cara de ternura que tenía y respondió sin rodeos: ¿Y por qué no?
  • Entonces la persona en cuestión fue al grano y le preguntó: ¿A quién va a votar usted? ¿A Lázaro, que era considerado el cacique, o a Mario, que venía del sector indígena?
  • La respuesta no dejó de sorprender ni a los que estaban allí en ese momento, ni a los que supimos de ella más tarde. Doña Luz respondió sin ningún tipo de reparos y rápidamente: "Voy a votar a aquél que está a favor del Evangelio, es decir, al que muestre más amor por aquellos que va a dirigir.

Apenas sabía leer y escribir. Ya era una persona entrada en años. Podríamos decir que tal vez era una persona que no merecía mucha atención. Pero cuando alguien se centraba en ella y ofrecía respuestas de ese calibre poco podían objetar algo. Tal vez porque para ella la respuesta, en esa ocasión, la llevaba clara, pero sin decirlo abiertamente invitó a aplicarse lo de "quien tenga oídos para oír, que oiga".

Ayer curiosamente, participaba en una reunión de trabajo. Se hablaban de temas interesantes. Las personas que allí estaban me ganaban en experiencia en cuanto a lo que se trataba. Yo escuchaba en silencio hasta que alguien me invitó a dar una opinión o sugerencia. La di, la expliqué y cuando acabé alguien exclamó: "¡¡¡Vaya para el que estaba calladito!!! ¡¡¡Que buena aportación!!! Tomaron nota. Me sentí bien. Todos, desde nuestra humilde experiencia, podemos aportar algo sabroso y de nuestra propia cosecha, como decía el Papa Juan XXIII, a los demás.

¿Cuando podemos o pueden aportar las personas? Cuando, como dice mi compañero Iván, se les tiene en cuenta, se les valora y se les apoya. ¿Cuántas personas a nuestro lado están pidiendo a gritos silenciosos que las valoremos, las tengamos en cuenta y que les ayudemos a valorar toda la riqueza que llevan dentro de si misma?

Te invito a escuchar una historia real de cómo el saber valorar lo que muchas veces pasa desapercibido en nuestra vida puede marcar la diferencia en nuestras vidas.

17/2/16

Ajustando velas


A veces no es cuestión de aptitud, sino de actitud. El viento sopla y en seguida nos quejamos. Otras veces esperamos a que amaine la tormenta, pero el arte de vivir está en saber torear y lidiar con todos y cada uno de los momentos de nuestra vida. 
  • Todos tenemos derecho a quejarnos, concretamente a lamentarnos. Son nuestros sentimientos. ¿Por qué no expresarlos? Viene bien y puede ser relajante para quien pasa por un mal momento. Pero la queja continua, el lamento constante, ¿nos llevan a alguna parte? Si somos sinceros con nosotros mismos creo que no. Lo único que conseguimos con ello es llamar la atención y aburrir al que está a nuestro lado. Si lamentarnos nos ayudara a enderezar y equilibrar nuestras vidas, otro gallo cantaría. Pero esa no es la realidad.
  • Muchas veces hay una frase que está constantemente en nuestra boca: "el tiempo pone a cada uno en su lugar". Ciertamente que el tiempo pone a cada uno en su lugar. Tal vez como uno quería o como no, pero nos acaba poniendo. El problema de ello es que el protagonista de nuestra vida no somos nosotros, sino el tiempo. Y al final las cosas nos hacen llegar no a donde nosotros queremos, sino a donde el tiempo dispuso, a no ser que el tiempo sea una táctica para poder conseguir lo que queremos de una forma eficaz. Dejarse llevar por la corriente suele ayudar a salvar vidas a los que se encuentran atrapados en medio de una corriente, pero no es porque nos dejemos llevar en sí, sino porque sabemos que nuestro destino lo dominamos dejándonos llevar por un momento. En medio de las corrientes quienes se dejan llevar por ellas, por lo general, acaban siendo despedidos por las mismas hacia un costado de ellas.
  • Este último proceso requiere de algo de conocimiento, de templanza, de seguridad en lo que se hace y de determinación. Y hay que estar preparado para ello. Los pilotos de avión, coche, motos se adiestran para ello, así como los militares para los momentos de combate, o los políticos para aguantar las muchas críticas que se les vienen encima. Todo es saber ajustar en cada uno de los momentos las riendas de nuestra vida.
  • Tener tranquilidad.
  • Saber observar y analizar la situación.
  • Vislumbrar todas las posibilidades
  • Saber tomar la decisión más oportuna en el momento que se vive.
Lo curioso de todo ello es que se aprende desde la experiencia, desde la situación de haber cometido muchos errores, desde saber controlar los sentimientos y no perder el norte cuando ellos se apoderan de nosotros.

Es por ello que lamentarnos conduce a nada, callarnos y dejar que el tiempo lo arregle a casi nada. Coger el toro por los cuernos y saber vivir cada momento de nuestra vida ajustándonos y adaptándonos a las circunstancias nos dará un mayor empoderamiento sobre nuestras vidas y nuestras circunstancias.


16/2/16

Diferentes perspectivas



Un hombre y su mujer salieron de viaje con su hijo de 12 años, que iba montado sobre un burro. Al pasar por un pueblo la gente comentó: “Mirad a ese chico tan maleducado él tan cómodo en el burro y sus pobres padres van caminando. Entonces la mujer le dijo a su marido, “no permitamos que la gente hable mal de nuestro hijo y sube tu a lomos del burro”. 
Al llegar al segundo pueblo la gente murmuró “que sinvergüenza, este hombre a lomos del burro y su familia tirando del burro”. Entonces tomaron la decisión que fuera la mujer que subiera al burro, al llegar al siguiente pueblo la gente exclamo! “Pobre hombre! Después de todo el día de trabajar y ahora tirando del burro mientras su esposa va cómodamente encima del burro! Que mala esposa!! y pobre hijo que será lo que le espera con esa madre”. 
Entonces se pusieron de acuerdo y decidieron subir los tres al burro, al llegar al siguiente pueblo la gente dijo “Mirad que familia, son más bestias que el burro que les lleva! Le van a partir la columna al pobre animal! Al escuchar esto decidieron bajar del burro y ir andando, al llegar al último pueblo de su viaje la gente exclamó “Mirad a estos tres idiotas, caminan cuando tiene un burro que les podría llevar


Las diferentes perspectivas.


Tenemos una inclinación a ver, observar, y juzgar. Tal vez se nos queda por detrás la capacidad de analizar las cosas que día a día van sucediendo. Pero lo que sí no falta es ese ánimo de crítica en el que muchas veces nos ponemos ante lo que no cuadra en nuestra mente. ¿Tendría que cuadrar? ¿Es posible que en la vida haya diferentes perspectivas? ¿Se puede agradar a todo el mundo? ¿Cuál de todas las perspectiva que tenemos es la correcta?

Tantas perspectivas como seres humanos.

En realidad hay tantas perspectivas como seres humanos. Cada uno la ve desde lo que piensa y valora en la vida. Prueba de ello es que ante la misma circunstancia no siempre coincide nuestra manera de reaccionar. Cada reacción será valorada desde lo que cada uno piensa y siente en ese momento y circunstancia de la vida.

Si nos atenemos al cuento que acabamos de leer:
  • Hay quien valora que un chico debe ceder su puesto a los mayores. En el caso en cuestión el chico era un mal educado.
  • En el segundo caso es sin vergüenza es el padre que va lomos del burro.
  • La siguiente crítica recae en la mujer, que va cómodamente después de todo un día de trabajo del esposo.
  • Al final la culpa recae sobre todo la familia por maltratar al animal.
Como dice el refrán, "nunca llueve a gusto de todos", y "si intentas agradar a todos, no agradarás a nadie".

Lo preocupante es que hay otra perspectiva que no deja de ser importante: "el que nos afecte lo que la gente hable de nosotros." Nosotros somos los únicos que conocemos nuestra realidad y el porqué actuamos de una manera determinada. Tal vez la gente que nos mira, nos critica y nos señala tengan toda la razón del mundo, pero desde su propia perspectiva.

Uno tiene que ponerse en los zapatos de los demás para saber por donde caminan y el porqué hacen lo que hacen. De hecho en la pequeña historia, curiosamente, nadie se acerca para saber el porqué de cada una de las posturas que adopta la familia. Es esa falta de tacto que tenemos a la hora de tener que apostar por las distancias cortas, es decir:
  • Acercarse al otro y saber, si tanta importancia tiene para nosotros, el porqué actúa de esa manera.
  • Criticar públicamente es mucho más fácil que enfrentarse a la verdad del otro. ¿Las risas, ridiculizaciones, juícios, señalamientos, etc. ¿no serán más un problema no resuelto dentro de cada uno de nosotros que un problema del otro en sí?
Estoy seguro que cada persona tiene sus razones para actuar de forma diferente. Y tal vez cuando así actúan es porque su perspectiva se lo aprueba. 

La gran pregunta puede ser: ¿pueden convivir varias perspectivas a la vez? Si, desde la información de cada una de ellas y el respeto. Ello requiere querer conocer y profundizar en la perspectiva del otro.

12/2/16

¿De donde viene el éxito?


Esta pequeña reflexión de Anthony Robbins me encanta porque conjuga tres verbos que son esenciales en la vida:

  • El éxito es el resultado de las decisiones acertadas.
  • Las decisiones acertadas son el resultado de la experiencia.
  • La experiencia en el resultado de decisiones equivocadas.
¿Por donde empezamos?

  • Equivocarse. Todos tenemos miedo a equivocarnos pero, ¿quién no se cayó de pequeño aprendiendo a caminar? O que padre no dice generalmente que no quieren que sus hijos pasen por lo que ellos han pasado, sin son lo que son gracias a lo que han pasado. Vivimos en una cultura en la que la equivocación se penaliza con el ridículo en vez de valorarla como parte de la experiencia. No olvidemos que la base del método científico se basa precisamente en eso: prueba, error y vuelta a intentarlo. ¿Por qué infravaloramos en error cuando es parte de la experiencia?
  • Aciertos. La suerte del principiante no siempre se da en la vida. Por lo general ese tipo de suerte no suele darse a menudo. ¿Cuántas pruebas fallidas hemos tenido en muchos aspectos de la vida hasta haber conseguido lo que pretendíamos. Hay cuatro fases importantes en la consecución de las habilidades que necesitamos.
  • La incompetencia inconsciente. Consiste es no saber que no se sabe. Poco podemos hacer en ese estadio.
  • La incompetencia consciente. Sabemos que no dominamos algo. Es el principio del aprendizaje. Saber que no se sabe o domina te abre la mente a aprender o a rechazar, pero por lo menos sabes que no dominas algo y por ello lo asumes como tal.
  • La competencia consciente. Haces las cosas de forma consciente, prestas atención a los procesos y estás plenamente atento a no cometer errores en el proceso.
  • La competencia inconsciente. Vamos, que no necesitas tener el libro de instrucciones. Las cosas salen de forma totalmente natural y espontánea. Se domina de tal manera que apenas necesitas ir al libro de instrucciones, por así decirlo.

Los aciertos son parte de este proceso de pasar de la de la incompetencia y del error a los aciertos y el éxito.


  •  ¿Y el éxito? Simplemente la consecuencia de todo ello.




11/2/16

El poder de las decisiones.


El poder de la decisión.


¿Alguna vea te has parado a pensar el poder que tiene una decisión? Para bien o para mal las decisiones que tomamos cada día determinan todo aquello que vamos a conseguir. Cada día, sin que nos demos cuenta, tomamos un montón de decisiones de forma automática o de forma consciente. Unas veces bien meditadas y otras un tanto a lo loco dejándonos llevar por la intuición o por el momento como pueden ser en muchos casos las "compras" compulsivas. Lo que si está claro es, que en medio de todo ello la decisión tiene un poder decisivo para bien o para mal. ¿Cómo tomar buenas decisiones?

Pasos a tener en cuenta en una toma de decisiones.


  • Centrarse en lo realmente "importante".
  • Hacer las cosas de una manera "lógica y coherente", es decir que tenga sentido.
  • Tener en cuenta todos sus componente "subjetivos y objetivos" ya que ambos estarán influyendo de una manera u otra en la decisión.
  • Conjugar el "pensamiento analítico y la intuición".
  • Recoger la "información necesaria" para poder optar entre varias cosas.
  • Tener en cuenta las "opiniones" al respecto ya que nos ayudará a tener una visión más amplia de las cosas.

Aspecto determinantes en la toma de decisiones.



  • Identificar el problema. Hacerlo de una manera clara, porque no siempre el problema que tenemos es el real. El que se manifiesta puede ser la punta del Iceberg de otro problema que subyace dentro de nosotros mismos. No es lo mismo comprar una casa de un precio que de otro, en un barrio que en otro. Unas veces el problema puede ser económico, pero otras y de forma escondida puede ser el estatus social, el orgullo, las apariencias, etc.
  • Analizar el problema. Es por ello que es importante no solamente identificar el problema sino el analizarlo a fondo para poder comprenderlo y darle la solución que se merece. Ello requiere una buena dosis de sinceridad con uno mismo y la capacidad de sentarse a pensar y a analizar, a veces sólo y otras veces en compañía de otros.
  • Opciones y alternativas a tener en cuenta en la decisión. Siempre hay más de una alternativa. De hecho si tenemos que decidir lo tenemos que hacer entre una cosa y otra. Pero siempre hay otras posibilidades en las que tenemos que ceder, adaptarnos, ser flexibles o coger alternativas previas a las que pueden ser mejores pero no viables en su momento.
  • Elegir la mejor opción. Puede ser fácil o no, pero cuando se tiene la información necesaria ayuda más a tomarla y de una forma mucho mejor.
  • Costes y beneficios de la mejor opción en todos los niveles de la vida. En la vida todo tiene un coste. Tenemos que pagarlo por conseguirlo. ¿Merece la pena el coste que hay que pagar? ¿Ayuda a conseguir el objetivo principal? ¿Afecta a personas de mi entorno de forma positiva o negativa? 
  • Llevar a la práctica lo decidido. Nada cambia en la vida si nada se hace. La acción es fundamental. Cuestión de decidirse y a veces hacer como cuando uno va a entrar a bañarse en el agua: a la de una, dos y tres. Vuelvo a repetir, con la información es mucho más fácil.
  • Evaluar los resultados que se van teniendo. Y esto cuando se ha tomado la decisión. Ayudan a mejorar el camino.




10/2/16

Dar y Recibir


A veces oyes cosas como la de "cría cuervos y te sacarán los ojos" o como la de  "métete a redentor y saldrás crucificado". Tal vez haya algo de verdad en que la vida no siempre de lo que uno cosecha, pero por lo general la vida es agradecida con todo aquél que siembra, cosecha, trabajar y se preocupa de que lo que siembra pueda llegar a florecer.

No creo que haya un ser humano que en momentos determinados, y lo digo en plural, hayan tenido experiencias de amor, de verdadero altruismo en los que han dado de lo que tenían y desde buscar donde no tenían para seguir dando. Son dos aspectos muy importante.
  • Uno da desde lo que es y desde lo que tiene. No se puede dar de lo que se carece. Unas veces lo hacemos de forma accidental y otras de forma mucho más consciente y programada. De forma accidental lo hacemos cuando se nos presenta a lo largo del día la posibilidad de echar una mano a alguien: das de tu tiempo, de tu escucha y atención, de tu bolsillo, de tu experiencia. Es cierto que pueden ser detalles aislados en los que no reparamos nosotros, los que damos, pero que si es importante para quien se encuentra perdido en un lugar, necesitado en algún aspecto y que aprecia nuestra gota de agua como si se tratara de un manantial. No es lo mismo valorar desde la abundancia que desde la escasez. Los que carecen de algo, y ese algo es necesario e importante para ellos, valorarán mucho más lo que reciben que lo que puede valorarlo el que lo da. Si tomo consciencia de la repercusión que tiene en quien lo recibe entonces sí lo valoraré e incluso lo incrementaré.
Pongo un pequeño ejemplo: ¿Te acuerdas de la parábola del Bien Samaritano? Hay quien pasa de largo, pero el samaritano decide pararse en el camino. Pero no se para, ve y observa. Toma acción. Ayuda, lo atiende, lo monta en su cabalgadura, lo lleva a una posada, lo deja allí e incluso deja dinero por lo que pueda necesitar. Eso nos lleva a la segunda cuestión


  • Cuando se está en actitud de dar no solo te conformas con dar de lo que tienes sino que, al ser consciente de la necesidad y de la repercusión que tiene lo que das en otras personas, acabas por aprender, incorporar e incrementar nuevas actitudes, acciones y hechos en tu vida, por lo que dar se convierte en dar a los demás y darte a ti mismo.
Las personas que se dan a los demás siempre lo han dejado bien claro y de manifiesto. El que ama acaba recibiendo más de lo que recibe, porque aprender a dar más de lo que en principio tenía y porque recibe de la persona que ama, unas veces de forma directa con una sonrisa, agradecimiento, resolución de su situación, etc y otras ayudándonos a crecer a través de la ampliación de nuestras cualidades. Es la reciprocidad del amor.


9/2/16

El arte de saber saber elegir.



Esta frase de Paulo Coelho viene al dedo sobre unos problemas que escuchaba ayer sobre la relación que se da entre amistades, aunque también se puede extender hacia relaciones de pareja y, ¿por qué no?, hacia cualquier decisión que tomemos en la vida.

Somos muchas veces impulsivos, y los impulsos los damos sobre las necesidades que tenemos. Las necesidades más las expectativas que ponemos en lo que elegimos puede ser cocktel que nos puede llevar a una espiral de sufrimiento bastante grande.

En medio de las muchas elecciones que hacemos cada día lo que elegimos, ¿suma, resta, divide, multiplica, da seguridad, confianza, dudas, etc? En cuestiones de amistad, y por la conversación en la que participaba yo ayer, muchas veces tienes que vivir situaciones en las que hay que demostrar, hay que arrodillarse, hay que estar buscando constantemente al otro y tienes que vivir en medio de las muchas dudas que otras personas tienen sobre ti. ¿Cómo se siente esa o esas personas? La persona a quien le escuchaba contar la situación nos lo contaba con lágrimas, desconcierto y con ese sentimiento de no sentirse amado o aceptado. Dura realidad. De ahí surgen cantidad de preguntas:
  • ¿Por qué elegimos a unas personas y a otras no?
  • ¿Por qué elegimos ciertas situaciones que restan en nuestra vida en vez de sumar?
  • ¿Por qué nos metemos en laberintos que en vez de darnos seguridad en nosotros mismos nos desconciertan y nos hacen dudar de nosotros?
  • ¿Por qué elegimos siempre aquello que no nos beneficia?
Seguramente es porque, entre otras cosas, nuestra autoestima es baja y buscamos apoyarnos en la primera circunstancia o persona que nos da cierta seguridad o bienestar momentáneo. Es probable es que valoremos al otro hasta el punto de sentirnos seguros a su lado, pero no seguros al lado de uno mismo. 

Nuestras necesidades crean dependencias de personas o de cosas. Ponemos a éstas como algo más importante que nosotros mismos al punto que vivimos a merced de lo que ellas quieren de nosotros. Lógicamente nos lleva a una servidumbre de personas, cosas o circunstancias que no nos hacen sentir bien en un momento determinado de nuestra vida. Dejarlas de lado en un momento determinado nos aboca a una serie de decisiones que, de querer ser libres, independientes y nosotros mismos, nos llevan a la soledad más que nada porque hemos dependido de ese mundo elegido.

Volver a confiar en uno mismo es fundamental, pero un trago amargo de tener que romper y saber elegir personas, trabajos y circunstancias que sumen y aporten a nuestra vida, que nos hagan sentir valiosos con nosotros mismos y que sintamos que la vida, las personas y los trabajos que realizamos también aportan a nuestra vida y a nuestras personas.

Tal vez siempre esta pregunta debería acompañarnos en la vida en cada momento: ¿Qué aporto y me que aporta la vida, el trabajo que hago y las personas con las que me relaciono? Si la respuesta es nada tal vez sea el momento de comenzar a buscar y a dejar enriquecerse por la vida, personas y circunstancias diferentes.

Como decía Einstein, si queremos resultados diferentes, hagamos cosas diferentes.

8/2/16

Producir vida en los demás.



¿Qué da sentido y motiva a cada una de nuestras vidas? En cierto modo creo que es el amor. Martin Luther King tal vez lo resume en algo muy concreto, en la capacidad de generar confianza en otras personas.

Todos hemos tenido la experiencia en algún momento de generar una sonrisa, una ilusión y de elevar el estado de ánimo de algunas o muchas personas en la vida. También es cierto que hemos podido llegar a defraudar a otros. Pero si miramos lo que repercute en nuestras vidas una sensación u otra creo que todos nos quedamos con la satisfacción de lo que conseguimos motivando a otros.

¿Qué sucede en nosotros cuando conseguimos esto?
  • Nuestra vida es útil en la medida en que somos capaces de llenar la vida de los demás. Esto nos reconforta y sentimos que nuestra vida carga con ciertos valores que son útiles para la vida de los demás.
  • Es precisamente esta experiencia la que nos permite sentir que nuestra vida tiene un valor añadido y concreto capaz de generar vida y energía alrededor. Nuestra autoestima sube y nos hace sentir bien con nosotros mismos y generar confianza.
  • ¿Te has dado cuenta de lo que sucede en una persona cuando se le dice que vale en algo, o que cierta tarea la ha hecho bien, o qué sus cualidades reportan bienestar a otros? Pues que tiende no solamente a repetir lo que ha hecho sino a mejorarlo.

Hay una relación muy grande entre las ganas de vivir y el amor o la actitud de servicio en la vida. Las personas que ama son más felices que las que constantemente demandan amor. Las personas que sirven y ayudan a los demás tienen más energía que las que demandan siempre el ser ayudados. Y no es que el sentirse amados sea malo, es una bendición. Lo que sucede es que el amor hace que regalemos todo lo que llevamos dentro, eso nos hace sentir bien, hasta el punto de sentirse amados en lo más mínimo.

5/2/16

Nuestros golpes de la vida.


Me encontré este pequeño cuento por internet que me resulta interesante compartir:
Los seres humanos son como aquellas piedras que van en una corriente tratando de llegar al océano grande. Comienzan su andar desde el punto en que se inicia la corriente... 
Cuando empiezan son toscas, tienen picos, son deformes y nadie les encuentra belleza alguna. Sin embargo, al ir en la corriente, el movimiento y la fricción las va limando, las va puliendo, hasta que finalmente llegan a donde la corriente es tranquila y suave... 
Entonces las piedras toscas ya se pulieron, están redonditas y brillantes y todos las quieren coleccionar, sin embargo aun no están acabadas, siguen siendo piedras y algún día mostraran toda la belleza que guardan. 
Así es el hombre... en la corriente de la vida, se encuentra con seres humanos que con sus picos, con sus defectos, aparentemente lastimará al que va al lado de él en la corriente... 
Por el contrario, ese aparente roce doloroso sólo es una manera de pulir aquel pico que sobresale, y el rozamiento sólo es el medio para que, cuando lleguemos donde la corriente es suave, mostremos la belleza que guardamos. 
Sin embargo, aún seguimos siendo seres humanos y algún día mostraremos la verdadera belleza que cada uno lleva.


La verdad sea dicha, la vida es constante evolución y progreso. El crecimiento personal es a base de tener que superar las diferentes situaciones que nos encontramos en la vida. Salimos llorando del vientre materno y a partir de ahí todo es un tener que vivir la realidad con sus pros y sus contras.

Vemos muchas veces como el niño llora, patalea y se queja para conseguir las cosas. Vemos, y a veces de manera preocupada, como el silencio de los niños nos preocupa. ¿"Estarán tramando algo?", nos decimos. Un silencio que muchas veces puede ser creativo en el que el niño investiga, imagina y crea.

Rápidamente nos encontramos los "no" de la vida: No hagas esto, n toques aquello, no hables de esta manera, etc. Son nuestros primeros obstáculos y nuestros primeros desafíos ya que todos sabemos como solemos actuar ante lo que nos es prohibido, en muchas ocasiones con cierta curiosidad que nos invita a probar.

El momento de los grandes roces en la vida es cuando ya tenemos relaciones más profundas y cercanas en nuestra vida personal, social o laboral. La cercanía se conjuga con las metas que tenemos y con las expectativas. Cuando éstas no casan a la perfección con las personas que nos rodean y participan de nuestra vida comienzan a surgir los conflictos. La habilidades para tratarlos y permitir que todos puedan crecer se torna vital. 

En estos momentos la escucha, el dialogo, el respeto, la adaptación, el sentimiento de pertenencia a un grupo, la propia identidad como persona y otros valores forman parte de las actitudes que hay que adoptar para que todos ganen. Somos sociales y, por naturaleza, tenemos que convivir, aportar a los demás y relacionarnos de forma positiva.


Hay momentos en los que parece que se gana, y momentos en los que parece que hay que perder. Son esos momentos del cuento en los que vas rodando, chocando, limando, dando forma a la piedra, etc. No dejan de ser momentos duros y dolorosos, como los del parto o los del proceso del embarazo, pero son los momentos en los que nuestra vida va tomando forma y moldeándose de una manera mucho más fina y de calidad.

Al final muchas de las piedras bonitas que acaban a las orillas de un rio, en la playa o en un pedregal al lado del mar son las más pequeñas, las que son diferentes, las que muestran figuras que llaman la atención por sus formas. Y hasta ahí todo ha sido un proceso, a veces entendido y a veces no, pero que a fuerzas de golpes, pequeños o grandes, nos han llevado hasta lo que somos hoy y que nos llevarán hasta lo que mañana lograremos ser.

Podemos conformarnos con ser la piedra fuerte, inamovible. Tal vez tenga su encanto, porque lo tiene, pero que no deja de ser la misma a lo largo del tiempo, aunque también sufra sus cambios a través de la erosión del viento, de las gotas constantes de lluvia, de relámpagos que pueden caer sobre ellas, de corrimientos de tierras. Vamos, que difícilmente la naturaleza se puede evitar los cambio para poder mostrar toda su belleza aunque ello conlleve momentos duros.

Si estos momentos los vemos como parte de un crecimiento mucho más sentido tendrá y nos dará una visión más clara de donde estamos y hacia donde vamos.



4/2/16

Con el viento en contra



Estoy seguro de que todos he vivido en algún momento de nuestra vida situaciones en las que todo parecía que venía en contra. ¿Cómo hemos reaccionado ante estas situaciones?
  • Sentimiento de víctima. Es fácil caer en esta situación. Con solo mirar lo que nos pasa lo más fácil y usual es decirnos a nosotros mismos que tenemos mala suerte, que no nos quieren, que la vida es injusta con nosotros o que quieren pisotearnos para prevalecer los demás. Ante esta actitud, ¿qué hacemos? Una actitud de queja continua que intenta expresar lo que llevamos dentro y justificar así nuestro sentimiento.
  • Sentimiento de fracaso. También puede ser el sentimiento que se asoma a nuestra mente para hacernos ver lo difícil que es afrontar las situaciones que se nos vienen encima de forma constante. Ante estos sentimientos es muy fácil que la autoestima se nos venga abajo y que tengamos la constante intención de arrojar la toalla. Será una constante lucha con nosotros mismos que acabará por vencernos.
  • El gran desafío. Un gran sentimiento que nos permite pensar como salir adelante y que herramientas utilizar o adquirir para poder despegar y salir de esas situaciones de forma victoriosa. Al igual que hacen los aviones, que despegan con el viento en contra, hay situaciones que si se toman como reto pueden ayudarnos a conquistar algo muy positivo de la vida.
DESPEGANDO CON EL VIENTO EN CONTRA.

Tal vez esa la mejor actitud, despegar en medio de las situaciones difíciles. Las otras nos sumergen en un mundo depresivo, quejica, inútil y sin resultados que nos satisfagan. Pero, ¿cómo despegar?

Dicen que los japoneses son expertos en copiar y mejorar. ¿Por qué no utilizar esta técnica? Hay cantidad de gente que lo ha sabido hacer, tal vez en peores circunstancias que las nuestras, y lo han conseguido. Recordemos los grandes fracasos de muchas personas que después han conseguido y cosechado grandes éxitos:




  • ¿Qué ha hecho posible que cada uno de ellos  haya sido capaz de restablecer el vuelo después de haber bebido de la copa del fracaso? Tal vez sea uno de los primeros puntos a tener en cuenta: "La motivación". Es la que mueve cada paso de nuestra vida. Si no hay motivos ho habrá ganas para emprender el vuelo y desafiar el viento en contra. Pero conocer e informarse de cómo lo han hecho otros también lo es. Son recursos externos de nuestra vida de gran valor. A pesar de que somos una especie racional también nos sabemos mover con el copiar de los demás, un ejemplo de ellos es la moda. Fijarse, observar y analizar como lo hacen otros también nos ayuda a nosotros mismos.
  • Pero también tenemos otra referencia importante, la nuestra, la propia referencia interna que tenemos. Desde pequeños hemos atravesado por situaciones turbulentas con los compañeros de clase, amigos, estudios, trabajos, padres, hermanos, etc. Nadie nos ha dicho como teníamos que actuar y lo conseguimos. ¿Cómo lo hicimos? ¿Qué nos ha movido a hacerlo? ¿Qué recursos propios hemos utilizado? Si la referencia externa anterior tiene su peso en oro, ésta lo tiene mucho más puesto que es natural, innata y propia nuestra, no tenemos que adquirirla puesto que ya la hemos utilizado y nos ha servido.
El viento en contra puede ser molesto, pero tal vez una herramienta útil que nos ayuda a conocernos a nosotros mismos mejor y a conocer también a los demás, a los demás que han sabido caminar o navegar en medio de la turbulencia. 

¿Qué nos queda? "Atraer" a nuestra vida los elementos positivos que permitan acercarnos a lo que queremos. Y esos elementos estan dentro y fuera de nosotros. Tan solo tenemos que reconocerlos, adoptarlos y hacerlos nuestros. Entonces levantaremos vuelos  con la ayuda del viento en contra.

3/2/16

Solo si escuchamos podremos aprender.


Tal vez una de las tareas más difíciles que tenemos los humanos es saber utilizar una de las herramientas que nos distingue de las otras especies: el don de escuchar. Y dentro de lo que es la Ley de Atracción la escucha se hace como algo indispensable. Si no escuchamos no seremos capaces de captar las ondas por las que se mueve la Atracción hacia todas las bendiciones de la vida. Y para ello necesitamos el silencio. ¿Por qué el silencio?

EL SILENCIO FUENTE DE INSPIRACIÓN

  • El silencio es una fuente de inspiración para los artistas, aunque lo hay que se inspiran también en medio del ruido. En el silencio se han cobijado los autores de grandes canciones, de exitosos libros, de grandes cuadros o de bellas poesías. El silencio nos conecta con lo más profundo de nuestros sentidos y nos permite expresar por un lado lo que llevamos dentro pero aportándole toda la vida que encontramos fuera.
  • El silencio es imprescindible para dejar entrar dentro de nosotros la misma vida. Nuestra mente está llena de ruidos y de preocupaciones, de creencias y de experiencias. Nuestra mente es rica en contenido, pero la mente que se que se enriquece es la mente que se calla, observa y aprende de la vida, de la naturaleza y de todas las personas o seres que le rodean.
  • El silencio de la escucha es el silencio que nos permite escuchar y aprender, escuchar y analizar, escuchar e ir más allá de lo que sabemos. Es la capacidad de descubrir lo que todavía no sabemos.
  • El silencio de la escucha es el que nos permite saber que más allá de nosotros y de todo lo que sabemos hay vida. El silencio de la escucha es la puerta de la riqueza que entra dentro de nosotros.
Es por ello que en la ley de la Atracción el silencio y la escucha son las que atraen lo que tenemos dentro y lo que nos enriquece desde fuera. 

2/2/16

Las tormentas de nuestra cabeza


Son muchos los miedos que tenemos, 
a cosas que nunca van a suceder.

Son muchas las desconfianzas que ofrecemos
sin conocer a fondo a las personas.

Son muchos los celos que mostramos
por la propia inseguridad que tenemos
de nosotros mismos.

¿Por qué será? E ahí la cuestión cuando:
  • Informarnos sobre aquello que tenemos miedo o desconfiamos nos llenaría de más paz.
  • Ser conscientes de que las inseguridades que tenemos muestran más nuestras carencias que los resultados que creemos podemos tener.
  • Cuando los miedos, las tormentas y toda nuestra jauría mental obedece más a una falta de comunicación y a inseguridad interna que a la culpa de los demás.
Contemplar la tormenta puede llevarnos a observar la belleza de los rayos, de los truenos, de formas de vivir y de pensar diferentes. Formas diferentes que pueden ayudarnos a ser más libres de todo aquello que nos ata a costumbres, valores, ideas, creencias o personas que, en vez de ayudarnos a crecer, nos inmovilizan en la vida.

Contemplar el miedo,
la tormenta de la vida, 
las dificultades del camino,
las puertas que se cierran,
los caminos que se hacen escabrosos,

Contemplar,
un verbo y una actitud
que, en calma,
nos permiten ver
la tormenta en su belleza
y aprender desde ella
a vivir más seguros
de uno mismo.





1/2/16

Resolviendo conflictos,



Cuando somos capaces de alejarnos un poco de la realidad tenemos la oportunidad de verla desde otras perspectivas. La misma realidad nos introduce en ella desde un punto de vista emocional que solo vemos lo tenemos delante de nosotros. Un ejemplo claro es el de la persona que se está ahogando. Su primer objetivo es salvarse y si es capaz de coger al que intenta rescatarlo es capaz de ahogarlo consigo. La emociones nos alejan muchas veces de poder ver la realidad de una manera mucho más objetiva, realista y con posibilidades de interactuar con ella.


Una vez que nos alejamos de la realidad y comenzamos a verla desde lejos hay que comenzar a ver cuales son los denominadores comunes que hacen que el problema esté ahí y no se soluciones. Cuando lo vemos desde la misma perspectiva la solución siempre será la misma, cuando lo vemos desde otras suele aparecer más ideas que nos ayudan a comprender el problema. Las vacuna que se hacen a nivel médico son un claro ejemplo. Entender cual es el problema ayuda a resolverlo. Ello requiere estudio, capacidad de visión, de análisis y de dejar a un lado las emociones que muchas veces nos alejan del problema real.

Y como cualquier científico la solución está en probar y testar todas las posibles hipótesis y soluciones pero teniendo lo que es básico y primordial, la causa y el efecto. Y por eso el método científico conlleva la observación fría y atenta de todos los elementos que constituyen el problema. Esta capacidad de pararse, ver, observar y analizar conlleva la respuesta que muchas veces intentamos encontrar.

Ello nos lleva a tener una actitud positiva y de acercamiento al problema, a no huir de él, sino a estar atento y a ver como se desenvuelve y desarrolla. Los grandes entrenadores estudian las tácticas del enemigo, porque el estar informado sobre ellas siempre da las pistas para poder vencerlas.

¿Somos, pues, capaces de analizar nuestros problemas con tranquilidad, objetividad y de forma analítica? Ello requiere paciencia, control de uno mismo.